miércoles, 20 de febrero de 2019

CULTIVAR INTERIORIDAD Y SILENCIO EN ERA DIGITAL


CULTIVAR INTERIORIDAD Y SILENCIO EN ERA DIGITAL.

Nuestra nueva realidad de vida moderna incluye cuestiones que es necesario que aprendamos a dominar, o seremos dominados por ellas, lo que no estaría bien, vamos a examinar algunas de ellas:
TELEFONIA CELULAR:
La comunicación telefónica mundial y nacional, personal y popular, con y sin imágenes, se da en varias aplicaciones cibernéticas a saber; Internet, What´s App, Facebook, Youtube, news letters, películas, mensajes, twitter, impresiones, correos electrónicos, kindle, epub, enciclopedias, Instagram, bibliotecas enormes, toda clase de música, GPS, mapas, guías turísticas listados mundiales de hoteles, restaurantes, hospitales, aeropuertos, vademécums de medicinas, procesadores de la palabra, fotografía, enormes archivos cibernéticos, notificaciones y muchísimo mas, y todo ello es posible incluso en la palma de tu mano. Se considera una genialidad de Steve Jobs, el haber juntado dos aspectos en un solo aparato que denominamos teléfono inteligente, móvil, o simplemente, celular, esta genialidad consistió en dar accesibilidad al teléfono el Internet. Lo que ¡modificó nuestra forma de vida!.

LAS COMPUTADORAS,
Nuestra vida de trabajo, el desempeño de los oficios, prácticamente todos los de cuello blanco, y muchos de cuello azul, dependen, se apoyan, se practican con ordenadores, los hay minúsculos en el celular, en tabletas, en lap tops, desk tops, también las hay mayores en las instancias gubernamentales, como las armadas, los ejércitos, las Secretarías de Estado, en ocasiones enormes y rapidísimas. Que nos proporcionan información útil, necesaria, actual, rápida en sentido instantáneo.
También por desgracia existen sitios que sin moral alguna  publican no solo opiniones sino fotos llenas de maldades, como el porno, la pedofilia ,la homosexualidad, las noticias “fake”etc.
Estas nuevas tecnologías han aumentado considerablemente, la facilidad, la rapidez, el volumen de información, al grado de convertirse en soluciones de gran utilidad al mismo tiempo que han creado ciertos problemas.
Esta cantidad de información disponible, debe imponernos a cada uno de nosotros la necesidad de reflexionar, es decir de discernir aquellos datos, esa información que nos es valiosa y útil de la que nos significa pérdida de tiempo y nos llena de información inútil. Esto no es fácil debido a la cantidad y a la velocidad con que los sucesos tienen lugar, además de que son familiares, nacionales, y globales, nuestra capacidad de discernimiento se pone a prueba en este renglón, en que por necesidad tenemos que ser extremadamente cuidadosos para no caer en una “informología” que nos puede quitar tiempo de mas importancia, como: tiempo de orar, de estar con la familia, de hacer deporte, de disfrutar a los amigos, de lectura culta, etc. además de que la velocidad  y variedad en que la información se da, supera nuestra capacidad de reflexión, y por lo tanto nuestro discernimiento.
Y en la comunicación que emitimos no debemos dejar de ser: juiciosos, mesurados y correctos. Debemos pensar muy bien lo queremos decir,  y lo que esperamos del otro. Hoy la juventud ha caído en verdaderos vicios, a veces muy perjudiciales, es necesario enseñarles a no ser esclavos del celular en  casos como el chateo e intercambio fotográfico. La comunicación horizontal que establecen puede ser muy útil y constructiva en su uso ordenado, pero en su desorden les es sumamente perjudicial, y necesitan mucha ayuda paciente, pues no han madurado aún para poder discernir adecuadamente.
Algo de mucha importancia es, el que no sea esta tecnología de la comunicación, algo que nos interrumpa cuando estamos realizando cosas importantes, como lo son, la tarea escolar, el tiempo de comer en familia, las pláticas de sobremesa, es conveniente enseñar el orden en cuanto al tiempo mas indicado para contestar mensajes, y discernir cuales merecen contestación y cuales son inútiles y por tanto perjudiciales.
 El silencio en la vida cristiana juega un papel importantísimo, por lo que es conveniente un orden en cuanto y cuando ejecutarlo, y me refiero al silencio cibernético también. Es durante el silencio que cultivamos nuestra interioridad, que nos permite escuchar la voz del Espíritu Santo y así conocer sus mociones. La falta de estos momentos son pérdida valiosísima para nuestra interioridad.
El papa actual, Francisco ha pedido oraciones para que se redescubra el valor del silencio, en estos tiempos en que nos abruma el bullicio, así lo llama,  para que sepamos escuchar a Dios y a los hermanos. Y se pregunta: ¿Cómo conseguir esta interioridad en un ambiente marcado por las tecnologías?
En tiempos anteriores a los actuales, cuando aún no se tenían las técnicas actuales de comunicación, y con seguridad para cuando, estas, actuales, hayan superado en el futuro lo que se maneja hoy día, viene muy al caso lo que San Josemaría nos dejó enseñado sobre la interioridad, es por tanto conveniente citarlo, nos dejó dicho: “ La Virtud de la Templanza, es una buena aliada, (señala San Josemaría), como una experiencia con la que es fácil identificarse nos lo dice con estas palabras: “Me bullen en la cabeza los asuntos en los momentos mas inoportunos…”, dices. Por eso te he recomendado que trates de lograr unos tiempos de silencio interior,…..y la guarda de los sentidos externos e internos. Para alcanzar un recogimiento que lleve a meter las potencias en la tarea que realizamos, y así poder santificarlas, es preciso ejercitarse en la guarda de los sentidos. Y esto aplica de modo especial al uso de los recursos informáticos, que -como todos los bienes materiales- se deben emplear con moderación”.
La virtud de la templanza en muy buena aliada cuando nos movemos en los ambientes digitales, TEMPLANZA ES SEÑORÍO, porque ordena nuestras inclinaciones al bien, en el uso de los instrumentos con los que contamos. Nos lleva a obrar con rectitud, dando el justo valor a estos instrumentos, nos pone en la tesitura de hijos de Dios, y no de esclavos de la tecnología.
La compra. Otro aspecto que debemos de cuidar es el de la utilidad de los equipos evitando esa tendencia desmedida en muchas ocasiones que nos lleva a tener , o procurar obtener la tecnología mas nueva, mas reciente, cuando en verdad para nuestras necesidades la que tenemos en ese momento cubre adecuadamente nuestras necesidades. Y por tanto no hay una buena justificación para la nueva compra.
El ideal de la santidad implica en no ir mas allá de lo que es lícito, y cabe por lo tanto en primer término, ¿realmente esto me acerca mas a Dios?, ¿me va a ayudar a que mi vida sea mejor en algún sentido, que sea mas útil mi actividad,? Frente a Dios , a los demás y a mi mismo, estos razonamientos nos ayudarán incluso a hacer mas productivo lo que tengamos invertido en aparatos, no solo los de uso personal, también los de uso profesional. Recordemos lo que San Pablo les dice a los de Corinto: “ todo me es lícito. Pero no todo conviene, todo me es lícito . Pero no me dejaré dominar por nada”. Esta autoafirmación del apóstol tiene una actualidad muy indicada, al igual que la de San Josemaría, para los tiempos actuales. El seguir estos sabios consejos nos evitará fenómenos como la ansiedad e incluso la dependencia. Un breve consejo es aquel que dice: acostúmbrate a decir que no. El seguirnos nos concede paz interior, y esta la llevamos a nuestros hogares, a la sociedad, al mundo.
Hay varios consejos que son muy apropiados para que logremos y enseñemos a lograr un buen orden en el uso de las tecnologías, en especial la de la comunicación, por supuesto que ello está en cada caso sujeto a las condiciones propias y las necesidades personales, tenemos por ejemplo: el uso templado de los mensajes con los amigos, preguntémonos si estamos comunicando y recibiendo cuestiones realmente necesarias e importantes, o estamos , en ocasiones, perdiendo el tiempo, incluso interrumpiendo otras actividades, si productivas, como el estudio, la investigación, la conversación con los presentes, en  casos como este el fijar horario de recepción y de contestación, puede ser conveniente. Claro que hay comunicaciones que son de mayor o menor urgencia en su contestación, pero no son banales. El fijarse horarios en estos casos son simple autodominio, muy conveniente. Otro ejemplo es el de la información noticiosa, a esta le podemos fijar horarios a lo largo del día, de acuerdo a nuestras necesidades, desde luego que la buena educación se debe de mostrar cuando estamos en compañía de otras personas, evitando en lo posible el uso del teléfono móvil, lo cual a ojos vista es falta de buenos modales, basta ver su uso indiscriminado en los restaurantes y otros lugares, lo que nos muestra la falta de templanza de tantas personas, especialmente jóvenes. A mi me ha parecido vergonzoso que incluso en la Iglesia a la hora en que se está celebrando la Santa Misa, haya personas que no solo no han apagado su móvil, sino que no se abstienen de darle click. Esta es verdaderamente una actitud reprobable, a pesar de que algunos sacerdotes amablemente hacen la invitación a que se apaguen mientras se celebra.
Hay otros consejos muy sabios que conviene recordar, por ejemplo Santo Tomás de Aquino, solía relacionar al estudio con la templanza, en el sentido de que este era en ocasiones vencimiento de tendencias a la pereza, a la comodidad, e implicaba superación al aplicar la mente a cuestiones como el deseo de aprender y saber mas. Estos afanes son enriquecedores en especial cuando se ponen al servicio de los demás y contribuyen a fomentar un recto amor al mundo, lo que se traduce en un legítimo interés por estar al tanto de realidades culturales y sociales, en las que nos movemos y queremos llevar a Dios. Pero esto es diferente al estar abocados a una curiosidad que se manifiesta como ansia de estar enterados de todo y no querer perderse de nada, esta actitud lleva a una superficialidad, a una dispersión intelectual en vez de lograr una verdadera profundidad en los aspectos útiles del conocimiento que necesitamos  en nuestro caso personal. No debemos de perder el afán apostólico, y cultivar el trato con Dios. Al realizar ya sea como estudiantes, como profesionales o como buenos cristianos esta búsqueda de conocimiento no solo profundizamos en lo mejor de los conocimientos que necesitamos sino que realizamos el acercamiento al Señor.
Las nuevas tecnologías nos amplían las fuentes de información constantemente, ejemplos pueden ser, los sitios a escoger para viajar, vacacionar, donde invertir mejor el ahorro, que papel tienen las medicinas, cuales son nuestros movimientos bancarios, el poder pagar impuestos, hacer transferencias de fondos, mundialmente, comprar o vender cibernéticamente, y un largo etcétera, pero lo que también proporcionan y en forma amplia, veraz, clara, cuestiones de formación católica, verdadera, por fortuna. Con los ordenadores, y los móviles, podemos escuchar, homilías, seguir el itinerario del Santo Padre, oir la Santa Misa cuando enfermos o muy ancianos, leer los Evangelios y las lecturas del día, todos los días, ingresar a portales muy amplios con información muy variada sobre todos los temas de Historia Sagrada, la Palabra Escrita (Biblia), consultar ese tesoro que es el Catecismo de la Iglesia Católica, solo para mencionar unos ejemplos.
Lo anterior nos permite en materia de nuestra religión y nuestra moral, el adquirir formación, el estar informados, el escuchar homilías, conferencias, charlas, solo mencionaré a algunos, de los que son activos en Youtube, y de los cuales no deberíamos de prescindir. En primer término está el Santo Padre, de quien se trasmiten multitud de sus actividades en vivo, se tienen videos de sus participaciones en diferentes lugares del mundo, se trasmiten sus Misas, y rezo del Ángelus, otro muy importante es el Padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Santa Sede, desde hace varios lustros. El obispo de San Sabastian, de apellido Munilla, el padre boliviano Nelson, Fraynelson le llaman,  gran predicador, el mexicano: padre Espinosa de los Monteros, que habla mucho sobre el matrimonio y la familia con un gran sentido del buen humor, y por supuesto que se pueden consultar infinidad de blogs y grabaciones y páginas preparadas por sacerdotes del Opus Dei. Sobre esto lo que se nos aconseja es el no caer en lo que Santo Tomás consideraba “INQUIETUD ERRENTE DEL ESPÍRITU”, por lo que tenemos que analizar cuidadosamente lo que es nuestra vocación, lo que debe ser nuestra relación con Dios  y el trato con nuestros prójimos, a modo que podamos evitar esa inestabilidad interior y dirigir nuestra investigación y  esfuerzo adecuadamente, para nuestra propia formación y ayuda a los otros. Lo mas conveniente será obtener buenos hábitos de estudio y de oración personal, debidamente diferenciados. Solo así podremos cumplir con el pequeño deber de cada momento: haciendo lo que debemos y estando en lo que hacemos, esto nos lucrará Gracia Divina, nos ayudará en nuestra tarea de santidad personal.
Beber , no en cualquier charca, sino en el sabio manantial cristiano, con la voluntad avivada, la mente puesta en las cosas del Señor, ordenadamente, venciendo los obstáculos que se nos atraviesan. Los hijos de Dios debemos ser contemplativos, personas que en medio del fragor de la muchedumbre, sabemos encontrar el silencio del alma en coloquio con la Trinidad Santísima. Se nos aconseja el buscar, obtener y usar momentos de mayor recogimiento, compatibles con el resto de nuestras actividades, por intensas que estas sean. Se da especial importancia a la preparación de la Santa Misa, y al agradecimiento de la visita de nuestro Señor Jesucristo en la Comunión. Aprendamos a desconectarnos  de otras actividades que llaman, que requieren nuestra atención, dediquemos en la forma mas perfecta nuestra atención y voluntad  al coloquio con Dios, esto requiere no solo el aspecto mental sino también el físico. Es allí donde dirigimos todo nuestro ser al Señor y le dejamos a Él, en sus manos, el resto.
Muy importante resulta el que aprendamos a manejar el silencio, para ser mas atentos con los demás, y a obtener momentos de silencio personal, en el que nos miremos a nosotros mismos que nos interioricemos, que hagamos silencios dentro nuestro, en este mundo en que tal parece que nuestro tiempo se llena de iniciativas y de actividades, de ruido, llamadas, acciones a realizar, que parecen llenar todo nuestro tiempo disponible. A esta respecto el Papa Francisco nos invita a: RECUPERAR UN CIERTO SENTIDO DE LENTITUD Y DE CALMA. Es bueno por lo tanto seguir este sabio consejo, que para los tiempos actuales nos ayudará a abrirnos a los demás y a la acción de las mociones del Espíritu Santo. Pidamos a nuestra madre la Virgen Santísima que nos ayude a lograr nuestros propósitos, dentro de estas nuevas formas de uso de nuestro tiempo, en la información, estudio e investigación, pero muy especialmente en nuestra oración. (compiló Jorge Casas y Sánchez).