lunes, 18 de marzo de 2019

NUEVE CLAVES PARA ENTENDER MEJOR A LA IGLESIA


LA IGLESIA, NUEVE CLAVES PARA ENTENDERLA MEJOR.
1.       ¿QUE ES LA IGLESIA?  En el lenguaje cristiano significa: asamblea litúrgica, comunidad local de creyentes, comunidad universal de los mismos, por vivir de la Palabra y Cuerpo de Jesucristo viene a ser Cuerpo de Cristo. Cuando en el Sinaí el pueblo escogido recibió las tablas de La Ley, fue constituido por Dios como Pueblo Santo, dándose a si misma el nombre de Iglesia, ( convocación  en el texto griego). También en nuestro lenguaje significa el templo católico.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA: Lo mas importante en la Iglesia no es ver como respondemos los hombres, sino ver lo que hace Dios. La Iglesia es eso: Cristo presente entre nosotros. Es Dios que viene a salvarnos, nos llama con su Revelación, nos proporciona su Gracia, nos ayuda en todos los detalles de nuestras vidas.

2.       PORQUE NACIÓ LA IGLESIA. Una vez creados, Dios nos llama a participar de la vida divina y lo hace a través de su Hijo Jesucristo. Nos convoca en la Santa Iglesia a los creyentes, la que se va formando a lo largo de la historia humana, y ha sido prefigurada ya desde el origen del mundo y preparada maravillosamente en el pueblo de Israel con la Antigua Alianza, y poco después de la Ascensión de Jesucristo  se manifiesta en Pentecostés la gloriosa llegada del Espíritu del Señor, y permanecerá inspirándola, cuidándola hasta  la plenitud del final de los tiempos.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA:  Lo que San Agustín nos legó: ..amemos a su Iglesia, a Él como Padre y a ella como Madre, y a san Cipriano quien declaró: ..-no puede tener a Dios como Padre, quien no tiene a la Iglesia como Madre..-  La Iglesia no es un precario proyecto del hombre, sino un designio de Dios, la Redención y salvación del mundo son obra de la amorosa y filial fidelidad de Jesucristo y de nosotros con Él, fue la voluntad de Dios que nos lo envió. La Iglesia es de Dios y pretende un solo fin: la salvación de las almas. Acerquémonos al Señor, orémosle, pidamos perdón por nuestra miserias personales, y reparemos por los de los demás hombres, los actos de desagravio son parte importante de nuestra devoción, que muchos no saben lo que están haciendo. Esto es parte de nuestro amor a la Iglesia.
3.       ¿QUIEN FUNDÓ LA IGLESIA?  Al corresponder a Jesucristo realizar el plan de Salvación de su Padre, comienza su misión, y así su Iglesia, al anunciar la llegada del Reino de Dios, el anuncio de la Buena Noticia, este reino prometido en las Escrituras desde hacía siglos, estaba presente ya en misterio, Jesucristo inaugura el Reino de Dios aquí en la tierra, lo manifiesta con palabras, obras y su propia presencia. Acoger su palabra es acoger su Reino, pero la Iglesia  ha nacido principalmente por el don total de Cristo por nuestra salvación, lo anticipa en la institución de la Eucaristía, lo realiza en la Santa Cruz, y como signo de este comienzo y su crecimiento brotan del costado de Jesús crucificado agua y sangre.

SAN JOSEMARIA NOS RECUERDA:  
Que Jesucristo ha dado a su Iglesia la seguridad de su doctrina, la corriente de Gracia de sus sacramentos, y ha dispuesto de personas para que  orienten y recuerden  el camino.

4.-COMO CONTINÚA LA MISIÓN DE JESUCRISTO A LO LARGO DE LA HISTORIA. Desde que inicia sus fundamentos le da Cristo a la Iglesia una estructura que permanecerá hasta el fin de los tiempos. La empezó con su primer Magisterio, los doce apóstoles con Pedro a la cabeza. Son representantes de las doce tribus de Israel y cimientos de la nueva Jerusalén.
Estos apóstoles nos muestran la misión de perpetuarse que Jesucristo les encomendó, y se preocuparon de dejar sucesores bien formados y que mantuvieran la estructura a través de la que se busca la salvación de los hombres, que se va edificando y sosteniendo con Cristo y el Espíritu Santo.

SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- que hay muchos cristianos aturdidos y desorientados que piensan que la Iglesia ha sido superada y que lo que el Magisterio nos ha enseñado por siglos debe ser sustituido por algo:  ¡nuevo!.  La Iglesia de Jesucristo  fundamentada en la Fe y en los Sacramentos, es hoy la misma y no puede ser otra. Las cuatro notas de la Iglesia: UNA, SANTA , CATÓLICA Y APOSTÓLICA, son permanentes, inviolables, únicas, esenciales, y derivan de lo que su fundador quiso, y todos los cristianos debemos de amar.

5.- QUIENES FORMAN PARTE DE LA IGLESIA.- San Pablo considera a los miembros de la Iglesia como conciudadanos  de los santos  y de la familia de Dios, edificados sobre los mensajes de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo. Los fieles incorporados por el bautismo son integrados en el pueblo de Dios, cada uno acorde a su propia condición y llamados a desempeñar la misión que Dios encomienda cumplir en el mundo. Como bautizados somos regenerados en Cristo y se nos otorga una igualdad en cuanto a dignidad y acción en virtud de la cual todos según su condición debemos cooperar a la edificación del Cuerpo de Cristo. (Lumen Gentium, 32)

SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- La llamada de Dios, el carácter bautismal, y la gracia de Dios hacen que cada cristiano pueda y deba encarnar la fe. Nos es necesario volver a dar toda la importancia al hecho de haber recibido el Santo Bautismo, es decir el haber sido injertados en el Cuerpo Místico de Jesucristo que es la Iglesia. Lo anterior nos debe de marcar profunda y dichosamente la conciencia. Consideremos el cariño a la Virgen Santa María que se expresa de mil formas, y nos hace sentir más dentro de la Iglesia.

6.- ¿HACE FALTA PERTENECER A LA IGLESIA PARA SALVARSE?.- Cristo es el Misterio de la Salvación es el que por medio de los Sacramentos, en especial la Eucaristía que es la presencia real, sustancial y verdadera de Nuestro Señor Jesucristo nos llena de la Gracia Santificante. Los siete Sacramentos son signos e instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la Gracia de Jesucristo que es cabeza  de la Iglesia que es su  Cuerpo. Nuestra Iglesia es por tanto la perfecta unión de los hombres con Dios, esa unión es su principal fin. Une a toda raza, pueblo, lengua, nación y manifiesta el amor de Dios al hombre, es su signo visible. Instrumento de la Redención Universal, proyecto visible de Dios para salvación de la humanidad.

NOTA: A PARTIR DE AQUÍ, TODOS LOS ENCOMILLADOS ESTÁN TOMADOS DE LOS TEÓLOGOS PRINCIPALES QUE TRATAN ESTE DELICADO ASUNTO, EN ESPECIAL DE KHEL, Y SON ADICIONALES AL TEMA ORIGINAL. SE HIZO AL NO ENCONTRAR LA RESPUESTA COMPLETA.

“El tema que abordamos no es fácil y tampoco podemos decir que hoy se ha llegado a una solución definitiva en todos sus puntos más complejos. Nuestro intento se ha de limitar a entregar algunas afirmaciones que nos parecen centrales para afrontar, de una manera adecuada, este argumento, y además, indicar algunas cuestiones abiertas con sus posibles caminos de solución.
Los problemas fundamentales que se nos plantean se pueden resumir en tres: 1. La relación entre lo concreto del Salvador (y de su Iglesia) y la universalidad de su salvación; 2. La afirmación de Cristo como el único mediador y el sentido de su presencia y actuación en y a través de la Iglesia; 3. La posibilidad y la forma de otras mediaciones de la salvación, en particular, el papel mediador de las otras religiones. Nuestro trabajo se centrará fundamentalmente en el segundo aspecto, que es el que atañe directamente al papel mediador de la Iglesia. Sin embargo, algo tendremos que mencionar de los otros dos problemas, en cuanto dicen relación con nuestro asunto: la mediación de la Iglesia en la salvación1.
Parece oportuno comenzar el desarrollo estudiando la afirmación del Concilio Vaticano II acerca de la necesidad de la Iglesia peregrina para la salvación (LG 14), para comprender su real significado y su adecuación con la famosa sentencia dogmática extra ecclesiam nulla salus 2. Luego podremos adentrarnos en algunos de los presupuestos teológicos y antropológicos que fundamentan y explican la relación de Cristo con la Iglesia. Finalmente, habrá que reflexionar sobre el significado de la Iglesia como sacramento universal de salvación (LG 48,2). De ese modo esperamos haber podido profundizar en lo fundamental del tema de la mediación eclesial en la salvación”.

“En todo caso es totalmente lícito que cada religión parta su propia reflexión acerca de la revelación y salvación que propone, con la convicción de la verdad y absolutez de su propia opción. Luego en la vida tendrá que probar que su pretensión es correcta, al mostrarse realmente válida y "salvadora" para cada hombre y mujer con que se encuentre”.
“6) JUSTINO, Diálogo con Trifón, 45: "         [ Links ]Dime, pues, me dijo (Trifón): Los que hayan vivido conforme a la ley de Moisés, ¿vivirán en la resurrección de los muertos como Jacob, Enoc y Noé, o no? Y yo -le contesté-- Así, pues, los que cumplieron lo que universal, natural y eternamente es bueno, fueron agradables a Dios, y se salvarán por medio de Cristo en la resurrección, del mismo modo que los justos que les precedieron, Noé, Enoc y Jacob y cuantos otros hubo, juntamente con los que reconocen a este Cristo por Hijo de Dios"
 "Por lo tanto, la sola Iglesia católica es la que mantiene el verdadero culto. Allí está la fuente de la verdad, la casa de la fe, el templo de Dios, en el que si alguno no entra, o del cual si alguno sale, queda ajeno a la esperanza de la vida y de la salvación- En efecto, se trata de la vida y de la salvación, de lo cual si no se vigila con cautela y diligencia, estará perdido y muerto"
Afirma el texto completo: "Todos en conjunto somos los miembros y el cuerpo de Cristo; no solo los que estamos en este recinto, sino también los que se hallan en la tierra entera; ni solo los que viven ahora, sino también, ¿qué he de decir? Desde el justo Abel hasta el fin del mundo, mientras haya hombres que engendren y sean engendrados, cualquier justo que pase por esta vida, todo el que vive ahora, es decir, no en este lugar, sino en esta vida, todo el que venga después; todos ellos forman el único cuerpo de Cristo y cada uno en particular son miembros de Cristo"
“Cristo salvador no solo dispuso en un precepto que todas las gentes entraran en la Iglesia, sino que igualmente estableció que la Iglesia fuera el medio de salvación sin el cual nadie puede entrar en el reino de la gloria celeste. En su infinita misericordia Dios quiso que, de aquellos medios para la salvación que solo por divina institución, y no por intrínseca necesidad, están ordenados al fin último, en ciertas circunstancias, los efectos necesarios para la salvación, puedan ser obtenidos, incluso cuando sean aplicados solo con el voto o el deseo. Lo vemos enunciado con claras palabras en el sacrosanto Concilio de Trento, sea respecto al sacramento de la regeneración, sea respecto al sacramento de la penitencia. A su manera, lo mismo debe decirse referente a la Iglesia, puesto que esta es medio general de salvación. Ya que no se pide siempre, para que uno obtenga la salvación, que esté realmente incorporado como miembro en la Iglesia, sino que por lo menos se requiere que se adhiera a ella con el voto o el deseo. Este voto, además, no es necesario que sea siempre explícito, como sucede para los catecúmenos, sino que cuando el hombre sufre ignorancia invencible, Dios acepta igualmente un voto implícito, llamado con este nombre, porque está contenido en aquella buena disposición del alma, con la cual el hombre quiere que su voluntad esté conforme con la voluntad de Dios"
 Con la expresión "institucionalización del Espíritu" no se quiere decir "manejo arbitrario del Espíritu" por parte de la Iglesia y de los hombres sino que por el contrario, se trata -siguiendo a Von Balthasar- de aquella capacidad de la Iglesia de donar el Espíritu, porque lo posee como don de "lo alto". La institución es una forma de mostrarse del Espíritu y amor de Dios que se dona al mundo a través del Espíritu de Cristo. En efecto, el Espíritu es enviado del Padre, a través del Hijo, al mundo que está representado por la Iglesia. El Hijo, por medio de su obra redentora, introduce a los hombres -la Iglesia y a través suyo al mundo- en sí mismo. Pero además el Resucitado, como Cabeza de la Iglesia, dona el Espíritu a su Cuerpo -la Iglesia- el cual queda constituido también y en forma derivada, como fuente del Espíritu (Cf. Jn 7, 38; 19,34; 4,14). El Espíritu entonces en la Iglesia será la subjetividad (amor interpersonal divino) objetivada como institución para servicio del mundo. Cf. H. U. VON BALTHASAR, Pneuma und Institution, Skizzen zur Theologie IV (Einsiedeln 1974), 229-235.
Esta universalidad de la salvación es lo que se quiere expresar cuando se habla del reino de Dios inaugurado por Cristo. Entendemos por reino o reinado de Dios, ese acontecimiento realizado definitivamente en Cristo y prometido aún por él en virtud del cual la voluntad de justicia y paz de Dios -partiendo de Israel o del renovado pueblo de Dios, la Iglesia- crea en nuestra historia un espacio en sentido salvador y liberador. El reino de Dios se encuentra entonces en la persona de Jesús. Y desde su persona se fundamenta toda "actualización del reino de Dios en la vida y el quehacer de todos aquellos que le siguen con la fuerza del Espíritu. Estos son todos los hombres y mujeres "que enfocan su situación personal, sus opciones morales y su mundo social desde la voluntad de justicia y paz de Dios, es decir, todos los hombres y mujeres de buena voluntad, en cuyo corazón actúa la gracia de modo invisible... y a los que el Espíritu Santo ofrece la posibilidad de que, de un modo conocido solo por Dios, se asocien a este misterio pascual", que es la realización del reino de Dios. Entonces esta actualización intrahistórica del reino de Dios se puede producir tanto en una modalidad cristiana explícita, como también en una modalidad implícita. Todos han sido salvados por Cristo, a pesar que muchos todavía no lo sepan. Es la salvación objetiva de la humanidad a la cual todos pueden acceder por caminos conocidos solo por Dios”. (Tomado del teólogo KEHL, de su obra Escatología).
Pero cabe la pregunta, ¿si fuera de la Iglesia hay salvación, que caso tiene esta y su doctrina? A lo que debemos de responder: porque al estar dentro de la única Iglesia de Jesucristo y cumplir con la voluntad de Dios que nos ha sido revelada y se conserva, enseña y practica, precisamente dentro de la santidad de la misma, la seguridad de la salvación es mucho mayor que en cualquier otro caso, dada la formación que recibimos. y además con el Sacramento del Bautismo que nos regenera, y la recepción de los otros Sacramentos, estamos en Cristo, Él actúa personalmente en nosotros.
“ En ese contexto es entonces en donde se entiende auténticamente la realidad y la necesidad de la Iglesia y de su misión en todo el mundo: ella está constituida como presencia permanente de Cristo, para mediar en la entrega de todos los hombres a Dios a través de Cristo. Justamente, la Iglesia es el acontecimiento de la actualización de Jesucristo y de su salvación definitiva para los hombres". Esto significa que la salvación ofrecida por Dios en Jesucristo y en el Espíritu Santo se nos da como tal en el signo finito y pecador de la Iglesia. Todo lo que Dios realizó en Jesucristo para nosotros, se hace presente y actual hoy por la fuerza del Espíritu Santo en los actos centrales de la vida de la Iglesia
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- el que salva es Jesucristo, en la Iglesia hay diversidad de ministerios pero uno solo es el fin: la santificación de los hombres. Y Él espera que todos los miembros de su Iglesia se empeñen en conseguir la santidad y asociarse a la misión de Jesucristo (y de su Iglesia), para esta tarea Él nos dejó instituidos los Sacramentos.

7.-¿CUÁL ES LA IDENTIDAD DE LOS CRISTANOS DEL PUEBLO DE DIOS?.  El pueblo de Dios tiene unas características que lo distinguen de los demás: el pueblo de Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo, pero Él ha adquirido para sí, un pueblo, que no era pueblo, una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, y se llega a pertenecer a esta nación, no por el lugar de nacimiento, raza, etnia, religión, cultura política o histórica. Se llega a ser miembro de este pueblo  por el “nacimiento de arriba”, del agua y del Espíritu, es decir por el Bautismo y la Fe en Cristo.
Este pueblo tiene por Cabeza a Jesucristo, ungido Mesías por el Espíritu Santo. Es el pueblo mesiánico, constituido por los hijos de Dios en los que inhabita el Espíritu Santo, como en un templo. Su misión es ser la sal de la tierra, la luz del mundo, y su ley NUEVA es el Mandamiento Nuevo, AMAR COMO EL MISMO CRISTO MISMO NOS AMÓ.

SAN JOSAMARÍA NOS RECUERDA.  Al traernos a la Iglesia, por medio del Bautismo, se nos ha puesto un sello indeleble en el alma, que nos marca , que nos identifica como: hijos de Dios.
Dios está dentro del alma de todos los hombres en gracia de Dios, ¿y para que? Para que adquiramos mucha luz, para que sepamos repartir los dones de Dios, cada uno desde su lugar, humildemente, con piedad, bien unidos a la nuestra madre la Iglesia. Nos recuerda la vid y los sarmientos, cuya fecundidad produce los racimos generosos, y ¡que esterilidad la del sarmiento separado de la vid! - Que se seca y pierde la vida –.  te hablo muy seriamente: que por ti no se lesione esta unidad santa. ¡llévalo a tu oración!.

8.- ¿ CUAL ES LA MISIÓN DE LA IGLESIA ? la Iglesia es, por su misma naturaleza, misionera, Cristo la envió a todas las naciones, para hacer en ella discípulos suyos. El Espíritu Santo la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y carismáticos. Enriquecida con los dones de su fundador guarda sus mandamientos.
La Iglesia solo llegará a su perfección en la gloria del cielo, cuando Cristo vuelva glorioso. Hasta ese día avanza en su peregrinación y  solventa sus persecuciones, con los consuelos de Dios.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- la extensión de la Iglesia, con el Papa en la cumbre, esparce la semilla del Evangelio por todo el mundo, como un solo rebaño, con un solo pastor. El cristiano no debe de detenerse, ha de pensar en la salvación de todas las almas. Universalidad de la caridad, significa por ello universalidad del apostolado. Dios quiere que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad, y se salven.

9.¿QUE CARACTERÍSTICAS TIENE LA IGLESIA?  La Iglesia es una, tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo Bautismo solo forma un Cuerpo, es vivificada por un solo Espíritu.  Es Santa, Dios es su autor, Cristo es su esposo, se entregó a ella para santificarla, aunque su miembros seamos pecadores, Ella es Santa, en ella brilla la santidad de María, así como de sus santos,  es católica, universal, abierta a todos los hombres, anuncia la totalidad de la fe, administra la totalidad de los medios de salvación,  es por naturaleza misionera. Se fundamenta en los apóstoles, es apostólica, es indestructible, se mantiene infaliblemente en la verdad, auxiliada, cuidada, inspirada por el Espíritu de Dios. Cristo la maneja por medio de Pedro y los demás apóstoles, presentes en sus sucesores: el Papa y el Magisterio.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- Es hora de preguntarnos, ¿comparto con Jesucristo su afán de almas?  ¿pido por esta Iglesia de la que formo parte?  Y en la que debo de realizar una misión específica. Estar en la Iglesia ya es mucho, pero no basta, debemos “ser” Iglesia, debemos vivir muy unidos a Cristo, que es nuestra vid. Así defenderemos la unidad de la Iglesia, veamos algunas acciones a llevar a cabo: Aumentando nuestra fidelidad al Magisterio, amando al Romano Pontífice,  venerándola y sintiéndonos parte de ella, hermanarnos en la fe,  que nos descubre la fraternidad que nos une a la humanidad entera.
Compiló Jorge Casas y Sánchez.

viernes, 1 de marzo de 2019

LA LEY MORAL Y LA LIBERTAD.


LA LEY MORAL Y LA LIBERTAD.
LA LEY ETERNA, principiemos por definir las leyes relacionadas a nuestro tema de hoy, la Ley Eterna es el plan de la divina sabiduría, para conducir toda la creación a su fin, en concreto, a la criatura racional es la única de todas en este planeta que es capaz de intuirle y que está invitada a  conocerle, amarle y gozarle eternamente, después de haberle servido en esta vida. Para ello Dios proporciona a cada una de sus criaturas racionales diferentes capacidades (carismas) para servirle para cooperar en el gobierno cósmico, y le proporciona una conciencia, que nos permite auto-dirigirnos, y cuya característica es el compartir el sentido del bien y del mal. El saber si estamos obrando bien o no en lo que se refiere a los mandatos de nuestra propia conciencia. Por tanto esta Ley Eterna es fundamento de cualquier legislación positiva humana, es causa primera, no debe de ser causa segunda, pues nos llevaría al caos. ( si no hubiera Dios, todo estaría permitido).
LA LEY NATURAL, es la participación en la Ley Eterna de la criatura racional; las criaturas irracionales  participan de la Ley Eterna en forma fatal, de manera ciega y necesaria a sus actos, el caso del hombre es distinto dada su inteligencia y libertad, (libre albedrío), la persona humana está capacitada con su inteligencia a reconocer este orden de la ley divina, y se inclina por su voluntad a seguir ese orden. Aunque no siempre seguimos esta directiva.
El grado de conocimiento de esa Ley Natural depende de las disposiciones de la persona,  ya que, por estar lastimados por el pecado original, estamos debilitados para controlar nuestras pasiones personales, y podemos errar en el conocimiento de esta Ley Natural, y por tanto incumplirla culposamente. Los católicos nos sometemos al Magisterio de la Iglesia para la debida interpretación de esta ley, la cual no solo es para los cristianos, sino que abarca a toda la familia humana.
Hoy es responsabilidad del catolicismo la defensa y enseñanza de esta Ley Natural, la defendemos por nuestra fe, y nos guiamos por la autoridad del Magisterio, que nos la da a conocer sin error alguno, (ya que el Espíritu Santo le auxilia),  nos es necesaria la gracia para poder cumplir esta ley debidamente, de allí la necesidad de la oración pidiéndola.
LEY MORAL NATURAL, viene a expresar su amor a Dios, nos enseña lo que debemos hacer para alcanzar nuestro fin final.
LEY MORAL Y LIBERTAD, no existe la libertad absoluta. Nuestra libertad se perfecciona en tanto la ordenamos a Dios, por lo que el cumplimiento de la Ley Moral, no restringe nuestra libertad sino que le facilita su recto ejercicio. No se puede concebir la libertad como: el hacer lo que a cada uno le de su regalada gana. No, eso  es libertinaje, mas no ejercicio recto de la libertad. La libertad es compromiso, si, tomado libremente, si yo me comprometo a respetar las reglas del tráfico, ello no me quita libertad, porque yo libremente lo he aceptado, es una decisión que si bien me obliga, soy yo el que por convencimiento, de que es algo bueno, lo he aceptado.
La verdad y las virtudes, son liberadoras, aumentan nuestra libertad cuando las practicamos, la verdad nos indica la realidad, y las virtudes el bien, esto nos lleva a saber que es lo bueno que debemos practicar y las virtudes el quererlo y procurarlo. Así procuramos realizar el bien conocido, por el contrario, el mal aún siendo acto libre, y que en ocasiones nuestra debilidad nos lleva a cometerlo, no libera sino esclaviza, ¿que mejor ejemplo está en el pecado, que nos encadena?.
LA LEY MORAL NATURAL, viene ser la aplicación de la ley natural al hombre que al ser libre puede expresar su amor a Dios, nos enseña lo que debemos hacer para alcanzar nuestro fin final. El papel, apostólico. Santificador de nuestra Iglesia, nuestra maestra en Doctrina Cristiana, nos lleva, nos ayuda a cumplir con los preceptos de la voluntad de Dios, es la aplicación de la Ley Eterna al hombre que siendo criatura libre, la acepta para su salvación o la rechaza para su condenación.
LA LEY MORAL ES INMUTABLE, UNIVERSAL Y VERDADERA, objetivamente todas las personas humanas sin excepción estamos sujetos  a respetar las obligaciones fundamentales de la humanidad, las que se sustentan en la esencia y naturaleza del hombre, esté donde esté. Son esos principios universales inscritos e indelebles de nuestra naturaleza humana, y que constituyen el cimiento de nuestros derechos y obligaciones universales, que por su propia naturaleza son inviolables, en tanto derechos. Es por estas características que su validez es para todos los tiempos, pasados y futuros, por estar indeleblemente inscritos en la conciencia humana. Es así como se ha desarrollado la humanidad.
LEY MORAL NATURAL Y LEY DIVINO POSITIVA                                    La Ley Divino-Positiva  es revelada, es mudable porque Dios la adapta a los tiempos, tradicionalmente se divide en tres épocas:
1)    La primitiva, va desde nuestros primeros padres, hasta los tiempos del pueblo escogido, cuando su estancia en Egipto.
2)    Va desde Moisés hasta que termina el Antiguo Testamento.
3)    Es la que corresponde al cristianismo, está contenida en el Nuevo Testamento.
Dios la ha impuesto libremente y nos la ha manifestado en la Revelación, en las dos primeras se dan los sacrificios, y en la tercera los Sacramentos. Esta Ley Divino-Positiva obligó solo a aquellos hombres a quien Dios la reveló.
Por lo tanto tenemos que las diferencias entre la Ley Divino-Positiva y la Ley Moral Natural son:
La natural es inmutable, pues está fundamentada en la naturaleza que Dios nos da en tanto así somos creados.
La Divino-Positiva es mudable, pues Dios la ha adaptado a los tiempos.
La natural es conocida por la razón, la positiva por revelación.
La natural obliga a todos los hombres, la positiva solo a aquellos a quienes Dios la revela.
Nuestra salvación consiste en sabiduría, debemos conocer nuestra doctrina, y vivirla, santificarnos.
Los Diez Mandamientos son parte de la ley positiva y contienen los preceptos de la ley natural, por lo que su expresión es perteneciente a la Ley Moral Natural, y que además la Iglesia sanciona con su autoridad, algunos casos son explícitos y otros implícitos hay por tanto obligación de su cumplimiento por todos los hombres, no solo los cristianos. Estos son:
.-obligación de buscar la verdadera fe.
.-respetar los derechos de la Iglesia.
.-Indisolubilidad del matrimonio.
.-prohibición de quitar la vida a alguien, por tanto prohibición de Eutanasia y aborto.
.-derecho y obligación de los padres de educar a sus hijos.
.-defraudar el salario a los trabajadores.  
.-y varios puntos mas, no matar, no mentir, no desear los bienes ajenos, etc.
LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA. La Iglesia recibió poder para mandarnos, proviene del propio Jesucristo, su divino fundador, quien la constituyó para guiarnos por amor, para conducirnos a la salvación eterna. Sus mandamientos obligan en conciencia y bajo pecado mortal si la materia es grave. Al imponerlos la Iglesia  busca el asegurar mejor las máximas evangélicas y el cumplimiento de los Diez Mandamientos. Se trata por lo tanto de las mas importantes obligaciones de todo buen cristiano. (1.-oir Misa entera los Domingos y fiestas de guardar. 2.-confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte, y si se ha de comulgar. 3.-comulgar al menos por Pascua de Resurrección. 4.-   ayunar y abstenerse de comer carne, cuando lo manda la Santa Madre Iglesia. 5.- ayudar a la Iglesia en sus necesidades).

LAS LEYES CIVILES. Dios ha querido que los hombres vivan en sociedad, por naturaleza el hombre es gregario, y esta clase de vida necesuta ser regulada, buscando el bien común, con el objeto de que unos se ayuden a los otros a cumplir sus finalidades personales y a desarrollarse en tanto seres humanos. Estas leyes son siempre positivas, y no nos guían intrínsecamente a la salvación, pero si externamente nos ayudan a ello, nos recuerdan los mandatos divinos y acordes a las circunstancias en su cumplimiento, encontraremos ventajas o castigos. Las leyes humanas son justas y legítimas solo en la medida en que derivan de la Ley Eterna, y en la medida que son justas obligan en conciencia. Toda potestad legítima proviene de alguna manera, por tanto, de Dios, consecuentemente resistir a la ley justa y legítima es resistir a Dios. Las leyes civiles que van en contra de los derechos de Dios y de la Iglesia, no obligan, al igual que las leyes injustas o ilegítimas.
MORALIDAD DE LOS ACTOS HUMANOS, lo moral  es el acto humano que en su relación con el bien obrar, opera. Así lo que coincide con el bien obrar es “bueno” y lo que no es “malo”. La norma del bien tiene dos aspectos, uno exterior a nosotros, que consiste en la ley o su reglamentación, y la otra interior que es nuestra conciencia. La razón de esto es dado que nuestra conciencia podría no estar de acuerdo con una Ley Divina, por propio error, consciente o inconsciente, es por ello que se mencionan los dos aspectos: ley y conciencia. Así la BONDAD es el acuerdo con la ley y la conciencia. Y la MALICIA MORAL es la falta de acuerdo, con la ley, malicia material, o con la conciencia malicia formal.
ELEMENTOS DEL ACTO MORAL, aquí lo que debemos de examinar son tres características de los actos morales:
 EL OBJETO, es lo que caracteriza al acto en si, Ej. dar limosna que es ayuda al prójimo necesitado. O robar algo que es quitar lo ajeno.
LAS CIRCUNSTANCIAS, son aspectos exteriores que califican al acto y son siete, a saber: persona, cosa, modo, fin, medios, tiempo, y lugar.
LA FINALIDAD, que viene a ser la motivación del actuante.          
Para que una acción sea buena debe serlo en estos tres aspectos: objeto, circunstancias y finalidad, si un solo aspecto de estos es malo, la acción toda es mala. Para que sea buena debe cumplir con la bondad en los tres.
Hay acciones que tienen un doble efecto, uno bueno y otro malo, para que sean lícitas estas acciones, se debe procurar:                                          
a.- que la acción sea buena o al menos indiferente. Ej. Platicar.
b.-que el efecto buscado sea el bueno.  Ej. Hacer apostolado
c.-que el efecto que se derive de la acción sea el bueno. Ej. Curar al enfermo.
d.-que haya motivo proporcionado para permitir el malo. Ej. Amputar pierna gangrenada.

PERFECCIONAMIENTO, IMPUTABILIDAD, Y LIBERTAD, HUMANAS. La libertad es un don que Dios da al hombre al crearlo a su imagen y semejanza, junto con la capacidad de razonar y de tener voluntad. El hombre se perfecciona en uso de la libertad en cuanto la usa para su ordenación a Dios, por lo que ello no la restringe, por el contrario, facilita su ejercicio, por ello la verdad y las virtudes facilitan el querer el bien, y los vicios dificultan el adherirse al bien. Cuanto mayor es la formación doctrinal o profesional que la persona adquiere mas se justifica su conocimiento en materia moral, al conocer mejor las implicaciones propias de su vida, sea la piadosa o la profesional, la familiar o la social. Siempre considerando como deber primordial el orientar nuestras acciones hacia la persona de Dios. De aquí se desprende la obligación de la formación personal en cuestión moral acorde a los principios de la doctrina católica.
Debemos de procurar, ya que es derecho y deber el conocer la ley moral, y tener los medios adecuados para evitar su ignorancia en esta materia tan importante.
Jorge Casas y Sánchez.