lunes, 17 de octubre de 2022

CALAMIDADES PROCEDENTES DEERRORES HUMANOS primera parte.

   CALAMIDADES PROCEDENTES DE ERRORES HUMANOS. (Primera parte).

A la vista de muchas situaciones de la vida actual, vista con criterio verdaderamente humano, cristiano, justo, civilizado en verdad, cuando  se entiende como es debido y sin enmascararla, prostituirla,  la vida actual, en general, tiene aspectos muy criticables que proceden de errores  que se han venido cometiendo desde que el hombre fue creado, pero  que, en lugar de aprender a corregirlos, los seguimos cometiendo y hemos inventado otros garrafales que pueden socavar aún más aquello bueno que nuestra naturaleza y educación cristiana contiene. Hay grupos que se benefician económica o políticamente de estos errores, es por ello que tratan de insertarlos en la vida de los hombres. Con el objeto de que recapacitemos en ello es que los trataré en este opúsculo, del que ésta es su primera parte.

La falta de conocimiento de lo que hay que creer, o sea la ausencia apostólica de las cosas que Nuestro Señor Jesucristo vino a enseñarnos y a revelarnos a este mundo, con indicaciones de Dios Padre, son la causa de las más trágicas calamidades que sufre el mundo actual. No podemos dejar de mencionar en primer lugar la mayor de nuestras calamidades, la práctica extendida del aborto, que nos indica que son millones de personas humanas, cuyas vidas  antes de su gestación completa y nacimiento son truncadas, son criminalmente asesinados en las entrañas de sus propias madres, son seres concebidos con alma inmortal, con todo el derecho a vivir, pero el error humano de desconocer lo que verdaderamente es la vida pre-natal, la falta de fe en las enseñanzas de la Revelación Divina, la falta de temor de Dios, la incredulidad del castigo eterno en la otra vida, una absoluta carencia de la virtud de la caridad, que son fruto podrido del no haber recibido o admitido los sanos y deliciosos frutos de la formación cristiana. Como es de esperarse aquí la mención de la falta de la virtud de la caridad (amor), se hace indisensable.

Las tres cosas más importantes en nuestra vida, que estando llena de finalidades, tiene en su cumbre la finalidad mayor, con una gran diferencia respecto a las demás, que es la de la salvación de nuestra alma en primer lugar, y la ayuda a otros a que lo logren, las podemos definir brevemente como:

                1.- Conocimiento de lo que hay que creer.

                2.- Lo que se ha de desear.

                3.- Lo que hay que poner en práctica.

LA PRIMERA la encontramos en el Símbolo de la fe (Credo). Esto es algo sobre lo que es conveniente meditar, no solo en la Misa dominical, sino a lo largo de la semana, las repeticiones de temas sagrados nos son necesarios para estar más alertas en lo que nuestra vida cristiana debe de ser, para acentuar nuestras creencias, meditando en ellas, para acercarnos a la Trinidad Santa, de Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, y también a la la Santísima Virgen, ya nuestra Iglesia.

LA SEGUNDA trata ni más ni menos que de nuestra salvación eterna, ¿qué se puede desear más que esto? la respuesta es muy simple, NADA, es la visión beatífica por toda la eternidad. La más perfecta felicidad, que nuestra mente humana no es capaz de conocer. San Pablo nos dice después de una visión celestial que Dios le infundió:  …..Antes como está escrito……( Isaías 64:4 (65:17)“  ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por la mente de ninguna mujer, de ningún hombre, lo que tiene Dios preparado para los que lo aman”:  1 Corintos 2,9.

LA TERCERA siendo la voluntad de Dios Padre lo que Jesucristo no solo nos revela, sino que con su ejemplo de vida nos muestra, y sus enseñanzas contenidas en la letra escrita y en la Divina Tradición, en su doctrina, su apostolado personal, su Iglesia --maestra nuestra--, sus mandamientos del Antiguo y del Nuevo Testamento, en especial el mandamiento nuevo del amor al prójimo. En éste sobre todo nos apoyamos para sostener que en él están las soluciones del mundo actual y futuro.

Seguimos con nuestro tema, otra atrocidad que el mundo está sufriendo proviene de las guerras, en el caso actual la que nos está afectando sobremanera es la que el mandamás de Rusia ha desencadenado al invadir Ucrania, sus consecuencias son globales, y como siempre sucede sus principales víctimas los pobres.

Nunca son legítimas las guerras, sino las de defensa, cuando estas lo que pretenden defender es lo justo, la propiedad legítima, el honor, el Bien Común cuando es atacado, hoy por desgracia se está sufriendo tremendamente por muchos, implicados directamente, otros que no tienen la más mínima injerencia entre los países involucrados, y que están sufriendo, cuando lo menos, en sus economías y planes de desarrollo.

Países como los EEUU. que tienen una población, en general, NO POBRE, al hacer los enormes gastos en prepararse para la guerra, que ahora por estar tan sofisticada con la alta tecnología hacen mal, pues  sus profundas investigaciones y grandes gastos en alta tecnología podrían mejorar muchos aspectos del bienestar ciudadano, en lugar de destinarlos a mantener los grandes gastos bélicos. Pero los países como Rusia que en general, SI TIENEN UNA ABUNDANTE POBLACIÓN POBRE, al entrar a esa competencia armamentista tan cara, les es IMPERDONABLE, dejar de atender a sus pobladores pobres, en lugar de involucrarse en esa carrera, carísima y super-sofisticada de los armamentos.

La realidad es que los esfuerzos humanos, lo que es encomiable por un lado, es penoso que en ocasiones se dediquen a preparar elementos de muerte, que son diseñados para atacar instalaciones, personas, equipos, etc. en realidad son destructivas, y toda destrucción es pérdida, por donde se le vea, por un lado de vidas humanas, lo más apreciable de todo, pero en lo económico es contrario a todo progreso y desarrollo, por la sencilla razón que es “destrucción”. Las guerras modernas tratan de destruir los valores del contrario, los religiosos, los económicos, los culturales, las normas, sus códigos, la organización social, tierras de cultivo, centros de trabajo y producción, van en contra de la biodiversidad. Al analizar las causas de las guerras siempre nos encontramos con el ingrediente PODER, ya sea para obtener más, propio, o para disminuir el ajeno. Son muestras de odios en ocasiones ancestrales, como el caso de Medio Oriente, podemos repetir, por su triste y profunda realidad aquel comentario que se hace sobre los viejos que se conocen, se odian, se declaran la guerra, pero no se matan, mandan a jóvenes que NO se conocen, NO se odian y se matan entre ellos. ¡Que triste realidad! (fin primera parte).  JCS.

lunes, 10 de octubre de 2022

MARAVILLAS DE DIOS CREADOR.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        ENTRADA  107,  MARAVILLAS DE DIOS CREADOR.

A las personas humanas nos gusta, nos interesa y nos sorprende el observar la naturaleza que nos rodea, nos admiramos y es la admiración la que nos impulsa a perseguir la información, la sabiduría, nos empezamos a formular preguntas, como el ¿por qué?  ¿de dónde?,  ya Aristóteles señaló que el inicio de la filosofía es la admiración, el ser humano no se conforma con la simple observación, se cuestiona, pretende saber más pues no le satisfacen los efectos, quiere conocer las causas.  Esto nos lleva hoy día no solo a cuestionarnos las causas de la lluvia que cae, y hace que la planta crezca y produzca sus frutos, sino todo lo que sucede en nuestra  existencia, todo lo que observamos es causado por algo, y esto llevado hasta sus últimas consecuencias desemboca en Dios. No puede ser de otra manera. Causa de todas las causas, causa primera y sola.  Esta especulación es propia de la inteligencia, no solo de los 5 sentidos, la vista, el oído, etc. es distinta a estos que son sus informantes, son los que observan, perciben, pero no piensan, solo examinan.

El proceso de las ciencias y la Teología incluida como tal, así como  otros conocimientos del ser humano recorren el camino que nos lleva a las conclusiones, a saber:  lo primero son las SENSACIONES, los instrumentos son los sentidos, viene después la MEMORIA, el instrumento es el cerebro, las cosas que memorizamos en su conjunto (asociación de ideas) forman la EXPERIENCIA, el instrumento de aquí en adelante es nuestra alma espiritual, el conjunto de las experiencias nos llevan a concluir con los CONCEPTOS UNIVERSALES, y de cada principio vamos extrayendo CONCLUSIONES, en pocas palabras el proceso empieza con el binomio   - observación-admiración - después interviene el juicio o inteligencia. Como vemos los sentidos no pueden percibir muchas cosas que solo el juicio conoce, los sentidos ven las realidades físicas, la inteligencia ve estos a través de los sentidos, pero además conoce la substancia y la esencia de las cosas.

 

Al admirarnos de las cosas  intuimos a Dios  gracias al Espíritu Santo,  aunque los sentidos no participan como en los conocimientos que adquirimos en el día a día, al contar con la gracia gratuita de la fe, sí. proponemos  y  es  muy importante que así sea, para que no  perdamos, y aún ganemos, con Con meditación y oración, y  la frecuente comunicación con la Santísima Trinidad desarrollamos la admiración y la capacidad de asombro  ante las maravillas de Dios, creador, salvador y santificador nuestro, nos proporciona y debemos de apreciar sobre todo lo demás, lo anterior nos ayuda a su conservación porque es natural que  con el pasar del tiempo se pierda la capacidad de admiración, pensemos por ejemplo en la llegada del hombre a la luna, que es algo, que no nos admira ya, como nos admiró y sorprendió cuando  sucedió que  no fue algo que solo nos contaran, sino que lo observamos con nuestros sentidos por la transmisión televisiva. Solo se necesitó una fe humana para creer que la transmisión no fue trampa sino cosa real y que estaba sucediendo allá en el espacio sideral. Y que la asombrosa tecnología nos permitió contemplar personalmente. A algunos nos consta que sucedió, por la fe humana en la NASA, y los participantes de las transmisiones televisivas tal como lo vimos, a otros no les consta porque han generado dudas, lo que es legítimo,  pero a Dios por ejemplo no lo hemos visto crear, y por la fe tenemos la certeza de que él es el creador,  tampoco le hemos visto, no sabemos cómo es, aunque sabemos que es espíritu puro y los sentidos no captan eso, es nuevamente la FE DIVINA  la que nos permite conocer de su existencia. Concluimos por lo tanto en la importancia de la oración y la meditación. 

 

La certeza que tenemos de las cuestiones reveladas las obtenemos por la fe,  sin la fe no resulta comprensible parte de lo que se relaciona con la Revelación Divina, y esta certeza es mayor, no solo porque procede de nuestro propio pensamiento sino que sabemos por experiencia que los sentidos nos pueden engañar, son falibles. Son por tanto tres tipos de certeza las que tenemos, la intelectual,  la sensible y la fe cristiana.

 

Las certezas que tenemos en materia de moral cristiana las hemos obtenido mediante el proceso intelectivo sujeto a nuestra fe, y dicha moral la consideramos inalienable y no sujeta a cambios de costumbres sociales o culturales, ¿la razón? simplemente porque está enraizada en la doctrina  cristiana, el relativismo cultural equivocadamente propone cambios de visión moral con los cambios de las tendencias  sociales,  ejemplos son: los permisivismos, que no son libertad, sino libertinaje, tales como: divorcismo, abortismo, hedonismo, legalizaciones de la droga, etc.)

 

La certeza  de lo que sabemos se basa en la “autoridad” o en la evidencia, si por ejemplo se me dice que Italia tiene forma de bota, es la autoridad, sea de mis profesores, de los geógrafos de varias generaciones, comentarios de mis padres, de los libros y sus mapas, de la fotografía de los satélites y de otras fuentes, más no hay evidencia  directa a través de mi sentido de la vista para hacer tal afirmación, (a menos que sea yo astronauta  y lo haya comprobado personalmente),  pero ante la certeza de que 3 + 2 = 5 está claro que ello me es evidente, o sea que la certeza de lo evidente es mayor que la de la autoridad, pero estamos hablando de la AUTORIDAD HUMANA, cuando hablamos de la AUTORIDAD DIVINA se produce la mayor de las certezas, porque Dios en su perfección no puede equivocarse como nos equivocamos los humanos, Dios es infalible.  SU REVELACIÓN ES LA VERDAD MAS CERTERA, a las certezas vamos llegando por el llamado RAZONAMIENTO-DISCURSIVO, que consiste en ir paso a paso conociendo primero a través de lo sensible a lo inteligible, es decir razonando. Aquellos conocimientos que adquirimos desde niños generalmente,  al memorizar  las enseñanzas del Catecismo, y que son verdades,  con la fe  y nuestro razonar se van convirtiendo en nuestras más íntimas convicciones, es decir en las más perfectas de nuestras certezas .

 

Como no admirarnos ante  el poder creador de nuestro Señor, ante su providencia que mantiene el orden en el universo,  que para describirlo, aunque debe de ser toda proporción guardada, es comparado con los más perfectos relojes, nosotros simples humanos no podemos conocer toda la creación, debemos sentir una gran admiración por esta, incluido, su ser más perfecto, el hombre. Creado  a imagen y semejanza del propio creador, por su bondad al darle el poder de la salvación de los humanos, después de la grave ofensa, con la donación de su propio hijo, de su encarnación y nacimiento virginal, vida, pasión agonías y dolorosísima muerte,  para lucrarnos la posibilidad de la Visión Beatífica en la Vida Eterna, y además obtenernos  la adopción como hijos suyo. Como no admirarnos de la obra redentora de Jesucristo, donando hasta la última gota de su sangre divina y humana, por todo lo que nos lega para nuestra salvación: la fundación de su Iglesia y sus Sacramentos, en especial, el del  PERDÓN  y  el de la EUCARISTÍA mediante los  cuales  podemos acceder a la Comunión donde se nos da, Él mismo, como alimento de nuestra alma y fuente de gracia santificante, y por virtud de la presencia real y verdadera de toda la divinidad, toda la humanidad su alma humana,  que nos une a todos los cristianos que en Gracia de Dios nos acercamos al Sacramento Eucarístico,  gracias al propio Sacramento, en la Comunión de los Santos.

 

Nada puede ser más admirable que la misión del Espíritu Santo que cuida y guía a la Iglesia y la vivifica, con  su Magisterio, y el Papa, que lo encabeza, como cúspide de la jerarquía que permite el tener una Curia Cardenalicia, una Santa Sede, obispos en las diócesis que literalmente cubren el planeta habitado entero, en fin son muchas las cosas que deben de causarnos admiración, no  debemos caer en situaciones carentes de admiración ante todas estas grandezas y muchas más que no menciono aquí.  Es penoso en ocasiones darse cuenta de que muchos católicos a los que podríamos llamar “de etiqueta” que en su ignorancia asisten a la SANTA MISA, con un talante  de distracción, como tan solo cumpliendo con una costumbre social, en  actitud inapropiada, en diferentes aspectos, como el de la forma de vestir, el cuchicheo, las salutaciones con carácter más bien de relaciones sociales que de la devoción propia del momento, “menos mal que van a Misa”, comentará alguien, sí, por supuesto pero cuan preferible fuera que lo hicieran apropiadamente, con devoción, con la ropa apropiada,  y con un comportamiento que mostrara el asombro que debemos  experimentar ante la grandeza de lo que en cada Santa Misa sucede, asombro que debe de combinarse con la adoración, amor, sumisión a Dios, propias del católico con formación.

 

Esto nos debe de llamar a dar el mejor ejemplo posible, ciertos de que éste  enseña,  pero además deberíamos de involucrarnos en el apostolado necesario para que salgan de la ignorancia, tengamos la seguridad de que si supieran,  lo que todo católico debería de conocer sobre lo que está sucediendo en cada celebración, su comportamiento en misa sería diferente. Empecemos por recuperarlo nosotros, si lo hemos perdido o no lo hemos logrado ante la ENORMIDAD  (así la llama el padre Cantalamessa) de la EUCARISTIA que en cada misa tiene lugar, JESUCRISTO OBRA EL MILAGRO DE LA TRASUBSTANCIACIÓN, las especies  por su divino poder cambian su sustancia y lo que era pan ya no lo es aunque lo parezca y lo propio sucede con el vino, ha cambiado su SUBSTANCIA aunque conserven sus apariencias ante nuestros sentidos, pero son el cuerpo y la sangre divinos de nuestro Señor Jesucristo.  Pan bajado del Cielo que por amor se hace presente entre  nosotros para que podamos morar sacramentalmente en Él, en esta vida mediante el Sacramento de la Comunión,  como signo de que podremos estar con Él en la otra Vida. Fuente, manantial de Gracia salvífica.

Si se carece de este conocimiento no se puede dar en uno el sorprenderse, inicio de la intelección necesaria para profundizar en el conocimiento de la Revelación.

 

El propósito debe de ser el de ayudarnos  a perder el desconocimiento de las maravillas de la Revelación procurándonos  la experiencia religiosa que a través del propio razonamiento nos llevará al  conocimiento necesario, en la seguridad que no dejaremos de asombrarnos,  y obtener las certezas que desembocan en la devoción, la admiración, el amor a Dios, pues somos  dueños de la propia reflexión y conciencia.

Pidamos a la Santísima Virgen su intercesión para que a través del incremento de nuestra caridad, nuestra admiración nos lleve a ser mejores católicos, mejores apóstoles en este que podríamos llamar el “apostolado del combate a la ignorancia”.  

Jorge Casas y Sánchez

martes, 4 de octubre de 2022

DESARROLLO MUNDIAL, LAS UNIVERSIDADES Y LA INFLUENCIA CATÓLICA.

  DESARROLLO MUNDIAL, LAS UNIVERSIDADES Y LA INFLUENCIA CATOLICA.

Fue en dos ambientes en los que se gestaron y desarrollaron las instancias y sus actividades, que llamamos UNIVERSIDADES, pues su labor fue la universalización de los conocimientos. Lo que tuvo lugar en las SCHOLAE y en los MONASTERIOS, durante el medievo. Las scholae surgen al lado de las catedrales, y por ser la teología, tanto para los clérigos como para los seglares la materia principal que se estudiaba, es que tenemos: una Teología Monástica y la Teología Escolástica. En ambas estaba la pasión por el conocimiento profundo, contando con investigadores MAGISTRI, deseosos de mostrar la razonabilidad y fundamentación de los misterios de Dios y del hombre. Esto gracias a la gran fe que en ambos ambientes se tenía, y la gran necesidad sapiencial y piadosa de interpretar de la manera más completa posible la Divina Revelación.

En el caso de los monjes su objetivo se centraba en el conocer la verdadera sabiduría contenida en las Escrituras y en la Divina Tradición (tradicio). Era por tanto la combinación de amor a Dios y amor a las letras la que se decanta e influye grandemente en la sabiduría de su tiempo. La teología que vino a nombrarse Escolástica, practicaba otro método, que consistía en que los aventajados alumnos, que eran clérigos con conocimientos avanzados, conocedores de los textos, planteaban al maestro sus dudas y al enfrentarse las opiniones entre el maestro y alumnos, surgían las QUAESTIO, es decir los cuestionamientos en los que las dudas se debatían, entre los razonamientos de los alumnos y la autoridad del profesor, para concluir en una síntesis y así llegar a lo más profundo del conocimiento del mensaje contenido en la palabra escrita y hablada (tradicio) de Dios. A los conjuntos de estos,  una vez organizadas las argumentaciones, y sintetizadas se les llamaba SUMMAE y eran en su resultado amplios tratados teológico-dogmáticos.

Entre los representantes de los monasterios y las scholae, se sostenían enriquecedores debates, pues ambas disciplinas buscaban la mejor inteligibilidad de las Escrituras. 

Las UNIVERSIDADES empezaron como resultado del interés intelectual del siglo XI. Debido a los profundos estudios realizados de filosofía y teología que hemos mencionado. En la Universidad de Bolonia, fundada por personajes de la Orden del Carmen en Italia, la más antigua de Europa, se empezó a enseñar derecho y medicina, y es allí donde se puede considerar el inicio de las universidades europeas, y por supuesto gracias al andamiaje que hemos mencionado arriba. Enseñó derecho Canónico y civil romano, filosofía, así como medicina, y las materias preparatorias para estos estudios que eran: retórica, gramática, aritmética, etc. e irán con el tiempo aumentando. Todo lo llevado a cabo por amor a Jesucristo, al prójimo y  a su Iglesia.

El papel del catolicismo si bien no fue exclusivo, si tuvo un interés de generalizar, de dar aliento al conocimiento y la Santa Sede jugó con su autoridad un papel importante, pues lo que se llevaba a cabo en parte surgía de allí y en parte de los criterios de clérigos y seglares cultos, nobles e interesados en que el conocimiento se extendiera, se universalizara. Cuando alguien al haber terminado estudios y aprobado los duros exámenes requería el reconocimiento de su grado, era el Papa el que firmaba el documento pertinente. Esto con el tiempo fue realizado también por los monarcas reinantes.  El origen medieval de las universidades nació al ir sustituyendo a las escuelas monásticas que ya practicaban cuestiones que han permanecido hasta la actualidad, como la investigación y la producción de conocimientos. Sus estudios más profundos eran la teología y la filosofía, que integraba a la historia.

El grado de maestro adquirido, facultaba a la persona que lo lograba, para enseñar en cualquier lugar de la cristiandad incluyendo las nuevas universidades que se iban fundando en diferentes partes de Europa. Las que ya eran muy famosas, y de las que surgieron personajes del más alto nivel  de conocimientos, las que más se mencionan son Oxford, Bolonia, Salamanca, Cambridge, Paris, etc. todas católicas en esa época, a las que los siglos las han hecho más sabias, prestigiadas, mayores y ejemplares.

 

El proceso para obtener el grado de licenciatura, consistía en la demostración de que se habían adquirido los conocimientos, y una vez logrado ello, de rodillas ante el Vice Canciller que lo nombraba, este decía la siguiente fórmula, en representación del Papa: Yo, por la autoridad que me confieren los apóstoles Pedro y Pablo, otorgo el grado de licenciatura para ser profesor y realizar estudios más profundos en universidades. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Es de notarse que personajes santos del primer siglo, en el XII tengan la autoridad moral y sapiencial, que se muestra al conferir grados como el mencionado, Pedro como primer Papa y Pablo por ser apóstol de los gentiles, esto en parte se explica por ser la Iglesia y su papado la institución más prestigiada de la Europa medieval y por ello es que era la autoridad del propio papa, quien firmara los grados otorgados por las universidades, y estamos hablando de las de París, Bolonia, Salamanca, Oxford, Cambridge, etc. en las que las materias principales eran el estudio del derecho, medicina, teología y filosofía. Para preparación del estudio de estas materias, se precisaba conocer las Artes Liberales, que eran gramática, retórica y lógica a las que se añadían: la aritmética, música, y astronomía.

Las Virtudes Teologales tenían primacía, lo que no impidió, sino todo lo contrario que se enseñaran los valores humanos como la lealtad, el respeto, la disciplina, el orden, lo que fue conformando al conocimiento como instrumento de poder.

Los monasterios fueron acumulando y archivando cuidadosamente los manuscritos, lo que redundó en la existencia  de bibliotecas donde el trabajo de copista adquirió importancia cultural, además del manejo de tintas, colores, tinta de oro, que se redactaron sobre pergaminos propios de la época.

Termino este artículo con algunos datos que aparte de curiosos son ilustrativos del manejo del conocimiento de la época:

Los grados que se otorgaban eran, Bachiller, Magister y Doctor.

Los tiempos de duración de los estudios fueron, para:

            Artes      4 a 6 años

            Medicina  10 años

Derecho de 12 a 14 años.

Teología   15 años.

Lo curioso de estos datos surge al compararlos con lo que en la actualidad son nuestras universidades, la teología sigue siendo la materia que más años de estudios requiere, medicina y derecho han reducido mucho sus tiempos, y las artes liberales en general vienen estudiadas de las escuelas preparatorias. Las universidades actuales son absolutamente indispensables y es conveniente no dejar de reconocer la enorme influencia de la Iglesia Católica en su nacimiento y desarrollo mundial. No dejemos de dar gracias a Dios por ello y sobre todo tomarlo en cuenta antes de externar críticas gratuitas en contra la Iglesia de Cristo.

JCS.