martes, 2 de diciembre de 2014


BREVE CURSO DE FILOSOFÍA CRISTIANA. –XXV-

ALGUNOS ASPECTOS DE LA LIBERTAD.

 

Nuestra libertad es un acto, una prueba,  otra característica,  de la  espiritualidad de la persona humana y se relaciona con nuestra voluntad, siendo en unos aspectos exterior y sujeta a condicionamientos, y en otros interior e inalienable. Si tomamos para entender el aspecto exterior de nuestra libertad el ejemplo del hombre encarcelado, lo vemos privado de su libertad física, material, pues no puede desplazarse fuera de ciertas partes del penal en el que se encuentra recluido.  Pero en cuanto a su libertad interior, para entenderla mejor recurramos a la definición que de esta nos da Santo Tomás de Aquino, él  la define así: “la propiedad de la voluntad humana por la cual el hombre se determina a sí mismo en sus actos hacia su fin”

Es necesario que entendamos que la libertad es algo muy limitado, la libertad absoluta es solo propiedad divina, el ser humano siempre está limitado en lo que a obtener  lo que desea, se refiere,  si bien su voluntad quiere algo es porque su inteligencia se lo ha “presentado” a la voluntad y esta decide si lo quiere o no lo quiere,  en esto consiste el que el hombre, en uso de su libertad se ordene a si mismo, contrariamente a las otras criaturas que tienen un orden hacia su fin, en cuanto criaturas puramente materiales y carentes de espiritualidad. Estas criaturas no son por tanto capaces de progreso real en el sentido de escoger otras alternativas, en cambio el hombre al determinarse a sí mismo escoge las alternativas que preveé y así cambia para progresar o para deteriorarse, pero siempre determinándose a sí mismo, es un poder de elección propio de su espiritualidad. Esto echa abajo la teoría del determinismo, que es propia de las otras criaturas, a las otras se les puede considerar modelos de ciertas características que no cambian, que fatalmente deben de ser seguidas en su devenir, en cambio el hombre por no ser un modelo preciso, concreto se mueve en su entorno acorde con las posibilidades que le otorga su condición, y lo hace persiguiendo el bien que identifica aunque no identifique siempre bien, pues en uso de su libertad puede confundir el bien con algo que no lo es, sino que es un mal, que equivocadamente escoge para si como algo que le conviene. Lo que se da en el caso de los seres humanos , es que  en uso de su libertad la voluntad escoge lo que ha identificado como un bien en las  circunstancias en que se encuentre.

A la libre voluntad humana se le puede atraer, es el caso por ejemplo de la publicidad comercial o política, ambos casos son sobresalientes por los enormes recursos que se invierten en ambas actividades, mas no se le puede determinar, por mucho que se anuncie un cierto producto accesible, lo adquirirá la persona si así lo decide internamente en uso de su libertad, y lo mismo se puede decir del voto, se me podrá exigir externamente el votar en cierto sentido, mas internamente el hombre decide cual será su voto, a esta actitud se la conoce como la autodeterminación.

El hombre en su autodeterminación se puede ver mas inclinado así o asá, para lo cual hace uso de la información intelectual que a la voluntad , que es ciega,  le es presentada por el intelecto.

El hombre por tanto debe usar de su libertad, pero no abusar de ella, se indispone en contra de la sociedad en que vive quien comete actos ilícitos , y se indispone contra Dios el que comete aquellos que son pecaminosos, en ambos casos en abuso de su libertad. En esencia el ser humano debe de usar su libertad en persecución de los verdaderos bienes, que son aquellos que están encaminados al Bien Común del que somos partícipes en lo personal y por supuesto al Bien Supremo que es aquello de lo que tendremos que dar cuentas a nuestro Señor Jesucristo .En ello debe consistir el uso de la libertad ya que a la sociedad también el abuso de ella es prohibitivo,, tomemos el caso de quien toma para si lo ajeno, la vida o bienes en ambos casos uno gravísimo y el otro circunstancial, pero ambos  sujetos a castigo por las leyes humanas.

El ámbito en que vivimos y ejercemos nuestra voluntad tiene restricciones, si bien somos libres de cometer ilícitos morales o materiales, la tendencia generalizada es la de restringirnos y actuar acordes con los mandamientos de Dios y las obligaciones legales de la sociedad, ¿es esto restricción de la libertad?, la respuesta acertada es no, y la razón es que libremente aceptamos el vivir acordes con las reglas, ya sean las divinas o las humanas porque las consideramos tendientes a la consecución de bienes y estos siempre son arduos de conseguir, por tanto es libertad la que usamos al plegarnos a la búsqueda de la santidad, del amor y respeto al prójimo y lo es también por ejemplo el aceptar obedecer las leyes del tránsito vehicular, circulando no a nuestro antojo sino respetando a los demás al cumplir el reglamento. Dios creó al hombre para ser gregario y ello conlleva  el uso de la libertad responsable, este binomio de LIBERTAD Y RESPONSABIIDAD es inseparable, todo uso de nuestra libertad implica algo que debe ser respetado.

Como vemos el ámbito de la libertad implica que libremente debemos de rechazar el mal, no es restrictivo de la libertad el verse obligado a dejar de hacer cosas, que aparente nos convienen y perdemos la libertad por no poderlas realizar “libremente” porque alguien dice que está prohibido, mas bien debemos de entender que la libertad se puede pervertir, que  su creatividad se encuentra en el espacio del bien, y que si se transgrede este,  se trata de libertinaje que no de libertad. Por libertinaje debemos de entender el hacer lo que a uno le da la gana, no lo que libre y  responsablemente se debe ejercer, aquí conviene aclarar que la libertad no es algo que se entrega, sino que se lleva a cabo, se ejerce, como por ejemplo en el matrimonio que es el núcleo de la célula de la sociedad que es la familia , el cónyuge no le entrega al otro su libertad sino que en base al amor que les une se entrega a si mismo y dentro de esta entrega ejerce su libertad amando y siendo amado , ejercicio del amor que consiste en procurar la felicidad del ser amado, encontrando en ello la propia felicidad, el desarrollo sano de la familia y la mas exelente colaboración al Bien Común, pues la sociedad adquiere su calidad de las familias, si estas van bien , la sociedad va bien y viceversa.

En los tiempos actuales en que las problemáticas  moral  y económica nos afectan a todos los ciudadanos, debemos de reaccionar, buscar verdaderas soluciones,  nos es necesario dentro de la  sociedad encontrarlas,  que  las personas en general sepamos encontrar primero la verdadera paz y después la alegría de la  vida  personal, y ésta definitivamente  se da cuando van de la mano paz y libertad con el amor a Dios, la criatura humana que se realiza adquiriendo la virtud de la humildad, que establece en su talante la gran diferencia que existe entre el Creador y la criatura, se compromete libremente en su destino formándose como mejor cristiano, no para cambiar su vida sino para, en ejercicio de su libertad,  saberla vivir mejor, sin olvidar la consideración de que el hombre es falible, capaz de comprometerse y en ocasiones cumplir a rajatabla sus compromisos en grados heroicos en busca del fin final que es la visión beatífica en la vida que trasciende a la actual,  pero en ocasiones fallamos, y aquí lo que se da es la capacidad de levantarse, tomar nuevos bríos y recomenzar, y tantas veces como caigamos , en uso de nuestra libertad reanudaremos nuestro cometido

 

Lo anterior nos enseña que dado que el ámbito de la libertad está en el bien, y el mayor de los bienes está en el cumplir con la Voluntad de Dios, el mas libre es el que libremente cumple con la Voluntad Divina y además es el más feliz porque refiere todas sus elecciones al fin último que su fe le señala con diáfana claridad, a lo que trata de acceder libremente, voluntariamente hasta donde sus capacidades humanas  se lo permiten en todas las acciones de su existencia.  Se trata de la congruencia de acción con pensamiento, de poner el mayor orden posible a lo que hacemos, en el como lo hacemos,  y para que.  Es el domeñar a las inclinaciones volitivas no acordes con la conciencia bien formada, o sea inclinadas al mal, y sublimar las inclinaciones superiores que apuntan al fin final. Lo contrario consiste en la confusión del orden en cuanto al bien, cuando se quiere un bien desordenadamente lo que pretende es un mal, por la falta del orden debido, el bien así se rompe dándose su contrario,  aquí vemos que el hombre no tiende al mal sino en todo caso al bien desordenado  que no es un mal en tanto mal sino un bien roto por confundir su debido ordenamiento, así el vengativo quiere la muerte de su odiado porque hay desorden en creer que matarle es un bien cuando es de tal manera un desorden que producirá mas desórdenes y mas males, no se puede combatir al mal con más mal.  Por el contrario el bien del amor al prójimo, por ejemplo el del perdón,  puede conducir a un orden que  soluciona en vez de empeorar una situación.

De lo que nos debemos cuidar es del equívoco del  “yo uso mi libertad de católico para…” no, no podemos darnos a nosotros mismos criterios propios en materia de formación, sino que en uso de nuestra mas íntima libertad aceptamos la Doctrina de Cristo y tratamos de seguirla de la manera mejor que nos es posible. LA DISCIPLINA, EL ORDEN, LA AUTORIDAD QUE ACEPTAMOS LA AUTOIMPOSICIÓN DE DEBERES, no atentan contra la libertad, sino que es la libre aceptación del binomio  libertad – responsabilidad, de donde por ejemplo,  defender la disciplina es acto de la libertad.

El ejercicio de la libertad interior es a través de nuestra conciencia, y si esta está mas o menos bien  formada cristianamente, lo que se logra gracias a la fe,   esteremos gozando de una sana libertad interior nos podremos defender de las influencias perversas del hedonismo, del materialismo,  de todos los distractores que ofrece la vida tecnificada actual., y de las tendencias equivocadas del liberalismo a ultranza así como de las promesas del paraíso terrenal del socialismo desordenado.

El número 33 del Catecismo de la Iglesia Católica dice así: “El hombre : Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En estas aperturas, percibe signos de su alma espiritual. La semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia su alma, no puede tener origen mas que en Dios”

Jorge Casas y Sánchez..

martes, 18 de noviembre de 2014

LOS BIENES DEL SER HUMANO BREVE CURSO DE FILOSOFÍA D

BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA –XXIV-
LOS BIENES  DEL SER HUMANO.
Lo primero que corresponde es examinar la diferencia entre conocimiento y voluntad, ya hemos visto que el hombre va conociendo desde su primera infancia a través de los sentidos, y conforme va conociendo su apetencia por lo conocido se da, a esta apetencia se le puede considerar como pasión que viene a ser una tendencia sensitiva hacia algo, a ese algo se tiende, una vez hecho el juicio intelectual del conocimiento, por la libre voluntad, en otras palabras lo que se conoce por el intelecto se desea , se rechaza, o se es indiferente por la voluntad en uso de nuestra libertad , siendo lo intelectivo y lo volitivo, las cualidades del alma.  Se dice que la voluntad es ciega, apetece pero esa apetencia es la que debemos de someter a nuestro CRITERIO INTELECTUAL y dar a la voluntad opción de lo bueno y rechazo de lo malo. Es así como logramos vencer a las tentaciones del Demonio. O sea que podemos, está en nuestra naturaleza caída, desear cosas impropias del buen cristiano en diferentes campos como el sexual, el económico, el hedonista, el materialismo, y ayudados por nuestra fe y amor a Dios Trino, rechazamos lo impropio y así cumplimos con la voluntad divina, rechazar lo malo y desear lo bueno es lo apropiado del cristiano bien formado, dominando sus pasiones bajas y sublimando sus actos buenos. Son estas potencias del alma Intelecto y voluntad las que definen a la persona humana, pues no actúan solas, es la integridad del ser humano el que al poseerlas las usa para su bien o para su mal.
La apetencia puede ser de carácter sensitivo y se divide en bien  agradable al que se llama concupiscible, y en el bien difícil de obtener al que se llama irascible.
Los bienes concupiscibles, se captan por lo sensitivo y lo intelectivo, en el aspecto sensitivo tenemos los que los sentidos nos señalan como  ”BIENES”, tales son el saciar el hambre o la sed, el refrescarse si hace calor o calentarse si hace frío, satisfacer el ímpetu sexual  (por el deseo que existe), obtener algo que no nos pertenece o ganarlo legítimamente.  Y en el terreno intelectivo los BIENES que no tienen nada que ver con lo sensitivo como:  la sabiduría, el honor, la buena fama, aquí podemos apreciar la apetencia  de los BIENES SUBLIMES como el amor a Dios, el deseo de salvación, la pureza, la piedad. Algunos de los bienes deseados por el intelecto son irascibles como el deseo de la salvación que nos lleva a querer pasar bien calificados a la otra vida, trascender, el ejemplo es el de la búsqueda de la salvación que como nos enseña el Santo Evangelio de Jesucristo que nos dice que la puerta es angosta.  En cuanto a los BIENES concupiscibles, los ilegítimos o pecaminosos, solo con el dominio de nuestras pasiones logramos no caer en la pretensión de satisfacerlos, y solo apoyándonos en la fe y la caridad lo podemos lograr. Así es como el intelecto se debe de sobreponer a lo que la voluntad señala, en este rejuego que existe entre ambas donde la inteligencia le presenta los objetos a la voluntad, esta a su vez  le señala los que apetece, la inteligencia en concordancia con la conciencia, señala los buenos y los malos. Aquí lo importante es seguir a los buenos evitando los malos.
Nos conviene aclarar lo que la voluntad nos señala y a los que llamamos “bienes” y lo son,  en cuanto son ordenados adecuadamente, por ejemplo la satisfacción del deseo sexual dentro del matrimonio es un bien  al realizarse ordenadamente, el comer o beber llevados a cabo ordenadamente de acuerdo a la naturaleza de cada persona, es la satisfacción de un deseo natural, la obtención de BIENES MATERIALES es bueno , llevado a cabo con el orden debido, y el criterio sobre lo que es orden en la obtención voluntaria de los bienes, se fundamenta en la doctrina de Jesucristo. Así es que se realiza la moral en el cristiano.
La obtención de los “bienes” es el constituyente de la felicidad, de allí que los que obtienen los bienes que han identificado como agradables a NUESTRO SEÑOR, en su práctica  encuentran la felicidad de la vida terrenal, ya que su visión está puesta en el bien que es superior a todos los bienes, La Visión Beatífica. El hombre en esta vida terrenal a la que ha accedido sin poner nada de su parte, accederá a la otra Vida a la que trascendemos al separarse nuestra alma del cuerpo, con lo que lleva a cabo en esta vida, de las dos vidas que el Señor nos ofrece es a la que trascendemos la verdaderamente  importante pues es a la que accedemos si esa es nuestra voluntad, en la vida terrenal, lo de vital importancia se desprende de la Vida Eterna, así que con estas dos potencias del alma, que nos permiten, a veces con verdaderos esfuerzos  en el uso correcto de nuestra voluntad guiada por el intelecto, el enfocar todas las acciones de nuestra vida  hacia la salvación y el conocimiento directo de Dios eternamente, esfuerzos gustosos pues como Santo Tomás nos enseña el hombre tiene  una inclinación natural a amar y la orienta hacia Dios.
El hombre tiene muchas inclinaciones y por  tanto elige lo que considera bueno, (bien) aquello por lo que siente amor, inclinación, preferencia, que son finalidades, fines que desea obtener, cuando estas son dirigidas ordenadamente teniendo presente que estas deben de dirigirse en relación a FIN FINAL,  la vida se perfecciona, ante los ojos de Dios, en cambio cuando aquellas finalidades no llevan esta dirección sino que se orientan a satisfacciones personales, e incluso comunitarias que nada tienen que ver con el fin final,  un ejemplo es la FILANTROPIA que sin duda es un BIEN pero que se puede realizar, lo que sería muy raro, pero se da, sin tomar a Dios en cuenta para nada, como si se estuviera montado en la propia soberbia , los bienes  que sean  que NO estén orientadas a cumplir con la voluntad de Dios, al incluirlas en nuestra existencia nos pueden desviar del buen camino. Todas nuestras acciones serán motivo de examen en nuestro juicio particular en el que se decide nuestro destino eterno, de allí su importancia incomparable.
Cuando San Pablo nos enseña que ya no es él, el que vive en sí,  sino que es Cristo quien vive en él, lo que nos está diciendo es que ha sometido sus pasiones al amor de Dios, y sus actos a la búsqueda de los mas sublimes BIENES, los del apostolado, que su inteligencia ayudada por supuesto por la fe y obrando con caridad, ha sometido a sus pasiones malignas, ofreciendo toda su vida al cumplimiento de la divina voluntad, que todos los BIENES que busca, y en ello encontró, y vivió con la Virtud de le Esperanza en la seguridad de su salvación, lo que en sus miserias de la prisión e injusticias terrenales le debió de proporcionar la mas intensa felicidad. No en vano se ganó el nombramiento de Apostol de los gentiles.

Jorge Casas y Sánchez. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA -XXIII-


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA –XXIII-

El hombre al observar la naturaleza que le rodea se admira, y es la admiración la que nos impulsa a perseguir la información, la sabiduría, nos empezamos a formular preguntas, como el ¿porqué?  ¿de donde?, ya Aristóteles señaló que el inicio de la filosofía es la admiración, el ser humano no se conforma con la observación, se cuestiona, pues no le satisfacen los efectos, quiere conocer las causas.  Esto nos lleva hoy día no solo a cuestionarnos las causas de la lluvia que cae, la planta que crece, sino todo lo que sucede en nuestra  existencia, todo lo que observamos es causado por algo, y esto llevado hasta sus últimas consecuencias desemboca en Dios. Causa de todas las causas, causa primera y sola.  Esta especulación es propia de la inteligencia, no de los sentidos, es distinta a estos que son sus informantes, son los que observan, perciben, pero no piensan, solo examinan.

El proceso de las ciencias y la Teología lo es, así como  otros conocimientos del ser humano recorren el camino que nos lleva a las conclusiones, a saber :  lo primero son las SENSACIONES, los instrumentos son los sentidos, viene después la MEMORIA, el instrumento es el cerebro, las cosas que memorizamos en su conjunto (asociación de ideas) forman la EXPERIENCIA, el instrumento de aquí en adelante es nuestra alma espiritual, el conjunto de las experiencias nos llevan a concluir con los conceptos UNIVERSALES, y de cada principio vamos extrayendo CONCLUSIONES, en pocas palabras el proceso empieza con el binomio   - observación-admiración -   después interviene el juicio o inteligencia. Como vemos los sentidos no pueden percibir muchas cosas que solo el juicio conoce, los sentidos ven los accidentes, la inteligencia ve estos pero además conoce la substancia y la esencia. 

Al admirarnos de las cosas  intuimos a Dios  gracias al Espíritu Santo,  aunque los sentidos no participan como en los conocimientos que adquirimos en el día a día, al contar con la gracia gratuita de la fe, si nos lo proponemos  y  es  muy importante que así sea, para que no  perdamos, y aún ganemos , con meditación y oración, y  la frecuente comunicación con la Santísima Trinidad, la admiración y la capacidad de asombro  ante las maravillas de Dios, creador, salvador y santificador nuestro, porque es natural que  con el pasar del tiempo se pierda la capacidad de admiración, pensemos por ejemplo en la llegada del hombre a la luna, que es algo que no nos admira ya como nos admiró y sorprendió cuando  sucedió que  no fue algo que solo nos contaran, sino que lo observamos con nuestros sentidos por la transmisión televisiva. Solo se necesitó una fe humana para creer que la transmisión no fué trampa sino cosa real y que estaba sucediendo allá en el espacio sideral. Y que la asombrosa tecnología nos permitió contemplar personalmente. Nos consta que sucedió, tal como lo vimos, pero a Dios por ejemplo no lo hemos visto crear, y por la fe tenemos la certeza de que él es el creador,  tampoco le hemos visto, no sabemos como es, aunque sabemos que es espíritu puro y los sentidos no captan eso, es nuevamente la FE DIVINA  la que nos permite conocer de su existencia.  Renovarse o morir, dice el castizo refrán.

La certeza que tenemos de las cuestiones reveladas las obtenemos por la fe,  sin la fe no resulta comprensible nada de lo que se relaciona con la Revelación Divina, y esta certeza es mayor, no solo porque procede de nuestro propio pensamiento sino que sabemos por experiencia que los sentidos nos pueden engañar, son falibles. Son por tanto dos tipos de certeza las que tenemos, la intelectual y la sensible.

Las certezas que tenemos en materia de moral cristiana las hemos obtenido mediante el proceso intelectivo sujeto a nuestra fe, y dicha moral la consideramos inaleniable y no sujeta a cambios de costumbres sociales o culturales, , ¿ la razón ? simplemente porque está enraizada en la doctrina  cristiana, el relativismo cultural equivocadamente propone cambios de visión moral con los cambios de las tendencias  sociales. (b Ej. divorcismo, abortismo, hedonismo, legalizaciones de la droga, etc.)

La certeza  de lo que sabemos se basa en la “autoridad” o en la evidencia, si por ejemplo a mi se me dice que Italia tiene forma de bota, es la autoridad, sea de mis profesores, de mis padres de los libros y sus mapas, de la fotografía de los satélites y de otras fuentes, mas no hay evidencia  directa a través de mi sentido de la vista para hacer tal afirmación, ( a menos que sea yo astronauta  y lo haya comprobado personalmente ),  pero ante la certeza de que 3 + 2 = 5 está claro que ello me es evidente, o sea que la certeza de lo evidente es mayor que la de la autoridad, pero estamos hablando de la AUTORIDAD HUMANA, cuando hablamos de la AUTORIDAD DIVINA se produce la mayor de las certezas, porque Dios en su perfección no puede equivocarse como nos equivocamos los humanos, Dios es infalible.  SU REVELACIÓN ES LA VERDAD MAS CERTERA, a las certezas vamos llegando por el llamado RAZONAMIENTO DISCURSIVO, que consiste en ir paso a paso conociendo primero a través de lo sensible a lo inteligible, es decir razonando. Aquellos conocimientos que adquirimos desde niños generalmente,  al memorizar  las enseñanzas del Catecismo, y que son verdades,  con la fe  y nuestro razonar se van convirtiendo en nuestras más íntimas convicciones, es decir en las más altas de nuestras certezas .

Como no admirarnos ante  el poder creador de nuestro Señor, ante su providencia que mantiene el orden en el universo,  (y lo que no, pues no podemos, simples humanos conocer toda la creación), debemos sentir una gran admiración por la creación del hombre a imagen y semejanza del propio creador, por su bondad al darle la salida maravillosa de la salvación después de la grave ofensa, y de la donación de su propio hijo,  después de su encarnación y nacimiento virginal, para lucrarnos la Vida Eterna, y además obtenernos  la adopción como hijos suyos, como no admirarnos de la obra redentora de Jesucristo, donando hasta la última gota de su sangre divina y humana, por la fundación de su Iglesia y sus Sacramentos, en especial el del  PERDÓN  y  el de la EUCARISTÍA mediante los  cuales  podemos acceder a la Comunión donde se nos da Él mismo como alimento de nuestra alma y fuente de gracia santificante, y por virtud de la presencia real y verdadera de toda la divinidad, toda la humanidad su alma humana,  nos une a todos los cristianos que en Gracia de Dios nos acercamos al Sacramento Eucarístico,  gracias al propio Sacramento,                    ( Comunión de los Santos) .

 Nada puede ser más admirable que la misión del Espíritu Santo que cuida y guía a la Iglesia y la vivifica, con  su Magisterio, y el Papa, que lo encabeza, como cúspide de la jerarquía que permite el tener una Curia Cardenalicia, una Santa Sede, obispos en las diócesis que literalmente cubren el planeta habitado entero, en fin son muchas las cosas que deben de causarnos admiración, no  debemos caer en situaciones carentes de admiración ante todas estas grandezas y muchas más que no menciono aquí.  Es penoso en ocasiones darse cuenta de que muchos católicos a los que podríamos llamar “ de etiqueta ” que en su ignorancia asisten a la SANTA MISA, con un talante  de distracción, como tan solo cumpliendo con una costumbre social, en  actitud inapropiada, en diferentes aspectos, como el de la forma de vestir, el cuchicheo, las salutaciones con carácter mas bien de relaciones sociales que de la devoción propia del momento, menos que van a Misa , comentará alguien, si por supuesto pero cuan preferible fuera que lo hicieran apropiadamente, con devoción, con la ropa apropiada,  y con un comportamiento que mostrara el asombro que debemos  experimentar ante la grandeza de lo en cada Santa Misa sucede, asombro que debe de combinarse con la adoración, amor, sumisión a Dios, propias del católico con formación.

Esto nos debe de llamar a dar el mejor ejemplo posible, ciertos de que éste  enseña ,  pero además deberíamos de involucrarnos en el apostolado necesario para que salgan de la ignorancia, tengamos la seguridad de que si supieran,  lo que todo católico debería de conocer sobre lo que está sucediendo en cada celebración, su talante en misa sería diferente. Empecemos por recuperarlo nosotros, si lo hemos perdido o no lo hemos logrado ante la ENORMIDAD  (así la llama el padre Cantalamessa) de la EUCARISTIA que en cada misa tiene lugar, JESUCRISTO OBRA EL MILAGRO DE LA TRASUBSTANCIACIÓN, las especies  por su divino poder cambian su sustancia y lo que era pan ya no lo es aunque lo parezca y lo propio sucede con el vino, ha cambiado su SUBSTANCIA aunque conserven sus ACCIDENTES.  Pan bajado del Cielo que por amor se hace presente entre  nosotros para que podamos morar sacramentalmente en Él, en esta vida mediante el Sacramento de la Comunión,  como signo de que podremos estar con Él en la otra Vida. Fuente, manantial de Gracia salvífica. Si se carece de este conocimiento no se puede dar en uno el sorprenderse, inicio de la intelección necesaria para profundizar en el conocimiento de la Revelación.

El propósito debe de ser el de ayudarnos  a perder el desconocimiento de las maravillas de la Revelación procurándonos  la experiencia religiosa que a través del propio razonamiento nos llevará al  conocimiento necesario, en la seguridad que no dejaremos de asombrarnos,  y obtener las certezas que desembocan en la devoción, la admiración, el amor a Dios, pues somos  dueños de la propia reflexión y conciencia.

Pidamos a la Santísima Virgen su intercesión para que a través del incremento de nuestra caridad, nuestra admiración nos lleve a ser mejores católicos, mejores apóstoles en este que podríamos llamar el “apostolado del combate a la ignorancia”.   

Jorge Casas y Sánchez.                                  

DEL PAPA SOBRE LEYES QUE AFECTAN A LA VIDA.


Francisco: 'El Derecho Penal respete la dignidad de la persona humana'

El Santo Padre recibió a la Asociación Internacional de Derecho Penal. Trata de personas, pena de muerte, cadena perpetua, tortura y tratos degradantes entre los temas abordados

Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 23 de octubre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco recibió este jueves en audiencia a una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal, a quien dirigió unas palabras.
Pena de muerte, presos sin condena, encontrar 'un chivo expiatorio', las condiciones deplorables de los penitenciarios en buena parte del planeta, la tortura, los tratos degradantes, la trata de personas, la esclavitud, la corrupción, son los males señalados. En cambio “el respeto de la dignidad humana” es indicado por el Papa como el punto de referencia para poner límite a cualquier arbitrariedad.
Entre los puntos que encontraron más eco en los medios de comunicación figura “la condena absoluta de la pena de muerte, que para un cristiano es inadmisible”. En este contexto, habló también de las llamadas ''ejecuciones extrajudiciales'', es decir los homicidios deliberados cometidos por algunos Estados o sus agentes y presentados como consecuencia indeseada del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza para aplicar la ley.
Asimismo, el Santo Padre recordó que la pena de muerte es utilizada en los regímenes totalitarios como ''un instrumento de supresión de la disidencia política o de persecución de las minorías religiosas o culturales''. Consideró también que la cadena perpetua “es una pena de muerte velada”.
Otro de los puntos indicados por el papa Francisco ha sido la necesidad de adoptar instrumentos legales y políticos que no caigan en la lógica mitológica del 'chivo expiatorio', es decir del individuo acusado injustamente de las desgracias que afectan a una comunidad y por ellos sacrificado.
Pidió también rechazar la creencia según la cual la sanción penal conseguiría beneficios, que en cambio se logran sólo con la implementación de políticas sociales y de inclusión social.
El Pontífice no se olvidó de los encarcelados, entre ellos los presos sin condena y los condenados sin juicio, afirmando que la prisión preventiva, cuando se usa de forma abusiva constituye otra forma contemporánea de pena ilícita oculta, más allá de la legalidad.
También se refirió a las condiciones deplorables de los penitenciarios en buena parte del planeta, que si a veces se debe a la carencia de infraestructuras, otras es el resultado del ''ejercicio arbitrario y despiadado del poder sobre las personas privadas de libertad''.
Francisco habló también de la tortura y de otros tratos inhumanos y degradantes, afirmando que en nuestros días las torturas se administran no sólo como un medio para lograr un fin particular, tales como la confesión o denuncia, sino que constituyen un dolor añadido a los males propios de la detención.
Señaló que la misma doctrina penal tiene una importante responsabilidad por haber permitido en ciertos casos, la legitimación de la tortura en determinadas condiciones, abriendo el camino para abusos posteriores.
No olvidó el Papa la aplicación de sanciones penales a los niños y ancianos condenando su uso en ambos casos, ni tampoco algunas formas de criminalidad que hieren gravemente la dignidad de la persona y el bien común, entre ellas la trata de personas y la esclavitud, ''reconocida como crimen contra la humanidad y crimen de guerra tanto por el derecho internacional como en tantas legislaciones nacionales''.
Entre estas formas de criminalidad citó también la pobreza absoluta en que viven más de mil millones de personas y la corrupción. ''La escandalosa concentración de la riqueza global es posible a causa de la connivencia de los responsables de la cosa pública con los poderes fuertes. La corrupción, es en si misma un proceso de muerte" dijo y precisó que es "un mal más grande que el pecado. Un mal que más perdonar hay que curar''.
''La cautela en la aplicación de la pena --concluyó-- debe ser el principio regidor de los sistemas penales” y añadió que “el respeto de la dignidad humana no sólo debe actuar como límite de la arbitrariedad y los excesos de los agentes del Estado, sino como criterio de orientación para perseguir y reprimir las conductas que representan los ataques más graves a la dignidad e integridad de la persona''.

ME HE PERMITIDO PUBLICAR EN EL BLOG ESTA ENTRADA POR CONSIDERARLA FORMATIVA  PARA TODOS, NO SOLO PARA LOS JURISTAS. PREPERADO POR H. SERGIO MORA.

Jorge Casas y Sánchez

ENCUENTRO DE VOLUNTADES



LIBERTADES ENFRENTADAS, ENCUENTRO ENTRE VOLUNTADES.
Dios creó a sus ángeles y al hombre, los primeros criaturas espirituales puras, y el hombre, Adán  y Eva, seres con espíritu y cuerpo, puros también, esta diversidad creacional  es uno de los misterios creacionales de Dios, y resulta inútil el buscar las razones que tuvo Él para ello, diferenciándolos del resto de la creación que es materia pura:  estática, o viviente en sus diversas formas. Lo que si nos resulta muy interesante son los aspectos principales de los dos tipos de criaturas con inteligencia, voluntad y libertad, ángeles y humanos, en sus diferencias y similitudes.
Somos diferentes en cuanto a que ellos son espíritus puros, son los mensajeros y servidores de Dios, y fueron creados con conocimientos propios.  Y Nuestros Primeros Padres fueron creados del barro de la tierra en cuanto a Adán y Eva del cuerpo de Adán,  al crear sus cuerpos Dios les infundió un alma espiritual  con conocimientos innatos, sus cuerpos ,  carecían de necesidades,  como las nuestras todo les era accesible y eran  señores de sus actos.
¿ En que somos iguales?  ángeles y hombres fuimos creados LIBRES Y CON VOLUNTAD E INTELIGENCIA PROPIAS.
¿ PERO QUE FUE LO QUE PASÓ?
Pues que en  uso de esa libre voluntad  unos  ángeles  se indispusieron con Dios, por lo que dispuso castigarles sacándolos del cielo y condenándolos a una existencia diferente, carente de caridad y llena de odios hacia Él, siendo un tremendo castigo consistente en la exclusión definitiva y eterna de la Comunión con Dios,  encabezados por un ángel llamado Luzbel, que a partir de entonces es  el demonio principal, (Lucifer).  Pero Dios quiso conservarles ciertos poderes, además de su inteligencia y una cierta libertad en su existencia de castigo.
Adan y Eva, el hombre y su mujer criaturas de Dios, distinguidas del resto de la creación terrenal por haber sido creados a imagen y semejanza suya, gozaban de una existencia de felicidad en comunión con Dios que se comunicaba directamente con ellos, tenían una serie de características que los hacían muy superiores a todo lo existente sobre la tierra, siendo los únicos seres inteligentes pensantes y libres, que gozaban del dominio del resto de las cosas creadas,Pero también le fallaron a Dios desobedeciéndolo por soberbia, incitados a ello por engaño del propio ángel condenado, el demonio,  y en uso de su libertad.
Fue la infidelidad, la desobediencia,  la falta de fe,  que libremente ejercieron, por lo anterior es que fueron expulsados del Paraíso Terrenal donde vivían, y trabajaban en el encargo que el propio Dios les había dado. Fueron severamente castigados al perder muchas de sus prerrogativas, y adquiriendo obligaciones para poder conservar su existencia.  El diablo obtuvo ciertos poderes malignos sobre el hombre caído, y los usa tanto como puede, es su forma de odiar a Dios, tratando de corromper al hombre. Pero Dios en su infinita bondad y misericordia hacia sus amadas criaturas humanas ,  cumbre de su creación,  le promete un SALVADOR, y al diablo representado en la serpiente, le profetiza que una mujer le aplastará la cabeza. Así mismo al hombre le permite defenderse del diablo, sometiendo el poder de este a la libre decisión humana de no caer en sus chapuzas  ya que es el hombre en uso de su libertad, su fe y libre albedrío  absolutamente capaz de defenderse de los poderes diabólicos y gracias a su SALVADOR, retornar a Dios Creador. Así mismo el ser humano que no lo desea cae en garras del diablo y es así capaz de cometer los peores crímenes,  los grandes pecados, y causar lo males, grandes o pequeños, de dimensiones personales aunque afectan de alguna manera a toda  a la raza humana y los grandes males como los genocidios los crímenes contra” lesa” humanidad, los millones de micro-abortos,  las guerras injustas, las legislaciones contra “natura”, y otros males de consecuencias contrarias al Bien Común.
El diablo y sus seguidores,  cuando llegue La Parusía,  sufrirá la derrota definitiva y perderá absolutamente su poder sobre las almas humanas que sean salvas. No así sobre las que se condenen, que pasarán a ser  de su caterva.
La lección de nuestros Primeros Padres y el castigo correspondiente,  consiste en la pérdida de los dones previos a su caída, siendo estos de:
  A.-  SABIDURÍA ADQUIRIDA DE ORIGEN,  sin esfuerzo, todo aquello que les convenía saber lo habían recibido sin esfuerzo alguno, además la experiencia de su existencia les proporcionaba nuevos conocimientos que asimilaban sin esforzarse,  era realmente un conocimiento angelical el que tenían Adán y Eva. La nueva situación del hombre le obliga a aprender todo, pues nada sabe al nacer, y aprende a lo largo de su existencia, de acuerdo a su voluntad y capacidad intelectual.
B.-  DOMINIO SOBRE SUS PASIONES,  si bien no fueron creados impecables si tenían un dominio muy grande casi absoluto y sin esfuerzo sobre sus pasiones de todo tipo, y poseían abundantemente las virtudes contrarias a los deseos de placeres que se les daban en forma adquirida, infundida, no como ahora que nos cuesta adquirirlas. El humano actual debe luchar y vencer la inclinación a las pasiones negativas y contrarias a la doctrina de Jesucristo.
C.- LA INMORTALIDAD CORPORAL, nuestros primeros padres, dentro del Paraíso Terrenal, no sufrían envejecimiento, ni enfermedades, no tenían dolores, ni psíquicos , ni corporales, su vida no estaba sujeta al paso del tiempo que ahora nos envejece y enferma, solo Dios sabe cuanto tiempo los hubiera conservado en ese estado ideal de felicidad, en el cual podían haber ido purificando su alma. Lo que si sabemos es que gracias al SALVADOR que nos mandó Dios, EN LA HUMANIDAD DE LA SEGUNDA PERSONA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, somos candidatos a recibir la GRACIA SANTIFICANTE, que nos lucrará la vida eterna de felicidad y el conocimiento directo de Dios, pues su caridad y misericordia nos permiten no solo en esta tierra sino también en el purgatorio, purificar nuestras almas para la felicidad de la Vida Eterna.
¿Qué fue lo que en realidad pasó?  El demonio en uso de su poder que el Creador le dejó conservar y en uso de su libertad, dando rienda suelta a su odio a Dios, lo quiso ofender a través de pervertir a su creatura humana, y ésta al faltar a la sumisión que le debía a quien todo se lo había dado, hizo caso a quien nada le había proporcionado. La falta fue muy grande preñada de soberbia, deslealtad, desamor, desobediencia, falta de agradecimiento, etc. y esta se mide por el ofendido, no por el ofensor, o sea que no podía ser mas grande, y generó el castigo que todos los nacidos heredamos.
Es así como dos libertades de criaturas de Dios se ven enfrentadas,  desde entonces hasta el fin de los tiempos en que Jesucristo en su segunda venida a este mundo, en el que pondrá las cosas en orden, los hombres seremos resucitados por el Señor unos para la condenación eterna y otros con gloria para la visión beatífica, que es la suprema felicidad sin fin. 
 ¿Qué es lo que sucita este rompimiento? Pues eso precisamente el quebrar el equilibrio, de la armonía de la Creación, el hombre no solo ha perdido su estado de justicia original, sino que ha entrado el pecado en el mundo, muy pronto veremos en la historia del hombre como el crimen se da entre hermanos al quitarle la vida Caín a Abel, el hombre irá inventando pecados que van en contra de su conciencia, vendrán los latrocinios, asesinatos, corrupciones de todo género, ya no solo tenemos el pecado contraído de origen, sino todos los demás que son, no adquiridos sino cometidos, en forma personal y responsables de ellos también de la misma manera.
El pecado es siempre personal, y personalmente seremos juzgados cada uno de los hombres, sin embargo cuando este se da multitudinariamente se habla del “pecado social” por ejemplo, no es que la sociedad peque sino que en sus miembros se daen abundancia el estado pecaminoso, podemos dar como ejemplos la sociedad  divorcista, hedonista, abortista,  permisivista, etc. así es como vemos la actividad diabólica aprovechándose de las debilidades del hombre que no sabe aprovechar debidamente las herramientas que Dios , por su SALVADOR nos ha dejado en el seno de su Iglesia, nuestra guía y maestra, en la que debemos de pedir y obtener las gracias que Jesucristo nos ofrece y que son las que nos permiten vencer al demonio y sus tentaciones. Es precisamente de buen cristiano el acercarse a los Sacramentos y buscar la Gracia Santificante, que debemos procurar sea habitual en nosotros, sabido es que el demonio no se toma vacaciones, incansablemente persigue al ser humano, y como es conocedor de nuestras debilidades e ignorancias, somos pasto de sus acechanzas al no usar o no contar con los elementos  para rechazarle con  éxito . En la Santa Iglesia y en la vida de piedad están accesibles a todos nosotros, solo tenemos que usarlos con la ayuda de nuestro SALVADOR,  nadie está predestinado a ir al infierno, es nuestra aversión voluntaria la que nos lleva al pecado mortal y este a la condenación, en el caso de llevarla hasta el final de esta vida. He allí la importancia del buen uso de nuestra libertad, si de acuerdo con la satisfacción de las tentaciones ,  voluntad de Satanás o con nuestro libre albedrío, capaz de rechazarlas y cambiarlas por la vida acorde a la voluntad divina..
 Nuestra gran aliada será siempre la Virgen María que nos auxilia en la solución de todas nuestras necesidades, acudamos a su intercesión y protección, ella nos está siempre esperando.

Jorge Casas y Sánchez.

viernes, 26 de septiembre de 2014

PAPA FRANCISCO HABLA DE LA CARIDAD EN EL CENTRO BETANIA DE TIRANA (ALBANIA)

«El bien paga infinitamente mejor que el dinero», dijo el Papa ante «la fe hecha caridad concreta»
El Papa coronó su visita apostólica al “país de las águilas” con niños inválidos en el Centro Betania, donde llegaron también representantes de otros centros de caridad.

Después de escuchar testimonios de asistidos, Francisco expresó su agradecimiento por la hospitalidad que dan cada día en este centro a tantos niños y adolescentes necesitados de atención, de ternura, de un ambiente sereno y de personas amigas, que sean también verdaderos educadores, ejemplos de vida, y en las que encuentren apoyo.

El Sucesor de Pedro manifestó que “en lugares como éste, todos confirmamos nuestra fe, se nos hace más fácil creer, porque vemos la fe hecha caridad concreta. La vemos dar luz y esperanza a situaciones de gran dificultad; vemos que se enciende de nuevo en el corazón de personas tocadas por el Espíritu de Jesús, que decía: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí» (Mc 9, 37).Esta fe que actúa en la caridad mueve las montañas de la indiferencia, de la incredulidad y de la indolencia, y abre los corazones y las manos para hacer el bien y difundirlo. La Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y está vivo en medio de nosotros pasa a través de gestos humildes y simples de servicio a los pequeños.”

Y el Vicario de Cristo afirmó que “el secreto de una existencia plena es amar y entregarse por amor. Ahí se encuentra la fuerza para “sacrificarse con alegría”, y el compromiso más exigente se convierte en fuente de mayor alegría. Así no asustan las opciones de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo de realizar plenamente la libertad personal”.

Discurso completo del Papa Francisco
Queridos amigos del Centro Betania:
Les agradezco de corazón su gozosa acogida. Y, sobre todo, les agradezco la hospitalidad que cada día dan a tantos niños y adolescentes necesitados de atención, de ternura, de un ambiente sereno y de personas amigas, que sean también verdaderos educadores, ejemplos de vida, y en las que encuentren apoyo.

En lugares como éste, todos confirmamos nuestra fe, se nos hace más fácil creer, porque vemos la fe hecha caridad concreta. La vemos dar luz y esperanza a situaciones de gran dificultad; vemos que se enciende de nuevo en el corazón de personas tocadas por el Espíritu de Jesús, que decía: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí» (Mc 9, 37). Esta fe que actúa en la caridad mueve las montañas de la indiferencia, de la incredulidad y de la indolencia, y abre los corazones y las manos para hacer el bien y difundirlo. La Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y está vivo en medio de nosotros pasa a través de gestos humildes y simples de servicio a los pequeños.

Además, este Centro demuestra que es posible la convivencia pacífica y fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones religiosas. Aquí las diferencias no impiden la armonía, la alegría y la paz; es más, se convierten en ocasión para profundizar en el conocimiento y en la comprensión mutua. Las diversas experiencias religiosas se abren al amor respetuoso y operante con el prójimo; cada comunidad religiosa se expresa con el amor y no con la violencia, no se avergüenza de la bondad. Quien cultiva la bondad en su interior recibe a cambio una conciencia tranquila, una alegría profunda aun en medio de las dificultades y de las incomprensiones. Incluso ante las ofensas recibidas, la bondad no es debilidad, sino auténtica fuerza, capaz de renunciar a la venganza.

El bien es premio en sí mismo y nos acerca a Dios, Sumo Bien. Nos hace pensar como Él, nos hace ver la realidad de nuestra vida a la luz de su proyecto de amor para cada uno de nosotros, nos permite disfrutar de las pequeñas alegrías de cada día y nos sostiene en las dificultades y en las pruebas. El bien paga infinitamente mejor que el dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y el poder.

Queridos hermanos, en su saludo, la Directora ha recordado las etapas que ha recorrido su asociación y las obras que han nacido de la intuición de la fundadora, la Señora Antonietta Vitale –a la que saludo cordialmente y agradezco su acogida–, ha subrayado la ayuda de los bienhechores y el desarrollo de las diversas iniciativas. Ha hablado de la gran cantidad de niños amorosamente acogidos y atendidos. Mirjan, por su parte, ha dado testimonio de su experiencia personal, de su entusiasmo y gratitud por un encuentro que ha transformado su existencia y le ha abierto nuevos horizontes, con nuevos amigos y con un Amigo todavía más grande y mejor que los demás: Jesús. Ha dicho una cosa muy significativa a propósito de los voluntarios que colaboran aquí; ha dicho: «Desde hace 15 años se sacrifican con alegría por amor a Jesús y a nosotros». Es una frase que revela cómo entregarse por amor a Jesús produce alegría y esperanza, y cómo servir a los hermanos se transforma en reinar con Dios. Estas palabras de Mirjan-Paolo pueden resultar paradójicas para buena parte de nuestro mundo, que no acaba de comprenderlas y ansía encontrar la clave de la propia existencia en las riquezas terrenas, en el poder y en la pura diversión, donde sólo encuentra alienación y confusión.

El secreto de una existencia plena es amar y entregarse por amor. Ahí se encuentra la fuerza para “sacrificarse con alegría”, y el compromiso más exigente se convierte en fuente de mayor alegría. Así no asustan las opciones de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo de realizar plenamente la libertad personal.

Que el Señor Jesús y su Madre, la Virgen María, bendigan su Asociación, este Centro Betania y los otros centros que la caridad ha hecho surgir y la Providencia crecer. Que bendigan a todos los voluntarios, a los bienhechores y a todos los niños y adolescentes. Su patrón, san Antonio de Padua, los acompañe en el camino. Continúen con confianza sirviendo al Señor en los pobres y en los abandonados, y pidiéndole que los corazones y las mentes de todos se abran al bien, a la caridad operante, fuente de auténtica alegría. Les pido, por favor, que recen por mí y de corazón los bendigo.

jueves, 14 de agosto de 2014

ELESPÍRITU SANTO TERCERA PERSONA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


EL ESPÍRITU SANTO, TERCERA PERSONA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.

San Josemaría, decía del Espíritu Santo que era EL GRAN DECONOCIDO, desde luego que el uso de esta frase, entre otras de sus sabias enseñanzas, ha logrado que sea más amplio el conocimiento de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, de su maravillosa  e importantísima misión en la Economía de la Salvación, debido al interés que el uso de la frase ha despertado en el interés de conocer mejor a la tercera persona de la Trinidad Santa.

En el Génesis  se le menciona como el Espíritu de Dios que sobrevuela en el principio de la Creación y las Escrituras nos enseñan que es coeterno con las otras dos personas de la Trinidad, al proceder de la relación del Padre y el Hijo, mas adelante se hace una breve explicación sobre el uso de esta palabra y otras que, en el lenguaje filosófico, tienen significados diferentes al cotidiano nuestro.

 La Tradición Cristiana llama   “atribuciones”   a las grandes obras de Dios trino y uno, otorgándoles a manera de distinción a las tres personas de esa única naturaleza divina que es Dios. Al Padre (primera persona) se le atribuye la Creación, al Hijo (segunda persona) se le atribuye la Redención, y al Espíritu Santo (tercera persona) la Santificación. Todos los católicos basamos nuestras más íntimas convicciones en esta trinidad de personas en una sola naturaleza divina, utilizando el significado de las palabras “persona” y “naturaleza” en el sentido del  lenguaje de la Filosofía. 

(NOTA, en forma reiterada se ha consultado el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA para hacer las afirmaciones contenidas en este artículo), En el primero de los Sacramentos, el Bautismo, tenemos nuestra primera profesión de Fe, el Bautismo es símbolo de la Fe  ante todo. El símbolo bautismal  en donde se articulan la tres personas de la Trinidad Santa,   posteriormente reafirmamos nuestra Fe trinitaria al recibir el Sacramento de la Confirmación, por lo que se puede afirmar que nuestra Fe se sustenta en el misterio trinitario.   Desde los más remotos tiempos de la cristiandad la mención de las Tres Personas se usa en la fórmula del Bautismo. 

En los primeros años de la cristiandad, además del Bautismo,  se otorgaba, para que  recibieran al Espíritu Santo, a aquellos que no lo habían recibido, un ritual en el que mediante la acción de poner las manos sobre la cabeza del que lo recibe, se recibía al Espíritu Santo.

La Resurección de Jesucristo se da por la acción del Espíritu Santo que vivifica la humanidad muerta de Jesucristo y que vuelve a la vida en ESTADO DE GLORIA. La maternidad divina de María “La Madre de Jesús”  se da por el deseo del Padre, por obra del Espíritu Santo, siendo Jesús verdadero Dios y verdadero hombre. A la formulación del DOGMA trinitario se recurre al lenguaje filosófico, en este caso a las palabras: hipóstasis, substancia, relación, y persona, además de otras. La que aplica es hipóstasis, (persona en griego) palabra que la Iglesia utiliza para designar   las personas de la Trinidad, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en su distinción particular de cada persona del único Dios. Substancia hace referencia a naturaleza o esencia. En cuanto a Cristo en Él hay una sola persona de las tres de la Trinidad,  el Hijo,  y en Él se dan dos naturalezas, la divina y la humana lo que se conoce como la UNIÓN HIPOSTÁTICA, señalando la unión en una sola “Persona”. El término “relación” se toma en dos acepciones, propias de la Trinidad, las que son:  identidad y comunicación.

La expresión: “Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria”  hace referencia  a la misión del Espíritu Santo  que es enviado por el Padre en nombre del Hijo, lo que nos revela que Él es junto con ellos el mismo Dios único, ya que la Encarnación revela que Dios es el Padre Eterno y que el Hijo le es consubstancial. De allí que somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, por las tres personas divinas en esta vida y en la Vida Eterna. Las tres personas de la Trinidad son inseparables en su ser y en su obrar, siendo sus misiones específicas,

“”EN EL PRINCIPIO EXISTÍA EL VERBO….Y EL VERBO ERA DIOS…..TODO FUE HECHO POR ÉL Y SIN ÉL NADA HA SIDO HECHO”” Jn 1, 1-3.  En la Santísima Virgen, Madre de Jesús, y por tanto Madre de Dios, en el FIAT, el Espíritu Santo obra para su concepción y Jesucristo es el Verbo hecho carne. Dios ha creado el universo y lo mantiene en existencia por su Verbo.

En el Apocalipsis de San Juan, hay un bellísimo simbolismo que nos muestra al Espíritu Santo: “….un trono estaba erigido en el cielo y Uno sentado en el trono ( Ap 4, 2) el Señor Dios, luego revela al Cordero inmolado y de pie, por último revela: … rio de Vida que brota del trono de Dios y del Cordero”, lo que coincide con la voluntad del Padre que nos da a su Hijo y al Espíritu Santo para la salvación del mundo,  es misión de este el inspirar a su Iglesia, para que esta no caiga en error, para que su Magisterio conserve el Depósito de la Fe intacto y la interprete en relación a los signos de los tiempos, para inspirar a los Papas en sus enseñanzas doctrinales y sea lo que nos expresan ex catedra acorde a la más pura doctrina. Por lo que la gracia del Espíritu Santo tiene el poder de santificarnos, nos ayuda a ser justos y vivir los Sacramentos.                      

 A manera de anécdota por ser  muy interesante me permito incluir la mención que en la ceremonia  llevada a cabo en la bellísima catedral, obra maestra del estilo románico en Santiago de Compostela, España, ( que es uno de los tres más importantes lugares de  peregrinación cristiana después de Roma y Tierra Santa), pronunció en su homilía de la Santa Misa, de la ordenación episcopal de Don José Rodriguez Carballo, el Cardenal Tarcisio Bertone.

…..“”Al Espíritu le pedimos para el nuevo Arzobispo el don de sabiduría, para discernir lo que viene de Dios y lo que le es contrario; el don de entendimiento, para que sepa interpretar los signos de los tiempos y encuentre la respuesta evangélica adecuada para ellos; el don de consejo, para que hable siempre desde Dios, y desde Él pueda decir una palabra de esperanza a los hombres y mujeres de hoy; el don de fortaleza, para que sea testigo de Cristo y de su Evangelio con fidelidad y entrega total durante toda su vida; el don de ciencia, para que penetre en los secretos del Señor y sepa comunicarlos con sencillez y profundidad; el don de temor, para que se aleje siempre de cuanto vaya contra la voluntad del Señor; el don de piedad, para que mantenga siempre en su vida una relación filial y confiada con Dios, el Padre de las misericordias.””….

 

La VIDA MORAL DE LOS CRISTIANOS, está sostenida por los DONES DEL ESPÍRITU SANTO, tradicionalmente se describen de esta manera:           

DON DE SABIDURÍA :Nos hace comprender la maravilla insondable de Dios y nos impulsa a buscarle sobre todas las cosas, en medio de nuestro trabajo y de nuestras obligaciones.

DON DE INTELIGENCIA:  Nos descubre con mayor claridad las riquezas de la fe.

DON DE CONSEJO:  Nos señala los caminos de la santidad, el querer de Dios en nuestra vida diaria, nos anima a seguir la solución que más concuerda con la gloria de Dios y el bien de los demás.

DON DE FORTALEZA:  Nos alienta continuamente y nos ayuda a superar las dificultades que sin duda encontramos en nuestro caminar hacia Dios.

DON DE CIENCIA:  Nos lleva a juzgar con rectitud las cosas creadas y a mantener nuestro corazón en Dios y en lo creado en la medida en que nos lleve a Él.

DON DE PIEDAD:  Nos mueve a tratar a Dios con la confianza con la que un hijo trata a su Padre.

DON DE TEMOR DE DIOS:  Nos induce a huir de las ocasiones de pecar, a no ceder a la tentación, a evitar todo mal que pueda contristar al Espíritu Santo, a temer radicalmente separarnos de Aquel a quien amamos y constituye nuestra razón de ser y de vivir.

 

A lo que podemos añadir:  uno es Dios Padre de quien proceden todas las cosas, uno solo el SEÑOJESUCRISTO por el cual son todas las cosas y uno el ESPÍRITU SANTO en quien son todas las cosas. Son las misiones de las tres  personas las que manifiestan sus “propiedades” o sea la Providencia Divina al PADRE, la Encarnación y Redención al HIJO y la Salvación al ESPIRITU de Dios, estas misiones, dada la Creación, la traición de Lucifer y sus seguidores, con la historia de la primera pareja humana, de la que venimos todos los humanos, ambos el Diablo y el Primer Hombre cometiendo actos que, se llevaron a cabo en uso de la libertad que Dios nos otorga tanto en la naturaleza angelical como en la humana, ofendiendo a Dios, han dado lugar en la historia de los hombres a acciones cuya realización nos ha afectado tanto.

Las misiones de Jesucristo y del Espíritu Santo son fruto del amor perfecto del Padre por la humanidad;  Él  quiere,  dado su amor por las criaturas más excelsas de su creación,  que nos salvemos, que esa Vida Eterna que nos tiene preparada la gocemos para siempre después de que hayamos cumplido con la vida en este planeta, en la que estamos sin habérnoslo propuesto, pero Él nos ofrece otra Vida y el alcanzarla es algo que si nos podemos proponer. Es mas, nada hay más importante que nos lo propongamos y que trabajemos en ello para lograr el propósito. Su amor por nosotros ha llagado al grado que nos ha mandado a su hijo unigénito para que nos deja fundada su Iglesia, clara su Doctrina, preparados sus apóstoles, como primer MAGISTERIO DE LA IGLESIA, y nos lucre la redención con su dolorosa PASIÓN, MUERTE Y RESURECCIÓN, y está JESURISTO  después de su regreso en cuerpo y alma intercediendo por nosotros en el Cielo, y nos manda al Espíritu Santo en su múltiple y grandiosa misión .

Es por la Fe, virtud teologal que nos infunde el Espíritu Santo en el Bautismo, que nos es renovada en la Confirmación y que la tenemos, aunque a veces parezca estar dormida en nosotros por ello  es indispensable rezar porque esta se nos aumente,  por la Fe es que estamos en posibilidad de intuir a Dios, de creer en El y de creerle a Él, lo que nos ha dicho y revelado porque Él es la verdad misma. Vivimos por la Fe, la Fe actúa por la Caridad otra virtud teologal que el Espíritu Santo nos ha infundido y conserva en nosotros, como también la Esperanza que se nos ha infundido y que nos impulsa a conocer y cumplir la voluntad de Dios, lo que nos lucra la salvación. Aquí vemos la acción divina, en su amor por el hombre,  que a través de su Santa Iglesia  nos propone, y en ella como sus miembros, nos debemos esforzar en conocer y cumplir.

Para terminar esta meditación nos falta señalar los FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO los cuales son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la Vida Eterna, la Tradición nomina doce: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad. Agradezcamos  a la Santísima Trinidad todo esto y con la ayuda de la Santísima Virgen tratemos de responder como es debido.

Jorge Casas y Sánchez.

miércoles, 25 de junio de 2014

JUSTIFICACIÓN:
El pecado de Adán  atrajo sobre todos los hombres la condenación, y la obra de justicia de uno solo,  JESUCRISTO  procura a todos la JUSTIFICACIÓN con su muerte y resurrección, que nos da la oportunidad del perdón. Jesucristo vino a este mundo por todos los hombres, no vivió su vida para sí, sino para otorgarnos la riqueza de la salvación eterna.
La JUSTIFICACIÓN empieza con el perdón de los pecados que el Bautismo nos otorga, continúa a lo largo de nuestra vida con el cumplimiento de la voluntad divina por parte de nosotros, por el hecho de recibir, como ayuda imprescindible,  su Gracia   en especial a través de los Sacramentos y su término es en la Salvación, que es nada menos que nuestra santidad.
En las Sagradas Escrituras hay múltiples menciones de la JUSTIFICACIÓN, siendo su significación la forma de vida que busca la santidad, la que se orienta hacia la salvación. La palabra en el Nuevo  Testamento hace referencia  a ese acto de Dios  que nos comunica la justicia divina por creer y seguir a Cristo Nuestro Señor.  Nos justificamos al vivir cristianamente, cuando sabemos obtener el don gratuito de la  Gracia que Jesucristo nos otorga al cumplir con todos sus mandamientos, los de la ley antigua y los de la Iglesia, que los incluye, la que nos dejó  JESUS  instituida precisamente para ello.
El Concilio de Trento nos enseña: “”Por su sacratísima pasión en el madero de la Cruz nos mereció la Justificación”” (Catecismo de la Iglesia Católica Num. 617.  Y la Resurrección de Cristo viene a confirmar todas sus enseñanzas y sus actos con ello nos da la prueba definitiva de su divinidad y de la autoridad suprema y absoluta que le ha sido otorgada a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad,  por Dios Padre, por lo que es así como tenemos la base del Virtud de la Esperanza, para dar crédito a todas sus promesas. Su vida, enseñanzas, muerte y Resurrección Gloriosa es además cumplimiento de la promesa de redención que Dios da a Adán y Eva al expulsarlos del Paraíso Terrenal.
EL Magisterio de la Iglesia nos enseña que hay un doble aspecto en el misterio pascual, al ver en la muerte de Jesucristo la redención de los pecados, unida al Sacramento del Perdón, y por su Gloriosa Resurrección la apertura de las puertas del cielo, o sea nuestra posibilidad de salvación, si de acuerdo a su doctrina y con la ayuda de la Iglesia y el Espíritu Santo, ganamos la Gracia que nos salva. En Efesios 2, 4-5 nos dice San Pablo: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos dio vida en Cristo por Gracia habéis sido salvados” y el propio Magisterio ve en la Resurrección de Jesucristo el  principio y la fuente de nuestra propia resurrección futura, gloriosa,  para los salvos. Se puede resumir que si por Adán morimos, por Cristo renacemos y podemos vivir con Él y en Él, saboreando en esta, los frutos de la vida eterna, no viviendo ya para nosotros mismos, sino viviendo  para aquel que murió y resucitó por nosotros.
Vivir esa vida nueva en Cristo es para los que hemos sido  bautizados  y creemos en Cristo, la realización de una Fe Operativa, pues el propio Salvador vinculó el perdón de los pecados al Bautismo y a la Fe, el Bautismo es el principal Sacramento del perdón porque nos une a Cristo muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación, para que vivamos esa vida nueva en la que se nos ofrece la Gracia Santificante, dado que la Santísima Trinidad nos la otorga, Gracia Santificante, Gracia de la Justificación, al hacernos  capaces de creer en Dios, de amarle y de  esperar de Él la salvación (  las tres virtudes teologales ) vemos por tanto, en el Bautismo,  toda la raíz y organización de la vida sobrenatural del cristiano a partir de este gran Sacramento de iniciación cristiana, que bajo la moción del Espíritu Santo, sus Dones, (sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad, y temor de Dios. ) nos permiten crecer en las virtudes morales. De allí que debemos de tener la actitud de apertura a las mociones del Espíritu Santo, y es deber primario de todo catequista el enseñar a tener la mente y el corazón abiertos hacia dichas mociones. El cerrarse a los  mensajes que recibimos endurece nuestra alma y nos aleja cada vez mas de Dios, mientras la apertura nos acerca,  nos permite conocer más a Dios, enriquece nuestra oración, abre y permite la comunicación con nuestro creador y nos enseña a escucharle. Siempre tiene cosas que decirnos, ante cualquier circunstancia de la vida, alegría, problema, decisión difícil, actitud a tomar, relación con otros seres humanos, familiares o no, enfermedades propias o de nuestros prójimos, en felicidad o preocupación, ante cualquier deber a cumplir, en nuestro trabajo y quehaceres, siempre debemos estar atentos a la voluntad divina que en nuestra conciencia se nos da. ( los empujoncitos de los que nos habla Benedicto XVI).
La situación opuesta viene a ser aquella en la que no hacemos el acto de introspección, en la que no examinamos nuestra conciencia para actuar sino que nos dejamos llevar por las pasiones, lo que llevado a un grado grave acaba por borrar la diferencia que existe entre la voluntad y la pasión, volviéndose estas como una misma cosa, cuando las pasiones deben de estar sometidas a nuestra voluntad y ésta a la de Dios.  Es el caso de los incrédulos, los indiferentes, que  resultan pésimos pensadores, por supuesto que es imposible la justificación en esa circunstancia, bástenos este breve examen para designar al indiferente como errado, pues la inmensa mayoría de la humanidad se ocupa de una u otra manera de alguna religión, los legisladores la tienen en cuenta (aunque temiéndola en ocasiones), para legislar, los sabios la llevan a sus más profundas meditaciones,  los códigos y otros escritos de ética, se basan en sus aspectos morales,  las vemos representadas en monumentos, (el Corcovado) en la arquitectura, el arte más sublime, (música, escultura, literatura, pintura), las bibliotecas están atestadas de libros sobre ellas, en la vida diaria de hoy sea en la prensa en la Internet, en la primera menos pero en la segunda en forma creciente, el cuestionamiento es: ¿podemos ser indiferentes ante esto? o adoptar la postura de no interesarme porque es cosa de mentecatos, del pasado, del género femenino, etc. Lo que es penoso es que olviden que pronto seremos todos cenizas, que estamos en esta vida de peregrinos hacia otra que no es cortita, como esta,  sino eterna. Esta vida de la que actualmente gozamos nos ha sido dada sin participación de nuestra parte, pero la otra a la que trascenderemos y pronto, SI LA PODEMOS ESCOGER, y para nuestro bien o para nuestro mal  eternos,  el que sea. Pero Dios en su Divina Misericordia, no solo nos ha dejado la institución, (Iglesia), los instrumentos  (Doctrina, Sacramentos, Magisterio) y  la ayuda del Espíritu Santo, sino también a su propia madre como madre nuestra, para ayudarnos a cumplir su suave ley, y así justificarnos hasta la salvación.

Jorge Casas.

miércoles, 4 de junio de 2014

FILIACION   DIVINA.
Nuestro Señor Jesucristo al venir a esta tierra con instrucciones del Padre --que nos entrega por amor a su hijo unigénito para que nos salve--, realiza la obra mas valiosa que la humanidad pueda recibir, esta consiste en la Revelación Divina Absoluta, que nos permite conocer las verdades mas importantes y necesarias, el entender la Revelación que a lo largo de los siglos nos ha venido dando a través de los patriarcas, los profetas,  los jueces y los reyes del Antiguo Testamento con una especialísima  perfección, nos deja a su madre La Virgen Santísima como madre nuestra e Intercesora Omnipotente, funda su Iglesia que es nuestra  maestra, en doctina, depositaria de la fe y encargada de distribuir los siete Sacramentos que instituye en su seno, da su maravillosa doctrina, a sus discípulos y probando su divinidad con milagros asombrosos y llenos de amor, preparando especialmente  a los apóstoles, quienes escriben los Santos Evangelios, como palabra escrita y nos transmiten la Tradición como palabra no escrita, después de su Pasión, Muerte y  Ascención a los Cielos recibimos de su parte al Espíritu Santo que queda a cargo del cuidado de su Iglesia, la cual ha sido diseñada jerárquicamente con Pedro como primer Papa, para salvaguardar el depósito de la Fe e inspirar a su inicial magisterio  -Pedro y los apóstoles-  como iniciadores de este y hasta el final de los tiempos a sus sucesores, con su Ejemplar Vida, Pasión, Muerte y Resurrección, nos lucra la FILIACIÓN DIVINA, o sea que Dios Padre nos adopte como hijos suyos y por tanto herederos de la salvación eterna.
La Filiación Divina no es una figura literaria, Vivimos nuestra Filiación Divina cuando unidos a Jesucristo, nuestro maestro y redentor, gozando del don de la Gracia cumplimos con la voluntad del Padre, siguiendo el ejemplo de Jesús, contando  con la ayuda del Espíritu Santo,  su ayuda, su consejo, Él siempre está actuando en nosotros, en especial cuando estamos en Gracia de Dios, y cuando no, insistiendo a través de nuestra conciencia para que volvamos al redil, para que con el Sacramento del Perdón ganemos nuevamente esa característica maravillosa de ser templos trinitarios, que en nosotros inhabite la Trinidad Santísima, que recuperemos la Gracia de Dios, ¿ no es esta una muestra convincente de la paternidad de Dios, que gozamos ?, ya que ese reconvertirnos, el poder continuar siendo congruentes con doctrina de Jesús nos vuelve a la comunicación franca , abierta con nuestro señor, debemos de tener siempre presente que solo cuando gozamos del Estado de Gracia estamos realmente en comunicación con Dios, nuestra oración que debe ser ante todo  COMUNICACiÓN  CON DIOS, solo se lleva a cabo cuando no hay interferencias, y el pecado grave es la mayor de ellas. El deseo de Dios es que nos mantengamos en “ Gracia de Dios ”,  esta es una muestra de su amor paternal, amor divino, muy superior a cualquier amor humano, es por ello que conocedor de nuestras debilidades y caídas nos ofrece  siempre la oportunidad de reconciliación a través del Sacramento del Perdón, esta es otra demostración del perfectísimo amor de Dios por las personas humanas, amor infinitamente superior a cualquier amor humano. A cada caída nuestra  Él está atento  con las mociones del Espíritu Paráclito, que nunca descansa y a través de nuestra conciencia insiste en aquello que nos es conveniente, que nos justifica.

“”SI ALGUNO ME AMA GUARDARÁ MI PALABRA, Y MI PADRE LE AMARÁ Y VENDREMOS A él Y HAREMOS MORADA EN él. Jn. 14,23  el hombre puede expulsar esta  inhabitación trinitaria, ese tener en casa a nuestro Padre, privilegio al que nada se puede comparar, alejándosesolamente cuando fallando, cayendo,  por motivo del pecado, lo que equivale a faltar a la  voluntad divina, que pena tan grande que seamos capaces de ello de deshacernos de ese tesoro invaluable que es el estar en gracia de Dios y en comunicación,  pero que alegría que las podamos recuperar mediando nuestro arrepentimiento, propósito de enmienda y recepción de la absolución sacramental. El valor del estado de gracia es infinito, y el estar en comunicación armónica con nuestro padre del cielo, no hay riqueza que se lo pueda comparar, tal es su valor antes de perderlas  que una vez recuperadas, dada la perfección del perdón de Dios, que goza de esa perfección que corresponde a todo acto divino, vuelven a la armonía anterior sin deterioro alguno, lo que no se puede comparar al perdón humano que por muy perfecto que humanamente lo sea, carece de la perfección divina.
Justo es el hombre que busca la santidad y que es la santidad sino el perfeccionamiento continuo de la búsqueda del cumplimiento de la voluntad divina, las ansias  de agradar a Dios en todo lo que realizamos, en el trabajo , en la vida familiar, el  trato social, y por supuesto en la vida piadosa con todos sus contornos y facetas, y que fácil es decirlo mas que difícil es cumplirlo por asequible que es,  pues es necesario vivir las virtudes teologales y las humanas en la forma  y de la manera mejor que nos sea posible. En el cumplimiento de lo anterior consiste la mayor felicidad del hombre aquí en la tierra, ya Aristóteles de alguna manera lo dijo, al señalar que la verdadera felicidad del hombre consistía en la persecución de la vida virtuosa. Y San Agustín nos lo confirma con su propia experiencia de vida, y que cambió radicalmente su cosmovisión ,  la que consideró inquieta hasta que descansó en el conocimiento verdadero de Dios.
Nuestro Señor en tanto padre nuestro no a la manera humana, sino divina, estará presente en nosotros en forma especial en los momentos mas difíciles o mas alegres de nuestra existencia, así como en los mas frecuentes y los de mayor duración como en la jornada de trabajo, o de estudio para los mas jóvenes, nuestra participación en la vida familiar, durante el descanso, la vida en sociedad, los  quehaceres,  y como le tenemos presente antes de entregarnos a sueño y como primer acto de nuestra vida cotidiana al despertar en la mañana, con esas dos normas de vida del  “examen de conciencia diario” y el  “ofrecimiento de obras” que son intima comunicación con Él. La filiación divina nos eleva al plano sobrenatural cuando la experimentamos concientemente.
Es así como observamos nuestra justificación, (santificación), viviendo íntimamente,  concientemente  ese ser buenos hijos de Dios, no es fácil, el mundo ofrece hoy día tantos elementos de distracción que nos alejan de la vida piadosa, que solo con esfuerzo continuado nos es posible volver y volver al redil, estamos en el mundo pero no seamos mundanos nos aconseja San Josemaría,

Jorge Casas y Sánchez.