martes, 13 de septiembre de 2016

RAICES DE LA CRISTIANDAD, Y LOS "MALES" DEL MUNDO.

RAICES DE LA CRISTIANDAD, Y LOS “MALES” DEL MUNDO.
En las enseñanzas del Génesis, Dios nos revela, que cuando nuestros                                                                                                                     primeros padres son expulsados del paraíso, y les quita los dones llamados preternaturales se sufre  un cambio radical, no solo en la naturaleza del hombre, sino en la de toda la Creación, pues ante el gravísimo pecado, original Dios cambia su plan creacional primario por uno diferente, como veremos mas adelante. Sin embargo su amor por nosotros hace que  nos prometa  que en algún momento de la existencia de la humanidad nos mandará un salvador, el cual es en su momento de tomar cuerpo en la Santísima Virgen, Nuestro Señor Jesucristo, quien toma carne humana, siendo aparte de perfecto Dios, hombre perfecto, igual a nosotros en todo menos en el pecado, siendo su misión, encargo de Dios Padre, precisamente el de ofrecernos la posibilidad de  salvarnos. Aquí vemos el gran amor de Dios por nosotros y la principal raíz del cristianismo en  la segunda persona de la Santísima Trinidad, fundador de su Iglesia.

 Por el antiguo testamento nos enteramos de la Divina Revelación que a Abram (después su nombre será Abraham) le empieza a realizar Dios, directamente. Entre las promesas le ofrece que tendrá una gran descendencia, como las estrellas del cielo, cosa de vital importancia en esa época, esa descendencia tendrá dos vertientes una que es de su propia  sangre, y proviene de un solo hijo legítimo de nombre Isaac, (de quien procede el que será el  pueblo judío)  y una familia de espíritu, descendencia de espiritualidad,  y que hoy está representada por todos los cristianos, ya estén en la otra vida, los que vivimos actualmente, y los que aún no han nacido, muchísimos millones de seres. Así es como Dios le cumple a Abraham su promesa. Claramente se aprecia la raíz judía del pueblo cristiano, raíz que procede justo del primer receptor de la Divina Revelación que comienza con el propio Abraham, se conservará en la Sagrada Tradición hasta ser escrita en tiempos de Moisés, y terminará con el Apocalipsis de Juan Evangelista. Siendo la parte de mas importante Revelación la contenida en el Nuevo Testamento, que hemos recibido, de la persona de Jesús, en forma personal.
Volvemos al tema de los dones preternaturales, en el Paraíso Terrenal convivían en perfecta armonía Adán y Eva con los otros seres vivos de la Creación, animales y plantas, todas sus necesidades tanto corporales como espirituales estaban colmadas de gracias recibidas del Creador, con solo una diferencia los únicos verdaderamente libres e inteligentes eran Adán y Eva, pues Dios los creó a imagen y semejanza suya, y en uso de esa libertad decidieron por insidias del diablo que toma forma de serpiente revelarse en contra del que todo les había dado, mal aconsejados por el que nada les había proporcionado, y pensando que podrían vivir de tal manera que pensaban que estaba bien, desobedecen a Dios, lo que es un grave pecado, es un enfrentamiento, una desobediencia, una traición, una deslealtad, una postura de soberbia que incluye desprecio de Dios, este pecado que tomará el nombre de Pecado Original es el que la descendencia de Adán y Eva, que es toda la humanidad, heredamos todos los seres humanos.
Este gravísimo pecado conlleva la separación espiritual de Dios y la muerte física, siendo Dios la más absoluta representación del bien, el pecado es la separación de Él, y ello no puede quedar impune, por tanto es entonces cuando se convierte en finita la vida de nuestros primeros padres, y además el universo también empieza a morir, el castigo de Dios es general la tierra pierde fertilidad, el alimento se tornará escaso, el hombre tendrá que trabajar para comer, la mujer sufrirá al parir sus hijos, la humanidad irá creciendo y con ella el pecado, la lujuria, el crimen, el hurto, estos son los resultados de haber destruido la armonía de la Creación con el pecado, el hombre va adquiriendo responsabilidades y para cumplirlas no siempre actúa bien. El pecado está presente en muchos de los hombres y no la gracia de Dios.
A pesar de que tenemos todos los hombres de todos los tiempos y lugares el mandato de la conciencia, no todos la obedecemos y vamos socavando sus valores e introduciendo en su lugar los vicios, lo que va en sentido contrario a la voluntad divina y por lo tanto se aleja de su Gracia y de su amor, inventándonos excusas, ideologías, viviendo en la mentira.
La venida de Jesús sanará parcialmente nuestros males, en especial el mas grave de todos que es el pecado, así nos muestra el inmenso y perfectísimo amor del Padre para con el género humano, al enseñarnos con toda claridad el camino de la salvación, pero la naturaleza tiene otras heridas que no sanarán nunca, Dios las permite para mostrarnos  que la maldad que el pecado causó no desaparecerá nunca, y permite que este universo ahora finito que muere,  muestre sus síntomas, lo que explica que haya desgracias  naturales, enfermedades etc. que bien vistos no son creados por Dios, sino carencia de bienes, cuya consecuencia ya ha sido explicada. Dios restaurará el paraíso y no habrá más muerte para los salvos.
Los enemigos del cristianismo atacan a nuestra religión diciendo cosas como aquello de que como es posible que Nuestro Dios sea malo con la estipe humana, que le mande sufrimientos, y que si así es como nos muestra su amor, claro que surgen estos pensamientos de la ignorancia y es esto lo que se trata de aclarar más en nuestras mentes, recordemos que es Fe y razón lo que nos es propio y es necesario pensar para creer y creer para pensar.
Invocando  la intercesión de la Santísima Virgen Hija de Dios Padre, Madre de Dios hecho Hombre, y esposa de Dios Espíritu Santo, pidamos a la Santísima Trinidad, Dios Padre creador, Dios Hijo redentor, Dios Espíritu Santo santificador, que sepamos arrepentirnos de nuestros pecados, tener la firme intención de no volver a cometerlos nuevamente y confiados en que todo esfuerzo por nuestra parte por servir a Dios como Él quiere ser servido a través de su Santa Iglesia, será recompensado en la eternidad.
Jorge Casas y Sánchez.

RAICES DE LA CRISTIANDAD, Y LOS "MALES" DEL MUNDO.

RAICES DE LA CRISTIANDAD, Y LOS “MALES” DEL MUNDO.
En las enseñanzas del Génesis, Dios nos revela, que cuando nuestros                                                                                                                     primeros padres son expulsados del paraíso, y les quita los dones llamados preternaturales se sufre  un cambio radical, no solo en la naturaleza del hombre, sino en la de toda la Creación, pues ante el gravísimo pecado, original Dios cambia su plan creacional primario por uno diferente, como veremos mas adelante. Sin embargo su amor por nosotros hace que  nos prometa  que en algún momento de la existencia de la humanidad nos mandará un salvador, el cual es en su momento de tomar cuerpo en la Santísima Virgen, Nuestro Señor Jesucristo, quien toma carne humana, siendo aparte de perfecto Dios, hombre perfecto, igual a nosotros en todo menos en el pecado, siendo su misión, encargo de Dios Padre, precisamente el de ofrecernos la posibilidad de  salvarnos. Aquí vemos el gran amor de Dios por nosotros y la principal raíz del cristianismo en  la segunda persona de la Santísima Trinidad, fundador de su Iglesia.

 Por el antiguo testamento nos enteramos de la Divina Revelación que a Abram (después su nombre será Abraham) le empieza a realizar Dios, directamente. Entre las promesas le ofrece que tendrá una gran descendencia, como las estrellas del cielo, cosa de vital importancia en esa época, esa descendencia tendrá dos vertientes una que es de su propia  sangre, y proviene de un solo hijo legítimo de nombre Isaac, (de quien procede el que será el  pueblo judío)  y una familia de espíritu, descendencia de espiritualidad,  y que hoy está representada por todos los cristianos, ya estén en la otra vida, los que vivimos actualmente, y los que aún no han nacido, muchísimos millones de seres. Así es como Dios le cumple a Abraham su promesa. Claramente se aprecia la raíz judía del pueblo cristiano, raíz que procede justo del primer receptor de la Divina Revelación que comienza con el propio Abraham, se conservará en la Sagrada Tradición hasta ser escrita en tiempos de Moisés, y terminará con el Apocalipsis de Juan Evangelista. Siendo la parte de mas importante Revelación la contenida en el Nuevo Testamento, que hemos recibido, de la persona de Jesús, en forma personal.
Volvemos al tema de los dones preternaturales, en el Paraíso Terrenal convivían en perfecta armonía Adán y Eva con los otros seres vivos de la Creación, animales y plantas, todas sus necesidades tanto corporales como espirituales estaban colmadas de gracias recibidas del Creador, con solo una diferencia los únicos verdaderamente libres e inteligentes eran Adán y Eva, pues Dios los creó a imagen y semejanza suya, y en uso de esa libertad decidieron por insidias del diablo que toma forma de serpiente revelarse en contra del que todo les había dado, mal aconsejados por el que nada les había proporcionado, y pensando que podrían vivir de tal manera que pensaban que estaba bien, desobedecen a Dios, lo que es un grave pecado, es un enfrentamiento, una desobediencia, una traición, una deslealtad, una postura de soberbia que incluye desprecio de Dios, este pecado que tomará el nombre de Pecado Original es el que la descendencia de Adán y Eva, que es toda la humanidad, heredamos todos los seres humanos.
Este gravísimo pecado conlleva la separación espiritual de Dios y la muerte física, siendo Dios la más absoluta representación del bien, el pecado es la separación de Él, y ello no puede quedar impune, por tanto es entonces cuando se convierte en finita la vida de nuestros primeros padres, y además el universo también empieza a morir, el castigo de Dios es general la tierra pierde fertilidad, el alimento se tornará escaso, el hombre tendrá que trabajar para comer, la mujer sufrirá al parir sus hijos, la humanidad irá creciendo y con ella el pecado, la lujuria, el crimen, el hurto, estos son los resultados de haber destruido la armonía de la Creación con el pecado, el hombre va adquiriendo responsabilidades y para cumplirlas no siempre actúa bien. El pecado está presente en muchos de los hombres y no la gracia de Dios.
A pesar de que tenemos todos los hombres de todos los tiempos y lugares el mandato de la conciencia, no todos la obedecemos y vamos socavando sus valores e introduciendo en su lugar los vicios, lo que va en sentido contrario a la voluntad divina y por lo tanto se aleja de su Gracia y de su amor, inventándonos excusas, ideologías, viviendo en la mentira.
La venida de Jesús sanará parcialmente nuestros males, en especial el mas grave de todos que es el pecado, así nos muestra el inmenso y perfectísimo amor del Padre para con el género humano, al enseñarnos con toda claridad el camino de la salvación, pero la naturaleza tiene otras heridas que no sanarán nunca, Dios las permite para mostrarnos  que la maldad que el pecado causó no desaparecerá nunca, y permite que este universo ahora finito que muere,  muestre sus síntomas, lo que explica que haya desgracias  naturales, enfermedades etc. que bien vistos no son creados por Dios, sino carencia de bienes, cuya consecuencia ya ha sido explicada. Dios restaurará el paraíso y no habrá más muerte para los salvos.
Los enemigos del cristianismo atacan a nuestra religión diciendo cosas como aquello de que como es posible que Nuestro Dios sea malo con la estipe humana, que le mande sufrimientos, y que si así es como nos muestra su amor, claro que surgen estos pensamientos de la ignorancia y es esto lo que se trata de aclarar más en nuestras mentes, recordemos que es Fe y razón lo que nos es propio y es necesario pensar para creer y creer para pensar.
Invocando  la intercesión de la Santísima Virgen Hija de Dios Padre, Madre de Dios hecho Hombre, y esposa de Dios Espíritu Santo, pidamos a la Santísima Trinidad, Dios Padre creador, Dios Hijo redentor, Dios Espíritu Santo santificador, que sepamos arrepentirnos de nuestros pecados, tener la firme intención de no volver a cometerlos nuevamente y confiados en que todo esfuerzo por nuestra parte por servir a Dios como Él quiere ser servido a través de su Santa Iglesia, será recompensado en la eternidad.
Jorge Casas y Sánchez.
BREVÍSIMOS COMENTARIOS PERSONALES A LA EXORTACIÓN PASTORAL POSTSINODAL DEL PAPA FRANCISCO:
AMORIS LAETITIA,  ABRIL DEL 2016.   (primera parte)

Por supuesto que se recomienda ampliamente la lectura meditada de toda esa riqueza que se nos presenta en la Exortación, estos brevísimos comentarios deben de servirnos para despertar el interés por su lectura meditada. Nos comenta en su introducción el Santo Padre, que a la juventud en especial les mueve el interés por la cuestión familiar, lo que es una grata noticia y además que a los matrimonios les interesarán mas los capítulos cuarto y quinto, a los agentes de la pastoral el sexto, y que todos nos veamos muy interpelados en el capítulo octavo. La noticia es grata por su fidelidad a la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, y sabido de sobra es que esta proviene de Dios Padre, como el propio Jesús nos lo tiene enseñado.
CAPITULO PRIMERO.- A la Luz de la Palabra.
 8-30.-La Biblia, nos hace ver el Papa, está plagada de principio a fin de cuestiones familiares, desde el Génesis con la de Adan y Eva, hasta el Apocalipsis con las bodas de la Esposa y el Cordero, menciona la importancia del Salmo 128, 1-6:
SALMO 128 BENDICION DEL JUSTO.  1 cancion de las subidas
("!Dichosos los que temen a Yahvé
y recorren todos sus caminos!
2 Del trabajo de tus manos comerás,
!dichoso tu, que todo te irá bien!
3 Tu esposa, como parra fecunda,
dentro de tu casa;
tus hijos, como brotes de olivo,
entorno a tu mesa.
4 Con tales bienes será bendecido
el hombre que teme a Yahvé.
5 !Te bendiga Yahvé desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida,
6 y veas a los hijos de tus hijos!
!Paz a Israel!")
comenta como la capacidad de generación de la pareja humana (hombre y mujer por supuesto, ninguna pareja puede naturalmente gestar descendencia) es el camino en que se desarrolla la historia de la salvación; el amor en la Familia Divina; además, como Jesús señala en el Antiguo Testamento, aspectos de las familias. Delinea  los casos de las familias en el Nuevo Testamento. Continúa con las enseñanzas catequistas de la Biblia en ambos testamentos y hace comentarios muy importantes sobre la acción de los padres en la introducción de los hijos en la fe cristiana. Comenta la violencia y la presencia del dolor de la vida familiar con riquísimos ejemplos de ambos testamentos.
Le confiere un sentido especial al amor ( en el capítulo cuarto nos extenderemos mas sobre el amor y su misterio así como su importancia) y a los valores, en especial por tratarse este año como año de la Misericordia, en forma constante nos hace ver todos los aspectos evangélicos y escritos del Antiguo Testamento que se relacionan con los diversos aspectos de la familia, el matrimonio, la fe y las virtudes propias de la vida familiar, y añade pensamientos y alusiones de todo género de sus antecesores en el papado. En fin podemos asentar que nos presenta el Papa sobre este brillante trabajo sinodal la --"grandeza incomparable"--  de la sabiduría de la Iglesia que la voz de Dios nos ha dejado en ambos testamentos sobre esa institución tan atacada hoy día por el mercado, el ateismo, el consumismo, el hedonismo, la teoría de género, e incluso algunas políticas estatales.
Termina este Capítulo Primero, con bellísimos ejemplos y señala narraciones bíblicas de extraordinaria belleza.
CAPÍTULO SEGUNDO.- Realidad y Desafios de las Familias.
31-57.-Comienza el Santo Padre considerando el cambio antropológico que están experimentando las familias de hoy, en la profundidad del misterio de la familia y del matrimonio, y su decisivo bien para el futuro del mundo. Este cambio es cultural y por tanto complejo y ni la sociedad actual, ni aquella a la que nos encaminamos permiten que las costumbres antiguas en forma indiscriminada nos afecten, ademas la sociedad actual apoya menos a las personas en su vida afectivo-familiar. Y nos señala el peligro del individualismo que en lugar de aportar, con su comportamiento se convierte en huida de responsabilidades que es de encierros o arrogancia, los que incapacitan la donación de uno mismo para el bienestar familiar, pudiendo mencionar la cohabitación sin convivencia, y acciones positivas como puede ser la convivencia sin cohabitación, en esta tendencia de la juventud a alejarse de la casa familiar, o materna o paterna, cuando se da el espíritu de justicia en las aspiraciones personales.
Los cristianos nunca estaremos dispuestos a prescindir del matrimonio en aras de la moda , las costumbres o las legislaciones, lo contrario sería un descalabro moral que va en contra de los mas altos valores humanos, tenemos motivos y razones que avalan esto, al estar las personas dispuestas a recibir la gracia de Dios. Esto último es de una radical importancia y quizás hemos fallado en enseñarlo, mientras que hemos sido muy redicales en aspectos morales, bioéticos y doctrinales. Estamos llamados no a sustituir conciencias sino a formarlas.  Que entiendan lo que ayuda y santifica en el enorme Sacramento del matrimonio, la Gracia de Dios.

58-75. LA MIRADA PUESTA EN JESUS . LA VOCACIÓN DE LA FAMILIA.
No puede, no debe de dejar de anunciarse entre y desde las familias la grandeza de la familia, de su importancia, de su absoluta necesidad para la existencia humana, y esto no como una fria legislación, como una obligación que procede del gregarismo, sino como ese ámbito de amor, de responsabilidad de aceptación y promoción del ser humano, que con ternura, paciencia y misericordia forma a los nuevos seres humanos por los padres, y estos en ello, se forman también, en el proceso de su propia maduración. Es esí como esa maravillosa institución que llamamos el "Matrimonio Católico" se presenta ante todo el mundo, aunque la luz que lo ilumina, que es la del Padre no sea vista por los que no son capaces de ello.
El casarse para los católicos conlleva, incluye,  un don de Dios que es mal entendido por los enemigos de la Iglesia, y que es visto como una pérdida de la libertad, es el VINCULO IDISOLUBLE,  aquel en el que incluso Moises tuvo que condescender por la dureza de corazón del pueblo judío, por lo que no podemos dejar de ver en esta unión permanete la gracia que recibimos de Jesucristo, su doctrina que nos acompañará hasta el final de los tiempos, esto es lo que nos asegura que por muy atacada que sea nuestra institución matrimonial  siempre existirá mientras haya hombres en la tierra. La asistencia de Jesús a las bodas de Caná es el paradigma de la Iglesia, en especial porque Cristo asiste , justo al principio de su vida pública, tal es la importancia que Él le otorga al matrimonio.
Nace Jesus en una familia, en ella vive, crece, aprende lo que en tanto persona  humana es, familia con perfume de amor, cohexitencia y convivencia amorosas, ejemplares, misterio que en su inicio el mundo celebra cada navidad.  Pedagogía Divina que nos enseña la importancia de tantas cosas, resaltando el amor conyugal y el paterno-filial en la vida humilde, de bajo perfil como se le calificaría hoy día, formada de un matrimonio y un hijo, dos varones y  una mujer que se ganan la vida con el trabajo de sus manos, en ejemplar armonía a traves de los años. Los Papas de la Iglesia ante la necesidad de ilustrar a su feligresia y al mundo entero se han ocupado de elaborar documentos de importancia muy grande, es así, como de los últimos tenemos encíclicas, cartas pastorales y muchos otros documentos, de gran realce de los que podemos mencionar; HUMANAE VITAE, la FAMILIARIS CONSORTIO, la CASTI CONNUBIS, la DEUS CARITAS EST, la CARITAS IN VERITATE, GAUDIM ET SPES, que tanto han contribuido a entender la Doctrina Neo-Testamentaria sobre familia y matrimonio. Como vemos el interés de los cristianos no decae ante los ataques a estas carísimas instituciónes.
Jesucristo no solo llevó al matrimonio a su estado original, previo a la concesión de Moises, sino que lo elevó a Sacramento. En su infinita sabiduría restaura la Imagen y Semejanza, en la familia humana con la Santísima Trinidad, en tanto Sacramento el matrimonio es camino de santificación y salvación para los esposos y "Ecclesia Doméstica" para los hijos, además, pues alli serán iniciados en la fe. Como vemos no se trata de un simple rito, una convencion social, un acto protocolario, una costumbre proveniente de la cultura, es el dar seguimiento a la vocación de vivir en amor conyugal, cuestión natural propia de todos los hombres de todos los tiempos, razas, y lugares, que se nos otorga por nuestro Creador a cada uno para pasar nuestra existencia en sociedad, en forma gragaria, colaborando al Bien Común, en esta vida,  en aras de obtener la salvación en  la otra.
Los teólogos nos señalan comparativamente, la unión de Cristo con su iglesia, y la unión matrimonial de un hombre y una mujer, y así como la primera es de sólida, perfecta, permanente  debe de ser la segunda, en imitación de Cristo. Es por tanto de desearse que el amor entre los cónyuges sea como el amor etre la Iglesia y Jesucristo, al darse uno al otro en el matrimonio, y aunque en tanto analogía es imperfecta, en tanto comparación, lo que si es fundamental es la gracia de Dios que se obtiene en la entrega mutua. Ambos son signos de amor el primero perfecto en cuanto divino, el segundo tan solo humano, de allí que requiere de la gracia. La unión sexual, don maravilloso de Dios a los cónyuges, viene a ser motivo de unión espiritual, de alimento para en amor mutuo, y  estará fortalecida por la gracia divina, como lo es también para la solución de los problemas al ejercer sus esfuerzos y creatividad propios de la vida de casados, no solo frente a Dios sino a la sociedad y a los otros, es por demás decir que en sus oraciones los matrimonios no deben de dejar de pedir la gracia a Dios, por ellos sus progenitores y sus descendientes.
76-79  SEMILLAS DEL VERBO Y SITUACIONES IMPERFECTAS.
El Evangelio de la familia debe ocuparse de los que aun deben madurar dentro del matrimonio para que lleguen a un mejor conocimiento del misterio sacramental en su vida,  lo que  se obtiene con el conocimiento de la Revelación de Cristo que ilumina la unión permanente del hombre y la mujer, incluso en las que no proceden de nuestra Iglesia sino que se dan en otras culturas o tradiciones religiosas, dada la sana vocación del ser humano, siendo estas realidades matrimoniales, si se abren a la vida y educación de sus proles, viven la verdadera union matrimonial, encontrarán estima y aceptación por nuestra parte.
La luz de Cristo inspira el cuidado pastoral amoroso para quellos que viven uniones imperfectas, como los divorciados vueltos a casar, se pide en la oración, para ellos la gracia de la conversión, y el acierto en las decisiones y responsabilidades, ante el Bien Común. La doctrina es muy clara , pero ello no implica el que dejemos de estar atentos al modo en que estas personas viven y sufren sus condiciones perticulares.
80-88.-GENERACION Y EDUCACIÓN DE LOS DESCENDIENTES.
El matrimonio por ser en primer lugar una íntima unión entre los cónyuges y que está ordenada no solo a la práctica de ese don de Dios a los casados que es la de las relaciones sexuales, sino que está ordenada a la transmisión de la vida, para que la humanidad siga existiendo, (pues no tendría ningún sentido el pensar que sería mejor el que dejáramos de existir), lo que le da una plenitud de sentido, por lo que son dos órdenes los que le pertenecen, el del amor humano y el del amor a los hijos. Aunque no siempre se den los frutos de la descendencia, siempre se darán los del amor. Cuando hay descendencia se da esa reciprocidad de amor en cuanto al fruto del nuevo concebido y el amor conyugal, en su cooperación al futuro de la humanidad. Aquí viene al caso recordar las enseñanzas de la Humanae vitae, en cuanto a la valoracion moral de la regulación de la natalidad, cuidando la dignidad de la persona humana, y la postura de la Iglesia que acoge con todo su amor los casos de adopción por parte de los matrimonios que por ello optan.  Son por lo tanto los hijos fruto del amor conyugal, don de Dios, que le otorga a los casados, esto es muy de tenerse en cuenta en estos tiempos en que las ideologías ajenas a la doctrina cristiana polulan entre los ignorantes de la verdad que predicó Jesucristo y que atendida por elespíritu Santo enseña el Magisterio de la Iglsia.
Así cumple el ser humano con la responsabilidad del futuro de la humanidad y colabora con nuestro Señor en la obra de su Creación.  Vemos por lo anterior que la generación de nuevas vidas es un santuario donde los hijos reciben el insustituible amor de sus padres biologicos, que los educan y forman, una, ella, como madre , aportando lo propio y él, el otro como padre en esa unidad familiar insustituible e incomparable. (No es un capricho de reunir o añadir  seres pequeños, que vienen de fuera, con la idea de tener una imitación, una caricatura de la familia, este comentario es para establecer la diferencia que se daría por la mal pretendida adopción por parte de las parejas homosexuales). Muy diferente es la adopción por matrimonios que no han recibido del Creador el don de la generación o si lo han recibido, además de los hijos propios admiten por la grandeza de su corazón, que les lleva a la adopción de seres que vienen de fuera del matrimonio.
Insistiendo en el hecho de que la vida familiar es santuario de la vida, el Papa nos recuerda que la vida del inocente que mora en las entrañas de su madre es vida sagrada que no se debe de interrumpir bajo ningún pretexto ni circunstancia, es una nueva persona que se gesta y no porque sea ello en el cuerpo de la mujer, esta tiene el derecho a decidir sobre su vida o muerte, la familia y la Iglesia protegen la vida en todas sus etapas, por ello está en contra de la eutanasia, el aborto procurado y la pena de muerte.
La educación y formación cristiana de los hijos, siempre  ha sido un desafío, pero en estos tiempos lo es mas, pues las circunstancias en vez de ser propicias son adversas, por lo que los esfuerzos por educar a los descendientes se tienen que redoblar. La obligación y el derecho primario de la educación de los hijos es derecho inalienable de los padres, así como la escuela que debe de ser subsidiaria de la educación familiar, debe ser complementaria a la familiar, por ello las asociaciones de padres de familia deben de colaborar con los centros educativos  de sus hijos para dar sus opiniones y ayudar a que aquellos  otorguen la educación subsidiaria a la familiar. Entre el centro educativo y lo familiar debe de existir un pacto que produzca la complementaridad en la educación, lo lastimoso es que este pacto está roto, y es urgente que se regularice, no debe de haber brecha entre familia y sociedad. La pastoral de la Iglesia debe de colaborar en este aspecto, si esto se da habrá una tremenda fuerza a favor de la normalización del pacto familia-sociedad.
Iglesia Doméstica, este acertado término viene a ser una realidad en tanto la Iglesia es familia de familias, ya que las familias cristianas son fieles al Evangelio, ejemplares en tanto viven el vínculo indisoluble del matrimonio, para la sociedad y la propia Iglesia a la que enriquecen y de ella se enriquecen a su vez, esta reciprocidad es un bién para la Iglesia como lo es también para las familias en lo particular y en lo comunitario.
89-    EL AMOR EN EL MATRIMONIO.  (capítulo cuarto)
El Santo padre en este capítulo hace referencia a los principales aspectos del amor conyugal y familiar, por demás está que recordemos que este es uno de los fundamentos del matrimonio, que es propio solo de las personas, pues no es unicamente material corporal, lo que está incluido en la relación conyugal sino por encima de ello es espiritual, y en materia de las relaciones "paterno-materno-filiales" el papel del amor es indispensable para  que estas sean positivas, convenientes, fundamenten la felicidad familiar, sean básicas en la sociedad, y sobre todo ello se viva el Sacramento, se santifiquen los cónyuges, perfeccionando su amor con la ayuda de la gracia divina.
Los valores, nos enseña en la Carta Pastoral, que son propios en cuanto necesarios en ese amor unitivo y dativo se comentan brevemente, siendo su lectura y meditación en el documento original de la mayor importancia, veámoslos:
PACIENCIA, es necesario cultivarla sin esperar que todas las cosas se den de acuerdo a nuestra voluntad, lo que nos llevaría a una mala convivencia, se nos aconseja por el contrario desterrar la amargura y ceder ante las formas de ser de los otros,
ACTITUD DE SERVICIO, la paciencia que se menciona en el párrafo anterior no debe de ser una actitud pasiva, por el contrari debe ser activa y creativa, con la intención de servicio a los demás, no es un principio estanco, sino se concatena con los demás valores, en este caso el de servicio a los demás, que se demuestra con las obras mas que con solo las palabras. Es allí donde se demuestra la nobleza de las obras, que benefician a los demás.
SANANDO LA ENVIDIA, el bien ajeno nos debe de causar alegría, la envidia consiste precisamente en los sentiientos de malestar por el bien de otros. Quien sufre la envidia se torna egocéntrico, contrariamente al que la domina, la sana, que se alegra con el logro ajeno.
SIN HACER ALARDE NI AGRANDARSE, vanagloria, ansia de mostrarse como superior e impresionar a los demás, esta actitud nos hace perder suelo, nor creemos o sentimos mas de lo que es nuestra realidad, debemos centrarnos, conocer nuestro lugar, y ayudar a los que mas lo necesitan, saber tratar a los que consideramos que tienen fallas de fe, los mas frágiles, con amor de servicio, comprensión, y cultivando nuestra propia humildad.
AMABILIDAD, cultivar nuestro amor desechando la rudeza de trato, saber callar cuando es conveniente, cuidado con destacar los errores ajenos para compensar los propios complejos, la amabilidad amorosa tiende puentes, fraterniza, atrae a los demás, el que practica la amabilidad anima a los otros, los motiva positivamente.
DESPRENDIMIENTO, Santo Tomás de Aquino enseña que el querer amar al otro mas que elmquerer ser amado es la verdadera caridad, se nos habla en las escrituras de amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos, estohay que entenderlo como el no querer cosas malas para si, y por lo tanto no quererlas para los demás, para nosotros no buscaos el dolor, así debemos de evitarlo en los demás. Como lo es el amor de las madres que buscan el bien de sus hijos aún antes que el propio.
SIN VIOLENCIA INTERIOR,  así como la indignación ante la injusticia es buena, la irritación interna no manifestada, ante los errores de los demás, como si fueran nuestros enemigos, es inapropiada, el Evangelio nos invita a no criticar la paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga en el propio, cuando sintamos agresividad en contra del otro familiar, hay que contenerla, combatirla, disiparla, nunca conservarla convirtiéndola en actitud permanente. Nunca irnos a la cama a dormir sin haberla combatido, a veces basta un gesto amable. Pidamos una bendición al Señor, Él nos librará de la violencia interior.
PERDÓN, se opone al rencor que es un mal sentimiento, no debemos de dejar de tomar en cuenta las debiidades de los demás, nosotros tenemos las nuestras propias, el perdón es esa actitud positiva ante las fallas ajenas. Nadie dice que perdonar es fácil, se requiere de un esfuerzo con espíritu de sacrificio, tolerancia, a nosotros nos perdonamos de nuestros errores con relativa faciidad. Pensemos que el amor que Dios nos tiene es incondicional, nos ama con nuestros defectos y errores, y eso es lo que debemos de practiar, si no nuestra vida en el hogar se torna tensa, de castigo mutuo.
ALEGRARSE CON LOS DEMÁS, contrariamente al alegrarse de las desgracias de los demás, debemos sufrirlas como propias, y las alegrías de los otros festinarlas, también como si fueran nuestras, Dios ama al que da con alegría.
(fin primera parte)

TRATEMOS DE PARTICIPAR MEJOR DE LA SANTA MISA.
Si durante varias de nuestras participaciones en la Santa Misa seguimos con este papel la celebración, con seguridad que la entenderemos mejor, comprenderemos mejor que es el Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo, si bien incruentamente, o sea sin derramamiento de su Sangre. Pero llevado a cabo según instruyó a sus apóstoles en la última cena,  en conmemoración de Él.
Es conveniente, se nos aconseja acertadamente, prepararla unos diez minutos previos a que comience, siempre que sea posible, y mostrando el debido respeto al no llegar al templo una vez comenzada la celebración, y al terminar dar gracias con oraciones apropiadas en ambos casos, nos podemos auxiliar de oraciones adecuadas de preparación y de agradecimiento:  (al final se reproducen las de Santo Tomás de Aquino).
RITOS INICIALES:
 El sacerdote va a la sede como el pastor que conoce a sus ovejas, quien convoca es Jesucristo, y empieza con la arcaica frase de lo que precisamente allí sucede: "EL SEÑOR ESTÉ CON USTEDES" del mismo modo nos desea la comunión del Espíritu Santo, la Gracia que nos es indispensable para la salvación y la paz.
A lo que contestamos " y con tu espíritu" deseándole al sacerdote lo mismo.
Como acto penitencial, se reza el -Yo Pecador-, para que se nos purifique de los pecados veniales, y al golpernos el pecho nos reconocemos pecadores y se nos concede la justificación que nos purifica, solamente de los pecados veniales, es momento de arrepentimiento, de dolor por haber ofendido a Dios, aunque sea levemente.
La oración de El Gloria, (se reza en Misas dominicales y de precepto) es alabanza a Dios (doxología), gran alabanza de los ángeles. Justo antes de la venida de Jesucristo, que en esta ocasión conmemoramos.
Concluyen los Ritos Iniciales al dirigirse el Sacerdote con los brazos en alto al Ser Infinito, y se realiza el rezo de la Oración Colecta, y nos sentamos.
 LITURGIA DE LA PALABRA:
 Las lecturas son lo que Dios nos dice, he ahi su gran importancia y por tanto merecen nuestra mejor atención, es una buena costumbre leerlas meditándolas antes de participar en la Santa Misa, o también después si es el caso, cada quién decide, por supuesto que esto necesita del misal, es muy sencillo adquirir el de cada mes del año. (incluso en la Internet, en la que hay varias opciones). Se trata de una lectura orante, oramos al escucharla y al leerla. Después de la primera lectura, se dan gracias al Señor, precisamente por lo que nos comunica. Viene después el Salmo Responsorial, tomados del Libro de los Salmos del Antiguo Testamento, en caso de que haya segunda lectura, se lleva a cabo. Conviene tomar nota de que la primera lectura en los casos en que son dos , la primera siempre corresponde al Antiguo Testamento.
Y una vez leidas estas por alguien del pueblo, nos ponemos de pié por especial respeto, para escuchar  EL ALELUYA  recitada o cantada, es la alegría de la Resurección del Señor, se lleva a cabo justo antes de la lectura del Evangelio, al cual anuncia.
Para proclamar el Santo Evangelio el Sacerdote hace su invocación pidiendo al Padre que le bendiga, pidiendo que su boca lo anuncie debidamente, que limpie su corazón para que dignamente lo proclame. Nosotros podemos pedir que penetre nuestro corazón y entendimiento, poniendo nuestra mejor atención.   El sacerdote hace sus oraciones secretas pronunciándolas muy bajito, nosotros hacemos lo propio. Terminada la lectura por el sacerdote o algún clérigo que le acompaña en la celebrecion, viene en su caso, la homilía o sermón, como se le quiera llamar,  el sacerdote aún como pastor, se dirige a los fieles, la homilías pueden ser muy variadas, pero en general hacen referencia al mensaje evangélico o de las lecturas, me permito la siguiente transcripción que sola se explica:
""Según la Real Academia Española, homilía es el razonamiento o plática que se hace para explicar al pueblo las materias de religión. La palabra se deriva del vocablo griego homilein, que significa “tener comunión o tener interacción con una persona”. Se dirige a los fieles tras los rituales propios de la eucaristía, o del sacramento que se esté desarrollando. La homilía, como parte integrante de la Liturgia de la Palabra viene ya descrita en el versículo escrito en el año 155 de San Justino en el que explica al emperador Antonino Pío, cuáles son las prácticas de los cristianos. Ya entonces como ahora la homilía se situaba entre la lectura de la Palabra y la Oración de los fieles u Oración Universal.
Puede darse una exhortación sobre las lecturas o el sacramento que se realiza, con el fin de hacer más inteligibles los pasajes de la Biblia que se acaban de proclamar en la asamblea litúrgica. Para la confección de la homilía suelen elegirse varias fuentes privilegiadas como son los textos de los Padres de la Iglesia o de doctores y santos de la Iglesia Católica.
Según las normas litúrgicas promulgadas por el Concilio Vaticano II en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium dice:
Se recomienda encarecidamente, como parte de la misma Liturgia de la Palabra, la homilía, en la cual se exponen durante el ciclo del año litúrgico, a partir de los textos sagrados, los misterios de la fe y las normas de la vida cristiana.  Más aún:  en las Misas que se celebran los domingos y fiestas de precepto, con asistencia del pueblo, nunca se omita si no es por causa grave.
Y en la Instrucción General del Misal Romano, aprobada por Juan Pablo II el Jueves Santo del 2000, la homilía, como parte integrante de la liturgia, debe ser un comentario vivo de la Palabra de Dios que ha de ser comprendido como parte integral de la acción litúrgica. La homilía la debe hacer el sacerdote que preside, un sacerdote concelebrante o un diácono, pero nunca un laico.
En casos particulares y con una razón legítima, la homilía la puede hacer un Obispo o un sacerdote que están presentes en la celebración pero que no pueden concelebrar. Los domingos y días de precepto ha de haber homilía y, solamente por un motivo muy grave, se puede eliminar de las Misas que se celebran con asistencia del pueblo. El sacerdote puede hacer la homilía de pie o bien desde la sede, o bien desde el ambón o púlpito, o, cuando sea oportuno, desde otro lugar adecuado.
En cuanto a su finalidad, como fue expresado por algunos de los primeros documentos litúrgicos posteriores al Vaticano II, es principalmente la de instrucción del Pueblo Santo de Dios, entonces sería lógico que quedara reservada al ‘teólogo experto’, pues la homilía es un "acto de interpretación", y el predicador debe ser un ministro ordenado, instruido y que comprenda las diversas experiencias de la asamblea a la cual se dirige y que pueda "interpretar la condición humana a través de las Escrituras".
La homilía tiene lugar entre el Santo Evangelio y las oraciones o preces de los fieles, la llamada "oración universal", estas son muy variadas y destacan en las misas de precepto. Hasta aquí el sacerdote como Pastor.
CREDO, Se reza, en las Misas dominicales y de precepto, comunitariamente el Credo, llamado también la Profesión de Fe.
LITURGIA EUCARÍSTICA:
 Aquí ya no como Pastor sino Sacerdote, prepara los Dones, dice lo que son, pide que todo lo que va a ofrecer y lo pide con humildad, que la liturgia del Sacrificio se otorgue.  En el Altar se ha colocado el Corporal, El purificador, el Cáliz, la Patena, y el Misal, nada mas, aparte de un crucifijo (en su caso) y dos velas con candelabros.
OFERTORIO. Se ponen sobre el altar los dones, el sacerdote presenta el pan, después el vino y humildemente pide en voz alta, que el Scrificio sea agradable a Dios, contestamos y a continuación realiza el lavatorio, que simboliza purificación. Continua con la Oración Sobre las Ofrendas.
Esta primera oración tiene por objeto recomendar a Dios los dones presentes en el altar y pedirle los bendiga y acepte, como ofrecidos que son por la Iglesia Católica, por el Papa reinante, por el Obispo diocesano y por todos los ortodoxos y fieles católicos. Esta es la primera aplicación del fruto general de la Misa. Adviértase, de paso, que la Iglesia y el Papa son los primeros mencionados, y que la devoción a ellos debe ser de las primeras del cristiano.
PREFACIO, es el inicio de la Oración Eucarística, el sacerdote invita  -levantemos el corazón-  y contestamos  -lo tenemos levantado hacia el Señor-  termina con el Santo, Santo, Santo.
PLEGARIA EUCARISTICA, el sacerdote con las manos extendidas nos invita a pedirle a Dios Padre, que por mediación de su Hijo Jesucristo acepte los dones que se ofrecen por: la Iglesia, por el Papa, por el Obispo, los fieles  y alguna petición extraordinaria, por la unidad, la paz, etc.
Dar y recibir, el Sacerdote ofrece y recibe de los fieles ( mio y vuestro ) sus peticiones. No estamos como simples testigos sino PARTICIPANTES.
Pide nuestra oración (orad hermanos....,)    contestamos (que el Señor reciba de tus manos......). Es cuando nos invita y recuerda a pedir por los vivos, (memento de vivos).
El sacerdote ora a Dios Padre, pidiendo que convierta las especies (pan y vino) en su cuerpo y su sangre  pronuncia las palabras del ritual que son las que pronunció Nuestro Señor Jesucristo el la Ultima Cena con sus apóstoles, para que realice el MILAGRO EUCARISTICO que se llama la  TRANSUBSTANCIACIÓN  y nos muestra: elevándolo primero el cuerpo y después el cáliz con la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, ADORÁNDOLO ÉL Y PARA QUE NOSOTROS  LE ADOREMOS TAMBIÉN. A partir de este momento Jesucristo está en el altar, y recordamos  a nuestros difuntos, (memento de difuntos),  por cuya salvación rogamos a Dios.
(Me permito tomar de " Catholic Net",  el párrafo siguiente:
 ""El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella “como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos”. En el santísimo sacramento de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero.” “Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente”".
La elevación es para la devoción del pueblo significando la crucificción, Jesucristo elevado en la Cruz y se proclama la RESURECCIÓN siendo Él, El Hijo, víctima y oferente, a Dios Padre, con Él y en Él.
NOTA, en cada fraccion del pan, la especie consagrada, Cuerpo del Señor, o en cada gota por pequeña que sea, del vino consagrado, la Sangre de Cristo, se encuentra Él, EN SU TOTALIDAD CON SU DIVINIDAD Y HUMANIDAD, de alli el respetusísimo manajo de las especies consagradas hasta su guarda en el sagrario.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO, como lo rezamos usualmente pero sin decir amén a su término, pues continúa con oraciones, que recita solo el sacerdote con las manos extendidas. Al terminar la oración el sacerdote todos decimos Amén.
RITO DE LA PAZ, debemos de desearla a toda la humanidad, ahora y en el futuro, lo que al darla, a los que tenemos cercanos a nuestro alrededor, demostramos.
FRACCIÓN DEL PAN, el sacerdote sobre la patena parte el PAN CONSAGRADO y deja caer en el Cáliz una fracción, orando en secreto así:
El significado de la fracción del Pan Consagrado es el desgarramiento que las carnes nobilísimas de Nuestro Señor Jesucristo sufrieron en su pasión dolorosa.
Otras oraciones que dice el celabrante:
---El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo,
unidos en este Cáliz, sean para nosotros
alimento de vida eterna-----
Se canta o reza, a continuación el CORDERO DE DIOS QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO..... el sacerdote hace genuflexión y tomando el Cuerpo de Cristo lo muestra para su adoración al pueblo mientras pronuncia la fórmula: -------Este es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo---------..........a lo que contestamos con la mención evangélica del centurión: ----Señor yo no soy digno de que entres en mi casa......-----.
Comulga el sacerdote, y se da la Comunión a los fieles, es conveniente y muy necasario considerar muy seriamente que solo podemos los fieles participar de la Comunión si estamos en GRACIA DE DIOS, ante la duda, no se debe comulgar,  sino asistir al Sacramento de la Confesión.
Oramos en silencio los fieles, puede haber cánticos de alabanza, y el sacerdote hará la oración de después de la Comunión, esta oración debe de agradecer la GRACIA SANTIFICANTE propia del Sacramento, y pedir las virtudes necesarias para hacerla habitual en nosotros.
RITO DE DESPEDIDA:
El sacerdote extiende las manos hacia el pueblo y dice: ---El Señor esté con vosotros----- a lo que contestamos ----Y con tu espíritu------- y nos da la:
LA BENDICIÓN de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros, a lo que contestamos AMÉN. Y nos despide con alguna fórmula como-----Glorificad a Dios con vuestra vida. Podeis ir en paz.
Como signo de respeto al sacerdote, es conveniente no moverse del lugar en que estamos hasta que el sacerdote haya bajado del prebisterio, a menos que realice otra actividad sin bajar. Siendo también aconsejable permanecer unos minutos dando gracias a Dios por habernos permitido participar de la Sagrada Celebración Eucarística.

Jorge Casas y Sánchez.

Para la preparación y para dar gracias se reproducen las dos oraciones de Santo Tomás de Aquino:
PARA ANTES DE LA CELEBRACIÓN.
Aquí me llego, todopoderoso y eterno Dios,
al sacramento de vuestro unigénito Hijo
mi Señor Jesucristo,
como enfermo al médico de la vida,
como manchado a la fuente de misericordias,
como ciego a la luz de la claridad eterna,
como pobre y desvalido al Señor
de los cielos y tierra.
Ruego, pues, a vuestra infinita bondad y misericordia,
tengáis por bien sanar mi enfermedad,
limpiar mi suciedad, alumbrar mi ceguedad,
enriquecer mi pobreza y vestir mi desnudez,
para que así pueda yo recibir el Pan de los Ángeles,
al Rey de los Reyes, al señor de los Señores,
con tanta reverencia y humildad,
con tanta contrición y devoción,
con tal fe y pureza,
y con tal propósito e intención,
cual conviene a la salud de mi alma.
Dadme Señor, que reciba yo,
no solo el sacramento
del Santísimo Cuerpo y Sangre,
sino también la virtud y gracia del sacramento.
! Oh benignísimo Dios!
concédeme que albergue yo en mi corazón
de tal modo el Cuerpo de vuestro unigénito Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
Cuerpo adorable que tomó de la Virgen María
que merezca incorporarme a su Cuerpo místico,
y contarme como a uno de sus miembros,
!Oh piadosísimo Padre!,
otorgadme que a este unigénito Hijo vuestro,
al cual deseo ahora recibir encubierto
y debajo del velo de esta vida,
merezca yo verle para siempre,
descubierto y sin velo, en la otra.
El cual con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo,
Dios, por los siglos de los siglos . Amén.



PARA DAR GRACIAS
Gracias te doy,
Señor Santo, Padre todopoderoso.
Dios eterno, porque a mi. pecador,
indigno siervo tuyo,
sin merito alguno de mi parte,
sino por pura concesión de tu misericordia,
te has dignado alimentarme
con el precioso Cuerpo y Sangre
de tu Unigénito Hijo
mi Señor Jesucristo.
Suplícote, que esta Sagrada Comunión
no me sea ocasión de castigo,
sino intercesión saludable para el perdón;
sea armadura de mi fe,
escudo de mi voluntad,
muerte de todos mis vicios,
exterminio de todos mis carnales apetitos.
y aumento de caridad, paciencia y verdadera humildad,
y de todas las virtudes;
sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu,
firme defensa contra todos mis enemigos
visibles e invisibles,
perpetua unión contigo,
único y verdadero Dios,
y sello de mi muerte dichosa.
Ruégote que tengas por bien
llevar a este pecador a aquel convite inefable,
donde Tu, con tu Hijo y el Espíritu Santo,
eres para tus santos luz verdadera,
satisfacción cumplida,
gozo perdurable,
dicha consumada y felicidad perfecta,

por el mismo Cristo, Nuestro Señor. Amén.