jueves, 8 de septiembre de 2022

HABLEMOS DE JUSTICIA.

   HABLEMOS DE JUSTICIA.

Cuando se habla de justicia no es raro,  que  lo primero que se nos viene a la mente es la escena de la sala con un juez, un jurado, el acusado y sus defensores y el fiscal, esto por la gran influencia que tenemos de las excelentes películas que tratan casos de homicidios y su defensoría. Sin embargo la justicia va mucho más allá. Para empezar podemos decir que para el buen cristiano se trata de una virtud muy importante, que debemos practicar en todos sentidos, como iremos viendo.

Hay varias denominaciones, o divisiones  de la justicia, siendo esta única, no es que haya varias justicias, es el cómo se consideran sus facetas,  que clásicamente se conocen como:

CONMUTATIVA,  es la que busca la igualdad de trato. Por ejemplo en las transacciones comerciales.

DISTRIBUTIVA, pretende  el bienestar común, considerando  los merecimientos de cada quien acordes  a los méritos propios. Considera que unos contribuyen más al fin común que otros.

JURÍDICA, es necesario que en toda comunidad exista un principio rector, generalmente previsto  en su Constitución y las leyes y reglamentos que de ella se desprenden.

Estas brevísimas explicaciones tan solo pretenden resaltar las principales diferencias entre la clásica división de la justicia, pero quien se interese encontrará explicaciones en libros jurídicos muy amplias. En realidad aquí lo que nos interesa es examinar la Justicia como Virtud Moral, y ello nos lleva a contraponernos a la malicia de voluntad de otro u otros. De allí la necesidad de que se lleve a cabo la justicia.  Antes de continuar no podemos  dejar en el olvido a la definición de Ulpiano, gran jurisconsulto romano que la definió muy sabiamente como:

“la Justicia es la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno su derecho”.

Recordemos las Virtudes Cardinales, LA JUSTICIA es una de ellas, si asociamos las virtudes cardinales a las Virtudes Teologales estaremos en un plano totalmente humanitario, y esto es propio del buen cristiano. La justicia como virtud moral  debe ser en los católicos un hábito arraigado con solidez entre nuestras obligaciones, como debería de serlo en toda persona humana, el amor a la justicia no hace al hombre bueno u honrado por temor, sino como principio,  como debe serlo para todo aquello que requiere de esa gran virtud. Habrá oportunidades en las que dudemos sobre el cómo, el cuanto, y el que,  y será conveniente recurrir a la asesoría, pues hay casos en que las dificultades son complicadas de solucionar porque incluyen o problemas inéditos, o de gran complicación y no basta con los principios generales para encontrar solución.

No solo estamos tratando por necesidad con términos técnicos, sino en ocasiones con otras clases,  veamos, la justicia trata con la libertad religiosa, los actos de culto públicos, en especial los que se tienen en las tradiciones y/o costumbres. Otro aspecto es el respeto que para ser igualitario sería el de un joven y otro joven, pues el respeto al niño o al anciano son diferentes.

 Volviendo a Ulpiano, -PERPETUA-  hace referencia a siempre, no solo en ocasiones. –CONSTANTE- hace referencia a toda ocasión, no debemos ser justos solo en ciertas momentos, sino en todos.   VOLUNTAD- como estamos hablando de una virtud, esta debe ser habitual.   -DAR-  implica también impedir, por ejemplo el contaminar, podríamos decir que es un dar oportunidad a la naturaleza a que no se trastoque.  –A CADA UNO-   hace referencia a la igualdad entre lo que se debe dar y lo que se da, aquí no deben de caber discriminaciones, serían injustas.  –LO SUYO-  aquí hacemos referencia no solo a cuestiones materiales, sino también morales, por ejemplo dar honor a quien honor merece. Respeto a los ancianos, ternura a los pequeñines.

Podemos y debemos referirnos a COSAS JUSTAS por su naturaleza, como el derecho a la vida, no hay ley que así se pueda llamar, que contravenga a este primerísimo derecho que el Creador nos otorga. La vida es cosa sagrada y solo le pertenece a Dios, Él la da, y Él la quita, de allí que no debe, no puede en justicia existir un derecho al aborto, la eutanasia, la pena de muerte, la guerra injusta, el homicidio, el asesinato. Solo se puede recurrir contra  la vida ajena en casos serios de defensa propia o a la guerra justa cuando se trata de defender  el honor, la propiedad, toda proporción guardada, la propia vida o la vida del inocente. Por supuesto que la propia vida también pertenece a Dios, de allí surge el ser justos con nosotros mismos cuidando de nuestra salud. Como también es de justicia cuidar de la salud de nuestros congéneres.

Un  comentario que se dice en estos casos es que la  justicia es algo que trata con la satisfacción del Derecho, la justicia no crea al Derecho, entra cuando este ha sido creado. Sin embargo hay injusticias que se puede uno infringir a sí mismo, cuando nos falla la devoción, la fortaleza, o la templanza, o la prudencia. Además y esto es de suma importancia,  está la justicia con Dios, en este caso también, SIEMPRE DEBEMOS DE DARLE A NUESTRO SEÑOR LO QUE LE CORRESPONDE. El comentario a esto es personal para cada quién.

JCS.

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