domingo, 10 de noviembre de 2013

 ADORACIÓN, CONTEMPLACIÓN,  MEDITACIÓN, ORACION.
Parafraseando a Mt.7,7 que nos dice: -“pedid y se os dará; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra;  y al que llama se le abrirá” - ; un Padre de la Iglesia, Guido el Cartujano nos dejó dicho:  “…buscad leyendo, y encontrareis meditando; llamad orando y se os abrirá por la contemplación…” Lo que nos muestra que meditar, orar y contemplar no son departamentos estancos sino que vienen a formar partes del hablar con Dios, como lo es la adoración también.
Me ha parecido conveniente que algunos de los términos que se usan constantemente en la doctrina  de Jesucristo nos queden mas claros en sus significados, por ello he tratado de clarificarlos con el objeto de que sean de mejor ayuda en nuestras meditaciones, y en general en nuestra relación con Dios, su iglesia, sus  rituales.

LA ADORACIÓN, el ser humano siempre ha adorado a la divinidad, desde nuestros mas remotos ancestros, pues la mas simple adoración consiste en saberse inferior a ese algo que está por encima de nosotros, que no vemos, no conocemos pero intuimos como divinidades  superiores,  como algo de tal manera poderoso  que dependemos de ello, que no entendemos  pero que reconocemos en su superioridad y les tributamos de algún modo, representándonoslo con alguna figura a la que se idolatra por considerarle poderoso y se le piden cosas. Por supuesto esto es lo que nos sucede cuando no conocemos la Revelación Divina, pues conociéndola las cosas son diametralmente diferentes.
Veamos  cual es la reflexión  filosófica, en primer término la persona humana en búsqueda de su felicidad se plantea ¿que es?,¿ quien es?,¿ de  donde le adviene lo que es?, y ¿ cual es el sentido de su existencia ,en la que busca la felicidad. Y lo atribuye a lo único que puede,  que es algo de índole desconocida pero superior a si, y que tiene poderes que uno no puede controlar sino padecer. Y a estas , llamémosles divinidades, recurre en su pequeñez, acusando la grandeza la superioridad de su divinidad desconocida, y sometiéndosele le reconoce como poderosa y así es como este reconocimiento es su rudimentaria forma de adoración la cual se va traduciendo en ofrendas, peticiones, sacrificios, e ídolos que la representan.
Lo anterior nos lleva a la conclusión de que adorar en su mas primitiva expresión es reconocer a algo superior a nosotros y de lo que depende nuestra felicidad, y dado que la búsqueda de esta es el fin del hombre,  tenemos a la divinidad correspondiente de acuerdo a nuestro entender, presente cuando necesitamos algo que no podemos conseguir fácilmente, como por ejemplo el que termine un período de sequía, o se recupere la salud de un ser querido o propia. Y humildemente se le invoca y a cambio o como demostración de sumisión se le invoca y se recibe ayuda del especialista, chamán, curandero etc. Y en demostración de dependencia de su poder se le ofrece algo.
Ahora bien para los cristianos que somos gracias a la Revelación Divina conocedores y dueños de la verdad ¿ que es adorar ?,  pues es el presentarnos humildemente ante Dios Todopoderoso como sus criaturas, débiles, dependientes, con nuestras debilidades y defectos, miserias y pequeñeces, su misericordia,  reconociendo en Él su grandeza inconmensurable, su perfectísimo amor por nosotros, al que nunca podremos corresponder como Él se merece;  sus innumerables perfecciones en todas las materias imaginables, de bondad, misericordia, belleza justicia, poder, sabiduría  y las que nuestra imaginación alcance a pensar, reconociendo la inmensa distancia que nos separa de Él, en cuanto criaturas frente a su creador, y sin embargo el que somos queridas por Él desde la eternidad y reconocer que  existe un vínculo de  dependencia, de amor, de agradecimiento. Esto es el acto natural de adoración. La adoración es la más alta forma de oración.

LA CONTEMPLACIÓN,  Jesucristo es el fruto de la contemplación de Dios, meditando aprendemos a meditar, esta es  silenciosa, se puede progresar en ella (hasta grados místicos, los que se dan en casos en que personas que se han sometido a profundas disciplinas ascéticas  y mortificaciones, y en ocasiones han alcanzado el éxtasis), en la que  buscamos purificar nuestra alma, contemplando gracias a la acción del Espíritu Santo el entendimiento de las realidades divinas que nos permiten profundizar en el conocer las verdades reveladas
La Iglesia en su realidad divina y humana, visible y con elementos invisibles, con sus órganos jerárquicos y el Cuerpo Místico de Jesucristo se entrega a la acción y a la contemplación,  nos comunica la verdad y la gracia, en las que avizoramos las alegrías de la salvación,  a ello nos ayudan las imágenes santas estimulándonos a que combinadas con la Palabra demos gloria a Dios, y crezcamos en la fe. Materia sublime de contemplación son los misterios de la vida de Nuestro Señor  Jesucristo, nuestra oración setorna contemplativa cuando nos internamos en su vida para mejor conocerle, más amarle y mejor  seguirle. Santa Teresa , considerada maestra en oración entre muchas cosas mas hablando de contemplación nos dice:  “no es otra cosa sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama”

MEDITACIÓN,  es la búsqueda espiritual del como y el porqué de la vida cristiana para adherirnos al Señor. Nos ayudamos con imágenes, libros en especial  los Santos Evangelios, libros y obras literarias  de espiritualidad, de los que gracias a Dios contamos con muchos y muy apropiados, un ejemplo es el titulado HABLAR CON DIOS del Pro. Francisco Fernández de Carvajal que se puede leer todos los días en la página web que se titula como su obra como –“Hablar con Dios”-- y que contiene meditaciones para cada día del año, los Salmos del Antiguo Testamento, son también un gran libro de oraciones para meditar.  Cristo Jesús es el mejor camino de nuestra oración, procurando apropiárnoslo al meditar lo que se lee y comprendiendo su amor hacia nosotros,  por lo que su Palabra, contenida en Los Santos Evangelios es la cumbre de lo que nos induce a la meditación.
La meditación implica al pensamiento, a la imaginación, a la emoción, al deseo de Dios, esto moviliza para profundizar en las convicciones de la fe. La meditación es búsqueda orante que se confronta con la realidad de nuestra vida, no es escapismo, va unida a nuestra vida.
 Hay sentimientos que nos hacen percibir como fracasos en la oración, siendo estos de decepción por no ser escuchados de acuerdo a nuestros criterios humanos, debemos recordar que los criterios divinos se ordenan a nuestra salvación, mientras los nuestros muchas veces lo son hacia el bienestar y a los bienes materiales. Estos sentimientos no deben de desanimar nuestra oración, ni debemos de abandonar nuestros esfuerzos, luchando con humildad, perseverancia y confianza, venciendo los obstáculos que se nos presentan y en la tesitura de que Dios nos quiere salvos y lo que nos concede es porque ayuda a nuestra salvación y, lo que no,  es que no coopera a  ella.

 ORACIÓN, la tradición de la Iglesia nos muestra cuatro expresiones principales: la oración vocal, la meditación,  y la oración de contemplación y la adoración.  El mayor ejemplo de la oración vocal la tenemos en el Padrenuestro, que el propio Jesús nos enseña a través de sus apóstoles. Tienen un lugar privilegiado el Gloria, la  Ave María, el Credo, entre las oraciones vocales.  Hay además  de estas infinidad que la piedad cristiana ha ido formando a través de los siglos, y otras que se dicen en forma personal privada,  además de otras regionales que obedecen a circunstancias especiales,  Un lugar muy especial tienen en la liturgia las oraciones cantadas, mismas que se ejecutan de acuerdo con las diferentes circunstancias con la participación de los fieles, o bien con coros “ad hoc”, de cada oratorio, parroquia, templo, basílica o catedral, así como extraordinarias  composiciones que provienen de la piedad popular y de grandes maestros de la música que han compuesto  obras grandiosas para las Misas, cantos llamados Oratorios, Aves María de gran belleza musical, entre otros destaca el Canto Gregoriano que se trata de un canto llano que se adapta a la letra que se decida entonar, invita a la devoción. La costumbre de tener cantos en la liturgia proviene de antes de Cristo, pues en las sinagogas del Antiguo Testamento se cantaba, y cantaban en sus celebraciones los primeros cristianos, por lo que la oración cantada es antiquísima forma de comunicar a Dios y a la Santísima Virgen nuestras alabanzas.
Nuestra oración particular  NADE DE DIOS, es gracias al  Espíritu Santo  que en primera instancia nos ha inspirado el orar, por tanto nuestra oración siempre es RESPUESTA, aunque parezca iniciativa nuestra .  La oración siempre es grandiosa porque viene de Dios, que obra en nosotros ese privilegio que es el comunicarnos con Él, que es instantáneo e inmediato.  Con toda razón se afirma que orar es hablar con Dios, es poner nuestra alma al desnudo en su presencia, al saber que Él nos conoce perfectamente en nuestra más intima naturaleza, que sabe cuáles son nuestras intenciones, capacidades, fortalezas y debilidades, por lo tanto al hablar con Él debemos humildemente tratar nuestras intenciones,  pidiendo su ayuda para realizarlas, por supuesto tratándose de las intenciones rectas, las que van acordes con su voluntad, las que nos hacen mejores personas, las de servicio a los demás, las que nos santifican.
Hay oraciones mentales, o habladas, personales o comunitarias, de estas últimas el grandioso ejemplo lo es La Santa Misa, en estas hay varias formas litúrgicas. Entre las devociones marianas vocales destacan; el Santo Rosario, el Ángelus Dómine, el Acordaos y la Salve y varias más. La Hora Santa es otra de las devociones que combina la oración vocal con la meditación, en la que hay varias oraciones, particulares unas,  comunitarias otras y se da en ellas  la oportunidad de la adoración,  que es la más alta forma de oración.
Si bien toda oración está dirigida a la Trinidad Santa, se puede llevar a cabo a través de la intercesión, si va dirigida al Padre, con la intercesión de Jesucristo y a éste por la de la Santísima Virgen, además,  no solo buscamos intercesiones de los Santos, sino de los Beatos, de los, o las, que tienen sus causas de santificación introducidas en la Santa Sede, o incluso de personas que hemos conocido personalmente o no, y de las que estamos ciertamente convencidos que se han salvado y que pueden  interceder favorablemente por nosotros, aquí el fervor popular no tiene límites, hay quien pide la intercesión a través de su papá o mamá, hijo, o abuela.  Es muy utilizado  el camino para llegar al Padre  a través de su hijo Nuestro Señor Jesucristo y para llegar a este lo es su Madre y Madre Nuestra , la Santísima Virgen, rezamos a Dios Padre, al Espíritu Santo o a Jesús directamente o igualmente a la Trinidad Santa.
Entre otros aspectos en la oración se dan  formas como la petición, el agradecimiento, la  reparación, la alabanza, la entrega, la simple oralidad ya sea haciéndolo en forma directa o dirigiéndonos a Dios  con alguna intercesión. La oración, ese trato con el Señor Trino y Uno nos induce al amor de Dios, al incrementar su trato incrementamos nuestro amor a Él, y esto alegra a nuestra alma, la vivifica, da a nuestra humildad, base de toda oración en tanto virtud, un valor supremo en el trato con nuestro creador, providente, que nos quiere salvos, en este trato aprendemos a dominar nuestro orgullo falso, la soberbia, y otros defectos que nos son atávicos. La oración debe incluir el deseo de cumplir con la  voluntad divina, de desear ser como Dios quiere que seamos, que realicemos lo que nos corresponde con la mayor perfección,  que nos sea posible y por amor a Él, para honrarle, darle gloria, que si bien no necesita,  si merece y dándosela le rendimos nuestro agradecimiento, le demostramos que lo que nos indica en nuestra conciencia, lo llevamos a cabo hasta donde nos es posible humanamente, así correspondemos a su  misericordia.
En la oración nos encontraremos en ocasiones con dificultades  que la dificultan y que tenemos que tratar de vencer, son en especial : las distracciones, la sequedad, las interferencias de otros aspectos de nuestra vida ajenos a lo que nos está ocupando en esos momentos de oración, la pereza, la desidia, ante ellos debemos de reaccionar y rectificar encaminando nuestra oración debidamente, basándonos en nuestra fe y mostrando nuestra fidelidad al Señor, esforzándonos, pues el rezar no es a lo que fluya suavemente sin esfuerzo, es más válida cuando es fruto de nuestro esfuerzo de concentración, tiempo y dedicación sistemática.

Jorge Casas y Sánchez. 

martes, 15 de octubre de 2013


BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA XIX. SANTO TOMAS SEGUNDA PARTE.

(CONTINUAMOS CON DIOS)
Sto. Tomás tomó muy en serio el pensamiento anterior a él, profundizó en este y fué superando las dificultades que mostraba, en especial la difícil síntesis entre RAZÓN Y FE, que hoy día se sigue analizando por los grandes pensadores, es sin duda una de las mas difíciles cuestiones que presenta la mente humana. Un ejemplo puede ser la definición famosísima de LA VERDAD que nos la sintetiza como: ADECUACIÓN DEL ENTENDIMIENTO CON LA COSA, a lo que añade que no puede haber una doble verdad, como lo sostenía  Averroes  al decir que algo podía ser verdad en filosofía y mentira en teología al mismo tiempo.

En cuanto al ente nos aclara su diferencia con el ser, es decir que el ente tiene existencia mas no es el ser, ente y existencia son diferentes, al ente lo limita su esencia, dicho de otra manera el ser es ilimitado y el elemento que limita al ente es su esencia, solo en Dios hay identidad de esencia y existencia. Y de una vez aclaramos que el único que puede dar la existencia es el Creador, nada puede existir o proceder fuera de su creación, pues la existencia es un ser participado, es así como se entiende que Dios ES EL QUE ES, pues en este sentido como solo de Dios proviene la existencia de todos los entes, Él al no proceder de nada ni nadie,  podría decirse, no que existe,  sino que es, ya que a la esencia la entendemos como un modo de ser o sea una limitación del ser.
Otro razonamiento del  Aquinate  es la extensión que da a la teoría aristotélica del ” acto y potencia”,  al aplicarla al binomio de  ”esencia,  existencia”,  diciéndonos que la existencia es el acto de la esencia, o sea que la esencia está en potencia respecto del acto de existir,  y tal binomio de existencia esencia son el ente en tanto ente, por lo que no es imaginable la esencia separada de la existencia , pues entre las dos forman el ente individual.
LAS CINCO VIAS de Sto. Tomas para demostrar la existencia de Dios, dado que es evidente la existencia de Dios, mas no lo es,  de modo inmediato,  requiere una demostración racional y el Aquinate lo hace de manera tal que ni los antiguos filósofos, ni los modernos han sido capaces por  necesidad admiten sus pruebas (Vias) utilizando los hechos sensibles tales como:
 el movimiento de todos los entes,
 la contingencia de los seres,
 la causa –efecto,
 el orden en el universo,
y la gradualidad de las perfecciones,
llega a conclusiones que demuestran la necesidad de un:       
 SER INMOVIL,
 CAUSA PRIMERA,
 EL SER NECESARIO, POR NECESIDAD ABSOLUTA.
 QUE NO DEPENDE DE NADA NI NADIE,
 QUE ES PERFECTO Y ORDENADOR DEL UNIVERSO.
En seguida tratamos muy brevemente cada una de estas conclusiones:
DIOS ES INMOVIL; se deduce que es necesario que haya un ser que de movimiento a todas las cosas, sin ser movido por agente alguno, por lo que Dios es inmóvil, si no fuera es que habría algo superior a Él, lo que repugna a la naturaleza de primer motor. Y si es necesario que este ser primero sea total y absolutamente inmutable.
DIOS ES CAUSA DE TODO; resulta de lo que precede que Dios es eterno pues todo lo que  existe o deja de existir lo hace por movimiento o mutación y ya hemos demostrado que Dios es inmutable.
ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO; todo lo que puede ser o no ser es mudable, todo ser que es,  es imposible que no sea, y todo lo que es,  es necesario que reciba el ser de otro, que se lo comunique, que sea anterior a este, y como no hay nada que pueda ser anterior a Dios, en Él no hay posibilidad de ser o no ser, luego es necesario, de toda necesidad , que Él exista.
NO DEPENDE DE NADA; ni tiene sucesión alguna, ya que lo que existe tiene en su movimiento una anterioridad y una posterioridad en el movimiento, en Dios esto no se da por lo que su existencia es totalmente simultánea, en la existencia de las cosas no se da la existencia simultanea pues adquieren y pierden en el tiempo pasado o venidero.
SU PERFECCIÓN Y ORDEN MARAVILLOSO DEL UNIVERSO; toda perfección es comunicada, luego estas deben existir en forma superabundante en quien las comunica, como comunica por ejemplo la ciencia, debe poseer en forma eminente y superabundante la ciencia en tanto maestro que enseña a los demás, quienes la adquieren limitadamente, no como la poseé Él. Sobre el universo reprocha la idea de que se ordene a si mismo, su orden procede del diseño, providencia, cuidado y la voluntad divinas.

Una vez entendido esto se infieren en Dios, una perfección, un poder creador a partir de la nada, una providencia y un amor por el género humano,  que quiere que se salve completo.
Hecha esa demostración,  Santo Tomás profundiza en el tema del hombre y su antropología, aclarándonos que solo se concibe al hombre en tanto a sus dos elementos, el espiritual de nuestra alma y el material de nuestro cuerpo, distinguiendo en estos dos órdenes las facultades del orden cognositivo  ( inteligencia ) y del apetitivo  (voluntad ) en cuanto a facultades del alma que es nuestro nivel superior , y los sentidos y apetitos sensibles en el orden inferior. Siendo ambos los que deben tender al bien en cuanto Bien (Dios) y distingue la tendencia al bien con amor de benevolencia y al bien con amor concupiscente. El primero puede  incluir nuestro amor a Dios y el segundo puede incluir el amor desordenado por nosotros mismos. La Moral cristiana precisamente trata de conocer mas y mejor a Dios para amarle más, y controlar nuestros apetitos y pasiones desordenados precisamente (mortificación) por amor a Dios y a sus criaturas.
Y continúa en su antropología enseñándonos que la recta razón que conociendo la verdad actúa de acuerdo a la “Ley Natural”  que para los humanos consiste en la participación en la bondad de Dios. Nos deja una definición de la Moral Cristiana: ORDENACION DE LA RAZÓN, PARA EL BIEN COMÚN, PROMULGADA POR QUIEN TIENE EL CUIDADO DE LA COMUNIDAD.  La sabiduría de estos conceptos es tan actual hoy día porque da lugar a nuevos conceptos de nuestro tiempo y los dará a los de tiempos futuros, nunca se prescindirá del concepto del “ Bien Común”,  que es tomista y que pone en armonía a la persona con la sociedad y con el Estado. Por supuesto que nos referimos al Bien Común terrenal y no al sumo Bien Común que es Dios.

Jorge Casas y Sánchez.

jueves, 3 de octubre de 2013



BREVE CURSO DE FILOSOFÍA CRISTIANA XVIII. Santo Tomás de Aquino ,primera parte.

La sola vista por encimita del inmenso trabajo teológico, su profundísimo calado, la altura de su filosofía, amedrenta a cualquiera, como ejemplo podemos mencionar los sesenta volúmenes de que consta la edición de la SUMMA que edita Gilby, Eyre & Spottiswodde, de Londres y que publicó Mc Graw Hill, New York, 1964-75. Y tratar de poner en unas cuantas cuartillas un resumen de su trabajo, es un atrevimiento de lo mas criticable, sin embargo es lo que me corresponde hacer en esta ocasión, y lo voy a intentar recurriendo a comentadores y no a la SUMMA directamente, como lo haría un especialista que se respete, además lo que yo quiero presentar son aspectos de la filosofía cristiana y no de teología en forma específica, y con la finalidad de que se produzca interés en los lectores de esto para que recurran personalmente a los comentadores como Copleston o Farrell cuyos comentarios son de lo mas recomendable.

Al hablar de Santo Tomas de su juventud podemos decir que su vocación a la santidad, y el haberse lanzado en persecución de la verdad por su propia iniciativa y gracias a los consejos de su gran maestro el mas grande de su tiempo, San Alberto Magno,(lumbrera de la Edad Media, que trescientos años antes que Copérnico o Galileo demostró que la tierra era redonda e hizo grandes progresos en la química en especial en productos como el arsénico), fueron las circunstancias que marcaron su vida extraordinaria.

Se hizo monje, si, lo que significa alejarse del mundo, mas en su caso nunca se alejó de los hombres, su tremenda lógica y su vocación lo alejaron definitivamente de las pasiones, si una sola pasión le adivinamos fue, esta, la de perseguir la verdad a toda costa. Y las verdades que hace mas de setecientos años nos dejó, no están fuera de lugar ahora, por el contrario son mas estudiadas y consultadas que nunca y por grandes universidades, bástenos mencionar la de Pamplona y la de Salamanca. En esta época tan diferente a la Edad Media en que él vivió, pues nuestros tiempos son los de la ingeniería financiera, los estudios del mercado, la globalización del comercio, la robotización en las manufacturas, la democratización de masas humanas, los ordenadores, los tratados internacionales entre los Estados, las amenazas de la destrucción de la humanidad por armas químicas y explosivas de tremendo impacto y teledirigidas incluso desde el espacio exterior, el uso de las computadoras personales, tabletas, teléfonos celulares y el ciber-espacio para la planeación del trabajo, las noticias nacionales e internacionales, en muchas ocasiones en tiempo real  e informática  muy sofisticada como por ejemplo para el estudio de los alumnos, la diversión la socialisación, la intercomunicación global de incluso los niños y adolescentes, y se pueden seguir mencionando actividades de carácter extraordinario en lo tecnológico con aplicaciones en todas las facetas de la vida humana, que son nuestro pan de cada día, y de las cuales nadie en la época de Santo Tomás pudo tener ni la mas pálida idea, no había ningún indicio que pudiese indicar lo que el hombre lograría con la electrónica, la electricidad, los combustibles, etc, y su inusitada aplicación. Sin embargo lo que nos dice en materia espiritual tiene un valor tan actual como si se hubiera manifestado por primera vez en nuestro tiempo, y esto es sencillamente porque lo esencial de y para la persona humana es lo mismo, y lo seguirá siendo, somos criaturas de Dios, al que aspiramos a conocer, al que sabemos que tenemos que regresar y lo queremos realizar en las mejores condiciones posibles, lo que significa nuestra salvación. Nada puede ser mas importante en esta vida que lo que realicemos en orden a la VIDA ETERNA a la que trascenderemos, para bien si cumplimos con la voluntad de Dioso para mal de lo contrario.

En su obra encontramos todo lo que se refiere a la religión cristiana, ese fué su objetivo, así planeó el esquema de su obra. Lo hizo con sencillez, con esa sencillez que solo se logra con la claridad de la inteligencia superior y con su gran capacidad de síntesis. La dividió en tres grandes apartados a saber:

Primera parte.- Trata de Dios y su creación, relación con los ángeles, lo humano y lo físico.
Segunda parte.- Trata del retorno del hombre a su principio inicial. Trata la vida moral de la persona
humana (en una primera parte) y en la segunda de las virtudes y vicios.
Tercera parte.- Nos presenta los medios que los humanos tenemos, gracias a Jesucristo para salvarnos
y los sacramentos que instituyó.

En pocas palabras: DIOS.  EL HOMBRE.  EL HOMBRE-DIOS.
Y lo hizo siguiendo disciplinadamente las instrucciones que recibió en su orden monacal para instruir a los monjes novatos de la orden. Mil años de pensamiento filosófico precedieron su tiempo, es por ellos que la Summa se encuentra influenciada por las filosofías griegas y orientales, los Padres de la Iglesia, y esos diez siglos que le precedieron de pensamiento filosófico además de otros tresmil años de teología precristiana y cristiana, los que filtró purificándolos de lo que no fuera verdad, fruto de sus profundas investigaciones y razonamientos.. Y aquí es donde encontramos la gran síntesis del personaje que nos ocupa, “ese obsequio de Dios a la Humanidad”, cumbre del pensamiento medieval, en la que se combinan la Caridad que hace al santo, con la razón del filósofo que se sintetizan en el teólogo. En este caso el mas grande de todos los tiempos. Santo Tomás se daba cuenta en sus múltiples viajes, por todos los caminos de Europa, del sentir humano, así fue que a través de su trato con Dios desarrolló un gran conocimiento de si mismo y por tanto de los demás hombres, dávase cuenta de lo lejos que podían estar de Dios, pero también de sus esperanzas, sus ilusiones , sus temores, sus amores, sus vilezas sus arrepentimientos, lealtades , deslealtades, etc. Y la arquitectura de su vida la dedicó a las posibilidades de perfeccionamiento que el hombre tiene. En sus continuados esfuerzos por estos logros. Desde su primera cátedra universitaria tuvo opiniones contrarias a las suyas, y se involucró en verdaderas batallas intelectuales sobre temas que hoy día se siguen discutiendo desde sus opuestos puntos de vista. La paradoja es que hoy es mas influyente de lo que fué en su propia época y resto de la Edad Media.

Su obra principal es la SUMA TEOLÓGICA pero cuenta con otras grandes obras como la SUMA CONTRA GENTILES, y DE ENTE Y ESENCIA así como CUESTIONES DISPUTADAS (sobre la verdad), el método que utiliza es la Dialéctica, en el sentido de enfrentar dos tesis para que surja una síntesis. Empieza con una pregunta a la que se dan dos respuestas opuestas, después da él su propia síntesis que generalmente está en acuerdo con una de las cuestiones en disputa, y da su razonamiento, y lo hace respondiendo a las objeciones de los contrarios.

SOBRE DIOS: Dios es generalmente conocido por todos, bien , mal o poco, existen si, los agnósticos que se desinteresan de si existe o no la divinidad ya se han dado cuenta de que es imposible demostrar que Dios no existe y se dan por vencidos. Los naturalistas, menos flojos, en sus esfuerzos se empantanan en cuestiones como el libre albedrío, la inteligencia, la voluntad, ni que decir que el problema les rebasa. A los Idealistas por su parte la ceguera les sigue impidiendo ver el cosmos en que habitan y se encierran en el oscuro rincón de su propia mente sintiéndose ser parte de un dios y llegan a divertirse con la jugetona idea de que son el dios mismo. Sin embargo la generalidad de los seres humanos admitimos que hay un solo Dios, que es omniscente, todo lo conoce, es inconmensurable, no se le puede limitar, es superior a nosotros, y admitimos que se le puede conocer por nosotros sin verle y tan solo limitadamente, pero sentimos y sabemos que nos ama, y que de toda su creación nos distingue al habernos creado a su imagen y semejanza.

Lo anterior es lo que permite que creamos de ese Dios Divino que es, la inteligencia suprema, esto lo comprobamos al observar la abismal diferencia que existe entre nuestras capacidades de razón y el cosmos que es nuestro entorno. Y si queremos especular un poco mas, concluiremos otras cuestiones como:
i-Que es el arquitecto del universo, que como el constructor conoce la casa que ha levantado Él conoce su creación, nada le queda oculto, toda fracción de la realidad está en su mente.
ii-Ni el pasado, ni el futuro le son ajenos. Para Él todo es como un absoluto presente.

iii-No adquiere nuevos conocimientos, como nosotros, ni olvida eventos anteriores, como   a  nosotros nos sucede.

iiii-Dios es la inmutable VERDAD porque esta consiste en la adecuación de la realidad a la mente que conoce, y la mente divina conoce las cosas tal como estas son, pues él es quien las causa.

iiiii-No diré mas que tenemos que entender que DIOS ES SIMPLE, esto es que no está constituido de partes como nosotros, que por un lado tenemos alma, que como ”forma” del cuerpo, es espíritu creado, y por otro miembros u órganos como el ocular o el sistema digestivo, Él en su esencia todo lo es, no es que lo tenga como añadidos los tenemos nosotros, su esencia en su simplicidad todo lo contiene.


JORGE CASAS Y SÁNCHEZ.

BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA XIX. SANTO TOMAS SEGUNDA PARTE.

(CONTINUAMOS CON DIOS)
Sto. Tomás tomó muy en serio el pensamiento anterior a él, profundizó en este y fué superando las dificultades que mostraba, en especial la difícil síntesis entre RAZÓN Y FE, que hoy día se sigue analizando por los grandes pensadores, es sin duda una de las mas difíciles cuestiones que presenta la mente humana. Un ejemplo puede ser la definición famosísima de LA VERDAD que nos la sintetiza como: ADECUACIÓN DEL ENTENDIMIENTO CON LA COSA, a lo que añade que no puede haber una doble verdad, como lo sostenía  Averroes  al decir que algo podía ser verdad en filosofía y mentira en teología al mismo tiempo.

En cuanto al ente nos aclara su diferencia con el ser, es decir que el ente tiene existencia mas no es el ser, ente y existencia son diferentes, al ente lo limita su esencia, dicho de otra manera el ser es ilimitado y el elemento que limita al ente es su esencia, solo en Dios hay identidad de esencia y existencia. Y de una vez aclaramos que el único que puede dar la existencia es el Creador, nada puede existir o proceder fuera de su creación, pues la existencia es un ser participado, es así como se entiende que Dios ES EL QUE ES, pues en este sentido como solo de Dios proviene la existencia de todos los entes, Él al no proceder de nada ni nadie,  podría decirse, no que existe,  sino que es, ya que a la esencia la entendemos como un modo de ser o sea una limitación del ser.
Otro razonamiento del  Aquinate  es la extensión que da a la teoría aristotélica del ” acto y potencia”,  al aplicarla al binomio de  ”esencia,  existencia”,  diciéndonos que la existencia es el acto de la esencia, o sea que la esencia está en potencia respecto del acto de existir,  y tal binomio de existencia esencia son el ente en tanto ente, por lo que no es imaginable la esencia separada de la existencia , pues entre las dos forman el ente individual.
LAS CINCO VIAS de Sto. Tomas para demostrar la existencia de Dios, dado que es evidente la existencia de Dios, mas no lo es,  de modo inmediato,  requiere una demostración racional y el Aquinate lo hace de manera tal que ni los antiguos filósofos, ni los modernos han sido capaces por  necesidad admiten sus pruebas (Vias) utilizando los hechos sensibles tales como:
 el movimiento de todos los entes,
 la contingencia de los seres,
 la causa –efecto,
 el orden en el universo,
y la gradualidad de las perfecciones,
llega a conclusiones que demuestran la necesidad de un:       
 SER INMOVIL,
 CAUSA PRIMERA,
 EL SER NECESARIO, POR NECESIDAD ABSOLUTA.
 QUE NO DEPENDE DE NADA NI NADIE,
 QUE ES PERFECTO Y ORDENADOR DEL UNIVERSO.
En seguida tratamos muy brevemente cada una de estas conclusiones:
DIOS ES INMOVIL; se deduce que es necesario que haya un ser que de movimiento a todas las cosas, sin ser movido por agente alguno, por lo que Dios es inmóvil, si no fuera es que habría algo superior a Él, lo que repugna a la naturaleza de primer motor. Y si es necesario que este ser primero sea total y absolutamente inmutable.
DIOS ES CAUSA DE TODO; resulta de lo que precede que Dios es eterno pues todo lo que  existe o deja de existir lo hace por movimiento o mutación y ya hemos demostrado que Dios es inmutable.
ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO; todo lo que puede ser o no ser es mudable, todo ser que es,  es imposible que no sea, y todo lo que es,  es necesario que reciba el ser de otro, que se lo comunique, que sea anterior a este, y como no hay nada que pueda ser anterior a Dios, en Él no hay posibilidad de ser o no ser, luego es necesario, de toda necesidad , que Él exista.
NO DEPENDE DE NADA; ni tiene sucesión alguna, ya que lo que existe tiene en su movimiento una anterioridad y una posterioridad en el movimiento, en Dios esto no se da por lo que su existencia es totalmente simultánea, en la existencia de las cosas no se da la existencia simultanea pues adquieren y pierden en el tiempo pasado o venidero.
SU PERFECCIÓN Y ORDEN MARAVILLOSO DEL UNIVERSO; toda perfección es comunicada, luego estas deben existir en forma superabundante en quien las comunica, como comunica por ejemplo la ciencia, debe poseer en forma eminente y superabundante la ciencia en tanto maestro que enseña a los demás, quienes la adquieren limitadamente, no como la poseé Él. Sobre el universo reprocha la idea de que se ordene a si mismo, su orden procede del diseño, providencia, cuidado y la voluntad divinas.

Una vez entendido esto se infieren en Dios, una perfección, un poder creador a partir de la nada, una providencia y un amor por el género humano,  que quiere que se salve completo.
Hecha esa demostración,  Santo Tomás profundiza en el tema del hombre y su antropología, aclarándonos que solo se concibe al hombre en tanto a sus dos elementos, el espiritual de nuestra alma y el material de nuestro cuerpo, distinguiendo en estos dos órdenes las facultades del orden cognositivo  ( inteligencia ) y del apetitivo  (voluntad ) en cuanto a facultades del alma que es nuestro nivel superior , y los sentidos y apetitos sensibles en el orden inferior. Siendo ambos los que deben tender al bien en cuanto Bien (Dios) y distingue la tendencia al bien con amor de benevolencia y al bien con amor concupiscente. El primero puede  incluir nuestro amor a Dios y el segundo puede incluir el amor desordenado por nosotros mismos. La Moral cristiana precisamente trata de conocer mas y mejor a Dios para amarle más, y controlar nuestros apetitos y pasiones desordenados precisamente (mortificación) por amor a Dios y a sus criaturas.
Y continúa en su antropología enseñándonos que la recta razón que conociendo la verdad actúa de acuerdo a la “Ley Natural”  que para los humanos consiste en la participación en la bondad de Dios. Nos deja una definición de la Moral Cristiana: ORDENACION DE LA RAZÓN, PARA EL BIEN COMÚN, PROMULGADA POR QUIEN TIENE EL CUIDADO DE LA COMUNIDAD.  La sabiduría de estos conceptos es tan actual hoy día porque da lugar a nuevos conceptos de nuestro tiempo y los dará a los de tiempos futuros, nunca se prescindirá del concepto del “ Bien Común”,  que es tomista y que pone en armonía a la persona con la sociedad y con el Estado. Por supuesto que nos referimos al Bien Común terrenal y no al sumo Bien Común que es Dios.

Jorge Casas y Sánchez.

lunes, 9 de septiembre de 2013


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POR SU IMPORTANCIA TAN GRANDE HOY ME PERMITO PRESENTARLES LA HOMILÍA DE SU SANTIDAD EL  PAPA FRANCISCO EN LA SANTA MISA QUE OFICIÓ PRECISAMENTE EL DÍA QUE NOS TUVO INDICADO PARA LA JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN SIRIA.



HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Plaza de San Pedro
Sábado 7 de septiembre de 2013

«Y vio Dios que era bueno» (Gn 1,12.18.21.25). El relato bíblico de los orígenes del mundo y de la humanidad nos dice que Dios mira la creación, casi como contemplándola, y dice una y otra vez: Es buena. Queridos hermanos y hermanas, esto nos introduce en el corazón de Dios y, desde su interior, recibimos este mensaje.
Podemos preguntarnos: ¿Qué significado tienen estas palabras? ¿Qué nos dicen a ti, a mí, a todos nosotros?
1. Nos dicen simplemente que nuestro mundo, en el corazón y en la mente de Dios, es “casa de armonía y de paz” y un lugar en el que todos pueden encontrar su puesto y sentirse “en casa”, porque “es bueno”. Toda la creación forma un conjunto armonioso, bueno, pero sobre todo los seres humanos, hechos a imagen y semejanza de Dios, forman una sola familia, en la que las relaciones están marcadas por una fraternidad real y no sólo de palabra: el otro y la otra son el hermano y la hermana que hemos de amar, y la relación con Dios, que es amor, fidelidad, bondad, se refleja en todas las relaciones humanas y confiere armonía a toda la creación. El mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten responsables de todos, del bien de todos. Esta noche, en la reflexión, con el ayuno, en la oración, cada uno de nosotros, todos, pensemos en lo más profundo de nosotros mismos: ¿No es ése el mundo que yo deseo? ¿No es ése el mundo que todos llevamos dentro del corazón? El mundo que queremos ¿no es un mundo de armonía y de paz, dentro de nosotros mismos, en la relación con los demás, en las familias, en las ciudades, en y entre las naciones? Y la verdadera libertad para elegir el camino a seguir en este mundo ¿no es precisamente aquella que está orientada al bien de todos y guiada por el amor?
2. Pero preguntémonos ahora: ¿Es ése el mundo en el que vivimos? La creación conserva su belleza que nos llena de estupor, sigue siendo una obra buena. Pero también hay “violencia, división, rivalidad, guerra”. Esto se produce cuando el hombre, vértice de la creación, pierde de vista el horizonte de belleza y de bondad, y se cierra en su propio egoísmo.
Cuando el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se pone en el centro, cuando se deja fascinarpor los ídolos del dominio y del poder, cuando se pone en el lugar de Dios, entonces altera todas las relaciones, arruina todo; y abre la puerta a la violencia, a la indiferencia, al enfrentamiento. Eso es exactamente lo que quiere hacernos comprender el pasaje del Génesis en el que se narra el pecado del ser humano: El hombre entra en conflicto consigo mismo, se da cuenta de que está desnudo y se esconde porque tiene miedo (Gn 3,10), tiene miedo de la mirada de Dios; acusa a la mujer, que es carne de su carne (v. 12); rompe la armonía con la creación, llega incluso a levantar la mano contra el hermano para matarlo. ¿Podemos decir que de la “armonía” se pasa a la “desarmonía”? ¿Podemos decir eso: que de la armonía se pasa a la “desarmonía”? No, no existe la “desarmonía”: o hay armonía o se cae en el caos, donde hay violencia, rivalidad, enfrentamiento, miedo…
Precisamente en medio de este caos, Dios pregunta a la conciencia del hombre: «¿Dónde está Abel, tu hermano?». Y Caín responde: «No sé, ¿soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn 4,9). Esta pregunta se dirige también a nosotros, y también a nosotros nos hará bien preguntarnos: ¿Soy yo el guardián de mi hermano? Sí, tú eres el guardián de tu hermano. Ser persona humana significa ser guardianes los unos de los otros. Sin embargo, cuando se rompe la armonía, se produce una metamorfosis: el hermano que deberíamos proteger y amar se convierte en el adversario a combatir, suprimir. ¡Cuánta violencia se genera en ese momento, cuántos conflictos, cuántas guerras han jalonado nuestra historia! Basta ver el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas. No se trata de algo coyuntural, sino que es verdad: en cada agresión y en cada guerra hacemos renacer a Caín. ¡Todos nosotros! Y también hoy prolongamos esta historia de enfrentamiento entre hermanos, también hoy levantamos la mano contra quien es nuestro hermano. También hoy nos dejamos llevar por los ídolos, por el egoísmo, por nuestros intereses; y esta actitud va a más: hemos perfeccionado nuestras armas, nuestra conciencia se ha adormecido, hemos hecho más sutiles nuestras razones para justificarnos. Como si fuese algo normal, seguimos sembrando destrucción, dolor, muerte. La violencia, la guerra traen sólo muerte, hablan de muerte. La violencia y la guerra utilizan el lenguaje de la muerte.
Tras el caos del Diluvio, dejó de llover, apareció el arco iris y la paloma trajo un ramo de olivo. Pienso también hoy en aquel olivo que los representantes de las diferentes religiones plantamos en Buenos Aires, en la Plaza de Mayo, el año 2000, pidiendo que no haya más caos, pidiendo que no haya más guerra, pidiendo paz.
3. Y en estas circunstancias, me pregunto: ¿Es posible seguir el camino de la paz? ¿Podemos salir de esta espiral de dolor y de muerte? ¿Podemos aprender de nuevo a caminar por las sendas de la paz? Invocando la ayuda de Dios, bajo la mirada materna de la Salus populi romani, Reina de la paz, quiero responder: Sí, es posible para todos. Esta noche me gustaría que desde todas las partes de la tierra gritásemos: Sí, es posible para todos. Más aún, quisiera que cada uno de nosotros, desde el más pequeño hasta el más grande, incluidos aquellos que están llamados a gobernar las naciones, dijese: Sí, queremos. Mi fe cristiana me lleva a mirar a la Cruz. ¡Cómo quisiera que por un momento todos los hombres y las mujeres de buena voluntad mirasen la Cruz! Allí se puede leer la respuesta de Dios: allí, a la violencia no se ha respondido con violencia, a la muerte no se ha respondido con el lenguaje de la muerte. En el silencio de la Cruz calla el fragor de las armas y habla el lenguaje de la reconciliación, del perdón, del diálogo, de la paz. Quisiera pedir al Señor, esta noche, que nosotros cristianos y los hermanos de las otras religiones, todos los hombres y mujeres de buena voluntad gritasen con fuerza: ¡La violencia y la guerra nunca son el camino para la paz! Que cada uno mire dentro de su propia conciencia y escuche la palabra que dice: Sal de tus intereses que atrofian tu corazón, supera la indiferencia hacia el otro que hace insensible tu corazón, vence tus razones de muerte y ábrete al diálogo, a la reconciliación; mira el dolor de tu hermano -pienso en los niños, solamente en ellos…-, mira el dolor de tu hermano, y no añadas más dolor, detén tu mano, reconstruye la armonía que se ha roto; y esto no con la confrontación, sino con el encuentro. ¡Que se acabe el sonido de las armas! La guerra significa siempre el fracaso de la paz, es siempre una derrota para la humanidad. Resuenen una vez más las palabras de Pablo VI: «Nunca más los unos contra los otros; jamás, nunca más… ¡Nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra!» (Discurso a las Naciones Unidas, 4 octubre 1965: AAS 57 [1965], 881). «La Paz se afianza solamente con la paz; la paz no separada de los deberes de la justicia, sino alimentada por el propio sacrificio, por la clemencia, por la misericordia, por la caridad» (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1976: AAS 67 [1975], 671). Hermanos y hermanas, perdón, diálogo, reconciliación son las palabras de la paz: en la amada nación siria, en Oriente Medio, en todo el mundo. Recemos esta noche por la reconciliación y por la paz, contribuyamos a la reconciliación y a la paz, y convirtámonos todos, en cualquier lugar donde nos encontremos, en hombres y mujeres de reconciliación y de paz. Así sea.

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana

jueves, 8 de agosto de 2013

APRENDAMOS DE SAN IÑIGO DE LOYOLA.

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Los días 31 de julio festejamos a :Ignacio, Nacho, Iñigo, Iñaki
SAN IGNACIO DE LOYOLA*
Memoria
— La influencia de la lectura en la conversión de San Ignacio.
— Importancia de la lectura espiritual.
— Cuidar lo que se lee. Modo de hacer la lectura espiritual.
I. Según cuenta en su Autobiografía Ignacio de Loyola «hasta los veintiséis años de su edad fue hombre dado a las vanidades del mundo, y principalmente se deleitaba enejercicio de armas, con un grande y vano deseo de ganar honra»1. Después de haber sido herido en una pierna en la defensa de la ciudad de Pamplona fue llevado en una litera a su tierra, donde estuvo al borde de la muerte; después de una larga convalecencia recuperó la salud. En este tiempo, «y porque era muy dado a leer libros mundanos y falsos, que suelen llamar de caballerías, sintiéndose bueno, pidió que le diesen algunos dellos para pasar el tiempo: mas en aquella casa no se halló ninguno de los que él solía leer, y así le dieron un Vita Christi y un libro de la vida de los santos en romances»2. Se aficionó a estas lecturas, reflexionó en ellas en el largo tiempo que hubo de guardar cama, y «leyendo la vida de Nuestro Señor y de los santos, se paraba a pensar, razonando consigo: ¿Qué seria, sí yo hiciese esto que hizo San Francisco, y esto que hizo Santo Domingo?. Y así discurría por muchas cosas que hallaba buenas ...»3.
Se alegraba cuando se determinaba a seguir la vida de los santos y se entristecía cuando abandonaba estos pensamientos. «Y cobrada no poca lumbre de aquesta lección, comenzó a pensar más de veras en su vida pasada, y en cuánta necesidad tenía de hacer penitencia de ella»4. Así, poco a poco, Dios se fue metiendo en su alma, y de caballero valeroso de un señor terreno pasó «a heroico caballero del Rey Eterno, Jesucristo. La herida que sufriera en Pamplona, la larga convalecencia en Loyola, las lecturas, la reflexión y la meditación bajo el influjo de la gracia, los diversos estados de ánimo por los que pasaba su espíritu, obraron en él una conversión radical: de los sueños de una vida mundana a una plena consagración a Cristo, que aconteció a los pies de Nuestra Señora de Montserrat y maduró en el retiro de Manresa»5.
El Señor se valió de la lectura para la conversión de San Ignacio. Y así ha sido en muchos otros: Dios ha penetrado en muchas almas a través de un buen libro. Verdaderamente, «la lectura ha hecho muchos santos»6. En ella encontramos una gran ayuda para nuestra formación, y también para nuestra conversación diaria con Dios. «En la lectura me escribes formo el depósito de combustible. Parece un montón inerte, pero es de allí de donde muchas veces mi memoria saca espontáneamente material, que llena de vida mi oración y enciende mi hacimiento de gracias después de comulgar»7. Un buen libro para lectura espiritual es un gran amigo, del que nos cuesta separarnos porque nos enseña el camino que conduce a Dios, y nos alienta y ayuda a recorrerlo.
II. La lectura espiritual cobra particular importancia en nuestros días, pues de ordinario será uno de los medios más importantes para alcanzar esa buena doctrina que ha de servirnos para alimentar nuestra piedad y para dar a conocer la fe a un mundo lleno de una profunda ignorancia. No es raro que en nuestra conversación normal de todos los días con amigos, parientes, conocidos... nos encontremos con que desconocen las nociones más elementales de la fe y los criterios más fundamentales para enjuiciar los problemas del mundo. Desgraciadamente, sigue siendo actual lo que en los primeros siglos del cristianismo escribía San Juan Crisóstomo, lamentándose de la ignorancia religiosa de muchos cristianos de su época: «a veces ocurre escribe el Santo que consagramos todo nuestro esfuerzo a cosas, no solo superfluas, sino incluso inútiles o perjudiciales, mientras se abandona y desprecia el estudio de la Escritura. Aquellos que en las competiciones hípicas se excitan hasta el colmo, pueden referir con rapidez el nombre, la yeguada, la raza, la nación, el entrenamiento de los caballos, los años de su vida, la velocidad de su carrera, y quién con quién, si galoparan unidos, conseguirían la victoria; y qué caballo, entre estos o aquellos, si toma parte en la carrera y si fuera montado por tal jinete, vencería la prueba... Si, por el contrario, nos preguntamos cuántas son las epístolas de San Pablo, ni siquiera su número sabemos expresar»8. El Señor nos urge para que iluminemos con la doctrina católica la oscuridad y la cerrazón de tantos que ignoran las verdades fundamentales de la fe y de la moral.
Cuando son tantas las publicaciones, las imágenes que cada día nos llegan, que por sí mismas no acercan a Dios y muchas veces tienden a separar de Él, se hacen urgentes unos momentos de reflexión al hilo de esa lectura adecuada que nos recuerde nuestro fin último, el sentido de la vida y de los acontecimientos a la luz de las enseñanzas de la Iglesia9. Un buen libro puede llegar a ser un excelente amigo «que nos pone delante los ejemplos de los santos, condena nuestra indiferencia, nos recuerda los juicios de Dios, nos habla de la eternidad, disipa las ilusiones del mundo, responde a los falsos pretextos del amor propio, nos proporciona los medios para resistir a nuestras pasiones desordenadas. Es un monitor discreto que nos avisa en secreto, un amigo que jamás nos engaña...»10. A la lectura se le pueden aplicar las palabras que la Escritura reserva a una buena amistad: podemos decir que cuando encontramos un buen libro hemos hallado un tesoro11. En muchos casos, una buena lectura espiritual puede ser decisiva en la vida de una persona, como lo fue en la vida de San Ignacio de Loyola y en la de tantos cristianos. Aconsejar buenos libros es también una forma excelente de apostolado, de enriquecer espiritualmente a nuestros amigos.
III. He venido a traer fuego a la tierra dice el Señor ¡Y ojalá estuviera ya ardiendo!12.
Para extender ese amor a Dios por el mundo entero necesitamos tenerlo en el corazón, como lo tuvo San Ignacio. Y la lectura espiritual da luces en la vida interior, propone ejemplos vivos de virtud, enciende en deseos de amor a Dios y es una gran ayuda para la oración, además de ser un excelente medio para una buena formación doctrinal. En los Santos Padres se encuentran frecuentes y concretas enseñanzas sobre la lectura espiritual. San Jerónimo, por ejemplo, aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y «escritos espirituales de hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean autores de fe segura, porque no se puede buscar el oro en medio del fango»13. La lectura espiritual ha de hacerse con libros cuidadosamente escogidos, de modo que constituya con seguridad el alimento que necesita nuestra alma según las personales circunstancias. En estas, como en tantas otras ocasiones, la ayuda que recibimos en la dirección espiritual puede ser inestimable. En general, más que obras que intenten presentar nuevos problemas teológicos (que probablemente solo interesarán a especialistas de la ciencia teológica) hay que elegir libros que ilustren los fundamentos de la doctrina común, que expongan claramente el contenido de la fe, que nos ayuden a contemplar la vida de Jesucristo.
Para hacer con provecho la lectura espiritual a veces bastará que le dediquemos, por ejemplo, quince minutos diarios, incluyendo algunos versículos del Nuevo Testamento será necesario leer despacio, con atención y recogimiento, «parándote a considerar, rumiar, pensar y saborear las verdades que te tocan más de cerca, para grabarlas más hondamente en tu alma, y sacar de ella actos y afectos»14 que lleven a amar más a Dios. San Pedro de Alcántara solía dar un consejo parecido: la lectura «no ha de ser apresurada ni corrida, sino atenta y sosegada; aplicando a ella no solo el entendimiento para entender lo que se lee, sino mucho más la voluntad para gustar lo que se entiende. Y cuando hallare algún paso devoto, deténgase algo más en él para mejor sentirlo»15.
Ayuda mucho hacerla con continuidad, con el mismo libro, y podrá ser útil llevarlo con nosotros cuando nos ausentamos en fines de semana, viajes profesionales, etc., como hacemos con otros enseres, quizá más voluminosos y menos útiles. En determinadas

 
épocas nos será también de gran provecho «volver a leer las obras que años atrás hicieron bien a nuestras almas. La vida es corta; por eso nos hemos de contentar con leer y releer aquellos escritos que verdaderamente llevan impresa la huella de Dios, y no perder el tiempo en lecturas de cosas sin vida y sin valor»16.
A San Ignacio le pedimos que nos ayude desde el Cielo a sacar abundante provecho de nuestra lectura espiritual y que convierta nuestro corazón para un mayor servicio de Dios.
Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a San Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre, concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del Cielo17. Tomado de la Web:<hablarcondios.com> de la fecha correspondiente.

domingo, 4 de agosto de 2013


 


AcercarAlejar

 

CONOCER MAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

Cuando el hombre se pone delante de Dios, lo que debe de sucedernos con la mayor frecuencia, la relación obligada a examinarse es la de:   “ Creador – criatura “  es allí donde debemos de meditar sobre la inconmensurable grandeza del Señor y nuestra pequeñez, y en esa relación de amor del Creador por sus criaturas humanas, al grado de no solo habernos creado a su imagen y semejanza, sino el habernos situado en la más alta cúspide de toda la creación, con el objeto de que la cuidemos, la protejamos y nos sirvamos respetuosamente de ella, y lo más importante que,  en su amor por nosotros, perfectísimo en tanto que proviene del propio Dios, nos ofrece a su hijo hecho hombre para que sufra por nosotros y nos pueda ser lavada la culpa original, se nos abran las puertas del Cielo, se nos otorgue la filiación divina,  nos adopta como hijos suyos, lo que es lucrado por Jesucristo Nuestro Señor como parte de su Pasión Redentora. ¡somos hijos de Dios!  -sus amadísimos hijos adoptados. Para que nuestra cercanía a Jesucristo sea mayor, importante es,  que sepamos, y meditemos más sobre su madre y madre nuestra, la Virgen Santísima.

 

Como no aprender a amar más a Dios si Él nos ama desde la eternidad, esto nos lleva al tema de las criaturas, todas amadas de Dios, pues no hay otra razón en el mundo que la obra creadora del Señor, es hecha por amor y lo primero y de mayor importancia del tema es la criatura más perfecta de toda la Creación, y Ella es la Santísima Madre de Dios, la Virgen María.  No puede haber criatura más grande, más santa, más importante que ella, pues su designio es el de ser la portadora en tanto madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad en su venida a este mundo al hacerse hombre como nosotros, (excepto en su perfectísima santidad y ausencia absoluta de pecado),   lo que lleva a cabo para ofrecer la salvación de todos los miembros del género humano. No deberíamos poder salir de nuestro asombro, la Madre de Dios Hijo hecho hombre.

 

Nuestro Señor tenía desde siempre escogida por sus perfecciones humanas a esa doncella de sangre real, que le amaba y cumplía con las leyes que nos había dado a través de Moisés y los profetas, que se consideraba en su humildad adquirida esclava del Señor, y no vivía sino para cumplir su voluntad. Nunca nos cesará la Iglesia de predicar el amor que debemos tener por la Virgen, la veneración que le debemos, las prácticas piadosas que existen en relación a como la venera la Santa Madre Iglesia, y que debemos practicar devotamente  en relación a Ella, lo que señala el interés que debemos de tener por conocerla mejor y por entender más a fondo las grandiosas singularidades de que es dueña,  entre las cuales resalta la de su intercesión por nosotros frente al Señor, Ella es OMNIPOTENCIA INTERCESORA, nadie es más cercana a la Santísima Trinidad que Ella, Reina del Universo, de los Cielos y la Tierra, y en tanto madre de Jesucristo, nuestro salvador y redentor, corredentora, y mediadora de todos los bienes que recibimos, siendo el mejor camino para llegar a su hijo, Jesucristo. Por lo que en esta ocasión y para irla tratando más y para algunos el conocerla mejor, estoy proponiendo que hagamos  esta meditación de los Dogmas Marianos.

 

DOGMA DE LA MATERNIDAD DE DIOS.

El primero que contemplamos es el de su Divina Maternidad,  lo que ha sido definido después de haber estado en la Santa Tradición  desde los Apóstoles,  que fueron testigos presenciales, que la trataron, que estuvieron bajo su esplendorosa presencia después de la muerte de su hijo y hasta Pentecostés. Esta definición se da en el Concilio de Éfeso en el año 431, y posteriormente en la Constitución Dogmática “LUMEN GENTIUM” se asienta que la Santísima Virgen ha sido venerada como Madre de Dios Hijo, desde la antigüedad.  Esta absoluta verdad consiste simplemente en que la Virgen María es madre de Jesucristo y este es verdadero Dios y verdadero hombre, dos naturalezas, la divina y la humana en una sola persona, el Hijo de Dios hecho hombre, lo que los teólogos llaman: Unión Hipostática. Es por ello que desde tiempos muy remotos la devoción popular ha recurrido a suplicar su intercesión . Si no hemos caído en la pérdida de la capacidad de asombro, aquí nuestra admiración por Ella debe de ser muy grande, pues al recordar el “SERVIAM” que es la expresión que usó para contestar al arcángel Gabriel, dando su aceptación de ser la madre del Mesías, en esa escena gratísima para la Iglesia y su historia en la que después de recibir el saludo del arcángel Gabriel, es informada de la misión que le aguarda, cuestión que consiste en la entrega  de si misma más grande que puede tenerse, por tratarse de un compromiso una responsabilidad asumidos existencialmente  para el resto de su vida, ambas cuestiones que en la grandeza de su corazón, acepta siendo perfecta conocedora del gran compromiso y tarea altísima , que aceptaba en ese instante y que la comprometía de por vida y por entero, desde ese instante en adelante hasta el fin de sus días. Este momento histórico en el que se empieza a gestar el mayor acontecimiento que la familia humana ha tenido y tendrá hasta el fin de los tiempos, el de la venida a este mundo de la segunda persona de la Santísima Trinidad hecho hombre para iniciar la Economía de nuestra Salvación.

 

DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

Este hecho único y de tal relevancia que no admite comparación es el DOGMA que establece el que haya sido preservada del Pecado Original, el que por haber sido cometido por nuestros primeros padres y que nos lo heredan a toda la familia humana, pues de ellos descendemos, Ella por especialísimo privilegio es concebida sin esta herencia, única criatura humana que goza de este extraordinario privilegio siendo que es de toda lógica el comprenderlo, pues como iba a ser concebido Jesús en las entrañas de la que tuviera una mancha hereditaria.  Recordemos que dicho pecado se borra con el Sacramento del Bautismo y este aún no existía pues fue el propio Jesucristo quien lo fundará en su vida adulta. A su vez como iba a ser posible que se diera la transmisión hereditaria de la Madre del Salvador al propio hijo,  Dios Redentor del Mundo.

La proclamación del Dogma  nos es dado por el Papa Pio IX el 8 de Diciembre de 1854, día en que conmemoramos precisamente a la advocación de la INMACULADA CONCEPCIÓN en todo el mundo.

DOGMA DE LA PERPETUA VIRGINIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.

Ya el Antiguo Testamento nos lo profetizó en palabras de Isaías y de Miqueas, cientos de años antes de que se dieran los sucesos (Is.7,14;). Como importantísima parte de la economía de la salvación tenemos en el hecho de la anunciación en el que el arcángel San Gabriel le comunica y le deja claro, ante la pregunta de  la Virgen, que el Espíritu Santo bajará sobre ella y la hará concebir sin asistencia de varón, al anunciarle que será la Madre del Mesías. Podemos deducir que el efecto que esto produciría en la Virgen fue enorme, pero no podemos saber a ciencia cierta todo su alcance,  podemos si deducir que Ella aquilató de inmediato el compromiso mayúsculo que esto suponía, pues era versada en las Escrituras, y sin duda conocía el profeta mencionado, esto en cuanto al Antiguo Testamento, en cuanto al nuevo al de su época y que proviene de personas que la conocieron y trataron tenemos a Mt.1 , 22-23.

 San Juan Damasceno que es reconocidísimo en la Santa Tradición y los escritos de los apóstoles en especial a las menciones sobre la Virgen nos asegura que su virginal parto fue sin dolor, y que era por fuerza, de necesidad que se conservase intacto su cuerpo, no solo en su vida terrenal, sino hasta su entrada al cielo, pues había sido recinto del Salvador del Mundo. Como la luz atraviesa el cristal sin afectarlo así fue el alumbramiento inmaculado de Jesús, al darlo a luz la Santísima Virgen. Su parto fue sin dolor alguno, recordemos que el parir a los hijos, fue parte del castigo a nuestros primeros padres, pero la Virgen estuvo desde su concepción preservada del pecado original y de sus consecuencias.

 

DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA.

Cuando El Señor tenía decidido que el destino,  la vida, de la Virgen en esta tierra debía de terminar, ello se llevó a cabo, no en la forma que nosotros los otros mortales. Su lugar en el Cielo le estaba esperando, estaba destinada desde la eternidad a estar con la Trinidad Santísima, en cuanto: Hija de Dios Padre,  Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo, fue así que preservada de la corrupción, su vida terrenal llegó a su fin y Ella en el estado que llamamos de DORMICIÓN fue asunta por los ángeles a su glorioso destino eterno CONOCER MAS A LA  ue debemos tener por la Virgen, la veneración que le debemos, las prácticas piadosas que existen en relación a como la venera la Santa Madre Iglesia, y que debemos practicar devotamente  en relación a Ella, lo que señala el interés que debemos de tener por conocerla mejor y por entender más a fondo las grandiosas singularidades de que es dueña,  entre las cuales resalta la de su intercesión por nosotros frente al Señor, Ella es OMNIPOTENCIA INTERCESORA, nadie es más cercana a la Santísima Trinidad que Ella, Reina del Universo, de los Cielos y la Tierra, y en tanto madre de Jesucristo, nuestro salvador y redentor, corredentora, y mediadora de todos los bienes que recibimos, siendo el mejor camino para llegar a su hijo, Jesucristo. Por lo que en esta ocasión y para irla tratando más y para algunos el conocerla mejor, estoy proponiendo que hagamos  esta meditación de los Dogmas Marianos. JORGE CASAS Y S.
Virgen (versión definitiva) p blog
De jorge casas para mi, 31/07/13


De: jorge casas <casasjordi@prodigy.net.mx>
Fecha: 31/07/13
A: casasjordi@prodigy.net.mx <casasjordi@prodigy.net.mx>
Asunto: S. Virgen (versión definitiva) p blog
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De: jorge casas <casasjordi@prodigy.net.mx>
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Asunto: S. Virgen (versión definitiva) p blog
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CONOCER MAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.
Cuando el hombre se pone delante de Dios, lo que debe de sucedernos con la mayor frecuencia, la relación obligada a examinarse es la de:   “ Creador – criatura “  es allí donde debemos de meditar sobre la inconmensurable grandeza del Señor y nuestra pequeñez, y en esa relación de amor del Creador por sus criaturas humanas, al grado de no solo habernos creado a su imagen y semejanza, sino el habernos situado en la más alta cúspide de toda la creación, con el objeto de que la cuidemos, la protejamos y nos sirvamos respetuosamente de ella, y lo más importante que,  en su amor por nosotros, perfectísimo en tanto que proviene del propio Dios, nos ofrece a su hijo hecho hombre para que sufra por nosotros y nos pueda ser lavada la culpa original, se nos abran las puertas del Cielo, se nos otorgue la filiación divina,  nos adopta como hijos suyos, lo que es lucrado por Jesucristo Nuestro Señor como parte de su Pasión Redentora. ¡somos hijos de Dios!  -sus amadísimos hijos adoptados. Para que nuestra cercanía a Jesucristo sea mayor, importante es,  que sepamos, y meditemos más sobre su madre y madre nuestra, la Virgen Santísima.

Como no aprender a amar más a Dios si Él nos ama desde la eternidad, esto nos lleva al tema de las criaturas, todas amadas de Dios, pues no hay otra razón en el mundo que la obra creadora del Señor, es hecha por amor y lo primero y de mayor importancia del tema es la criatura más perfecta de toda la Creación, y Ella es la Santísima Madre de Dios, la Virgen María.  No puede haber criatura más grande, más santa, más importante que ella, pues su designio es el de ser la portadora en tanto madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad en su venida a este mundo al hacerse hombre como nosotros, (excepto en su perfectísima santidad y ausencia absoluta de pecado),   lo que lleva a cabo para ofrecer la salvación de todos los miembros del género humano. No deberíamos poder salir de nuestro asombro, la Madre de Dios Hijo hecho hombre.

Nuestro Señor tenía desde siempre escogida por sus perfecciones humanas a esa doncella de sangre real, que le amaba y cumplía con las leyes que nos había dado a través de Moisés y los profetas, que se consideraba en su humildad adquirida esclava del Señor, y no vivía sino para cumplir su voluntad. Nunca nos cesará la Iglesia de predicar el amor que debemos tener por la Virgen, la veneración que le debemos, las prácticas piadosas que existen en relación a como la venera la Santa Madre Iglesia, y que debemos practicar devotamente  en relación a Ella, lo que señala el interés que debemos de tener por conocerla mejor y por entender más a fondo las grandiosas singularidades de que es dueña,  entre las cuales resalta la de su intercesión por nosotros frente al Señor, Ella es OMNIPOTENCIA INTERCESORA, nadie es más cercana a la Santísima Trinidad que Ella, Reina del Universo, de los Cielos y la Tierra, y en tanto madre de Jesucristo, nuestro salvador y redentor, corredentora, y mediadora de todos los bienes que recibimos, siendo el mejor camino para llegar a su hijo, Jesucristo. Por lo que en esta ocasión y para irla tratando más y para algunos el conocerla mejor, estoy proponiendo que hagamos  esta meditación de los Dogmas Marianos.

DOGMA DE LA MATERNIDAD DE DIOS.
El primero que contemplamos es el de su Divina Maternidad,  lo que ha sido definido después de haber estado en la Santa Tradición  desde los Apóstoles,  que fueron testigos presenciales, que la trataron, que estuvieron bajo su esplendorosa presencia después de la muerte de su hijo y hasta Pentecostés. Esta definición se da en el Concilio de Éfeso en el año 431, y posteriormente en la Constitución Dogmática “LUMEN GENTIUM” se asienta que la Santísima Virgen ha sido venerada como Madre de Dios Hijo, desde la antigüedad.  Esta absoluta verdad consiste simplemente en que la Virgen María es madre de Jesucristo y este es verdadero Dios y verdadero hombre, dos naturalezas, la divina y la humana en una sola persona, el Hijo de Dios hecho hombre, lo que los teólogos llaman: Unión Hipostática. Es por ello que desde tiempos muy remotos la devoción popular ha recurrido a suplicar su intercesión . Si no hemos caído en la pérdida de la capacidad de asombro, aquí nuestra admiración por Ella debe de ser muy grande, pues al recordar el “SERVIAM” que es la expresión que usó para contestar al arcángel Gabriel, dando su aceptación de ser la madre del Mesías, en esa escena gratísima para la Iglesia y su historia en la que después de recibir el saludo del arcángel Gabriel, es informada de la misión que le aguarda, cuestión que consiste en la entrega  de si misma más grande que puede tenerse, por tratarse de un compromiso una responsabilidad asumidos existencialmente  para el resto de su vida, ambas cuestiones que en la grandeza de su corazón, acepta siendo perfecta conocedora del gran compromiso y tarea altísima , que aceptaba en ese instante y que la comprometía de por vida y por entero, desde ese instante en adelante hasta el fin de sus días. Este momento histórico en el que se empieza a gestar el mayor acontecimiento que la familia humana ha tenido y tendrá hasta el fin de los tiempos, el de la venida a este mundo de la segunda persona de la Santísima Trinidad hecho hombre para iniciar la Economía de nuestra Salvación.

DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
Este hecho único y de tal relevancia que no admite comparación es el DOGMA que establece el que haya sido preservada del Pecado Original, el que por haber sido cometido por nuestros primeros padres y que nos lo heredan a toda la familia humana, pues de ellos descendemos, Ella por especialísimo privilegio es concebida sin esta herencia, única criatura humana que goza de este extraordinario privilegio siendo que es de toda lógica el comprenderlo, pues como iba a ser concebido Jesús en las entrañas de la que tuviera una mancha hereditaria.  Recordemos que dicho pecado se borra con el Sacramento del Bautismo y este aún no existía pues fue el propio Jesucristo quien lo fundará en su vida adulta. A su vez como iba a ser posible que se diera la transmisión hereditaria de la Madre del Salvador al propio hijo,  Dios Redentor del Mundo.
La proclamación del Dogma  nos es dado por el Papa Pio IX el 8 de Diciembre de 1854, día en que conmemoramos precisamente a la advocación de la INMACULADA CONCEPCIÓN en todo el mundo.
DOGMA DE LA PERPETUA VIRGINIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Ya el Antiguo Testamento nos lo profetizó en palabras de Isaías y de Miqueas, cientos de años antes de que se dieran los sucesos (Is.7,14;). Como importantísima parte de la economía de la salvación tenemos en el hecho de la anunciación en el que el arcángel San Gabriel le comunica y le deja claro, ante la pregunta de  la Virgen, que el Espíritu Santo bajará sobre ella y la hará concebir sin asistencia de varón, al anunciarle que será la Madre del Mesías. Podemos deducir que el efecto que esto produciría en la Virgen fue enorme, pero no podemos saber a ciencia cierta todo su alcance,  podemos si deducir que Ella aquilató de inmediato el compromiso mayúsculo que esto suponía, pues era versada en las Escrituras, y sin duda conocía el profeta mencionado, esto en cuanto al Antiguo Testamento, en cuanto al nuevo al de su época y que proviene de personas que la conocieron y trataron tenemos a Mt.1 , 22-23.
 San Juan Damasceno que es reconocidísimo en la Santa Tradición y los escritos de los apóstoles en especial a las menciones sobre la Virgen nos asegura que su virginal parto fue sin dolor, y que era por fuerza, de necesidad que se conservase intacto su cuerpo, no solo en su vida terrenal, sino hasta su entrada al cielo, pues había sido recinto del Salvador del Mundo. Como la luz atraviesa el cristal sin afectarlo así fue el alumbramiento inmaculado de Jesús, al darlo a luz la Santísima Virgen. Su parto fue sin dolor alguno, recordemos que el parir a los hijos, fue parte del castigo a nuestros primeros padres, pero la Virgen estuvo desde su concepción preservada del pecado original y de sus consecuencias.

DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA.
Cuando El Señor tenía decidido que el destino,  la vida, de la Virgen en esta tierra debía de terminar, ello se llevó a cabo, no en la forma que nosotros los otros mortales. Su lugar en el Cielo le estaba esperando, estaba destinada desde la eternidad a estar con la Trinidad Santísima, en cuanto: Hija de Dios Padre,  Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo, fue así que preservada de la corrupción, su vida terrenal llegó a su fin y Ella en el estado que llamamos de DORMICIÓN fue asunta por los ángeles a su glorioso destino eterno CONOCER MAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.
Cuando el hombre se pone delante de Dios, lo que debe de sucedernos con la mayor frecuencia, la relación obligada a examinarse es la de:   “ Creador – criatura “  es allí donde debemos de meditar sobre la inconmensurable grandeza del Señor y nuestra pequeñez, y en esa relación de amor del Creador por sus criaturas humanas, al grado de no solo habernos creado a su imagen y semejanza, sino el habernos situado en la más alta cúspide de toda la creación, con el objeto de que la cuidemos, la protejamos y nos sirvamos respetuosamente de ella, y lo más importante que,  en su amor por nosotros, perfectísimo en tanto que proviene del propio Dios, nos ofrece a su hijo hecho hombre para que sufra por nosotros y nos pueda ser lavada la culpa original, se nos abran las puertas del Cielo, se nos otorgue la filiación divina,  nos adopta como hijos suyos, lo que es lucrado por Jesucristo Nuestro Señor como parte de su Pasión Redentora. ¡somos hijos de Dios!  -sus amadísimos hijos adoptados. Para que nuestra cercanía a Jesucristo sea mayor, importante es,  que sepamos, y meditemos más sobre su madre y madre nuestra, la Virgen Santísima.

Como no aprender a amar más a Dios si Él nos ama desde la eternidad, esto nos lleva al tema de las criaturas, todas amadas de Dios, pues no hay otra razón en el mundo que la obra creadora del Señor, es hecha por amor y lo primero y de mayor importancia del tema es la criatura más perfecta de toda la Creación, y Ella es la Santísima Madre de Dios, la Virgen María.  No puede haber criatura más grande, más santa, más importante que ella, pues su designio es el de ser la portadora en tanto madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad en su venida a este mundo al hacerse hombre como nosotros, (excepto en su perfectísima santidad y ausencia absoluta de pecado),   lo que lleva a cabo para ofrecer la salvación de todos los miembros del género humano. No deberíamos poder salir de nuestro asombro, la Madre de Dios Hijo hecho hombre.

Nuestro Señor tenía desde siempre escogida por sus perfecciones humanas a esa doncella de sangre real, que le amaba y cumplía con las leyes que nos había dado a través de Moisés y los profetas, que se consideraba en su humildad adquirida esclava del Señor, y no vivía sino para cumplir su voluntad. Nunca nos cesará la Iglesia de predicar el amor que debemos tener por la Virgen, la veneración que le debemos, las prácticas piadosas que existen en relación a como la venera la Santa Madre Iglesia, y que debemos practicar devotamente  en relación a Ella, lo que señala el interés que debemos de tener por conocerla mejor y por entender más a fondo las grandiosas singularidades de que es dueña,  entre las cuales resalta la de su intercesión por nosotros frente al Señor, Ella es OMNIPOTENCIA INTERCESORA, nadie es más cercana a la Santísima Trinidad que Ella, Reina del Universo, de los Cielos y la Tierra, y en tanto madre de Jesucristo, nuestro salvador y redentor, corredentora, y mediadora de todos los bienes que recibimos, siendo el mejor camino para llegar a su hijo, Jesucristo. Por lo que en esta ocasión y para irla tratando más y para algunos el conocerla mejor, estoy proponiendo que hagamos  esta meditación de los Dogmas Marianos. JORGE CASAS Y S.