lunes, 11 de mayo de 2020

APUNTES SOBRE FE Y CARIDAD.



APUNTES SOBRE FE Y CARIDAD.

FE:
Me he permitido copiar unos párrafos de la Carta Encíclica LUMEN FIDEI,  de Nuestro actual Papa Francisco, que nos habla sobre la FE con una claridad, profundidad y altura propios de su investidura, es el Vice-Cristo. Para los que  la conozcan, es un grato recordatorio, para los que no la conocen una invitación a que la lean, la mediten y así se obtenga el objetivo del Santo Padre.

“”El joven Nietzsche invitaba a su hermana Elisabeth a arriesgarse, a « emprender nuevos caminos… con la inseguridad de quien procede autónomamente ». Y añadía: « Aquí se dividen los caminos del hombre; si quieres alcanzar paz en el alma y felicidad, cree; pero si quieres ser discípulo de la verdad, indaga ». Con lo que creer sería lo contrario de buscar. A partir de aquí, Nietzsche critica al cristianismo por haber rebajado la existencia humana, quitando novedad y aventura a la vida. La fe sería entonces como un espejismo que nos impide avanzar como hombres libres hacia el futuro””
 “”Poco a poco, sin embargo, se ha visto que la luz de la razón autónoma no logra iluminar suficientemente el futuro; al final, éste queda en la oscuridad, y deja al hombre con el miedo a lo desconocido. De este modo, el hombre ha renunciado a la búsqueda de una luz grande, de una verdad grande, y se ha contentado con pequeñas luces que alumbran el instante fugaz, pero que son incapaces de abrir el camino. Cuando falta la luz, todo se vuelve confuso, es imposible distinguir el bien del mal, la senda que lleva a la meta de aquella otra que nos hace dar vueltas y vueltas, sin una dirección fija””
“” Por tanto, es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. Y es que la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre. Porque una luz tan potente no puede provenir de nosotros mismos; ha de venir de una fuente más primordial, tiene que venir, en definitiva, de Dios. La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida. Transformados por este amor, recibimos ojos nuevos, experimentamos que en él hay una gran promesa de plenitud y se nos abre la mirada al futuro. La fe, que recibimos de Dios como don sobrenatural, se presenta como luz en el sendero, que orienta nuestro camino en el tiempo. Por una parte, procede del pasado; es la luz de una memoria fundante, la memoria de la vida de Jesús, donde su amor se ha manifestado totalmente fiable, capaz de vencer a la muerte. Pero, al mismo tiempo, como Jesús ha resucitado y nos atrae más allá de la muerte, la fe es luz que viene del futuro, que nos desvela vastos horizontes, y nos lleva más allá de nuestro « yo » aislado, hacia la más amplia comunión. Nos damos cuenta, por tanto, de que la fe no habita en la oscuridad, sino que es luz en nuestras tinieblas””.

CARIDAD:
Es labor de la Iglesia el despertar fuerzas espirituales, en especial para que se obre con justicia, pero no es actividad propia  de  esta el participar directamente en ello. Eso es obligación de la política. La Iglesia se manifiesta racionalmente para influir en abrir la inteligencia y la voluntad de los responsables políticos. No se queda al margen, pues el amor que predica siempre es necesario por muy alto que sea el nivel  de justicia alcanzado. Esta es una de las formas en que la Iglesia católica ejerce la Caridad, en su búsqueda de la mejora en la existencia de las personas como ciudadanos.
Siempre se encontrarán iniciativas e instituciones que ejercen la caridad por parte de la Iglesia, con preferencia por los mas necesitados, los marginados, los desamparados, los mas pobres, los enfermos, los abandonados, hasta donde su capacidad se lo permite. Por desgracia las necesidades siempre superan a las posibilidades de ayuda. Lo sobresaliente en estas actividades no es la cuestión económica, sino la caritativa (caritas) el amor, en el trato de los semejantes, y la ayuda espiritual. Que son las que lo puramente político no puede proporcionar, en esta es la caridad personal que cada quien ejerce, en ambos campos, sean, el político o el eclesial.
Otro aspecto importante, poco conocido es que la Iglesia Católica no cofunde, no mezcla el proselitismo con la caridad, ésta la lleva a cabo porque ve en el necesitado la figura de Jesucristo, Él nos enseña que lo que hagamos por el pobre lo hacemos por Él, y así el amor a Jesucristo se vierte en el amor al prójimo necesitado. Sin dejar de considerar que hay también que tener caridad espiritual con las personas que carecen del consuelo que proporciona el sentirse amado por El Creador. Podemos así ver dos aspectos que no se confunden ni se mezclan, caridad que soluciona problemas vitales y caridad que ayuda al espíritu. Consuelo y ayuda, entre otras cosas, es lo que prometen los obispos al ser investidos, para con los mas pobres y necesitados de ayuda.
 Recopiló Jorge Casas y Sánchez.