martes, 22 de mayo de 2018

CAUSA DE LAS CAUSAS, La Creación.


CAUSA DE LAS CAUSAS. La Creación. 
Existimos desde hace pocos años como parte integrante de un inmenso universo que a su vez existe,   desde hace muchos millones de años, de acuerdo a como nosotros medimos el tiempo en nuestro planeta, a sabiendas de que no es eterno, sino que comenzó de alguna manera y ha devenido en lo que ahora podemos observar de él. Nosotros en lo personal somos nuevos, recientes huéspedes y además por solo un corto tiempo en comparación con su edad. Ante este planteamiento que nos impacta, es que se nos presentan las milenarias preguntas, íntimas, importantes, que nos abruman, mientras no tenemos la respuesta.
Hay aspectos muy claros, son las respuestas simples, infantiles, incompletas,  ¡vengo de mis papás!. Pero no conformes con esa respuesta la llevamos a ultranza y nos topamos con falta de respuestas científicas, realmente convincentes, y es que no las hay.
Por lo tanto al hombre antiguo, solo, al no encontrar solución a su incógnita,  no le queda mas camino que pensar en unas divinidades poderosas, desconocidas, que de alguna manera aquí nos tienen y de esa divinidad misteriosa y desconocida, en cierto momento de la historia humana vendrá la respuesta. Y vendrá con lo que llamamos la Revelación Divina.
Por razones que no es posible que entendamos, dicha respuesta nos  llega con la  sencillez de lo grandioso, a través de un hombre de  grandísima fe, de nombre Abram (que cambiará mas adelante a Abraham) que creé con la inmensa fuerza de su fuerte corazón, y obedece,  aquello se le va ordenando  por la divinidad que con él se comunica. Antes que nada dicha Divinidad se manifiesta como único Dios y le da instrucciones a este hombre a la vez que le promete algo muy importante para los varones de la época: una gran descendencia.  Se trata de la única y verdadera divinidad, que ha decidido en ese momento de la historia de la humanidad y a ese hombre en particular escogerle como el receptor de su DIVINA REVELACIÓN. Y lo va guiando hacia una tierra que le promete. Pero eso no es todo le va haciendo poco a poco REVELACIONES directamente. Aquí convendría recordar lo que es la Revelación que proviene de Dios; y esta consiste en algo que Dios comunica, en este sentido, por primera vez a los humanos, primero a Abraham después directamente a ciertos hombres, como veremos mas adelante. Por supuesto que se trata de actos sobrenaturales que  Dios decide llevar a cabo con las personas que Él escoge y en los momentos que Él decide. Por lo que se trata de lo que Él quiere que los hombres sepamos de Él mismo, y que se trata de algunas cuestiones que el hombre por sus fuerzas naturales nunca podría haber conocido.  Aquello que Dios ha revelado son verdades absolutas, y para irlas comunicando escoge en un principio a ciertas personas que pertenecen a la descendencia de Abraham, (pueblo escogido por Dios) a los que en las Sagradas Escrituras se conocen como:  Profetas, siendo los primeros del tiempo llamado de los Patriarcas, y al último de estos, en el Antiguo Testamento lo considera la Iglesia en San Juan Bautista, quien profetiza a Nuestro Señor Jesucristo cuando dice que “entre ustedes está”, ahora como primer profeta del Nuevo Testamento, y yo no soy digno de atar los cordones de sus sandalias, yo los bautizo con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo. Es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Hoy la ciencia lo confirma, pero de antaño los cristianos lo sabemos por Revelación, el universo no ha existido siempre,  tuvo un principio, al que llamamos LA CREACIÓN. Las primeras palabras del Génesis, primer libro de la Biblia, son: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra. Gen 1,1 enseñanza primera de las verdades que Dios nos revela.  Esta CREACIÓN no solo se refiere a las cosas que podemos ver sino que incluye aquellas que no vemos, pero de cuya existencia sabemos a través de la Revelación, como lo son el Cielo, y los ángeles,  arcángeles, dominaciones, etc.
Los que cierran la cadena de la Creación son los hombres, únicos con cuerpo mortal y alma espiritual creada para la eternidad. Cada ser humano concebido, precisamente en ese momento grandioso en que consiste la concepción, lo es porque Dios Creador interviene dotando a ese nuevo ser, a esa nueva persona humana de un alma eterna a partir de ese preciso instante. Es por ello que con todo acierto se dice que la generación es cosa de tres: un hombre, una mujer y Dios Creador. De allí que cada persona humana es irrepetible, no solo por la generación producida por nuestros padres sino porque es dotada de un alma singular única, que no existía antes, sino que viene a la existencia por un acto creador que tiene lugar en el preciso instante de la concepción.
La Creación, o sea el que las cosas hayan empezado a existir, es lo grandioso e incomprensible de la Creación, porque vienen a la existencia a partir de la NADA. Este en un concepto imposible de ser comprendido por la mente humana, no somos capaces de imaginar lo que la nada es, queda fuera de nuestro mas desarrollado razonamiento. Pero para Dios no hay imposibles así lo que Él ha querido crear lo realiza a partir de la nada. El devenir de las cosas, la manera en que se ha formado y sigue en su proceso el universo procede de una creación inicial que a partir de la nada Dios realizó cuando le vino en gana. Y de la misma manera creó a nuestros primeros padres Adán y Eva, de los que procedemos todos los hombres.  La Creación de Dios se entiende como traer a la existencia algo, sin presupuesto previo alguno. Esto se diferencia de la creación humana que presupone algo previo, como el David de Miguel Ángel que presupone el mármol del que fue esculpido.
En nuestro mundo han ido apareciendo criaturas y no sabemos con certeza el como. Es posible, pero no está plenamente demostrado que unas criaturas provengan de otras a través de una lenta “evolución” pero esto es aún algo hipotético, y en todo caso en su origen son criaturas de Dios que les ha dado la capacidad de  evolucionar en otras distintas.  Pero lo que es falso de toda falsedad es el evolucionismo materialista  absoluto, es decir que el universo procede de la pura evolución de una materia inicial increada y eterna. Esto es teoría atea equivocada, que no se puede ni siquiera tomar como hipótesis. Esto no solo es evidente para las personas que tienen fe, sino para todas las que son capaces de razonar acertadamente que comprenden que nos es posible que lo que vemos y conocemos proceda de la materia solamente, y que no haya una inteligencia superior que lo ordena todo y a quien llamamos Dios. Hay una causa superior que permite que las cosas sean de la manera que son, en un orden no caótico. Nada se puede dar a si mismo la existencia, toda cosa o planta, o animal o persona es causada por algo previo a esta.
Por sencilla que sea una criatura, por ejemplo una piedra se asemeja al Creador aunque sea por el solo hecho de existir, las semejanzas van aumentando conforme las cosas son mas perfectas, como las plantas que existen pero tienen vida,  y en el caso de las flores participan de la belleza, los árboles frutales en la capacidad de producir frutos, y así ontológicamente, hasta llegar al hombre que es el que mas se asemeja a Dios por los hechos de poder pensar, y gozar de libre albedrío, la Sagrada Biblia enseña que el ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo a pesar de esta semejanza la desemejanza es mucho mayor, dado que Dios es infinitamente perfecto.
Todos dependemos d Dios para existir. Contrariamente a una cuestión creada por el hombre, por ejemplo un libro escrito, o una escultura realizada, no dependen del autor para continuar existiendo una vez que ha terminado su realización. Pero para continuar nosotros en la existencia es porque estamos en la mente divina. De no ser así volveríamos a la nada.
Dios además de alguna manera está presente en todas las cosas, San Agustín así lo explica: “Dios es mas íntimo a las cosas, que las coas mismas”.  Y San Pablo dice: “en Él vivimos, nos movemos y existimos”. Todas las cosas son buenas, el mal que tanto se atribuye  a Dios por los ignorantes, (esto no es fácil de entender) no es sino la ausencia del bien, por ejemplo la enfermada es la falta de salud. Y Dios permite que esas ausencias existan precisamente para mostrar lo que es la Bondad Infinita, que solo a Él corresponde, además permite los males en atención a bienes mayores. El único mal absoluto es el pecado, pues otros males como la enfermedad, un terremoto, no son males absolutos, pues no impiden la salvación como el pecado. Ni siquiera la muerte es mal absoluto, pues el alma inmortal tiende a la salvación eterna.
Tratándose del hombre este puede dar gloria a Dios si se lo propone, cumpliendo la ley moral, en uso de su libertad, el resto de las cosas creadas por el simple hecho de existir dan gloria a su Creador. El hombre está en este mundo precisamente para dar gloria Dios, y Él quiere que lo hagamos libremente, por decisión propia, y nos ha dado con su palabra, su Iglesia, su doctrina, su ejemplo y la ayuda del Espíritu Santo  todo lo necesario para que vivamos de acuerdo a su ley moral. Podemos concluir que el único mal absoluto que existe es el pecado, o sea las faltas a la Ley Moral, lo que conlleva en si, el caer en el mal eterno, en lugar de la salvación eterna, que es lo que Dios quiere para todos los hombres, pero en uso de su libertad hay quienes esto lo desprecian, y caen en el mal eterno. El incumplimiento de las leyes morales además en esta vida incluyen injusticias, opresión, guerras, situaciones no queridas por Dios, pero que los hombres producimos.
Desde que pecaron nuestros primeros padres existe el pecado en el mundo, claramente lo vemos en Caín, cuando Dios creó el cielo y los ángeles, estos tuvieron y tienen inteligencia  y voluntad, , siendo seres espirituales. Algunos se rebelaron  contra Él y permanecen apartados de Dios, quien les ha permitido conservar  algunos poderes que influyen malamente en los hombres, aunque Dios mismo le concede al hombre la capacidad de defenderse de las insinuaciones del demonio, pero hace falta la voluntad para ello, y en ocasiones el hombre cae en las insinuaciones demoníacas, y comete actos en contra de la  recta moral.
Dios que nos es invisible, se nos presenta con la realidad mas evidente en las cosas creadas, no solo las de este cosmos nuestro, sino en el maravilloso y ordenado firmamento, del que somos parte pequeñita, pero que no puede dejar de maravillarnos con solo contemplar, la rotación de nuestro planeta,  y la puntualidad de la luna en sus periplos a nuestro alrededor, solo la estulticia impide  constatar esta maravillosa realidad, todo nos narra la existencia de Dios, lo que contemplemos ya sea en los seres vivos, como en cuestiones como el ciclo del agua, y de toda esta creación el hombre es la cumbre, la criatura mas perfecta, la única que goza de la misericordia divina, de un cuidado amoroso si se permanece dentro de su Iglesia, allí percibimos también su presencia, la que se extiende a todos los acontecimientos.
En nuestro comportamiento personal debemos de demostrar nuestro amor a Dios, amor filial, de respeto y obediencia que tiene altos vuelos, superando a los amores de la tierra, porque en cuanto a Dios el amor nos debe de llevar a la adoración. En la tierra mostramos respeto y comportamiento digno en la presencia de aquellas personas que lo merecen, ante Dios que nos acompaña siempre, que está siempre a nuestro lado , por decirlo de alguna manera, nuestro respeto amoroso y deferencia deben ser cosa de siempre. Pues Él todo lo ve , lo conoce. Así es que en toda circunstancia de nuestra vida debemos de saber que es lo que Él espera de nosotros. En todas las situaciones de nuestra vida, en el trabajo, la vida familiar, en el deporte, en el ocio, en el descanso, no digamos en la oración o en el templo. Al tomar las decisiones de nuestra existencia. Tanto las importantes como las que  lo  son menos, es necesario que consideremos se estas son acordes a su voluntad, a lo que Él espera de nosotros.
Para terminar hoy vamos a considerar otra de las grandes ayudas que Dios nos ofrece y a veces no lo consideramos, ya sea por olvido o por desconocimiento, se trata del ángel guardián que cada uno de nosotros tiene, que Él lo ha enviado para que nos ayude, desde luego a cumplir con la voluntad del Padre, pero que nos protege de tantas cosas y situaciones, muchas de ellas que ni siquiera percibimos, otras que se dan porque hemos requerido su ayuda, él es el  mensajero que gratuitamente se nos ha designado. Debemos de saber tratarle, es parte de la Creación que está para auxiliarnos.
Jorge Casas y Sánchez.