viernes, 23 de septiembre de 2022

EL GRAN VALOR DE LA ORACIÓN

 

- EL GRAN VALOR DE LA ORACIÓN CRISTIANA.

Empecemos con dos frases estupendas de dos ingleses católicos de fama mundial por ser verdaderos talentos:

“NO HAY MEJOR FORMA DE USAR NUESTRO TIEMPO QUE HACIENDO ORACIÓN”,  Shakespeare.

“EL HOMBRE ES MAS GRANDE CUANDO ESTÁ DE RODILLAS”, Chesterton.

Lo primero que hay que decir de la oración a Dios es que es darle Gloria, y por tanto es un acto espiritual de amor a Dios, uno de los valores más grandes de la Religión Católica,  junto con el amor al prójimo, el arrepentimiento de nuestros pecados y el propósito de enmienda que por supuesto son forma de oración.

LA SANTA MISA ES, al participar con devoción y conocimiento de lo que es el Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo,   que conlleva una serie de oraciones y podríamos decir que en  su conjunto es  la mayor oración que podemos realizar, por supuesto cuando en ella se incorpora la Comunión Eucarística estando en estado de Gracia.  Es de tal valor la Santa Misa porque en ella al reconocerle a Dios, su supremo dominio realizamos el mayor acto de adoración,  (acto Letráutico). Le ofrecemos  acción de gracias por los beneficios recibidos,  (acto Eucarístico). Le pedimos en ella, ofreciéndola a Dios Padre, por los méritos de su Hijo  Jesucristo, para obtener nuevos beneficios, (acto  Impetratorio o Deprecatorio). Es nuestra intención expiar y pedir, para obtener, perdón de nuestros pecados y remisión de la pena por ellos debida, (acto propiciatorio) Y participamos en la Comunión de los Santos, que por virtud de la presencia real y verdadera de Jesucristo en las especies consagradas nos hermana a toda la cristiandad que comulga, laicos, personas consagradas, sacerdotes consagrados, obispos, cardenales incluido el Santo Padre, es la “Comunión de los Santos” que nos menciona el Credo de los Apóstoles.

 Otras formas de oración nos son accesibles, las tres más caracterizadas para con Dios, son: de agradecimiento, por todo lo que nos concede, empezando con el don de la Fe. De petición, donde pedimos algo, o de contemplación en la que le adoramos, el hablar con Dios, platicarle nuestras cuitas, necesidades, intenciones, planes,  y el solicitar su ayuda, ya que solos no somos capaces de nada, pero con su ayuda podemos remontarnos mucho. La oración contemplativa, o con intenciones varias,  que donde mejor podemos llevarlas a cabo es en los Sagrarios o frente al Santísimo expuesto, pero también en toda circunstancia de nuestro existir, muy aconsejable es el recluirse en la recámara o  el oratorio, para evitar las distracciones y mejorar la concentración, como nos lo aconseja San Josemaría.

Hay otras Personas Sagradas a las que orar, aparte de las tres Personas de la Unidad Santísima de la Trinidad, son: en primerísimo lugar La Santísima Virgen, quien es nuestra omnipotencia intercesora, y mediadora de todas las gracias, nuestra madre del cielo, podemos y debemos orar también a los ángeles de nuestra guardia a los arcángeles, a los ángeles y a los santos, a los beatos, a otras personas humanas que consideremos que se han salvado, pidiendo a Dios que permita que escuchen nuestra oración, siendo todos los anteriores  intercesores ante Dios Padre. San Josemaría, en su predicación maravillosa nos decía que de la mano de Pedro con la Virgen, por Jesucristo, al Padre, como el mejor camino.

Son infinidad los motivos de oración, adicionales a los mencionados en los  párrafos anteriores, solo doy unos ejemplos importantes, en la inteligencia de que deben de estar en concordia con las normas divinas:

Al iniciar la Santa Misa. O su preparación remota.

Dar gracias al término de la Santa Misa. Y prolongarla hasta la preparación remota de la siguiente.

Por el Santo Padre, su persona y sus intenciones.

Por el aumento de nuestra fe.

Por la fortaleza que necesitamos para resistir el mal y acometer el bien.

Por la paz del mundo.

Al iniciar la jornada, y al terminarla.

Al pedir por la salud, ajena y propia.

Por la solución de los grandes problemas de la humanidad, como la pobreza extrema. Y las guerras.

Por las catástrofes naturales y pandemias  que producen víctimas sufrientes y mortales.

Por los bienes espirituales y materiales de nuestros seres queridos.

Por nuestras propias carencias espirituales y materiales.

 

Que la Santísima Virgen nos acompañe a lo largo de nuestra existencia, que le tengamos una gran devoción y amor y que inspire nuestras acciones. AMEN:

Jorge Casas y Sánchez.

 

Versículos clave acerca del tema de la oración:

 Hch. 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.” –

Hch. 6:4 “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.” –

Ro. 12:12 “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración” –

2 Co. 9:14 “asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.” –

  Ef. 6:18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” –

 Fil. 4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” –

 1 Ti. 4:4-6 “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.”

- Stg 5:13, 15-16 “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” –

 1 P. 4:7 “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.”

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