domingo, 21 de noviembre de 2010

LEY REVELADA.

Lo que vamos a contemplar hoy está dentro del marco del pueblo escogido. Ese pueblo comparte con los otros, los IMPERATIVOS MORALES inscritos en la conciencia de toda persona humana (con excepción de ciertos individuos que por alguna razón no gozan de plena razón), al referirnos a todos, lo hacemos en forma absoluta, lo que abarca a todos los hombres de todas las épocas, de todos los lugares, de todas las razas y credos.

Dios al escoger a Israel para hacer su primera Alianza, quiere un pueblo santo, libre y justo para ser LUZ DEL MUNDO,  para guardar las leyes y preceptos del Señor. La razón propia de los seres humanos es insuficiente para descubrir lo que es la "persona humana" por lo que nos instruye con el DECÁLOGO, nada orienta mejor al ser humano que estos diez mandamientos que han venido a ser "patrimonio de toda la humanidad", siendo fundamento, La Ley, de esa primera Alianza.

Quien traspasa los límites de esa Primera Alianza se coloca fuera de ella y cae en la perdición, es la culpabilidad de la falla, cara a Dios. Y lo importante es que sepamos ver en ello la VERDADERA LIBERTAD, pues es un mensaje de liberación que nos muestra nuestra real naturaleza, bien visto esto, tenemos que descubrir en los Diez Mandamientos lo mismo que está grabado en nuestra conciencia, insisto, en todos los humanos, eh ahí los principios de libertad y naturaleza humana.

El Decálogo es el primer estado de la Ley Revelada, en los tres primeros encontramos la relación del hombre con Dios, y en los otros siete las relaciones entre los hombres, es la LUZ ofrecida por el Señor a la humanidad.

Esta Ley antigua es buena sin embargo aún imperfecta, LA NUEVA LEY, LA EVANGÉLICA, es la que la viene a perfeccionar a la primera ley a la que podemos considerar la de arriba, la Ley Divina revelada desde el Cielo, la nueva ley es la obra de Jesucristo, nos la ha dado aquí abajo, aunque procede de Dios Padre, viene del cielo también, la enorme importancia radica en que Dios quiso que la Segunda Persona de la Santísima Trininidad, su Hijo, nos la trajera personalmente al tomar carne humana, al hacerse hombre como nosotros. Esta obra de Cristo con el Espíritu Santo está destinada a sobrepasar la Ley Antigua.

La nueva Ley nos ofrece LAS FUERZAS para hacer o evitar, lo que la Antigua  Ley no hacía, pues solo denunciaba y condenaba.

La Ley Antigua es preparación, es pedagogía de la ley venidera que nos orienta hacia el Reino de los Cielos. Los Profetas, no solo denuncian las transgreciones sino que PROMETEN UN FUTURO, en que Dios llevará a pleno cumplimiento toda la promesa contenida en la Vieja Alianza. Lo que se cumple con el gran acontecimiento, la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Jorge Casas y Sánchez.

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