viernes, 31 de agosto de 2012

BREVE CURSO DE FILOSOFÍA CRISTIANA -XI-


BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA -XI-

Las Sagradas Escrituras, son en si algo inerte, mientras que la Iglesia es algo vivo, vibrante, sus ensenseñanzas de las Sagradas Escrituras, son lo que les da a estas su permanente actualidad, podemos afirmar que estas viven en la Iglesia, y es su potestad la enseñanza de las mismas, lo que se realiza sin equivocación de especie alguna, ya que es el Espíritu Santo el que la ilumina, la guía, la cuida en todos los sentidos. La Revelación entera es obra de esta Tercera Persona de la Santísima Trinidad, quien a través de los Patriarcas, Profetas y Reyes nos la dió en el Antiguo Testamento y después a través de la Segunda Persona de la Trinidad Santísima, nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia por tanto es guardiana de la fidelidad de la Palabra Ecrita, como lo es de la Tradición, y no cabe equívoco en su actuar, la Iglesia no aumenta ni disminuye, no inventa ni tacha cosa alguna, se concreta a transmitir de la forma mas exacta este depósito de la fe, a través de las generaciones en forma viva. Que distina sería la interpretación sin este actuar de la Iglesia, de la sola letraescrita, que es de por si inerte.

Es tarea de la Filosofía por tanto el de servir a la Teología en la explicación de los contenidos de la Revelación, la que recibimos en tanto contamos con la fe subjetiva, que viene a ser el acto mediante el cual yo acepto las creencias, que nos permite, a través del conocimiento de la Fe objetiva que no es sino la propia Revelación, de allí que le llamamos el “Contenido de la Fe” a la letra escrita y a la letra traida, lo cual nos es posible gracias a las potencias del alma propia y a la acción del Espíritu Santo. Al referirnos a las potencias del alma hablamos de la voluntad que quiere creer y a la inteligencia que permite que lo no evidente sea creible, la primera en un actuar libre, pues creemos porque queremos creer, y el segundo porque entendemos que lo nos viene de Dios, gracias Él mismo.

Visto lo anterior podemos concluir que es la acción de la Fe , tanto en su forma subjetiva como en su forma objetiva lo que nos permite partir de la base del creer para, con la ayuda de la filosofía profundizar en las misterios de la propia Fe, y de la propia Revelación. Veamos por ejemplo el caso de nuestra Filiación Divina. Todos afirmamos sin temor alguno que somos hijos de Dios, que Dios está en la Sagrada Eucaristía, que la Santísima Virgen es Madre de Dios, son estas verdades que podemos entender, aunque no las podemos conocer completamente, son misterios de la Fe, que no alcanzamos a comprender pero que creemos por encima de cualquier otra creencia humana.

Así pues tenemos que nuestro conocimiento de las verdades de la Revelación se deben a la aceptación que voluntariamente hacemos y a la razón que las acepta gracias a la iluminación que recibimos del Señor. Vemos pues que no hay problema entre razón y fe, la razón será siempre razón y se ilumina por la fe, lo que la hace estar protegida, lo que le permite aceptar las verdades naturales y las sobrenaturales, veamos un ejemplo, por la luz natural de la razón podemos concluir que el hombre tiene alma, y por la revelación divina que Dios quiere que se salve para estar ante la visión beatífica por toda la eternidad. Sin la fe solo podríamos entender las cuestiones naturales, pero nunca aquellas enseñanzas reveladas de caracter sobrenatural. Cabe aquí decir que incluso las verdades naturales nunca las podremos conocer en forma absoluta, sino parcial, aunque como la razón es perfectible algunas verdades las vamos conociendo mejor cada vez. Tomemos el ejemplo del fimamento del cual la astronomía, la fotografía, las matemáticas, la óptica, la comunicación satelital y otras ciencias nos van impartiendo conocimientos nuevos constantemente. En este momento se está recibiendo información de la sonda que acaba de llegar a Marte.

El hombre es un ser libre, es una de las características que Dios nos ha dado, por lo tanto somos libres de creer o no, lo que nos lleva a la necesidad de tener tanta fe como nos sea posible, por lo que pedir a Dios que nos la aumente, nos es necesario. A mayor fe subjetiva mayor capacidad de entender la fe objetiva, y a mayor esfuerzo personal mejor será nuestro conocimiento de la fe objetiva.
Debemos pedir también la gracia necesaria para incrementar nuestros conocimientos de la Revelación, recordemos el Santo Evangelio en el que se nos narra la respuesta de San Pedro TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO, solo la gracia de Dios le permitió hacer tal afirmación llena de certeza, pues nosotros debemos de pedir al Espíritu Santo, esa gracia que nos vivifica, nos introduce mas en las cosas de Dios, nos lleva a amarlo mas a través de conocerlo mejor, sin que olvidemos nuestra limitaciones, y su infinitud, que somos pecadores y el la santidad absoluta, por lo que la humildad no puede dejar de acompañarnos. Cada vez que entendamos algún aspecto en forma mejor, mas avanzada es gracias a Él, pues sabemos de antemsno que solos no podemos nada, y con Él todo.

No dejemos de invocar a Santísima Virgen para que como madre nuestra, que es, nos ayude con su interseder para que nuestra fe aumente y sea mas firme, para que recibamos la gracia de Dios necesaria para conocerle y amarle mas.

Jorge Casas y Sánchez.

lunes, 27 de agosto de 2012

DIOS Y EL HOMBRE


DIOS Y EL HOMBRE.
Al no haberse creado el hombre a si mismo, por fuerza tiene quien lo creó, y este creador no lo ha hecho al azahar, sino con un propósito, y todo propósito conlleva ciertas directrices, las que le han sido proporcionadas a toda la familia humana a través de la Segunda Persona de la Trinidad Santísima, Nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho hombre, con el propósito de que le sirvan para conocer la verdad, el camino seguro para salvar su alma para la eternidad. Esta maravillosa Revelación fué preparada por el Creador desde nuestro padre Abraham, y en forma de anticipo para el acontecimiento mas grande de la historia humana, LA VENIDA DEL SALVADOR, al recorrer los siglos del antiguo testamento nos va revelando de distintas maneras y a través de diferentes personajes lo necesario para el mencionado acontecimiento.

Es así como se forjará la Religión Católica, con la acciónde Jesucristo, que enseña al hombre la verdad sobre su Creador y sobre si mismo y la relación de Creador criatura. La maravillosa doctrina que sus Santos Evangelios nos dan, y que junto con la riquísima Tradición Cristiana que cuida el Magisterio de la Iglesia, institución esta que se inicia con los apóstoles, a cuyo frente pone el propio Salvador y Redentor a San Pedro, la que será confirmada y atestiguada por los Padres de la Iglesia, la que nos libera de la esclavitud del pecado, otorgándonos por los méritos del propio Jesucristo la filiación divina, la posibilidad de la salvación eterna, la defensa en contra del pecado, la posibilidad del perdón de los pecados cometidos, ya que al abrigo de nuestra maestra, la Iglesia de Jesucristo, que es la encargada de enseñarnos la Palabra de Dios, de suministrarnos los Santos Sacramentos, de enseñarnos a controlar nuestras pasione así obtenemos la mayor independencia; es el hombre que no tolera las bajas pasiones que no quiere vivir como bestia, que no quiere ser esclavo del pecado, que usa su razón voluntariamente de acuerdo con las leyes de la enormidad de la doctrina de su Salvador.

Eh aquí un ejemplo de rebeldía, el hombre de hoy quiere cambios, no está conforme con el estado de las cosas, requiere mejores gobiernos, mayor seguridad, salud, educación, habitat, mejor distribución de la riqueza, pues abramos bién los ojos, los oidos y nuestra inteligencia, pues allí estan las respuestas para todos, si todos los hombres conocieran y practicaran la doctrina cristiana, nuestro mundo sería de armonía, de amor, sería seguro, la institución familiar retomaría su indispensable lugar prominente en la sociedad. Esto no es una utopía, si sufrimos, como familia humana, las desgracias que nos aquejan es porque no hemos puesto nuestro empeño en lograr el cambio, solos no podremos, pero con la ayuda de Dios lo podremos todo, Él está esperando nuestras acciones para apoyarlas, acción y oración es lo que Él quiere de nosotros.

El hombre cristiano debe de ser persona de oración y acción, en paises como México donde la inmensa mayoría somos cristianos bautizados, es una pena que se impongan ideologías contrarias a nuestra verdadera fe, si logramos imponer la doctrina cristiana, el nuestro sería un pais modelo en el mundo, se pueden combatir todos nuestros males, pero es necesario que los criminales se conviertan y consideren que somos hermanos, que no podemos decidir quien vive y quien no, eso solo le corresponde al Creador, y lo mismo quien pierde su libertad, y la recupera a cambio de dinero, y los gobernantes deben de legislar de acuerdo a la Doctrina Cristiana no a favor del aborto, el casamiento de homosexuales, etc.sino a favor de la familia, de los marginados, de los desempleados, y hacerlo honestamente, protegiendo las fuentes de trabajo, con impuestos justos, sin tolerar las irregularidades y apoyando a los pequeños empresarios, cuidando adecuadamente nuestros recursos con leyes justas y ecológicas. Todo ello de acuerdo a la voluntad del Creador tan maravillosamente expresada en la Doctrina de Jesús.

Debemos empezar por conocer bien dicha doctrina, practicarla y enseñarla a los demás, con humildad sin veleidades, la sabiduría en ella contenida nos viene de hace mas de dos mil años y su procedencia es divina. En tiempos aún recientes esta tenía una actualidad mayor que la actual, las generaciones que nos han precedido no sufrieron como nosotros ahora la ola de porquería que nos invade, y que por provenir de nosotros mismos, somos así mismo nosotros mismos los que la debemos combatir pues como vino con la ayuda del Señor la terminaremos. Lo que necesita de nuestra parte es un esfuerzo intenso en nuestro apostolado personal, oración, y confianza en la misericordia vivina, sabemos que
“ no hay mal que mil años dure” nos dice el viejo refran, invoquemos al Espíritu Santo y la Santísima Virgen, y nos ayudarán.

Jorge Casas.

sábado, 4 de agosto de 2012

VISITAR A LOS ENFERMOS.

VISITAR  A LOS ENFERMOS:
Se comenta que una de las épocas mas felices de la vida es la convalecencia, yo la estoy experimentando.  Pero no puedo asegurar que la mencionada época sea necesariamente la mas feliz, pues no solo quedan secuelas que necesitan de tratamiento, sino que el desbarajuste que causa la ausencia en los asuntos personales, de trabajo debe de ser reajustado.
Acabo de salir del Hospital Español de México donde estuve internado 20 días a causa de sufrir una Trombo Embolia Pulmonar y las consecuencias derivadas del tratamiento, que necesitaron una operación en el vientre, canalizaciones etc. pero finalmente estoy en mi casa. Y debo decir que anonadado por las atenciones que he recibido de mis familiares, que me han ayudado tanto en múltiples menesteres que han mostrado de mil maneras el amor que me tienen, el cual espero saber corresponder adecuadamente, y me refiero a todos, no solo a mi esposa, sino a mi hija, nietas, e hijos.
El visitar a los enfermos, esta obra de caridad con el paso de los tiempos nos muestra nuevos aspectos que conviene examinar, tomemos por ejemplo los nuevos sistemas de comunicación que en ciertas circunstancias permiten a enfermos incluso delicados, recibir llamadas telefónicas y contestarlas personalmente desde su cama de enfermo, ya sea en su casa o en el propio hospital. Así como una llamada desde otra ciudad incluso lejana, lo que para el enfermo es, escuchar una voz conocida que le anima, le reconforta, le comunica que está ofreciendo oraciones, misas, por su salud, no podremos decir que es equivalente e una visita personal, pero si que es una manera de estar con el enfermo, de unirse a él en su aislamiento, sufrimiento, o simple malestar, y que es gran ayuda como muestra de solidaridad por virtud de la presencia de Nuestro Señor Jesucristo en ambas personas, saber el enfermo que se están acordando de él, que le tienen presente y sobre todo que están orando por su recuperación.
Otro aspecto es el de las restricciones hospitalarias en horarios, número de visitantes, y tiempo que se concede, lo que es no solo necesario sino conveniente en ciertos tratamientos, esto se debe de considerar con todo cuidado para que de ser posible el enfermo siempre reciba en esos a veces cortos momentos autorizados,  las visitas de sus mas cercanos,  que sean estas tiempo de calidad, en las que animemos, en las que no presentemos sino las soluciones, y en las que tomemos en cuenta las sugerencias y necesidades que el enfermo tenga y cuyas gestiones haya que realizar por su cuenta dada su temporal imposibilidad.  En estas conviene tranquilizar al enfermo en asuntos como el costo de sus tratamientos, mostrarles mucho amor y platicarles cuestiones agradables como pueden ser el progreso que muestra su evolución, el comunicarles sobre las personas que están preguntando por él o ella en tanto paciente, mandando sus mejores deseos, y sobre todo que se le está encomendando y ofreciendo por su salud diversas devociones. Es notable que en casos así las personas que nos conocen a lo primero que acuden es a la oración por nuestra salud.
Al caer uno enfermo puede comprobar como viven su vocación no solo los doctores sino todo el personal que atiende a los enfermos, desde los camilleros hasta las enfermeras especializadas de las salas de recuperación, de terapia intensiva, así como las que se ocupan de los enfermos que ya se están recuperando, en donde muestran sus habilidades para mantener al enfermo aseado, con sus bien desarrollados sistemas para bañarlo a uno en la cama, y se nos presentan  ocasiones, si el enfermo está en condiciones, durante esos momentos de  contacto con estas personas, hacer algo de apostolado con ellas y ellos, y se puede comprobar que en general son personas que están mas cerca de Dios que la generalidad.
Una  de las mas importantes cuestiones alrededor, tanto del personal hacia el enfermo, como de este hacia ellos es el cumplimiento del Mandamiento Nuevo que nos dio Nuestro Señor Jesucristo, AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO…. El caer enfermo y ser hospitalizado en especial cuando es larga la estancia en el nosocomio, nos permite vivir intensamente este Nuevo Mandamiento, y no solo limitándonos a los que estén en la misma institución  sino con todas las personas que en esos días nos muestran su aprecio, amor, preocupación, buenos deseo, etc. y por solidaridad humana con los demás enfermos de todo el mundo, en especial los que sufren, los que mas necesitan del consuelo divino, y debemos elevar por ellos nuestras  oraciones de enfermos que junto con las de los niños, nos enseña San Josemaría, son las que a Dios mas agradan.
Jorge Casas y Sánchez.