DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, tercera y última parte.

   

 ENTRADA  57, Tercera Parte. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.

Otro señalamiento es sobre los medios de comunicación social que aportan sin duda  beneficios, por ejemplo en el campo informativo, pero por su gran influencia se van convirtiendo en un nuevo poder que con su poder cambia mentalidades e influye en conocimientos y cambios en la propia sociedad.

Hace referencia a la degradación del medio ambiente y a la inconsiderada explotación de la naturaleza, señalando los peligros futuros, además de las nuevas enfermedades.

También se refiere a las ideologías o lo que de ellas queda, pero que siguen teniendo peso en la vida social, aquí los católicos se encuentran en la problemática de que algunas se oponen a su fe, y al ser promovidas por   ciertos grupos sociales no son admitidas por la cristiandad, como ejemplo se tienen los rastros del positivismo y del marxismo que presentándose como ciencias, tratan de mutilar las raíces cristianas y confunden al hombre. No se puede, sin embargo negar que en ocasiones, aparentan, ser la solución justa a los problemas de la desigualdad y existe el peligro de adherirse a ellas. Sobre la IDEOLOGÍA LIBERAL, advierte que su atractivo no solo se fundamenta en la derrota de los totalitarismos, sino en la oferta de la libertad, la cual en realidad no es para los individuos, por lo que requiere por parte de estos de un claro discernimiento que identifique las utopías por ejemplo: el Capitalismo Tecnocrático,  el Socialismo Burocrático o la Democracia Autoritaria.

Es la fe cristiana la que verdaderamente viene a sustentar la esperanza de una mejor familia humana y vislumbra el siglo nuevo. Aquí la D.S.I. señala los peligros de una sociedad manipulada por la oferta de sus “deseos y necesidades” con nuevas orientaciones para modificar sus sistemas de valores. Es una búsqueda inexorable de conseguir un progreso que se esfuma, cada vez que se cree haberlo alcanzado. Y la pregunta es ¿Qué es lo que se busca con todo ello? Nos lo dice la propia carta encíclica en sus propias palabras.

“¿No está acaso el verdadero progreso en el desarrollo de la conciencia moral, que conducirá a la persona a tomar sobre sí las solidaridades ampliadas y a abrirse libremente a los demás y a Dios?. Para cristianos y cristianas, el progreso encuentra necesariamente el misterio escatológico de la muerte; la muerte de Cristo y su resurrección, así como el impulso del Espíritu del Señor, ayudan a la persona a situar su libertad creadora y agradecida en la verdad de cualquier progreso y en la única esperanza que no decepciona jamás”.

Queda pendiente el instaurar una mejor distribución de la riqueza, aquí el papel de las fuerzas internacionales no ha logrado nunca en su relación, en su búsqueda de dominio y clima de lucha, la Iglesia señala que es cada país el que debe buscar su desarrollo interno pero dentro de un marco de cooperación, exento de dominio político y económico.        Ciertamente es grande la complejidad entre las naciones, haciéndose necesario el estudio del desarrollo de las naciones mas atrasadas con criterios de solidaridad, y fortaleza de ánimo para realizar mejor distribución de la producción, mas útiles sistemas monetarios, con mentalidad de solución. Lo que implica mas apertura de fronteras, y flexibilidad de las empresas multinacionales.

En este campo social la Iglesia siempre ha querido iluminar con la luz de la verdad la mente y el corazón de los hombres de buena voluntad, sin relacionarlas a confesiones , razas, costumbres, sectarismos, ni capacidad económica, sin tratar de echar culpas y responsabilidades, lo que resulta fácil, sino con la intención de buscar un mejor futuro, basándose en las enseñanzas cristianas, indicando los caminos de renovar el mundo , con soluciones acordes a la voluntad divina. Consientes, además, de que no se han abordado todos los problemas sociales, pero con el ánimo de realizar apostolado entre el concierto de las naciones.

 

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LABOREM EXERCENS. Papa San Juan Pablo II, 1981

La Encíclica Laborem Exersens, que significa “ al ejercer el trabajo” y se puede entender como todo aquello que auxilia o usa el hombre para ejercer su trabajo, contempla al hombre en esa dimensión que le es propia, de ser una persona que trabaja, no es posible la vida humana en ninguna de sus condiciones, si no es realizando deberes indispensables, que le aportan a él y a los cercanos a él, originariamente empezando por su descendencia y ascendencia para obtener lo absolutamente necesario para su subsistencia. Sencillamente no es posible vivir sin trabajar, de una u otra manera, para contar con lo indispensable de la existencia humana.

El progreso y uso de las tecnologías va en aumento, lo que desplaza la mano de obra. Solo pensemos en la fuerza utilizada de los motores a Diesel, usados en movimiento de materiales, roturación de tierras, que han desplazado a las bestias de carga y a muchos humanos que se dedicaban corporalmente, las mas de las veces ayudados por las nobles bestias, a las que también tenía que atender para realizar esos desempeños. Hay por tanto cantidades grandes de personas que han perdido sus oportunidades de trabajo, mientras otros con la preparación  técnica los han adquirido. De allí las necesidades de educación mas avanzada que tienen que ir resolviendo los gobiernos de los países para sus pobladores. Algunos de las naciones aún van adquiriendo sus propios niveles de desarrollo unos más avanzados que otros, lo que va haciendo que las diferencias en sus economías difieran mas entre si.

En esta ocasión a noventa años de la R.R. la Iglesia señala con claridad situaciones de pobreza vergonzosa e indigna, y examina al hombre en relación a su TRABAJO, es necesario examinar las situaciones de desplazamiento de empleos debido al avance de la tecnología, se hace necesario por tanto examinar las nuevas estructuras de la producción, que dejan fuera a trabajadores especializados y crean nuevas especializaciones a las que tendrán que acceder. No corresponde a la Iglesia dar soluciones científicas a estos problemas, pero si dar la orientación cristiana para su solución y para ello el perenne Santo Evangelio es el que nos guía, así como el resto de las Escrituras. Ya desde el Génesis está trazada la línea de trabajo del hombre, que tiene que poblar la tierra y someterla, además le es mandado hacerlo con el sudor de su frente, o sea por su trabajo. Sin duda lo anterior se ha dado, el hombre ha domesticado animales, obtiene de la tierra productos alimenticios y materias primas, que convierte en productos, lo mismo se puede decir de los mares y de la vegetación, su dominio es objetivo. Y al hacerlo van dándose transformaciones enormes al ser ayudado el músculo por las máquinas, el ingenio por la tecnología, el saber por la ciencia. Algunos de los trabajos desde el punto de vista objetivo aparecen, mientras otros desaparecen, desde el punto de vista subjetivo es el hombre el sujeto del trabajo sea este el que sea, y son variadísimas las formas de trabajo, algunas que requieren alta preparación otras donde la explotación aún se da por desgracia. Allí radica mas que nada la preocupación de la Iglesia, que es la Iglesia de los pobres, siendo en especial su preocupación la violación de la dignidad del trabajo humano. Debiendo tener presentes dos aspectos importantísimos que no han sido anulados: el hombre ha sido creado a “imagen y semejanza de Dios” y el “dominad a la tierra”.

El trabajo es sin embargo un BIEN del hombre, nos lo dice la Encíclica, aún pensando en las labores mas duras como la del agricultor que tras duras jornadas en ocasiones solo cosecha abrojos, las personas que laboran en las canteras, los trabajadores de la construcción los picapedreros de las canteras, los mineros, las personas a cargo de enfermos, los obreros en la siderurgia, en cuanto ejemplos de la mano de obra, y los vinculados al trabajo intelectual, científicos, los doctores y enfermeros que día y noche están a cargo de multitud de enfermos sufrientes, y un largo, los especialistas en los ordenadores (computadoras) etcétera. Todos los hombres lo sabemos que el trabajo es una vocación universal, es algo que nos es propio, vibrará siempre en nosotros el “ganarás tu pan con esfuerzo” el “bonum arduum” (bien arduo) de Santo Tomás. Es así que vemos al hombre no solo adaptando la naturaleza a sus necesidades, sino que en ello ve su propia realización. No podemos perder de vista estas consideraciones, que nos permiten ver la realidad humana del trabajo del hombre, y así comprenderemos la virtud de la laboriosidad, como otras virtudes que se relacionan al trabajo bien hecho. Se debe considerar que el trabajo debe hacer al hombre mas hombre, y que no debe menguar su dignidad.

Pasa la Carta Encíclica a examinar la relación del trabajo con la nación, sociedad y familia como previamente se ha examinado en otras encíclicas sociales, resaltando que para que haya familia debe de haber trabajo, para que la sociedad vaya bien debe haber buenas familias, y estas conforman a la nación.

Después examina la eterna relación entre el capital y el trabajo. La mano de obra barata ha pasado a ser carta importante en los medios de producción debido a la feroz competencia por los mercados, lo que lleva a la importancia de que instancias como la Organización Mundial del Trabajo y la ONU tomen cartas en el asunto, siendo un derecho objetivo del hombre el trabajo. Y surgen nuevamente las ideologías de la lucha de clases, colectivización, por un lado y el liberalismo que busca el mínimo costo a la mano de obra. Esto llega por supuesto a la política en especial la partidista. La Iglesia invita a conocer a fondo este contexto contemporáneo para conocer su realidad. Concluyendo que debe ser como la Iglesia lo ha enseñado siempre prioritario el trabajo sobre el capital, ya que este es “causa eficiente primaria”, mientras el capital es “causa instrumental, al poner los medios de la producción. Al contemplar en el Génesis el mandato de “explotad la tierra” ello hace referencia al trabajo, de allí nace su prioridad.

      

SOLICITUDO REI SOCIALIS. Papa San Juan Pablo II, 1988.

Su significado en  castellano es -preocupación social-. El Papa señala los peligros del desarrollo y sus ventajas. El progresivo distanciamiento Norte – Sur, la grave falta de vivienda adecuada, digna, que cubra las necesidades intrínsecas, a lo que añadida las deudas externas y los gastos en armamento son causantes del freno al progreso de ciertos pueblos. Como aspectos positivos en su Encíclica se menciona un aumento en la conciencia de la dignidad de la persona humana, el respeto por la vida de los nacidos, y mejora en aspectos de solidaridad.

Y contrasta algunas estructuras de pecado de los bloques liberal y totalitario, con las sublimes enseñanzas de la Doctrina Cristiana, que se fundamentan en el amor humano.

CENTESIMUS ANNUS. Papa San Juan Pablo II, 1991.

O, CENTÉSIMO AÑO, será con San Juan  Pablo II, al analizar la R.N.  a la que considera ese maravilloso, e inmortal documento, que el mundo debe agradecer a la Iglesia y al gran Papa, empieza haciendo un examen del contexto en el que la RN, se produjo, al haberse ido consolidando el capital por un lado y la fuerza laboral por el otro en combinación con las nuevas formas de gobierno, una democracia liberal. Mira al pasado pero se orienta al futuro, señala que la sociabilidad del hombre no es solo económica está lo familiar en primer término, y además lo social, lo cultural y por supuesto lo religioso, los cuales no se deben anular.

Para empezar a solucionar verdaderamente la pobreza global es necesario el reconocer a los pobres y que las soluciones necesitan cambios a modelos de vida actuales, como:

         Estilo de vida.

         Formas de producción.

         Formas de consumo.

         Estructuras de poder.

Pues los modelos que nos rigen hoy, ya han demostrado su incapacidad.

 

CARITAS IN VERITATE. Papa Benedicto XVI, 2009

Su significado es “la caridad en la verdad”. Mas allá de la justicia y de la equidad está la caridad humana, no vista como limosna, que no ayuda sino como (amor) subsidiaridad y solidaridad, con vistas al bien común, lo que es fácil de interpretar erróneamente, siendo su interpretación como verdad y como lógica dentro de las relaciones vitales de la familia humana. La verdad es necesaria para el desarrollo, sin ella solo se sirven los intereses privados, no los generales, y la lógica del poder. Lo anterior resulta en fragmentación social. Como se ve, solo con verdadera vocación humanista, y con disposición a ceder se podrá ir resolviendo la enorme pobreza global.

La iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer. Sin embargo tiene una misión por la verdad que cumplir para una sociedad enfocada al hombre, su dignidad y su vocación.

Señala la falta de hermandad entre los individuos y las gentes, la globalización nos hace mas vecinos pero menos hermanos

Son muchos y muy variados los temas que examina esta encíclica, mencionaré solo unos cuantos a modo de ejemplo. Esto con el objeto de que a quien le interese profundizar recurra a la fuente original:

Hay una falta de regulación en la explotación de los recursos de la tierra. Las migraciones generalmente se deben a lo anterior.

En términos absolutos la riqueza global crece, pero las desigualdades se acentúan en lugar de participar del crecimiento.

Las ayudas internacionales se desvían de sus lugares predeterminados.

Existe demasiada protección sobre conocimientos (propiedad industrial) sobre todo en materia de salud.

 

LAUDATO SI. Papa Francisco, 2015. En esta Carta Encíclica el Papa, la que ha sido traducida al español como “alabado seas”. El papa Francisco, hace referencia a los problemas mas ingentes de la humanidad en su relación con la naturaleza y el medio ambiente. Como siempre esta está dirigida a todos los hombres de buena voluntad. En ella trata muchos de los aspectos, no se pueden tratar todos porque a diario surgen nuevas situaciones o cambios en las existentes. Por lo que no se debe considerar exhaustiva, sin embargo su importancia y señalamientos son enormes. Aquí nos corresponde tan solo hacer breves comentarios.

Es, nos dice el Papa, nuestra casa común y la estamos contaminando, cambiando su clima, y convirtiéndola en depósito de desechos. Estamos creando problemas con el agua y la biodiversidad. A lo que hay respuesta débil y perjuicios para todos, pero en especial para las clases mas necesitadas.

Necesitamos, continúa, luces que ayuden a resolver la crisis ecológica que en parte proviene del desarrollo tecnológico. Nos en necesaria una ecología integral, social, relativa a la vida diaria y enfocada al Bien Común. Propone un pacto entre la humanidad y el medio ambiente, con  educación ecológica y espiritual.

Lo que nos sitúa ante las preguntas de: ¿Qué clase de vida, valores herencia a nuestros hijos , queremos?  ¿Cuál es el objetivo de nuestros trabajos, de nuestros esfuerzos?

Y la respuesta la debemos centrar en que los resultados que pretendemos deben ser significativos, recordando que la naturaleza es como una madre que abre sus brazos para acogernos. ¿vale la pena respetarla?

El Papa Francisco ha demostrado y está luchando contra las causas del aumento de la pobreza globalizada, nos está mostrando como se deben de vivir los principios de la:

SUBSIDIARIDAD, SOLIDARIDAD, RESPONSABBILIDAD, PARTICIPACIÓN, AMOR AL PRÓJIMO, DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES, BIEN COMÚN, JUSTICIA SOCIAL, y como la contaminación siempre perjudica mas a los pobres que al resto de los habitantes del planeta.

 

Ahora veamos de ese gran libro que es el EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, verdadero tesoro de la Iglesia, lo que  específicamente nos enseña, en los siete versículos numerados siguientes:

2419, La Revelación cristiana nos conduce a la comprensión profunda de las leyes de la vida social. En sus Evangelios se predica la dignidad humana, su verdad, su vocación, y las exigencias de la justicia y la paz, acordes con la voluntad divina.

2420, La Iglesia se expresa moralmente cuando lo requieren las materias sociales y económicas. Así lo exigen los derechos fundamentales y la salvación de la persona humana. La Iglesia mira al fin último del hombre, en cuanto al uso justo de aspectos temporales que lo conducen a su Supremo Fin.

2421, En el Siglo XIX la DSI se empieza a desarrollar cuando se produce el enfrentamiento entre el Evangelio y las formas modernas de la producción de bienes por las sociedades industriales. Son las enseñanzas de la Iglesia ante las nuevas formas de Estado, Producción, Autoridad.

2422, La enseñanza social de la Iglesia se manifiesta al ir cambiando los signos de los tiempos, y ya que está fundamentada en la enseñanza de Jesucristo y asistida por el Espíritu Santo, es aceptada por los hombres de buena voluntad.

2423, La DSI. Es reflexiva, justa, acordes a la naturaleza humana.

2424, Una teoría que hace del lucro, norma exclusiva, es inaceptable moralmente, y causa grandes perjuicios sociales.

La persona humana y sus derechos fundamentales se deben de involucrar, así como su dignidad, pues el hombre no es algo es alguien, no puede estar sobre él la idolatría del dinero.

2425, La Iglesia ha rechazado las ideas totalitarias y ateas, asociadas al comunismo y al socialismo a ultranza, así como también la regulación de la economía por la sola planificación centralizada. Ha rechazado también en la práctica del capitalismo, la supremacía de mercado en el trabajo humano, pues este no puede proporcionar satisfacción a múltiples necesidades del hombre.

NOTA: todo buen empresario capitalista debe de estar consciente de que existe una ”voluntaria hipoteca propia”, de carácter global, a favor de los mas necesitados, que debe favorecer al Bien Común, evitando, combatiendo, dentro de su capacidad personal y empresarial la pobreza, empezando por sus propios trabajadores, y sin olvidar al resto del mundo. Los principios de solidaridad y subsidiaridad son de una importancia mayúscula, luego todo empresario capitalista con bonhomía los debe de vivir e imponer en sus empresas.

                Compiló JCS.                                                                      FIN.                      

INFLUENCIA MATERNO-PATERNAL EN LA FORMACIÓNDE LOS HIJOS.

 

ENTRADA 58.  INFLUENCIA MATERNO-PATERNAL EN LOS HIJOS.

¿CUANTA ES EL INFLUENCIA DE LAS MADRES EN LA DIRECCIÓN QUE TOMA EL MUNDO?

Es la luz de Jesucristo, y su vida de familia las que han llevado, con su ejemplo y enseñanzas a la humanidad a  considerar, a partir de la Cultura Occidental, los valores familiares, el calor amoroso del hogar, el entorno de ayuda, desarrollo humano, búsqueda de la autonomía personal, esto simplemente no era en la cultura greco-romana, como lo fue conforme la Doctrina Cristiana se fue imponiendo en la Europa de esa época. Baste recordar el papel del “pater familiae”.

Entre las múltiples lecciones de Jesucristo, en la vida hogareña, y en la social, destacan grandes enseñanzas como el servir, no el ser servido. Esto al haberse ido aplicando en la vida de las naciones europeas, produjo tan maravillosos resultados, que fue influencia para el cercano e incluso el lejano oriente. Ahora han surgido de la estulticia y el odio, combinados con los intereses de poder y económicos, los grandes enemigos de la familia, olvidando que hay valores que no caducan, que una vez que han sido inculcados al ser humano por la Religión Católica son válidos hasta el fin de los tiempos.

Cualquiera que se pregunte porque la influencia de la familia ha perdido protagonismo en el mundo tiene principalmente dos cuestiones en que pensar, una el descuido que la vida moderna nos ha producido en la forma de existencia actual,   que es un aspecto cultural,  mas bien de falta de esta, y la otra son los ataques que la familia sufre de poderosas instancias que la consideran un estorbo para sus perversos planes mercadológicos.

Vamos a examinar ciertas consideraciones:

·         La primera es que las madres poseen una gran influencia sobre su prole cuando pequeñitos, y que esta procede del amor entrañable que les tienen a sus descendientes. Esto está en la conciencia de los progenitores y por lo tanto pertenece a la naturaleza del ser humano,  nos viene de Dios Creador.

·         La segunda consiste en el ataque descomunal que se está dando, a través de las ideologías, ahora muy de moda, la Ideología de Género, que no respeta la dignidad de la persona humana, y en especial la inocencia infantil que en el pasado ha dado tan excelentes resultados en la educación de las personas. Una de las pruebas está en que las generaciones anteriores a la nuestra, y las mas recientes, tienen en cantidad y en calidad, los mas destacados científicos e intelectuales de la historia. Situación comparable a la época de los filósofos griegos, o los artistas del Renacimiento, y que como los que pasamos ya de cierta alta edad gozamos tanto y nos proporcionaron tanta felicidad y sana comunicación con sus cuentos, como Santa Claus, los Magos, fueron fiestas infantiles con sorpresas, los festejos navideños y los regalos, que nunca podremos olvidar. ¿Pero en que se basaban? Y ¿Por qué hacían tan felices a los pequeños?, porque se conservaba su inocencia infantil, tan alejada de las perversidades que hoy pretenden, inculcar en los pequeños hablándoles equivocadamente de lo que el sexo es, como parte de nuestra naturaleza y para lograrlo se basan en las necesidades económicas de los países. SI EDUCAS ASÍ A TUS ALUMNOS TE PRESTO, SI NO, NO. EN ESTO SE HAN CONVERTIDO LOS BANCOS QUE SE CREARON PARA GENERAR DSARROLLO.

Hoy imperan las ideas corruptas sobre feminismo, un asunto tan delicado y que en lugar de promover a la mujer en tanto ser humano y mejorar promoviéndola en la vida económica, e incrementar su participación en la vida  cultural, la cosifica, la degrada, aunque  económicamente le conceda cierto progreso. Lo que debemos de sublimar en la intensísima relación de la madre con su descendencia. El llevar en su seno la vida nueva por nacer, por venir a integrarse a la humanidad, por realizarse como ser social y como persona digna, dignísima en cuanto a su característica de capacidad maternal, portadora en sus entrañas de toda vida humana de allí el entrañable amor por sus hijos, con capacidades de ser educados, de recibir amor, de ser autónomos en tanto adultos, y de alejarse del hogar materno-paterno, pues es el sino de nuestra naturaleza.  (Gen,2,24).  Como comparar todo el proceso de la procreación con los salvajismos científicos de la fecundación “in vitro”, o los vientres de alquiler.

 Que gran cosa sería un movimiento feminista de buen grado que montara un pronunciamiento global de la recuperación de esa grandeza femenina,  de su enorme influencia en la educación de los menores y enorme papel de importancia insuperable de su relación maternal.

Cabe aquí recordar el sabio decir de que los hijos los da Dios, no los hombres. Si un matrimonio no tiene capacidad de procrear naturalmente, hay que respetar esa divina voluntad, y dar soluciones como la adopción, de la que abundan ejemplos maravillosos, el propio Jesucristo era hijo adoptivo de San José. Conviene entender que los padres no tienen derecho a tener hijos, pero que los hijos si tienen derecho a tener padres.

El papel que desempeñan la madre y el hijo en la sociedad al formar el tándem con su marido es de absoluta y vital importancia, porque las estructuras propias de la sociedad, como lo son la economía, la política y la social, que en las familias tienen su fundamento,  son las que permiten y procuran nuestra libertad, conviene que entendamos que los padres no somos “dueños” de nuestros hijos, sino que nos debemos unos a otros en la mas cercana relación posible y es nuestra obligación educarlos para su autonomía personal, ellos deberán vivir su propia libertad. Tanto son ellos nuestros hijos, como para ellos como lo fuimos nosotros, al tener a nuestros padres.

La edad y la formación son de gran importancia y como el alfarero  puede formar a su gusto el barro del que saldrá el botijo, jarrito, florero o lo que esté formando, mientras la humedad que el barro guarda se lo permita, pues llega un momento en que ya no le puede cambiar la forma pues este en su plasticidad tiene un límite, y al llegar este momento la forma adquirida será la que permanezca, de igual manera nuestros hijos hasta los 14 años de edad son maleables y toman la forma que los padres les dan, después de esta edad no se puede darles lo que se les debió de dar antes. Es por ello tan importante la formación cristiana y humana que les enseñemos antes de los 14 años. Esto no quiere decir que se suspenda la educación en un momento  dado, pues sabido es que la educación de los hijos no termina nunca.

En especial la educación debe proseguir, pues en este mundo pan-sexualizado, en el que se pretende legislar a favor del aborto, de la eutanasia, del divorcismo, etc. Llega la perversión y la imbecilidad de las  instancias como ONU, OECD, UNESCO, etc. a hablar y querer imponer:

“los derechos sexuales de los niños” , entre los que una nena menor de edad tendría “derecho” de ocultar su embarazo y aborto a sus padres. Increible pero cierto, muy necesario que el juicio cristiano y maduro de los padres prosiga enseñando las verdades de los valores tradicionales, la sana moral y costumbres buenas. Es derecho de nuestros hijos el recibir la mejor y mas adecuada educación posible, como lo es obligación y responsabilidad de los padres. Así les evitaremos la esclavitud del consumismo, la cosificación, la trata de personas, las adicciones, la deshonestidad, la corrupción , la ignorancia, la vileza de sentimientos, y de nosotros, mas con el ejemplo que con nada, el ejercicio de la Caridad, de la Fe operativa, de vivir los principios de solidaridad y de subsidiaridad, de  cooperar con el Bien Común, con la opción por los mas pobres. Solo así lograremos un mundo mejor. No hay mejor ejemplo para darles a ellos, construir por ambos cónyuges un hogar tranquilo, feliz, apropiado para el desarrollo personal de todos sus miembros. que la santificación de nuestro trabajo, el santificarlo a este dándole un plano sobrenatural, al ofrecerlo a la Trinidad Santa, y santificar con él, pidiendo al Señor cosas buenas para la salvación propia y de los demás. Contemos con nuestra Madre del Cielo, cuya ayuda recibiremos siempre que la pidamos.

Jorge Casas.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, segunda parte.

 RADA 56.- segunda parte. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.

RERUM NOVARUM: Papa León XIII, 1891.

La Rerum Novarum (RR) ( cosas nuevas) promueve importantísimas cuestiones sociales, que en la época en que se promulga eran de vital importancia. Con el pasar del tiempo y las nuevas técnicas de producción, hoy nos pueden sonar fuera del contexto actual, es importante por tanto no descontextualizarla, el conflicto principal se encontraba en la pugna de los intereses que no compaginaban entre un capitalismo desaforado y un proletariado oprimido por aquel. Estas fueron y siguen siendo sus principales enseñanzas.

--La Iglesia trata los aspectos de la verdadera contienda que se tenía entre la fuerza de trabajo y el capital. Lo que propone es una verdadera aplicación de la ética, que hoy es de gran vigencia aún.

--La Iglesia apoya la propiedad privada. (contrapeso necesario) dada la propuesta de desaparición de esta, por otras ideologías influyentes de la época.

--La Iglesia apoya las Uniones Sindicales. De alguna manera se tienen que defender los obreros, ya que han desaparecido los Gremios. La unión entre los hombres es algo propio del instinto natural. “no hay hombre sin hombre” nos dice el viejo adagio. El hombre no puede estar solo porque en ocasiones, si cae, necesita quien le ayude a levantarse.

--La Iglesia señala el abandono de la fe cristiana. Hay un pequeño número de opulentos que utilizan a un infinito número de trabajadores, explotándoles, lo cual va en contra de la caridad humana. Esto exige una solución. No se puede tolerar, sin hacer nada. (insisto, no descontextualicemos).

--Pide justicia social, salarios justos, descanso dominical, higiene, seguridad laboral, etc. (como se ve han sido aceptadas muchas sugerencias provenientes de esta encíclica, lo que nos muestra que la Iglesia de Cristo es maestra de la humanidad en su conjunto). La Iglesia siempre ha enseñado que de acuerdo a la Ley Natural, el hombre tiene derecho a poseer cosas privadamente, cosas muebles e inmuebles que ha conseguido con el esfuerzo de su trabajo. Hay un derecho natural de todo ser humano a gozar de lo que la naturaleza proveé, y que con su esfuerzo ha obtenido, para si y para los suyos, se trata de la institución del patrimonio particular.

--Señala peligros del Liberalismo voraz, que no considera a fondo esto en relación a las clases mas necesitadas, a las que considera como una cosa mas en la economía de la producción de bienes y de servicios, y el totalitarismo que pretende que toda propiedad sea del gobierno--.

Las asociaciones obreras católicas, están bien orientadas, defienden el capital, ya que lo consideran indispensable como fuente de trabajo y progreso, y lo mismo para la justicia social y la propiedad privada, siendo la mejor herramienta para palear la pobreza.

Podemos concluir que en términos generales que la Rerum Novarum, pretende terminar con las injusticias, buscando la libertad social individual, que es liberadora del espíritu humano, de su creatividad, está por demás comprobado que los grandes movimientos sociales del mundo han venido a aumentar la existencia de la pobreza en el globo, y sus soluciones han sido parciales, cuando lo que se necesita es una solución íntegra, global, común.

NOTA: Los pobres siempre son las víctimas de los nuevos problemas, como la actual pandemia del Corona virus, nadie sufre mas que ellos la degradación ambiental, la contaminación generalizada, los grandes controles de los recursos y de la propiedad, la contaminación del agua, la desertificación, y las políticas económicas equivocadas.

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QUADRAGESIMO ANNO. Papa Pio XI, 1931

CUADRAGÉSIMO AÑO, en castellano así se le nombra, es promulgada al celebrarse el aniversario cuarenta de la RN, si bien en principio está dirigida a los católicos, su intención es la de influir en todos los hombres de buena voluntad. Lo que así resultó pues muchos gobernantes del momento fueron positivamente influidos por sus indicaciones de como restaurar las relaciones entre las clases sociales muy diferenciadas entre el capital y los trabajadores. El mundo además había salido de la primera guerra mundial que había dejado heridas muy profundas en la humanidad, al tiempo que la tecnología seguía su carrera ascendente y se estaban produciendo de continuo situaciones que requerían que se recordaran los preceptos de la primera encíclica social. Se debatían las diferentes ideologías sobre la propiedad, y la Iglesia insistió en la necesidad de la existencia de la propiedad privada. Cuestión nuevamente de mucha importancia, ante las teorías socialistas que buscaban su desaparición, para que el gobierno en turno fuera dueño de todo y no hubiese bienes particulares, ni de producción, vivienda, tierra de cultivo etc. La postura de la Iglesia es radicalmente anticomunista, y al mismo tiempo defensora de los salarios que permitan al trabajador sostener adecuadamente a su familia.

Destaca los valores y virtudes cristianas que en base a la justicia y a la sana distribución de la riqueza, no en base al valor de lo producido, sino de las necesidades básicas de los que aportan su trabajo a la producción de los bienes.

El mundo salía de la gran depresión y necesitaba de la dirección que dictan la justicia y la caridad, por lo que el principio de la SUBSIDIARIDAD se resalta y aconseja argumentando que las autoridades deben de ocuparse de que haya verdadera justicia para salir de los problemas, recurre a la doctrina cristiana, con sus sabios consejos basados en el amor humano, la Caridad toma un lugar preponderante. Resalta el hecho de que muchos de los gobernantes del mundo se influyeron positivamente por los principios señalados en la R.N. y considera el crecimiento y mejora relativa que se ha dado en la producción industrial en lo que concierne a las relaciones obrero patronales. Y por supuesto retoma los principios, gracias a los cuales, es necesario que la Iglesia intervenga en la problemática social y económica de los hombres, debido a que afecta negativamente su vida familiar, lo que es intolerable.

Insiste en que los salarios se deben de modificar de acuerdo a los aumentos en los precios de los bienes necesarios para la vida diaria,

y señalando los peligros de la voracidad por las utilidades, afirma que las utilidades son lícitas tanto en cuanto no menoscaben las necesidades de los que dependen de los salarios, pues la caridad va por encima de la justicia y de la equidad.

Nos encomienda el amor entre ricos y pobres, todos somos hijos de Dios y creados a su imagen y semejanza, por lo que la armoniosa colaboración entre unos y otros enriquece a ambos al estar mas cerca del designio divino del hombre. El patrón que ama a sus trabajadores lleva las de ganar, y ellos en su reciprocidad también. Nunca he visto en los artículos, libros, tratados de las relaciones obrero-patronales, que se haga mención a las enormes ventajas que el amor entre los hombres suscita. Así como el padre ama a los hijos, toda proporción guardada, el maestro debe amar a los alumnos, el doctor y la enfermera a sus pacientes, el sacerdote a sus feligreses, el patrón a sus trabajadores y estos a su empleador. Nada mas humanístico.

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MATER ET MAGISTRA. Papa Juan XIII, 1961

La Encíclica Mater et Magistra, (madre y maestra), setenta años después de la publicación de la primera encíclica social, los problemas que la motivaron siguen vigentes, pero es preciso hacer nuevas precisiones, y las hace sobre sus dos predecesoras. El mundo ha entrado en una época de gran crecimiento poblacional y las diferencias entre las naciones se han agudizado, hay naciones muy pobres y otras muy ricas. Se han globalizado la pobreza y la riqueza, ello no solo afecta a las personas, sino también a sus países.

Hace también señalamientos muy importantes como el de que la riqueza procede de la suma del trabajo individual de las personas, que son las que al transformar la naturaleza en productos, produce los bienes económicos, por lo que debe de haber una participación subsidiaria por parte de los gobiernos en las dimensiones ética y económica. Reafirma el derecho a sindicalizarse de los hombres, para defender en conjunto sus intereses. Hace alusión a la importancia de la familia, de la clase campesina, y de la integralidad del hombre, para no olvidar su dimensión espiritual

NOTA, el aspecto del amor entre humanos no se menciona en los textos y tratados, es “tabú”, debido a que la vida del ser humano que los católicos consideramos como el reino de Dios que Jesucristo nos trajo, es quien directamente lo predica. Y por esa extraña influencia que desde la Revolución Francesa se promueve va en contra de nuestra religión, se teme al tema.

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PACEM IN TERRIS. (Paz en la Tierra). Papa Pablo VI, 1963.

Esta encíclica que se puede conocer como “Paz en la Tierra” se da en una época de gran efervescencia social, la economía va tomando cada vez mas importancia en el destino de las naciones, en materia espiritual está teniendo lugar el Concilio Vaticano II, se están poniendo en la palestra universal los Derechos Humanos y de los ciudadanos, que surgidos de la Revolución Francesa se están esgrimiendo desde 1789. Organismos de nivel mundial ONU, UNESCO, OTAN y otros buscan las formas de lograr la paz mundial, después de los enormes sufrimientos de dos guerras mundiales, y millones de vidas sacrificadas, amén de viudas y huérfanos.

Destaca a la luz de la Doctrina Cristiana y de la Ley Natural, las obligaciones y responsabilidades de los gobiernos, así como las obligaciones y derechos de los hombres. Insiste en que las relaciones entre las naciones como entre los hombres deben de regirse por la Ley Moral, en un ámbito de legalidad y de justicia. Llamando a ello a todos los hombres. Invita tanto a los hombres como a las naciones a vivir los principios de subsidiaridad y de solidaridad, sustentadas en la paz vivida en la sociedad y en las familias.

NOTA: El principio del siglo XX, tuvo en la mentalidad generalizada un gran optimismo, debido a los grandes avances tecnológicos de esa época, entre ellos podemos nombrar la telefonía con hilos, la radio, las bombillas eléctricas, que venían a sustituir a las velas de cera, el motor de combustión interna que se podía fabricar en unidades pequeñas, como los automóviles, para los que no se prestaban los de combustión externa, por su gran peso y volumen, se veía en el panorama general de la humanidad grandes oportunidades de progreso, en comunicación, en la vida hogareña, en el uso de la fuerza eléctrica para las industrias, en fin se veía al XIX como un pasado muy inferior al futuro que se le presentaba a la humanidad en el que comenzaba, en el que el desarrollo ayudaría mucho a la vida de las familias y de la sociedad en su conjunto. Las máquinas suplirían los mas rudos trabajos del hombre, los nuevos inventos se estaban ya aplicando en muchos aspectos, incluso en la diversión, la salud, la vivienda etc. no había razones para el pesimismo, todo se veía con un cristal diáfano, agradable, positivo. Pero no resultó así, por el contrario el XX ha sido el mas sangriento, el mas vergonzante de la humanidad, el rapidísimo progreso nos precipitó a las dos guerras mundiales, con las pérdidas humanas y materiales mas terribles que se pueda uno imaginar. Pero algo dejó de progreso material que la humanidad ha sabido sabiamente aprovechar en materia tecnológica. No se puede negar, como los problemas que conlleva.

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POPULORUM PROGRESSIO, (Progreso de los Pueblos), de Pablo VI. 1967.

En un papado que se definió por la ayuda a los pobres, la justicia y la paz, como lo fue el de Paulo VI, lanza esta encíclica que se traduce como “El Progreso de los Pueblos”. Una de sus preocupaciones principales es la de las diferencias que en su progreso tecnológico y económico han tenido diferentes países globalmente, se ha empezado a hacer una diferenciación entre Norte y Sur, entre países desarrollados, países en desarrollo y países sub-desarrollados. Siendo una gran preocupación la falta de cooperación, entre los países, y en casos incluso la explotación de unos sobre otros, a través de tenerlos como proveedores de materias primas, pagadas a muy bajos precios. En esta Carta Encíclica propondrá la creación de un banco de desarrollo para ayudar a sacar de la pobreza extrema a los habitantes de los países sub-desarrollados, que sufren un NEO-COLONIALISMO, al ser verdaderamente explotados por los países ricos. Pobreza que consiste en desnutrición, enfermedades endémicas, ignorancia, carencia de viviendas adecuadas, con los mínimos servicios de salud, salubridad, como lo son: agua potable entubada, sistemas sépticos o de drenaje y acceso a la educación básica.

Los mensajes del Concilio Vaticano II a los gobernantes, después de cuatro años de oración e intensos trabajos, y consientes de la responsabilidad que la Iglesia tiene sobre la humanidad, esta se dirige a los responsables del gobierno de los países, haciéndolo como parte sustancial de la sociedad. Les pide Pablo VI en su alocución de clausura, que como responsables de la aplicación de las leyes, promotores de la paz y sin olvidar que es Dios el padre de los hombres, el que permite que se pueda poner pan en las mesas de los hogares de los hombres, y que la humanidad sea conducida a través de su propia historia, conduciéndolos a procurar la paz y evitar la guerra.

Hace alusión al sufrimiento humano, procurando que los que gobiernan se mentalicen de ello y que no les sea ajeno a las soluciones que se pueden aportar en sus actos de gobierno, asistidos por la luz del Evangelio.

Señala el contraste entre la opulencia de unos, contrastado con el hambre de otros, y la dimensión global que ello ha tomado, multitudes enormes de hombres que no ven solución a sus necesidades intrínsecas, básicas. Y señala la Carta que no solo se deja de obtener el progreso, sino que se sufren agravaciones en los países que sufren colonialismo, se contrasta el rápido crecimiento de los países desarrollados contra el lento desarrollo de los países pobres, abriendo cada vez mas la brecha entre ambas economías y posibilidades de progreso. En algunos de los países pobres se dan , sin embargo oligarquías adineradas que contrastan aún mas dentro de sus propios límites. Esto atrae a las ideologías totalitarias y a los mesianismos prometedores que pueden decantar en insurrecciones sangrientas, o en elecciones de populistas que solo engañan con promesas incumplibles.

Los misioneros, héroes consuetudinarios en muchas ocasiones, que abandonan patria, familia, bienestar, entorno amigable, etc. para seguir una vocación sublime de servicio a los mas pobres, ignorantes o enfermos, deben de ser emulados, así como las obras de caridad que la Iglesia realiza, construyendo hospitales, escuelas y centros de ayuda en los lugares mas remotos y necesitados del globo. En estas misiones se les enseña a explotar sus propios recursos naturales, en esfuerzos por sacarlos de su pobreza, para que puedan mejor organizar sus vidas familiares, las que deben ser de estabilidad, amor familiar y base de la sociedad, la cual no puede estar bien si las familias están mal y sin ir viendo senderos de progreso, para sus miembros jóvenes. Lo que procuran estas misiones es dar un servicio integral en el que la parte humana se lleve junto con la económica. Pero estas nobles actividades no son suficientes nunca y es responsabilidad de los países poderosos el emular la entrega de estas personas, en mucho mayor volumen del que actualmente se lleva a cabo. Para que el hombre adquiera su verdadero valor humano, no puede desprenderse de los valores morales, su progreso no puede ser tan solo económico, de allí que se requieren “técnicos” en progreso humano, que lleven a cabo la labor completa del desarrollo.

En cuanto a la renta, esta carta afirma que esta no puede, no debe ser utilizada al libre capricho de los hombres, en especial cuando la obtenida en el país es exportada, con perjuicio de la propia patria.

El comercio y la industria internacionalizadas, al tener el lucro como única finalidad constituyen un mal que se traduce en falta de trabajo para muchos hombres. La planificación no es realista si prescinde de las necesidades de los hombres que participarán en el desarrollo, no se deben olvidar, se deben de llevar a cabo pensando que las tecnologías del mañana pueden empeorar las ventajas obtenidas ayer.

Otro aspecto importante de esta encíclica social es la relativa a la demografía, pues cuando esta es mayor que el grado de desarrollo, tiende a generar mas pobreza. De allí la obligación de los gobiernos a ayudar a las familias a controlar, a planificar mejor la cantidad de descendientes, partiendo de la base de la libertad de generación que el hombre tiene y de los ASPECTOS MORALES INHERENTES. No pueden, no deben los gobiernos olvidar el legítimo derecho ni la dignidad humana que el hombre tiene.

Hay naciones pobres con una gran sabiduría, las naciones poderosas deben de aprender de estas, saber utilizar sus enseñanzas, cuando estas le pueden enseñar un verdadero humanitarismo, pleno acorde a lo que Dios quiere para los hombres. Puede haber un humanitarismo cerrado, impenetrable a los valores espirituales, ateo, lo que resulta ser un humanitarismo inhumano, que no lleva al hombre por el verdadero camino de la felicidad, independientemente de lo alto de su economía. No se trata solo de paliar el hambre, se trata de tener en el mundo un hombre que independientemente de su religión, raza, cultura, etc. viva un humanitarismo pleno. La solidaridad, lo superfluo, los gastos militares, se examinan y se propone la creación de un fondo mundial sustentado económicamente en lo anterior. Hay grandes despilfarros, fruto del temor de las naciones. Urgen los diálogos entre las naciones que se encuentran en esta situación. Allí están quizás las soluciones. No es falta de elementos la causa de la pobreza mundial es otra la causa, los armamentos, los ejércitos, los gastos militares, causan pobreza global y enriquecimiento a ciertos sectores en particular.

Otras enseñanzas están en el camino de la hospitalidad, la caridad universal, y los jóvenes, que en muchas ocasiones se alejan de su patria y en otras naciones proporcionan ventajas, trabajo y conocimientos que en su patria no existen. También hace referencia a los trabajadores emigrantes, temporales o definitivos que tienen que abandonar su tierra natal.

Finaliza haciendo un llamado a todos los hombres de buena voluntad, sean de la condición que sean, pero en especial a los que son de alguna manera conductores de hombres, a los sabios, a los Hombres de Estado, a que pidan a Dios Padre que ilumine sus inteligencias, para encontrar las soluciones que lleven a la humanidad a un desarrollo pacífico, verdaderamente humano.

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OCTOGESSIMUS ANNOS. Papa Pablo VI, 1971

(Octogésima Adveniens)

Esta encíclica, también de Pablo VI, que se publica en el aniversario de los ochenta años de R.R., continúa previniendo, advirtiendo, señalando los problemas sociales del mundo entero, brevemente examinaremos los que señala:

En cuanto al problema del urbanismo, que se genera en los suburbios de las metrópolis, debido a los hombres procedentes de la agricultura y/o de otras regiones o países, que emigran a las ciudades, donde difícilmente encuentran el trabajo, ya inexiste en sus lugares de procedencia. El éxodo rural y el atractivo de los puestos de trabajo en las industrias son los que motivan estas concentraciones millonarias de habitantes. (nuevo entorno que debemos contextualizar). Pero las industrias, paran, o se mueven y ello conlleva problemas permanentes. En estas concentraciones se dan carencias serias de servicios por un lado y de ofertas de consumismo por otro. Casos de soledad en medio de las multitudes, imposibilidad de tener vida familiar adecuada al afectar la autoridad, al cambiar el rol de la mujer, y los jóvenes no encuentran solución a sus necesidades de preparación y empleo. Se dan problemas aparte de la hacinación, de ancianidad, pandemias, minusválidos, inadaptados. La iglesia dirige su mirada a esta nueva clase de pobres. Su gran preocupación es sobre las soluciones maltusianas, el aborto, anticoncepción, que son destructivas de la familia.

NOTA:- “Las teorías maltusianas se han comprobado falsas, irreales, los aumentos en la capacidad de producir alimentos, supera con mucho las necesidades completas de la alimentación humana, y aun sin explotar, como muchas oportunidades de lo que el mar nos puede generar en algas, en granjas piscícolas, sin sobre-pescar especies que presenten peligros de grave disminución. Los controles artificiales que se pretenden hacer mas extensos sobre la humanidad obedecen , no a lo que equivocadamente esgrimen de Maltus, sino a inconfesables intereses de mercado”.

Fin de la segunda parte.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA. primera parte.

 Por ser de tanta actualidad global, he preparado para Uds. entres partes por su extensión este paper, que se que será de mucho interés general.

 DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA. (primera parte)

La Doctrina Social de la Iglesia, (DSI) que se da conocer no solo a los católicos, sino a todos los hombres, y que es aprovechada por los hombres de buena voluntad. Ha sido fuente de información, formación y enseñanzas de una gran riqueza humana, no es una tercera vía adicional al Socialismo o al Liberalismo, no es tampoco una ideología. Es una Doctrina Antropológica que se ocupa de los problemas de la vida del hombre en la sociedad, misma que es afectada fuertemente por la economía en sus versiones macro y personal. Es un CORPUS que evoluciona, que se preocupa grandemente por los problemas de la pobreza global, del Bien Común y de la injusta distribución de las riquezas del globo, debido a ello no se les ha podido dar solución, por el contrario, los ricos son mucho mas ricos y los pobres han aumentado en lugar de ser menos, en algunas de las naciones. En términos generales, no. Hoy tenemos menos pobres que antes, acorde a estadísticas confiables previas a la pandemia del Corona Virus. El que la pobreza aumente es inmoral y no responde al designio de Dios en su plan sobre el hombre, al que Él le concede originariamente el goce de los productos del planeta para todos, y no solo para unos cuantos, si consideramos la multitud de pobres contra los pocos ricos. Sabemos que los pobres siempre estarán con nosotros, está dicho en el Evangelio de Jesucristo, pero hay pobreza digna en la que el ser humano, careciendo de lo superfluo, no le falta el alimento, (incluida el agua potable), techo, vestido y es de desear que a estos tres factores se agregue la salud y la educación. Pero hay una pobreza generalizada en la que millones de seres humanos carecen de agua potable, están sub-alimentados, apenas se pueden calzar o vestir, su techo es de una improvisación tal que no los defiende adecuadamente de las inclemencias. A esto debemos añadir que les corresponden los trabajos mas ínfimos que hay en la escala social. Por ejemplo en EEUU. Los pobresLo anterior no es el mejor campo de cultivo espiritual para el ser humano, por el contrario la precariedad en que muchos viven al no permitirles pensar adecuadamente, no pueden por ello contar con una fe sólida, apropiada para su desarrollo espiritual. Esto ha sido y es gran preocupación de la Iglesia, la que hace todo lo que le es posible, y nadie, ni institución, ni país hace tanto, para paliar dichas carencias. Un gran ejemplo lo tenemos en las múltiples y globales actividades de CÁRITAS. El conocimiento de la DSI. Nos viene a los hombres todos, no solo a los católicos, a través de las enseñanzas de las Encíclicas Papales, siendo muy notable, lo que el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña, mas adelante se ve esto mas a fondo. --(varios doctores de la Iglesia nos han dejado claro que la fe debe ser razonada, que el pensar obra sobre la fe y que la fe obra sobre el pensar, luego el hombre, es necesario que esté en condiciones de pensar y para ello debe de estar apropiadamente alimentado y protegido contra las inclemencias). De otra manera está disminuido en sus capacidad de razonar adecuadamente.

Estas son algunas de las enseñanzas de la DSI. Que deben ser convicciones cristianas.

--La Revelación Cristiana nos conduce a una más profunda comprensión de las leyes de la vida social.

--Del  Evangelio recibimos la plena revelación de la verdad del hombre. De nuestra intrínseca realidad.

--Anuncia en nombre de Jesucristo, la dignidad del hombre.

--Le descubre las exigencias de la paz y de la justicia.

--La Iglesia expresa juicio moral en materias, económica y social cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de su alma.

--La Iglesia se ocupa de estas cuestiones desde el punto de vista del Supremo Fin, no de los aspectos solo temporales, que le corresponden a las autoridades políticas.

--Se esfuerza por inspirar actitudes justas en el uso de los bienes terrenales y de las relaciones socioeconómicas. Lo que no es “meterse” en política, sino ocuparse de la dignidad de la persona humana.

--La Doctrina Social de la Iglesia se empieza a desarrollar en el Siglo XIX (aunque de diversas formas hay enseñanzas sobre las relaciones económicas y sociales del hombre en las escrituras).

--La primera encíclica social del XIX, RERUM NOVARUM, del Papa León XIII, se produce debido a la relación entre las enseñanzas del Evangelio y las nuevas estructuras sociales de producción de bienes de consumo.

--Al producirse los cambios de las formas de trabajo, de legislaciones, y del Estado y sociedad, la Iglesia se mantiene enseñando el valor de las  luces evangélicas ante los  acontecimientos de la historia, (signos de los tiempos).

--Estas enseñanzas inspiran a los hombres de buena voluntad, aunque sean de otras confesiones, son de carácter universal, e influyen fuertemente en la conducta de los fieles católicos, que viven nuestra religión adecuadamente.

--Esta doctrina propone principios de reflexión, criterios de juicio y orienta para la acción. Ya que todo sistema que se base solo en criterios económicos está en contra de la naturaleza humana en su aplicación.

--La teoría que hace del lucro la última y exclusiva norma, es moralmente inaceptable, y es causante de numerosos conflictos, pues produce efectos perniciosos que producen desorden social. El capital, el dinero en general y los bienes espirituales, así como los materiales deben tener como finalidad el desarrollo de la humanidad, en parcialidades o acordes a grandes conglomerados, dependiendo de donde vienen, pero siempre buscando que pertenezcan al Bien Común.

--Un sistema en el que se considera al hombre como “cosa que produce”, que lo robotiza, sacrifica sus derechos fundamentales, es un sistema de esclavitud práctica , y conduce, en este caso a los capitalistas, a la idolatría del dinero y al ateísmo.

--La Iglesia rechaza las ideas totalitarias y ateas asociadas a “los tiempos modernos” donde están el socialismo a ultranza, el comunismo, el capitalismo enajenante que se rige solo por las leyes del mercado, por encima del hombre digno, al regular la economía solo por la ley mercantil, pues quebranta la justicia social, al considerar al hombre solo como otro factor en la producción de bienes, sin satisfacer otras necesidades humanas indispensables. Es de absoluta necesidad no descuidar el Bien Común y dar al hombre su justa jerarquía y conservación de sus valores. Posibilitarle en especial la vida en familia, que es donde los hombres aprendemos lo mas importante de nuestras vidas, donde nos formamos como tales y donde encontramos la felicidad. Un sistema económico que no facilite lo anterior nunca será bien visto por la Iglesia.

De múltiples formas la Doctrina Social de la Iglesia está contenida en la Revelación Cristiana, no hay humanismo mas perfecto que el que nos enseña la doctrina de Jesucristo, pero aquí nos referiremos a las enseñanzas que se desprenden a partir de la promulgación de la primera llamada Encíclica Social de la Iglesia, como ya comenté, pero lo recalco, nos referiremos en primer término a la RERUM NOVARUM  (RR) (De las cosas nuevas), considerada la primera que contiene, con precisión,- lo que llamamos Doctrina Social de la Iglesia. Fue promulgada por León XIII en 1891. Su objetivo principal consistió en detener la descristianización que se estaba dando ampliamente en todas las clases sociales, debido a las ideologías revolucionarias que estaban ampliamente diseminadas en la población. Era una época de confusión de informaciones distribuidas de distintas maneras sin un orden adecuado, que procedían de diversas organizaciones, y que llegaban a los obreros, a los capitalistas y al público en general manipuladas de acuerdo a los intereses de cada grupo.

Algunas de estas ideologías fueron de gran peligro para la sociedad y la Iglesia intenta crear un orden inteligente en medio de tal confusión, preocupada antes que nada por la descristianización de los contenidos de dichas ideologías. Después de un pequeño análisis de la R.R. nos ocuparemos de las sub-siguientes encíclicas sociales , para terminar con la postura del Papa Francisco, frente a los problemas sociales. En ello trato de mostrar en que consiste el CORPUS de la DSI.

(fin de la primera parte).