lunes, 18 de diciembre de 2023

 

 

   sexta parte.  UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.

La idea, la intuición, el convencimiento de la existencia de Dios está envuelta en sombras y misterios, que la divina Revelación de Jesucristo, al develar lo cubierto nos descubre el gran misterio que la mente humana nunca hubiese podido vislumbrar, la SANTÍSIMA TRINIDAD.

El pueblo escogido tenía el nombre que Dios le había dado a  Moisés, YO SOY EL QUE SOY, y en labios de Jesucristo le ha llamado PADRE y lo hace ante sus discípulos en una forma muy particular que señala la diferencia entre la  legitimidad y la adopción al decirles “mi Padre y vuestro Padre” habiendo ya ha dejado claro que Él y el Padre son una misma cosa. Esto lo comprobamos en lo que su divina pedagogía ha enseñado a los apóstoles, cuando san Pedro le contesta a la pregunta de ¿quién dicen ellos que es Él?, contesta diciendo que es el “Mesías, el HIJO de Dios vivo” Mt. 16,16.

La enseñanza de la Trinidad es paulatina, más adelante hablará del ESPÍRITU SANTO a quien enviará como santificador, los propios apóstoles hacen menciones sobre el Espíritu santificador y san Pablo en II Corintos  13,13 dice: “ La gracia del Señor Jesucristo y la caridad de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con vosotros. La Iglesia Católica en su liturgia, oraciones y Sacramentos y alabanzas ha vivido y vive la fe en la Trinidad. Y confirma la existencia de un solo Dios, reconociéndole “atribuciones” llamándoles Personas. A Dios Padre, primera Persona, se le atribuye  la Creación, a Jesucristo Segunda Persona la Redención, y al Espíritu Santo, tercera Persona, la Santificación.

La compenetración entre las tres Personas divinas es absoluta y se explican sus Procesiones divinas, que son dos, el Hijo procede del Padre por generación o semejanza y el Espíritu  Santo como principio de amor mutuo, se la llama “espiración” a esta procedencia. Las tres Personas Divinas son absolutamente iguales en su naturaleza divina, independientemente de las atribuciones que les corresponden. A continuación del Concilio de Florencia (1438-1445) nos dice a la letra el: Decretum Pro Jacobitis, lo siguiente.

“La sacrosanta Iglesia Romana, fundada en la palabra de nuestro Señor y Salvador, firmemente cree, profesa y predica un solo Dios verdadero omnipotente, inconmutable y eterno, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, uno en esencia, trino en personas: al Padre ingénito, al Hijo engendrado del Padre, al Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo. Que el Padre no es el Hijo o el Espíritu Santo; que el Hijo no es el Padre o el Espíritu Santo. Que el Espíritu Santo no es el Padre o el Hijo: sino que el Padre es solamente Padre, el Hijo solamente Hijo y el Espíritu Santo es solamente Espíritu Santo.

“Solamente el Padre engendró al Hijo de su substancia, solo el Hijo fue engendrado solamente del Padre, solo el Espíritu Santo procede juntamente del Padre y del Hijo.

Estas tres Personas son un solo Dios y no tres dioses: porque las tres tienen una misma sustancia, una esencia una naturaleza, una divinidad, una inmensidad, una eternidad y todo es uno donde no existe una relación de oposición.

En el Antiguo Testamento hay barruntos de la Trinidad de Dios, pero con mucha obscuridad, solo en el Nuevo queda claramente revelada. San Juan llama a la segunda persona EL VERBO, es decir, LA PALABRA, no hace falta explicar que se refiera a la palabra espiritual, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios. Él estaba al principio en Dios” (Io  1,1). El calado insondable de estas palabras ha sido comentado por los mas grandes santos, en el caso de san Agustín de Hipona insistentemente predica que su explicación supera toda capacidad, nos añade que Juan evangelista es un hombre el que habla de Dios. Dios le inspira, es verdad, pero no dejaba de ser hombre. Los términos que usa, EL VERBO Y LA PALABRA no pueden ser sino “palabra espiritual”  ya que antes de decirla con la boca, nos formamos en la mente la palabra espiritual, lo que es humano. Pero en Dios su palabra es en toda su esencia de una perfección absoluta, pues en Dios no hay nada que no sea Dios y los teólogos ven la analogía en el amor entre Dios y su Verbo y ese amor se expresa en una nueva Persona Divina. De allí que el Credo dice: el Espíritu Santo procede igualmente del Padre y el Hijo.

Jorge Casas y Sanchez

jueves, 2 de noviembre de 2023

SEPTIMA PARTE. uNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.

 

  SEPTIMA PARTE.  Una pequeña introducción a la Teología.

La Segunda Persona de la Trinidad, el Verbo, o Logos (en griego) como también se le conoce es Dios que se piensa a si mismo, contempla desde la eternidad, aparte de la Creación que es lo que nos permite atisbar e ir conociendo poco a poco en sus estructuras intimas. En su inconmensurable poder no sabemos que otras cosas sean de su voluntad infinita, pueden existir cuestiones de las que no tenemos el más pequeño vestigio, pero de la Creación positivamente sabemos que es Cristocéntrica, dado que en su infinito conocimiento sabía como actuaríamos cada cual en el uso de la libertad que nos otorgó, y que necesitaríamos un Redentor, luego es el centro del cosmos y todo lo demás:  historia, reflejo de las cosas, etc. En la “Encíclica Redemptor Hominis”, san Juan Pablo II empieza afirmando, “El Redentor del hombre Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia” lo que alude directamente al sentido Cristológico de la Creación. Y en su Evangelio Juan (Io.1,3) dice : “….por Él fueron hechas todas las cosas y sin Él no se ha hecho cosa alguna…..”

En la cuarta petición del Padre Nuestro, hay teólogos que ven un doble propósito al decir: “danos hoy nuestro pan de cada día”, resalta el pronombre “nuestro” lo que nos habla de la compenetración humana con Dios Padre, al que consideramos que su providencia está presupuesta en nosotros, le pedimos el Pan Espiritual, de la Comunión de los Santos, y el pan que alimenta nuestro cuerpo. En el Antiguo Testamento vemos en PROVERBIOS 30,8 “No me des ni miseria ni riqueza, concédeme el pan necesario, no sea que llegue a hartarme y te niegue diciendo ¿Quién es Yahwéh?, o que en la indigencia robe, y profane el nombre de Dios”.[JCyS1]  Y en los Evangelios:  MT. 6-11   y   LC. 11-2 lo que menciona el Padrenuestro. Esto nos lleva a la consideración del trabajo que debemos de realizar en nuestros tiempos, y a pesar de las circunstancias, dificultades, trastornos, crisis, etc. no faltará pan material en nuestra mesa, y acorde a nuestra piedad personal el Pan Espiritual siempre estará dispuesto para nosotros, al estar en las condiciones de gracia que manda nuestra doctrina.

En la Profesión de Fe, de Paulo VI en el CREDO DEL PUEBLO DE DIOS, decimos: “Creemos en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, creador de las cosas visibles, como es este mundo en el que transcurre nuestra vida pasajera, de cosas invisibles, como los espíritus puros que reciben el nombre de ángeles, y en el demonio, de cuya existencia y malignas acciones que intenta sobre los hombres no podemos dudar. Así como es Creador en cada hombre de su alma espiritual e inmortal”, (n.8). los espíritus puros de que se nos habla, los ángeles son por tanto de dos categorías, los buenos y los malos. Estos últimos de los que Luzbel encabezó cayeron de la gracia de Dios al pecar de soberbia, el peor de los pecados espirituales. La Doctrina nos dice que el pecado consistió en prevaricación contra el orden establecido, llevado a cabo por este ángel traidor. De los ángeles buenos se sirve Dios para el gobierno del mundo y para otorgar su providencia. Cada hombre recibe uno de estos ángeles para su custodia.  Veamos Hechos 12,15. Y en el Antiguo Testamento: Tobías 5,4 ss. esta narración es explícita de lo anteriormente comentado. Los demonios constantemente, sin descanso prevarican contra el orden sobrenatural, san Pablo nos advierte en Eph. 4, 27 “No deis lugar al diablo”. Y, es que como lo advirtió claramente su santidad Paulo VI, en la medida en que el hombre se sustrae de las enseñanzas de Cristo, el demonio gana influencia sobre el hombre.

Debemos siempre de recordar por la forma en que hemos sido creados que Dios consideró en su sabiduría que necesitaríamos defendernos de los demonios, que lo acontecido a Adán y Eva, debido a que no usaron de su fe en mayor forma y cayeron en la soberbia, por lo que nos dota de las herramientas de defensa, dándonos la libertad de usarlas pera vencer al diablo o para no hacerlo, caso por desgracia tan visto en nuestra existencia global histórica. Es penosísimo pero todas las desgracias  que sufrimos como familia humana de allí vienen, siendo lo que debemos procurar el encontrar y practicar nuestro papel de criaturas hechas de manera especialísima por nuestra semejanza divina y no, o bien creernos como dioses o incluso como seres que fatalmente no nos queda mas camino que el de nuestra propia voluntad, veamos los tremendos ejemplos del nacismo, los bolcheviques, el comunismo, las dictaduras y otras maneras ilícitas de ejercer el sometimiento de los otros al nuestro propio, y por supuesto, equivocado criterio.

Hemos sido dotados cada uno de un alma espiritual con las facultades de inteligencia, voluntad y libertad. La Doctrina cristiana nos enseña que son para amar y servir a Dios y allí radica la verdadera felicidad del hombre, que es lo que todos buscamos, (la felicidad) muchos por desgracia confundidos con que se encuentra en el poder, la fama, la fortuna, el mercado, etc. debemos de recordar siempre la dignidad del hombre, descubrir en nosotros la imagen y semejanza recibidas por todos y cada uno, y acordes al nuevo Mandamiento de amarnos los unos a los otros y no en uso de nuestra  soberbia buscar nuestras realizaciones por sobre la dignidad de los demás. De allí surgen los odios que producen las sangrientas e ilegítimas guerras que asolan partes de la humanidad.

La REDENCIÓN Y LA VIDA DE GRACIA, nuestras convicciones operativas católicas nos sitúan en un plano superior al natural, lo llamamos porque lo es, sobrenatural y lo obtenemos y conservamos gracias a los Sacramentos. Es con la ayuda de Dios que nos encamina a la más grande finalidad, es acertado decir que: “es por Dios y únicamente en Dios que el hombre se realiza plenamente”. No es ir contra nuestra naturaleza, sino todo lo contrario, aquí la virtud teologal de la Esperanza nos colma cuando la Vida de Gracia nos mantiene unidos a Jesucristo y ello por la Caridad que nos intima con la Trinidad, gran lazo de unión Creador-criatura. Cristo nos predestina a ser hijos suyos al darnos los Sacramentos. En cuanto a la venida de Jesucristo al mundo hay desde luego la poderosa razón del amor de Dios por sus criaturas predilectas, que necesitábamos la Redención, y los teólogos se plantean el si hubiese venido Cristo al mundo si Adán y Eva no hubieran pecado y Duns Scoto y Francisco Suárez dicen que sí, en cambio Tomás de Aquino dice que no, que se decretó porque había pecado y lo sostiene con lo que dice la Escritura: “Cristo vino para salvar lo que había pecado” (Lc 19-10). San Agustín sentencia :” Si el hombre no hubiese perecido, el Hijo del Hombre no hubiese venido”. Lo cierto es que su encarnación nos enriquece enormemente dándonos fuerzas espirituales más intensas. De allí el canto litúrgico O Felix Culpa.

JCS.

QUINTA PARTE: Una Pequeña Introducción a la Teología.

 

  quinta parte:   UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.

El Dogma fundamental del cristianismo es la proclamación de la existencia de Dios, uno es esencia y trino en personas. Esto resplandece en la predicación de Jesucristo que como hemos ya repetido  consuma plenamente la Revelación del Antiguo Testamento, y añade su característica trinitaria, es de notarse que cuando Jesucristo es bautizado en el Jordán por san Juan Bautista se da la teofanía en la que se escucha la voz del PADRE, el HIJO que es bautizado y el ESPÍRITU SANTO que se posa en la cabeza de Jesucristo.

El Concilio Vaticano primero reafirma: “La santa Iglesia católica, apostólica y romana cree y confiesa que hay un solo Dios verdadero y vivo, Creador y Señor….”  Y el Concilio Vaticano segundo nos reafirma la mismísima doctrina: “Creemos que este Dios único es tan absolutamente uno en su santísima esencia como todas sus demás perfecciones: en su omnipotencia, en su creencia infinita, en su providencia, en su voluntad y caridad. Él es el que es, como Él mismo reveló a Moisés, y Él es Amor como el apóstol Juan nos lo enseña…”

Es de especial interés la expresión de estos dos nombres: Amor y Ser pues son una misma realidad lo que nos da una muy peregrina idea, dada la suma imperfección de nuestros conocimientos de lo que Dios es, lo que sabremos al terminar nuestro peregrinaje en esta tierra y le contemplemos cara a cara en la vida eterna. Santo Tomás de Aquino nos enseña que es más lo que sabemos que Dios no es, que de lo que es. Si una criatura no tuviese imperfecciones y poseyera todas las perfecciones humanas posibles, no se parecería a Dios, pues seguiría siendo criatura y Él es Creador. De aquí deducimos que todas las criaturas de alguna manera reflejan al Creador, y las humanas mas que las otras, por ser creadas a su imagen y semejanza.

La esencia de Dios nos la ha revelado Él mismo a través de Moisés cuando le dice como informar a los hijos de Israel esclavos en Egipto, para que supieran quien lo enviaba:

                                                   YO SOY me ha enviado a vosotros.

Es allí donde nos informa lo mas íntimo de su esencia divina, el ser que existe por si mismo, no por otro como las criaturas. Es la perfección mas absoluta del ser, plenitud sin limitaciones, sin imperfecciones ni contingencia. Es ser al mismo tiempo conocimiento y voluntad, espíritu puro, sin partes, distinto a todo lo demás. Todo lo que los humanos podamos pensar es de alguna forma limitado, al ser Dios un ser sin límites nos resulta impensable en su realidad.

Cuando en el catecismo se nos enseñó que Dios está en todas partes se hacía referencia a su trascendencia, y es que todo tiempo y espacio Él los trasciende, son creación suya, de allí su omnipotencia e inmensidad ilimitada, Él no está ni en el espacio ni en el tiempo sino como causa creadora.

Dios es omnisciente es decir todo lo conoce, pasado, presente y por venir, no hay pensamiento  por mas secreto que sea en nuestra alma que no conozca aún mejor que nosotros mismos, ni en la naturaleza, el inmenso universo y todo lo que existe hay algo por grandioso, raro o pequeño que no sea para Él conocido. Y todo funciona porque está en su mente, lo que dejára de estarlo volvería a la nada.

Dios es omnipotente, todo está sujeto a su divina voluntad, nuestra libertad incluido el pecado, pues nos ha creado libres para escoger nuestros propios caminos, si pecamos es por esa libertad que nos concede, como también le agradamos al cumplir su voluntad, la que nos comunica en la Divina Revelación. En ejercicio de su bondad quiere que nos salvemos todos los seres humanos, y nos proporciona elementos maravillosos para ello, resalta el envío de la Segunda Persona de la Trinidad a pagar con su vida, pasión y muerte nuestros pecados personales y el pecado de origen heredado de Adán y Eva.

Dios es misericordioso y paciente, nos espera a que el arrepentimiento nos lucre su perdón y así no perdamos la salvación eterna.

JCS.

jueves, 19 de octubre de 2023

 

 Cuarta parte UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA. (151)

La primera y principal misión del Magisterio de la Iglesia es como se sobrentiende es el continuar, conservar y dar a conocer la inalterada vedad de lo que llamamos DEPÓSITO DE LA FE, que es intocable e infalible, a través del tiempo en sus divinos mensajes. Su utilidad opera al participar de este a toda la cristiandad y de allí a toda la humanidad, en cumplimiento del mandato evangélico. Jesucristo ora por Pedro para que su fe no desfallezca y sea él quien confirme en la fe a sus compañeros. Este don no fue dado a Pedro por breve tiempo, sino que fue otorgado hasta el fin de los tiempos, y su solidez jamás será vencida por los poderes del infierno.

El Concilio Vaticano II ratificó solemnemente esta doctrina:

“Este santo Sínodo, siguiendo las huellas del Concilio Vaticano Primero, enseña y declara con él que Jesucristo, Pastor eterno, edificó la Iglesia enviando a sus Apóstoles lo mismo que Él fue enviado por el Padre y quiso que los sucesores de aquellos, los Obispos, fuesen los pastores en su Iglesia hasta la consumación de los siglos. Pero para que el mismo episcopado fuese uno solo e indiviso, puso al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro e instituyó en su persona el principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y comunión. Esta doctrina sobre la institución, perpetuidad, poder y razón de ser del Sacro Primado del Romano Pontífice y de su Magisterio infalible, el santo Concilio la propone nuevamente como objeto de fe inconmovible a todos los fieles”.

Esto nos explica claramente que cuando el Papa define un dogma, no lo está inventando sino que es revelado por Dios a través de la Sagrada Escritura o la Tradición oral. De esto se desprende el siguiente principio: Es regla inmediata de la fe para el hombre el Magisterio infalible de la Iglesia.

Es imprescindible que tomemos en cuenta las varias ocasiones en que Jesucristo nos menciona al Espíritu Santo como el ESPÍRITU DE LA VERDAD ofreciéndonos que su presencia será después de su regreso al Padre, sus palabras en la última Cena fueron: “Muchas cosas tengo aun por deciros, mas no podéis comprenderlas ahora. En cambio, cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él os guiará hacia la verdad completa (Io 16,12)

De lo anterior debemos deducir la gran importancia que tiene el que procuremos estar al día en nuestro conocimiento de las enseñanzas del Magisterio y de las oportunidades de transmisión de éste a los demás, pero de manera de que cumplamos primero que nada con nuestras obligaciones de buenos cristianos, pues sabido es que nadie puede dar lo que no tiene, y después transmitirlas. Pidamos a nuestro Señor que nos auxilie en esta importante tarea, recordando que solos no podemos pero con su auxilio sí.

JCS.

ENTRADA 150, tercera parte, UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.

 

Si consideramos lo que es la comunicación humana, podemos contemplar diferentes aspectos, el primero es la palabra hablada que los primeros pobladores de este mundo, solo nuestra imaginación nos puede dar indicios de lo que se comunicarían en esos remotísimos tiempos, después podremos contemplar los jeroglíficos, las pinturas rupestres, y otras formas de dejar para los descendientes, mensajes de alguna naturaleza. Enseñanza de hazañas, gestas, cacerías, costumbres, etc. Y la historia humana nos llevará al enorme invento del alfabeto que decanta en la escritura, y a su vez a otro de los mas progresistas inventos humanos que es la imprenta. A partir de esta el saber leer se irá convirtiendo en una necesidad personal. Los libros nos comunican cosas extraordinarias, la sabiduría se empieza a diseminar, las especialidades van naciendo, así hay libros de historia, de herbolaria, de medicina y muchas otras ciencias que aportan a la comunicación humana conocimientos múltiples, diseminados globalmente, estos una vez impresos en libros contribuyen enormemente al desarrollo humano. Son fuentes de conocimiento que se conservan, se transmiten generacionalmente y que van enriqueciéndose en su sapiencia con las nuevas aportaciones de los especialistas de cada ramo. Hay épocas como la llamada de oro española, que producen autores cuyas obras son inmortales, en teatro, novela, dramas, etc.

Pero por muy perfecta que sea la palabra escrita no será nunca tan enriquecedora como la hablada, y toda palabra escrita, por específica que sea necesitará ser explicada con lenguaje vivo, esto aplica en la espiritualidad de manera importantísima. Jesucristo, que dicho sea de paso no nos dejó ni una sola palabra escrita, pero de alguna manera misteriosa si preparó, a sus discípulos para que usaran la palabra escrita, pero no como forma exclusiva de lo que tenían que comunicar a las gentes de entonces y posteriores, de allí que contamos con LA TRADICIÓN, que es palabra viva, transmitida por ellos mismos y sus seguidores, por lo tanto no toda está escrita, ni lo estará. Jesucristo dio a sus apóstoles responsabilidades y distinciones únicas entre sus discípulos, lo que les confería una autoridad especial.

La autoridad que sus once seguidores (y después  San Pablo) tuvieron les confirió un “estatus” que  vino a ser el de:  los Apóstoles, caía por tanto la responsabilidad de maestros, vemos en ellos  al primer MAGISTERIO DE LA IGLESIA y son ellos los que nombran a los obispos, sus  sucesores. Es de una importancia suprema que se perpetúe la misión apostólica, no puede ser suprimida la administración de los Sacramentos. Hoy ese Magisterio está constituido por todos los obispos, nombrados por los Papas, quien los encabeza, y les otorga autoridad suprema en sus respectivas diócesis, ( existe la forma de Obispo Primado para ciertas áreas, y tienen una supremacía en materia honorífica, y de  ciertos derechos de jurisdicción). Pasando en la actualidad de 5,000 y se organizan en Concilios, Sínodos, Congresos Eucarísticos de varias formas, Conferencias Episcopales, y otras más. La principal misión del Magisterio es la preservación del Depósito de la fe. Pen México, para entender esto mejor se requiere decir que por MAGISTERIO DE LA IGLESIA, debemos entender que se trata del cuerpo de obispos que están en comunión con el Papa, siendo su función la de dar la clara, y auténtica interpretación de la Palabra de Dios oral o escrita. La Palabra de Dios es espiritual pero se autoriza su interpretación de manera prominente, por medio del lenguaje humano, recayendo la responsabilidad en el Magisterio mencionado.

Es de muchísima importancia en nuestra religión la parte de la Revelación que con certeza y autoridad divinas nos deja Jesucristo a través de su Magisterio al dar poder a sus discípulos con el mandato apostólico que todos los bautizados heredamos cuando les anuncia solemnemente: “Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles cuanto yo os he mandado. Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos”. Mt. 28, 18-20. Estamos frente al Depósito de la Fe, inalterable en su divina pureza. (estamos a punto de que comience el Sínodo de la Sinodalidad y esto es absolutamente básico).

Como el mandato evangélico de cristianizar a todo el mundo recae también en cada uno de nosotros los laicos, no es exclusiva de los obispos, presbíteros, diáconos, catequistas, etc. Sino que todos los católicos estamos de diversas maneras involucrados en ello. Es responsabilidad de la Iglesia y la Iglesia somos todos, esta ha sido instituida para que permanezca hasta el final de los tiempos, o sea la Parusía o segunda y definitiva venida de Jesucristo a este mundo, por lo tanto para ser el pueblo de Dios debidamente catequizado, formado, instruido sin equivocación alguna, el Magisterio de la Iglesia, cuida, conserva, interpreta debido a los signos de los tiempos la Doctrina de Jesucristo, los Dogmas, la Liturgia, los Sacramentos y su administración en forma continuada perenne.

Es Dogma de nuestra Iglesia Universal la Infalibilidad de lo que el Papa expresa EX CATHEDRA, y cuando este aprueba algo que el Magisterio le presenta y lo define el Santo Padre como Dogma divinamente revelado, nos obliga a todos los bautizados. (Lumen Gentium n. 18, cf. 25). Nos debe quedar claro que los Papas hablan en múltiples ocasiones de doctrina, pero Ex Cathedra, lo hacen en muy señaladas ocasiones. Es parte importante de su tarea de pastor universal el guiar a la Iglesia, y lo hace con una constancia muy frecuente, recordándonos, aclarando puntos, comentando lo necesario, pero como ya se ha dicho insistentemente la Absoluta Infalibilidad solo se da en muy contadas ocasiones, siendo garantía de que procede de la Divina Revelación y la Sagrada Tradición que es también cauce de la Divina Palabra escrita y la explica. Ambas están absolutamente unidas y compenetradas.

Acudamos a María Santísima, nuestra Madre del Cielo para que nos de luces que nos permitan entender, obedecer amar y respetar la Divina Revelación en sus dos cauces la Palabra escrita y la Palabra traída.

JCS.


 

 tercera parte, UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.  (150)

 

Si consideramos lo que es la comunicación humana, podemos contemplar diferentes aspectos, el primero es la palabra hablada que los primeros pobladores de este mundo, solo nuestra imaginación nos puede dar indicios de lo que se comunicarían en esos remotísimos tiempos, después podremos contemplar los jeroglíficos, las pinturas rupestres, y otras formas de dejar para los descendientes, mensajes de alguna naturaleza. Enseñanza de hazañas, gestas, cacerías, costumbres, etc. Y la historia humana nos llevará al enorme invento del alfabeto que decanta en la escritura, y a su vez a otro de los mas progresistas inventos humanos que es la imprenta. A partir de esta el saber leer se irá convirtiendo en una necesidad personal. Los libros nos comunican cosas extraordinarias, la sabiduría se empieza a diseminar, las especialidades van naciendo, así hay libros de historia, de herbolaria, de medicina y muchas otras ciencias que aportan a la comunicación humana conocimientos múltiples, diseminados globalmente, estos una vez impresos en libros contribuyen enormemente al desarrollo humano. Son fuentes de conocimiento que se conservan, se transmiten generacionalmente y que van enriqueciéndose en su sapiencia con las nuevas aportaciones de los especialistas de cada ramo. Hay épocas como la llamada de oro española, que producen autores cuyas obras son inmortales, en teatro, novela, dramas, etc.

Pero por muy perfecta que sea la palabra escrita no será nunca tan enriquecedora como la hablada, y toda palabra escrita, por específica que sea necesitará ser explicada con lenguaje vivo, esto aplica en la espiritualidad de manera importantísima. Jesucristo, que dicho sea de paso no nos dejó ni una sola palabra escrita, pero de alguna manera misteriosa si preparó, a sus discípulos para que usaran la palabra escrita, pero no como forma exclusiva de lo que tenían que comunicar a las gentes de entonces y posteriores, de allí que contamos con LA TRADICIÓN, que es palabra viva, transmitida por ellos mismos y sus seguidores, por lo tanto no toda está escrita, ni lo estará. Jesucristo dio a sus apóstoles responsabilidades y distinciones únicas entre sus discípulos, lo que les confería una autoridad especial.

La autoridad que sus once seguidores (y después  San Pablo) tuvieron les confirió un “estatus” que  vino a ser el de:  los Apóstoles, caía por tanto la responsabilidad de maestros, vemos en ellos  al primer MAGISTERIO DE LA IGLESIA y son ellos los que nombran a los obispos, sus  sucesores. Es de una importancia suprema que se perpetúe la misión apostólica, no puede ser suprimida la administración de los Sacramentos. Hoy ese Magisterio está constituido por todos los obispos, nombrados por los Papas, quien los encabeza, y les otorga autoridad suprema en sus respectivas diócesis, ( existe la forma de Obispo Primado para ciertas áreas, y tienen una supremacía en materia honorífica, y de  ciertos derechos de jurisdicción). Pasando en la actualidad de 5,000 y se organizan en Concilios, Sínodos, Congresos Eucarísticos de varias formas, Conferencias Episcopales, y otras más. La principal misión del Magisterio es la preservación del Depósito de la fe. Pen México, para entender esto mejor se requiere decir que por MAGISTERIO DE LA IGLESIA, debemos entender que se trata del cuerpo de obispos que están en comunión con el Papa, siendo su función la de dar la clara, y auténtica interpretación de la Palabra de Dios oral o escrita. La Palabra de Dios es espiritual pero se autoriza su interpretación de manera prominente, por medio del lenguaje humano, recayendo la responsabilidad en el Magisterio mencionado.

Es de muchísima importancia en nuestra religión la parte de la Revelación que con certeza y autoridad divinas nos deja Jesucristo a través de su Magisterio al dar poder a sus discípulos con el mandato apostólico que todos los bautizados heredamos cuando les anuncia solemnemente: “Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles cuanto yo os he mandado. Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos”. Mt. 28, 18-20. Estamos frente al Depósito de la Fe, inalterable en su divina pureza. (estamos a punto de que comience el Sínodo de la Sinodalidad y esto es absolutamente básico).

Como el mandato evangélico de cristianizar a todo el mundo recae también en cada uno de nosotros los laicos, no es exclusiva de los obispos, presbíteros, diáconos, catequistas, etc. Sino que todos los católicos estamos de diversas maneras involucrados en ello. Es responsabilidad de la Iglesia y la Iglesia somos todos, esta ha sido instituida para que permanezca hasta el final de los tiempos, o sea la Parusía o segunda y definitiva venida de Jesucristo a este mundo, por lo tanto para ser el pueblo de Dios debidamente catequizado, formado, instruido sin equivocación alguna, el Magisterio de la Iglesia, cuida, conserva, interpreta debido a los signos de los tiempos la Doctrina de Jesucristo, los Dogmas, la Liturgia, los Sacramentos y su administración en forma continuada perenne.

Es Dogma de nuestra Iglesia Universal la Infalibilidad de lo que el Papa expresa EX CATHEDRA, y cuando este aprueba algo que el Magisterio le presenta y lo define el Santo Padre como Dogma divinamente revelado, nos obliga a todos los bautizados. (Lumen Gentium n. 18, cf. 25). Nos debe quedar claro que los Papas hablan en múltiples ocasiones de doctrina, pero Ex Cathedra, lo hacen en muy señaladas ocasiones. Es parte importante de su tarea de pastor universal el guiar a la Iglesia, y lo hace con una constancia muy frecuente, recordándonos, aclarando puntos, comentando lo necesario, pero como ya se ha dicho insistentemente la Absoluta Infalibilidad solo se da en muy contadas ocasiones, siendo garantía de que procede de la Divina Revelación y la Sagrada Tradición que es también cauce de la Divina Palabra escrita y la explica. Ambas están absolutamente unidas y compenetradas.

Acudamos a María Santísima, nuestra Madre del Cielo para que nos de luces que nos permitan entender, obedecer amar y respetar la Divina Revelación en sus dos cauces la Palabra escrita y la Palabra traída.

JCS.


 

 -  segunda parte. UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA. (149)

Los hechos verdaderos y necesarios por si, insisten que sea, la Revelación entre otras cosas   enseñanza de MORAL NECESARIA, los Concilios, Vaticano primero y segundo, nos presentan que aparte de lo que la razón humana por si sola demuestra, en el sentido de la existencia de Dios, la persona humana aparte de su materialidad animada, posee un alma espiritual creada para la inmortalidad, única e irrepetible para cada ser humano. Como confirmación de la enseñanza de la Revelación divina, nos brinda otras cuestiones que la inteligencia humana no puede sola conocer, como el hecho de la Trinidad. Conocimientos estos que no están a nuestro alcance racional, pero que no se le oponen. Es la fe cristiana la que nos enriquece, nuevamente podemos decir: pensar para creer, y creer para penar.

Basándonos en lo que Jesucristo nos deja dicho: YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA, como parte importantísima de su Revelación, llevada a cabo personalmente y en persona con sus apóstoles y discípulos que tuvieron contacto directo con Él, le escucharon directamente, de Él mismo aprendieron y el propio Jesucristo como motivos de credibilidad realiza milagros que confirman su divinidad, siendo su RESURRECCIÓN  la mayor prueba posible que pueda existir.

Él es el CAMINO, porque nos da la seguridad de ser el guía supremo, nadie podrá nunca señalarnos un camino mejor para lograr nuestro “fin final”. Dios Padre tiene un solo camino para el hombre y nos envía a su hijo para mostrárnoslo y que nos enseñe a recorrerlo.

Es la VERDAD, porque es enviado por Dios Padre, y lo que nos transmite viene directamente de Él. “El que me conoce a mí, a mi Padre conoce” nos deja claramente dicho. Jesucristo es la Verdad, conoce toda esta, la pasada la presente y la futura, la divina y la humana, luz es la verdad y tinieblas su desconocimiento, Cristo lo ilumina todo, por Él vemos la brillantísima verdad, aquella que nos espera en el cielo.

Es la VIDA, es amor, es la visión que nos conduce en esta corta, vida a la eterna. San Pablo en filipenses 1-21, nos comenta: “para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”. Desde el Paraíso Terrenal del que expulsa Dios a Adán y a Eva, les promete al Salvador y este es Jesucristo Dios y hombre verdadero, (Segunda persona de la Trinidad Santísima) era necesario un Dios para lavar la afrenta porque esta se mide por el ofendido   no por el ofensor, y al haber perdido los Dones Preternaturales Adán y su descendencia, era necesario ensañarnos el camino a la Visión Beatífica que habíamos perdido, y es Cristo quien nos enseña la vida que debemos vivir para recuperarla, con la libertad que se nos ha dado en nuestra naturaleza humana, y no solo la enseña con palabras, sino que su propia existencia humana: es ejemplo vivo, humano,  de ello.

El cristianismo tiene sus raíces en el Pueblo Escogido, el de los judíos, En el que están los ancestros  de su Madre La Santísima Virgen  y de su Padre adoptivo, San José, a su venida una gran parte de este pueblo no lo reconoce como el Mesías anunciado, pues esperaban una continuación de rey poderoso como Salomón o su padre David, que les liberara del régimen romano que les tenía sometidos. Pero la misión de Cristo no es la de arreglar asuntos políticos sino espirituales, Él viene a enseñarnos, a revelarnos aquello que aún nos faltaba para asegurar nuestra salvación eterna, para gozar en la otra vida de la Visión Beatífica, y en esta para saber cómo lograrlo.

Jesucristo nos dejó dicho, en varias ocasiones su gran conocimiento, respeto y obediencia al Antiguo Testamento: en las tentaciones del demonio le contesta “escrito está”, afirmó que vino a cumplir lo que la Escritura dice. “No piensen que he venido a poner fin a la ley o a los profetas; no he venido  para poner fin sino para cumplir”, Mt. 5, 17-18. Jesucristo confirma los Dogmas del Antiguo Testamento, nos revela nuevos Dogmas, y los Dogmas que se van instituyendo por los Papas están basados en la mas pura doctrina de Jesucristo.

JCS.

 

- primera parte.  UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA.  (148)

Hemos visto con anterioridad que el único ente creado en esta tierra que tiene inteligencia y voluntad, es el ser humano. Esto es porque tiene alma espiritual. Por lo tanto puede intuir a Dios, reflexionar sobre Él, y ser analítico en cuanto a su existencia y extraordinarias cualidades, que no pueden ser comparadas a nada terrenal.

Los seres humanos al examinar a nuestro  Creador y al examinarnos a nosotros mismos, llegamos a varias conclusiones, entre las cuales podemos mencionar: que somos criaturas del Todopoderoso, y que la diferencia con Él es abismal, que tenemos una jerarquía de valores, así como una de nuestras finalidades, lo que nos conduce a ser religiosos a analizarnos en cuanto a: cual es nuestra naturaleza, el hecho de nuestra existencia, concluyendo que nos debemos a ese Ser, y que lo veneramos al menos, pues lo que merece es todo nuestro amor y entrega.

En este artículo iremos viendo como temas principales aquellas verdades que nuestro propio intelecto nos presenta y las que nos han sido reveladas porque estaban fuera de nuestros alcances. Y es en esto precisamente en lo que consiste la teología, en conocer las verdades reveladas y las no revelad sobre Dios. Es por lo tanto que a lo que recurrimos son las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia. Este se apega a los puntos que ligan a la Maestra que es la Iglesia de Jesucristo y no a puntos que se pudieran calificar como de deseos humanos.

Cuando somos niños pequeños en el catecismo se nos enseñan verdades absolutamente importantes, la principal es el amar a Dios sobre todas las cosas, con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra inteligencia, con toda nuestra alma. Ver: Mt.22,37 Con el tiempo el hombre va madurando esta convicción, pero si lo hace con buena formación esto le será muy útil en orden a su salvación. Es por ello aquello que se dice (creo que por San Josemaría) que el hombre debe tener piedad de niño y doctrina de teólogo.

Nuestra religión al presentarse como REVELADA POR DIOS, es necesariamente una religión de la verdad y nuestra razón admite por tanto su veracidad al interpretar las realidades de este mundo. Razón y fe son la respuesta, la fe para creer y la razón pare tener fe.  Los agnósticos sostienen que no se explica por ejemplo el tamaño inconcebible del universo tan solo para qué en medio de millones de galaxias con edades de trillones de años, exista el ser humano, querido por Dios desde la eternidad. Y es que por su falta de fe, en la inconmensurable dimensión de Dios, no alcanzan a comprender que tanto el tiempo, como el tamaño o dimensiones son criaturas de Dios, que lo podría haber hecho mucho mayor o mucho menor de lo que es, pues al ser un SER sin límites, para Él no hay imposibles. Los pequeños seres humanos ante la enormidad de Dios debemos de azorarnos, pero es inútil que tratemos de comprender las razones que ha tenido para crear como lo ha hecho. Pues depende de su DIVINA VOLUNTAD, lo que está total y absolutamente fuera de nuestra capacidad intelectual humana.

Terminamos esta primera parte recordando que lo revelado no es contrario a la razón y que la Revelación se inició desde tiempos muy remotos por intermedio de seres humanos que fueron conocidos en sus épocas como profetas, cuyas profecías fueron preparación para la anunciar finalmente la venida de Jesucristo a este mundo, en el que se nos dará, ya sin intermediarios, sino directamente la cumbre de la DIVINA REVELACIÓN.

JCS.

martes, 12 de septiembre de 2023

LA GRAN ATALAYA QUE ES LA FAMILIA.

 

LA GRAN ATALAYA QUE ES LA FAMILIA.

Nunca podremos superar el valor intrínseco de la familia, no es posible dada la naturaleza gregaria de la persona humana, que sea posible iniciar, y continuar la vida en un ámbito que supere a lo familiar. Es por naturaleza, y esto es de importancia básica, por lo que cuando hablamos de la familia hacemos tantas veces referencia a la naturaleza humana. Lo natural en nosotros lo tenemos que buscar en lo mas radical de nuestro ser, por lo que recurrimos al Génesis y en este vemos que Dios Creador inicia al género humano con una familia nuclear, nuestros primeros padres, que son precisamente el centro, el inicio el núcleo de lo que será esa primera célula familiar. A partir de ésta la humanidad empieza, los vástagos de la primera pareja humana se reproducen y se formarán primero las familias, después las comunidades, consistentes en varias familias, para continuar en la historia del hombre hasta los enormes conglomerados sociales, cuyo fundamento “la familia” es siempre la base de toda sociedad humana.

 

La intimidad en la familia se produce por el sentimiento de vínculo de cariño sustentado en el amor y atracción naturales entre un hombre y una mujer. De este vínculo natural, procede, se encuentra la ternura, el amor, la dedicación que los humanos necesitamos, somos al nacer los seres más necesitados de ello, aparte de la alimentación, techo, ropa, higiene y atención esmerada. En la naturaleza del hombre va implícito todo este bagaje indispensable para establecer la vida familiar, en la que, en su proceso de maduración, las personas humanas nacidas, van encontrando su propia identidad. Con el paso de los siglos la familia ocupará su sitio dentro de la legislación, y se tendrán dentro de las sociedades diferentes tipos de familias en respuesta a los designios humanos.

 

Así tendremos (a modo de ejemplo) a la FAMILIA TRADICIONAL que procede del núcleo del matrimonio y consta de la pareja de marido y esposa, y en su caso: mamá, papá e hijo o hijos, entre los católicos viene a ser a más frecuente, en la inteligencia que también se dan estas familias tradicionales entre personas de otras religiones, así como entre católicos se dan otros tipos de familias. Tenemos a la FAMILIA UNIPARENTAL, donde un varón o una mujer son la única figura paternal, hay la FAMILIA DE ADOPCIÓN, donde es acogido en el seno familiar a alguien no nacido del hogar que lo acoge, la que lastimosamente es FAMILIA DE PADRES SEPARADOS, como generalidad podemos decir que los hijos resultan los más afectados, tenemos también la FAMILIA SIN HIJOS. Hay por supuesto varios ejemplos más que todos conocemos. En todos los casos se da la necesidad de defenderla a toda costa.

Son varias a las familias que pertenecemos: aquella en que nacemos, la de nuestro cónyuge, las de nuestros hijos conforme se van casando, y en todas tenemos un rol, pero en la que formamos al casarnos nuestro rol es importantísimo, veamos, primero es el ámbito natural que nuestra vocación familiar nos ha indicado, segundo es donde el amor humano de dación, de entrega mutua toma dimensiones inigualables, amor que se verterá aparte de nuestro cónyuge hacia nuestra descendencia. Es donde practicamos y enseñamos los valores tradicionales, el AMOR, el RESPETO, la ayuda mutua, los principios de solidaridad y subsidiaridad, la disciplina, obediencia, higiene, buenas maneras y educación en general.

 

Pues es en contra de esto que se encuentra parte del mundo de inmensos capitales que la quieren desaparecer y cambiarla por un esclavismo moderno al que desvergonzadamente llaman “Nuevo Orden Mundial”, en el caso de Soros que con un capital de 8,600 millones de dólares mantiene varias fundaciones entre las que destaca Open Society Foundations, Soros es una persona torva, desalmada, traicionera, infiel, mentirosa, pero inteligente e informada de las cuestiones de la más alta economía, política e instituciones internacionales en las que influye mucho, tales como: ONU, el Parlamento Europeo, la Casa Blanca, el foro de Davos, el Banco Mundial, el Bilderberg, Fondo Monetario Internacional, es mucho, demasiado para nuestro interés hoy, lo que se puede comentar de la extensa biografía de este personaje tan malévolo como ninguno, tan solo haré mención de que pisando sobre las huellas de David Rockefeller, y posteriormente dejando las suyas propias ha seguido de aquel su perversa ideología masónica procedente de la satanería, que obviamente es la enemistad mayor del cristianismo y por ende de la familia cristiana, la gran atalaya que jamás conquistará, pero nunca dejará de atacar.

 

 Aprendamos del ejemplo de la familia sagrada de La Virgen y San José y acudamos a ellos y a su vástago, nuestro Señor Jesucristo para ser dentro de nuestras familias ejemplos de vida católica.

JCS.

jueves, 7 de septiembre de 2023

    (CONTINUANDO CON TEMAS DE LA FAMILIA). MATRIMONIO.

Son varias las veces en que me he referido a este Sacramento, por lo que los comentarios a continuación, ya han sido tratados, pero por su importancia conviene repasarlos de nuevo. El índice del manual sobre el matrimonio es muy amplio, y escogeré los que más íntimamente se relacionan con la familia, empezaremos con la  MONO-PARENTALIDAD.

 

.-MONO (uno)-PATER (progenitor-a)   MONO-PARENTALIDAD.

Problema cuyas estadísticas al día de hoy son alarmantemente altas, pues esta paternidad o maternidad, ejercida por una sola persona está aumentando por desgracia a gran velocidad, y ¿que es lo normal, lo natural, lo querido por el Creador? pues que sea la pareja humana de una mujer y un hombre que debidamente casados sean la base del matrimonio de su descendencia y forjadores de la familia. Aquí es importante resaltar “lo natural”, que procede de la divina voluntad. Que sean los educadores primeros y de mayor excelencia que puede tener la generación humana; pero se dan casos en los que la mujer se embaraza durante el noviazgo y el varón no es capaz de sostener el hogar necesario y huye de su responsabilidad, lo que desembocará en una madre soltera, a cargo de toda la responsabilidad implícita en la manutención y educación de su vástago. Como se da el caso de la mujer desnaturalizada que no acepta su responsabilidad de madre y deja abandonados a cónyuge, o pareja y descendencia. Las separaciones o la muerte de uno de los cónyuges, nos lleva al caso también.

 

 Asistencia social a la mono-parentalidad. La humanidad se encuentra en búsqueda constante de las soluciones que esta problemática produce en la calidad de las vidas particulares y del tejido social, pero nunca se encontrará el sustituto perfecto, la manera generalizada de lograr todas las potencialidades del desarrollo humano ideal en matera de la educación y formación de los hijos, se da en el matrimonio avenido que se ama con amor de entrega y que es extensivo a los hijos.

Por lo que a las madres y padres que solos tienen que educar a sus hijos, les podemos aconsejar que pidan antes que nada la ayuda de Dios que necesitan, que recurran a la Santísima Virgen como Omnipotencia Suplicante e Intercesora Universal nuestra, y que esperen de la sociedad la ayuda y comprensión de su problemática y que atienda lo que les es necesario. Esta problemática no es desconocida de los legisladores de los países y aquellos que aún no lo han hecho deberán encontrar formas de ayuda para los casos de mono-parentalismo, en especial a través de una verdadera calidad en las guarderías infantiles que cuidan a los pequeños en las horas en que la madre o el padre no esté en posibilidad de hacerlo así como en casos en que la ayuda económica se pueda proporcionar, vía tasas de impuestos reducidas u otro métodos asistenciales, a esto le llamamos el ENFOQUE TEOCÉNTRICO DEL MATRIMONIO, el que se da el amor, la introducción a la fe, la enseñanza de la religión cristiana, la responsabilidad, el sano cumplimiento.

Hasta el día de hoy no he encontrado una definición que se pueda considerar total, definitiva, convincente del matrimonio en las leyes positivas, y lo atribuyo a que no se han considerado ni las ciencias filosóficas ni las antropológicas. Es solo fundamentándose en la sabiduría de las Escrituras que se puede encontrar un verdadero cimiento inamovible, esto es debido simplemente a que estas proceden de la Trinidad Santa.

Quien sino el propio creador del hombre puede estar en condiciones de comunicarnos nuestra verdadera esencia, el conocimiento absolutamente verdadero. Indudablemente que el hombre ha logrado conocimientos muy profundos sobre sí mismo, no hay duda de que la sociología, la jurisprudencia, la psicología, la antropología, incluso la arqueología y la historia tienen cosas que aportar al logro de una definición, sin embargo cada una va por su lado y no están de acuerdo entre ellas, por lo que no hay una sola definición sino varias diferentes. En cambio la Religión Católica en todos los rincones del mundo, desde el tiempo de los apóstoles tiene la misma doctrina que lo define con claridad total, y que por supuesto fue aclarada por Jesucristo, quién le dio tal importancia al matrimonio que lo elevó a Sacramento, camino de santificación personal para los cónyuges.

Por motivos prácticos nos hemos referido aquí a dos definiciones, una de carácter legislativo y otra de carácter canónico, la de carácter legislativo se refiere a la legislación mexicana y conlleva coercitividad. La otra que nos da el propio Creador en su Revelación y es la que resalta para nosotros, porque se relaciona con nuestra salvación, porque nos habla de nuestra naturaleza primigenia, porque se apoya en la Revelación Divina, porque el propio Jesucristo, que con su presencia en las bodas de Caná ha santificado al matrimonio, y porque ha aclarado a sus apóstoles en forma definitiva su más íntima forma de ser al clarificar y suprimir el permiso mosaico que se tenía otorgado. ( Luc.16-18, Mt. 19-8)

Los códigos canónico y civil son por tanto las fuentes a las que hacemos referencia, el primero procede de la Revelación Divina, y está interpretado por el Magisterio de la Iglesia, revisado en todos los Concilios, y clarísimo en el Catecismo de la Iglesia, es: TEOCÉNTRICO. El segundo procede de la interpretación de la Constitución Mexicana, y los cambios que esta ha sufrido, es Antropocéntrico.

DEFINICIÓN CÓDIGO CANÓNICO: la alianza matrimonial por la que el varón y la mujer constituyen entre si un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma ÍNDOLE NATURAL al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados. Los artículos relacionados se pueden consultar en el Título VII, numeral 1050 y siguientes. (mundialmente válido).

DEFINICIÓN CÓDIGO CIVIL: es la unión voluntaria concertada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella y formalizada con sujeción a las disposiciones de este código a fin de hacer vida en común. (la validez de esta unión varía según el código del lugar).

Premisa de gran importancia: los progenitores, que sean los educadores primeros y de mayor excelencia que puede tener la generación humana; pero se dan casos en los que la mujer se embaraza durante el noviazgo y el varón no es capaz de sostener el hogar necesario y huye de su responsabilidad, lo que desembocará en una madre soltera, a cargo de toda la responsabilidad implícita en la manutención y educación de su vástago. Como se da también el caso de la mujer desnaturalizada que no acepta su responsabilidad de madre y deja abandonados a cónyuge, o pareja y descendencia.

La humanidad se encuentra en búsqueda constante de las soluciones que esta problemática produce en la calidad de las vidas particulares y del tejido social, pero nunca se encontrará el sustituto perfecto. La única manera de lograr todas las potencialidades del desarrollo humano ideal, materia de la educación y formación de los hijos, se da en el matrimonio avenido que se ama con amor de entrega y que es extensivo a los hijos. No hay sustituto, ni para la más perfeccionada de las sociedades ni para cualquier otra sociedad.

Lo grandioso del matrimonio es la unión de los cónyuges para el logro de la mejor educación cristiana de la prole, de allí que existe el “vínculo indisoluble” y la oposición de la Iglesia hacia la separación de los casados.

JCS.

martes, 5 de septiembre de 2023

IMPORTANCIA DE LA LECTURA CRISTIANA EN EL HOGAR

 

  IMPORTANCIA DE LA LECTURA CRISTIANA EN EL HOGAR.

 

Los tiempos actuales sin duda son seductores, tienen gran capacidad de atracción, son claro, equivocados en muchos aspectos, corren desaforadamente en busca de  sucedáneos de la felicidad, desprecian valores,  algunas verdaderas tradiciones y cultura anteriores a su tiempo, y escuchan a los nuevos “profetas” aquellos que prometen un corto atajo hacia la comodidad, lo fácil, lo útil, pero que está desprovisto de la verdadera calidad, la clase, la auténtica dignidad humana. Siendo su principal defecto que carece de valores humanos auténticos y ofrece contravalores falsos.

 

Es preciso que no caigamos en las huestes que se realizan por estas influencias, sino que conservemos, renovemos los viejos valores cristianos que tan heroicos ejemplos nos han dejado nuestros antepasados. Es difícil a veces nadar contra la corriente principal, pero recordemos que hay contracorrientes que nos ayudan a no dejarnos llevar a estos estados marginados de la buena doctrina, tenemos que luchar sí pero el premio es muy grande.

 

Es una verdadera pena que la doctrina cristiana que tienen los jóvenes de hoy día sea tan deficiente, lo que debe ser motivo y oportunidad de aprovechar la circunstancia de tener a nuestros hijos, supuestamente dispuestos a escucharnos sobre algo que les interesa sobremanera, por lo que hay que pedirlo en nuestras oraciones  para  que estén en esos momentos de sus vidas muy sensibilizados,  y dispuestos a cumplir con nuestros paternales consejos. Y para nosotros es ocasión catequética única para aprovecharla apostólicamente, poniendo sobre la mesa temas de doctrina llamémosles paralelos a lo que es, en sí el resto de nuestras enseñanzas morales, pues de poco servirían charlas que se ciñeran en forma exclusiva a la palabra hablada  sin ponerlo en el contexto de lo que debe completarse con la palabra escrita.

 

La Doctrina de Jesucristo como nos la enseña la santa Madre Iglesia, no por el hecho de que se da múltiples veces el tema tal, se trata de una repetición idéntica, por supuesto que hay multitud de conceptos doctrinales que se tratan repetidamente, pues no nos podemos desviar ni un ápice de la Doctrina de Cristo y las enseñanzas del Magisterio, pero recordemos que cada ser es irrepetible, y tiene su manera de asimilar. Pero para todos la repetición es enseñanza.

 

Nuestra misión es la de poner sobre la mesa la Doctrina de la Santa Iglesia, los argumentos que tenemos a nuestro alcance, y ponerlos claramente, con amor fraterno, con interés de servir a Nuestro Señor y  esas almas que ha puesto frente a nosotros, porque a ellos como a nosotros nos quiere santos, y enseñar nuestra doctrina es “Camino de Santidad”. Si las cosas se dan como es de esperarse, los beneficiados serán los propios padres y sus hijos, al lograr por medio de su propio convencimiento, la adquisición de la doctrina propia de todo buen cristiano, y nosotros al cumplir con nuestra santa obligación apostólica nos santificamos y les ayudamos a su propia santificación.

La Doctrina de Cristo se debe de enseñar en forma amplia, no debemos de “encajonar” las pláticas a un solo tema,  debemos entreverar los principales aspectos de la vida del católico, hacer de las charlas ocasión de formación cristiana lo más completa posible, solo así se comprenderá la grandeza de esta actitud.  Son pues temas imprescindibles los de la inmortalidad del alma, el juicio particular, el pecado, la gracia, las virtudes teologales y las humanas, el proceso de formación personal como buenos católicos, la moral cristiana, y la liturgia.  A continuación una pequeña parte del Concilio:

“De modo particular, el Concilio, con su riquísimo patrimonio doctrinal, espiritual y pastoral, ha reservado páginas verdaderamente espléndidas sobre la naturaleza, dignidad, espiritualidad, misión y responsabilidad de los fieles laicos.

los Padres conciliares, haciendo eco al llamamiento de Cristo, han convocado a todos los fieles laicos, hombres y mujeres, a trabajar en la viña: "Este Sacrosanto Concilio ruega en el Señor a todos los laicos que respondan con ánimo generoso y prontitud de corazón a la voz de Cristo, que en esta hora invita a todos con mayor insistencia, y a los impulsos del Espíritu Santo.

Sientan los padres y sus jóvenes hijos que esta llamada va dirigida a ellos de manera especialísima; recíbanla con entusiasmo y magnanimidad. El mismo Señor, en efecto, invita de nuevo a todos los laicos, por medio de este santo Concilio, a que se le unan cada día más íntimamente y a que, haciendo propio todo lo suyo (cf. Flp. 2,5), se asocien a su misión salvadora; de nuevo los envía a todas las ciudades y lugares a donde él está por venir (cf. Lc 10, 1".2   Id también vosotros a mi viña. Estas palabras han resonado espiritualmente, una vez más, durante la celebración del Sínodo de los Obispos, que ha tenido lugar en Roma entre el 1 y el 30 de octubre de 1987. Colocándose en los senderos del Concilio y abriéndose a la luz de las experiencias personales y comunitarias de toda la Iglesia, los Padres, enriquecidos por los Sínodos precedentes, han afrontado de modo específico y amplio el tema de la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo.”

 No hay que restar importancia a la oportunidad que se tiene de  encauzar por mejores senderos de vida sobrenatural, han sido puestas frente nosotros y antes que  nada es  nuestro deber enseñarles lo que significa en forma integral el ser buen católico, no solo de etiqueta, en el contexto de nuestra religión con sus consecuencias, sus implicaciones, sus caminos de santidad, de  actualización de las virtudes teologales y las humanas, un mejor entendimiento de los Sacramentos en general,  por lo que la iniciación de lo que será su pequeña biblioteca de todo hogar cristiano debe contener libros de espiritualidad que les puedan ayudar positivamente a lograr una vida de piedad junto con su nueva vida de casados. La recomendación de los libros adecuados, y las buenas costumbres de su lectura, son por tanto parte indispensable de lo que les debemos de tratar, de enseñar, intentando el que se formen, o empiecen su formación católica, y para no quedarse tan solo en las pláticas, hay que procurar que ya dentro del período de estas mismas adquieran ciertos hábitos como el de la lectura de los Evangelios, el acercarse con frecuencia a los Sacramentos de la Confesión y Eucaristía, y por supuesto la Misa dominical, y en los tiempos que corren mostrarles al menos algunos de los recursos que la cibernética pone a nuestra disposición.

Es de desearse que los padres en tanto responsables de dar catequesis a sus hijos, conozcan profundamente las obras que adelante se citan pues el tener buena doctrina es indispensable para a nuestra vez poder darla. Nadie puede dar lo que no tiene. En cuestión de Doctrina Cristiana es de tal amplitud lo publicado que es solo mi criterio personal y mi reducido conocimiento el que me permite hacer las recomendaciones que siguen:

Lecturas. Lo propio de una incipiente biblioteca familiar.

LA SAGRADA BIBLIA, (que sea segura, con las aprobaciones eclesiásticas, una muy recomendable es la LATINOAMERICANA de Ediciones Paulinas, es muy conocida en nuestro entorno), haciendo la recomendación de que se empiece por la lectura, del nuevo Testamento, con profunda meditación de los Evangelios, tratando de obtener los mensajes de la Revelación de Nuestro Señor Jesucristo y por ser de gran importancia, el resto del nuevo Testamento: los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas de Pablo, las Cartas Católicas, si se trata de una edición comentada, mucho mejor, como lo es la Biblia Latinoamericana, la recomendación es la de leer en orden  y a diario una parte del N.T. Tan solo unos minutos cada día, pero sacando de esta lectura propósitos para incorporarlos a nuestra vida, y al terminarlo, lo que llevaría bastantes  meses, iniciar de nuevo su lectura en las mismas condiciones. Los niños necesitarán las explicaciones correspondientes.

LIBROS:

HABLAR CON DIOS de Francisco Fernández de Carvajal. Ediciones Palabra. Como se sabe es una obra, de varios tomos, que se lee de acuerdo al Tiempo Litúrgico, (de preferencia) consta de un capítulo para cada día del año, que nos toman unos  15 minutos diarios, es una obra extraordinariamente formativa, permitiéndonos además profundizar en el conocimiento de los Santos Evangelios. Ya que hace alusiones muy pertinentes a estos.

CATECISMO DE LA DOCTRINA CRISTIANA, como libro de consulta, que les puede sacar de dudas e informar sobre los temas que se les vayan presentando. Afortunadamente hay ediciones sumamente económicas, para esta monumental obra. (Muy conocido como El Nuevo Catecismo).

 

JCS. (Jorge Casas y Sánchez)

LOS HIJOS YA MAYORES

 

 

LOS HIJOS YA MAYORES.

 

Si conservamos contacto, y es muy deseable que así sea, con nuestros hijos ya mayorcitos, es muy de desear que los instruyamos en que sus  almas se deben  disponer a recibir eficazmente la Gracia del Paráclito. Que las buenas cualidades se refuerzan por su acción, que nos regala Dones, de Sabiduría, de Entendimiento, de Consejo, de Fortaleza, de Ciencia, de Piedad, de Temor de Dios, y que lo anterior nos da gozo y paz que nos ayuda en la necesaria formación nuestra y de sus hijos, (nuestros nieto(a)s. “El júbilo de la alegría”, que con estos Dones jamás nos hundiremos, pues son la más grande de las fortalezas.  Aclarándonos que la madera del buen cristiano aquella que ha obtenido las virtudes sobrenaturales y las practica junto con las virtudes humanas de manera esforzada, tales como la sinceridad, veracidad, ecuanimidad, serenidad, paciencia, templanza, etc.  Que tienen además un aporte de confianza y felicidad para los hogares cristianos.                                    

La Gracia habita en nosotros desde el momento de nuestro bautizo, si bien puede conservarse tan solo en forma latente, si las condiciones no le permiten desarrollarse, pero si luchamos para hacerla  crecer,  para que sea  más habitual en nosotros, más rica en frutos de santidad, aseguramos la salvación. Pero si la ignoramos y le permitimos que solo se conserve en forma latente, sin florecer ni fructificar, jamás gozaremos de esa felicidad en esta vida mortal, que nos proporciona el Estado de Gracia, y ponemos en peligro nuestras posibilidades de la salvación Así como somos fieles a las cuestiones materiales que nos proporcionan los bienes necesarios para la vida natural, es necesario que seamos fieles a los requerimientos  de la vida sobrenatural entre los que destaca la Vida en Gracia, lo que significa lucha, pero gustosa, pues gratifica nuestra conciencia, a más lucha mas satisfacciones, más gozo de vivir de acuerdo a lo que Dios nos indica en nuestra propia conciencia, cuando esta está en formación fiel, y escuchamos al Espíritu Santo en sus mociones.

 La Gracia no solo la pedimos para nosotros, también es materia del apostolado familiar, la pedimos para las personas que reciben de nosotros los medios de formación, pues ese es el caso preciso, a nosotros nos corresponde el catequizar el poner sobre la mesa la doctrina de Cristo, pero es la acción del Espíritu Santo la que actúa en las almas. Invoquémosla para que en nuestras conversaciones y con nuestro ejemplo Él actúe.

JCS.

viernes, 4 de agosto de 2023

EDUCACIÓN DE LOS HIJOS ADOLESCENTES

 ENTRADA   143    LOS HIJOS  ADOLESCENTES.

El Señor ha dicho  que Él es la verdad, esto es incontrovertible y lo combina con la formación, adiestramiento, enseñanzas que proporciona a sus Apóstoles es por tanto verdadero de toda verdad lo  que nos dan en su predicación, la que recibimos a través de ellos o de los que guiados por ellos nos heredan su Divina Revelación, la escrita y la traída de palabra, LA TRADICIÓN. Nuestra Iglesia cuenta con su Magisterio que es el encargado de transmitir e interpretar, su Doctrina, costumbres, obligaciones que nos corresponden. Es así como nos llegan las sabias indicaciones sobre le educación en general, aquí nos centramos en los adolescentes.

Está claro que desde el monte, antes de su Ascensión el Resucitado ordena a sus discípulos: Id y predicad a todas las razas, que bien entendido significa: ahora, y después a todos y  siempre; tenemos el deber de ello. De alguna manera dependiendo de nuestras capacidades, entorno, vocación, debemos de darle a Jesucristo nuestra respuesta operativa.

Debemos considerar a la pubertad como la primera etapa de la adolescencia, como es sabido es en esta etapa donde se acentúan las características propias de cada sexo, se da la acción de la testosterona en los hombres, con cuestiones como el pelo en la cara, (barba). De forma generalizada se considera que la pubertad es la  etapa en la vida de la persona humana empieza antes de los   12 años y termina a los 14 ó 15 en los varones, pero el proceso adolescente continúa, hasta los 18 años aproximadamente, crece la masa muscular, y el aspecto es más varonil cada día. En las mujeres en las mismas edades, serán otras las señales, de sobra conocidas. (como dice la canción que canta Julio Iglesias “ de niña a mujer”) .Se considera que hay varias etapas en la adolescencia, aquí solo consideraremos una temprana y una posterior. Lo que es importante en su proceso de maduración,  por las  cosas que en dichas etapas suceden, podemos  decir, que se reacciona con nuevos sentimientos y experiencias, con una nueva visión de las situaciones humanas, por ejemplo la apreciación de la realidad respecto a la protección paterno-filial, la personita que se había sentido bajo la protección paterna como algo que lo blindaba contra todo, la protección paterno-materna les protegía de todo mal, estaba en tanto persona,  acorazada, protegida, nada le pasaría porque el blindaje que su madre o padre le ofrecía era a prueba de todo mal, pero ahora ha caído o va cayendo en la realidad de que sus padres son personas como las demás, con sus debilidades, defectos, carencias y esto les lleva a conocer  sentimientos nuevos:

EL MIEDO, suele empezar en la temprana pubertad, pero en la maduración se  aprende a controlarlo con la virtud del valor, antes en tanto chiquitines, no le habían temido a nada, ahora ven algunos de los peligros reales o inventados, a los que están sometidos, y desarrollarán en la inmensa mayoría de los casos, la valentía necesaria para vencer sus temores. Hay pavor a no pasar exámenes, a tener que repetir el año escolar, a los desencuentros con compañeros(as), que generan en ocasiones peleas, que pueden afectar su popularidad o pérdida de amistades, piensan que hay ajustes que al final salen lastimando o beneficiando su propia imagen ante los demás, se trata de  nuevos sentimientos que como muchos otros el ser humano va “descubriendo”.

LIBERTAD.- Otro asunto muy importante, NO en el principio de la pubertad, es el sentimiento de su libertad, quieren que esta aumente, sin embargo no la entienden tal como debe de darse debido a  su proceso de inmadurez, esto se debe al estado por el que se distingue la adolescencia en el que consideran que  su criterio y visión de la vida, son completos, esto es una de las características propias de los adolescentes, consideran que sus actitudes y deseos son de  absoluta perfección, se trata de una como herencia secreta, en realidad son tendencias a imitar modas, estilos, posturas que se dan entre los de su edad y que adoptan y hacen suyos. En muchas ocasiones ello se contrapone a lo que los padres desean de ellos,  lo que sucede también en cuestiones escolares y sociales que no consideran adecuadas y quieren liberarse de ellas.

Hoy día estas exigencias se dan en asuntos que no les importa exhibir, pero también en otras que tienen que ocultar, entre las que no pueden ser ocultadas están: sus opiniones, la forma de vestir, el fumar, el tener ciertas amistades por demás sospechosas, el vagabundeo y otras. Entre las que ocultan están el uso de drogas, alcohol, relaciones sexuales. Este nuevo entorno tanto para los padres, como los hijos, necesita relaciones paterno-materno filiales nuevas también. En tanto padres es necesario que no se adopte la actitud de autoritarismo. Un buen camino es hacerles preguntas sobre los temas que son sus principales preocupaciones, por ejemplo plantearles: ¿Qué piensas del respeto que se debe de tener a los profesores?, es posible que en su respuesta despotriquen sobre ellos, que les señalen (y frecuentemente con razón) sus defectos e injusticias, pues allí cabría un comentario paternal en el sentido de que sus profesores(as) son humanos y por tanto imperfectos, que tienen  defectos pero que alguna enseñanza buena nos dejarán.    La habilidad y el amor por los hijos combinados serán  el principal ingrediente que utilizarán los progenitores para tratar de convencer, lo que puede ser una siembra a largo plazo, pues en la mayoría de las ocasiones la terquedad defectuosa  pero propia de la edad, se interpone. Pero la semilla producirá, a su tiempo, los buenos resultados.

AMOR, y mejor dicho el enamoramiento y fuerte atracción por el sexo opuesto se convierten en los sentimientos más poderosos. Se puede decir también que se refuerza la orientación sexual la que se va experimentando con gran fuerza. Por ser la adolescencia la época de la vida humana en la que se transforma de niñez a adultez, resulta muy importante que como padres observemos si los cambios se van dando y en sus tiempos correspondientes en materia tanto intelectual como somática. Empiezan a apreciar la estética del sexo opuesto y el propio, y se dan conexiones emocionales de importancia. Tanto la mujer como el hombre tienen sus preferencias en varios aspectos, el biológico, el espiritual, el cultural, en fin se forman su prototipo y ello les guía hacia sus relaciones con los demás.

IDENTIDAD Y SENTIDO DE PERTENENCIA, es importante que colaboremos a que lo tengan y conserven, independientemente de si han abandonado ya “el nido”. ¡Que sean siempre bien recibidos en casa! Que perciban la alegría que su compañía causa, es inútil decir que estas son grandes oportunidades para que reciban la educación que da el buen ejemplo. Y esto nos da pié al último párrafo de hoy.

QUE EDUCAR EN LA ADOLESCENCIA, los grandes pedagogos nos dicen que los aspectos de la espiritualidad en materia de fe y doctrina se deben de tratar; tener completos antes de los 14 años, en los que aún el hijo es maleable como el barro del ceramista, después ya son como el barro seco, y se dan grandes fracasos tratando de enseñar tardíamente lo que se debió de hacer con anterioridad. Pero esto no quiere decir que la educación haya terminado, hay otros aspectos entre los cuales siempre será, incluso si se da la ancianidad del hijo, (yo tengo hijos que están entrando a la vejez) que es EL EJEMPLO. Por supuesto que tendrán que cumplir con las normas del estilo de vida de cada hogar, seguirán teniendo que cumplir e incluso más responsablemente con sus encargos, poco a poco después de los 14 años los nuevos sentimientos de libertad se irán manifestando, por lo que es importante en un plan amistoso y sereno explicarles la diferencia con las libertades, en los momentos de sus fracasos, equivocaciones, dudas, que sepan que siempre estamos dispuestos a escucharlos , ayudarlos y aconsejarlos, haciéndolo con la mayor empatía y cariño materno o paterno. Los cambios hormonales en ocasiones les producen pequeños descontroles psíquicos, se enojan fácilmente, gritan, se ausentan de varias formas incluso dentro de casa. Estas son las oportunidades en que les podemos demostrar nuestra paciencia y comprensión, como pueden ser y generalmente lo son cuestiones pasajeras, de lo que más necesitan es de nuestra paciencia, empatía y amor. En las últimas etapas de la adolescencia se dan sentimientos de incomprensión, de rechazo,  y sin embargo por ser naturaleza humana en esta edad se es egocentrista, sus necesidades son de relaciones horizontales como más importantes que las verticales. Lo importante para ellos está fuera de casa, allí hay aventura, novedad, nuevos aprendizajes, en casa se aburren, entre las amistades está todo lo bueno.

 El uso/abuso de la telefonía celular está produciendo cambios que aún no podemos aquilatar en cuanto a las influencias nuevas que generarán, de seguro algunas serán de signo positivo y otras no.

En tanto padres en esta difícil tarea educativa de la adolescencia de nuestros hijos, nos es muy necesaria la oración, pidamos al Espíritu Santo la ayuda que necesitamos para la difícil y delicada tarea de educar en la adolescencia.

Jordi Casas.