jueves, 18 de noviembre de 2010

Amor, (el mas grande, mas perfecto, mas necesario e imprescindible.)

De la entrada que ayer escribí, (Acontecimiento) surgen cuestionamientos que conviene aclarar, en primer término nos podemos plantear el ¿porque?, lo que nos da pié para una explicación que se puede resumir en dos palabras-por amor-, si es por amor que la Segunda Persona de la Trinidad Divina toma carne mortal, como la nuestra, y sin perder su divinidad se hace hombre, y ese hombre está destinado a dar hasta la última gota de su sangre, en dolorosísima pasión, por el amor que nos tiene a cada uno de los seres humanos. Y ¿la razón para esto? pues porque la humanidad entera tenía una deuda pendiente, un perdón que recibir, pues la ofensa de nuestros primeros padres, se midió no por el ofensor, sino por el ofendido, y solo un Dios podía cancelarla. Así se da otro acto perfectísimo de amor; el padre que entrega a su hijo para que se convierta en la víctima DEL MAS VALIOSO SACRIFICIO a que pueda haber lugar, y mediante este que se cancele la deuda. Pero estos actos de amor que recibimos los humanos van aún mas allá, no se concretan a rescindir la deuda sino que nos colman el sacrificio con los obsequios mas preciados que se pueden efectuar, el Cristo, el Redentor, el hijo de Dios, por instrucciones de su Padre, nos deja una doctrina de salvación, una Iglesia que nos la enseña, y continuará enseñando hasta el fin de los tiempos, nos lucra también la filiación divina, nada se puede comparar en riqueza espiritual que esto último. Nos hace hijos adoptivos de Dios Padre.

Jorge Casas y Sánchez

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