viernes, 29 de julio de 2022

DOCTRINA NECESARIA Y CONVENIENTE

  

 

 

  DOCTRINA NECESARIA Y CONVENIENTE.

 

  La falta de Doctrina en nuestros tiempos.

Estos  tiempos actuales sin duda son seductores, tienen gran capacidad de atracción, son claro, equivocados en muchos aspectos, corren desaforadamente en busca de  sucedáneos de la felicidad, desprecian valores,  algunas verdaderas tradiciones y cultura anteriores a su tiempo, y escuchan a los nuevos “profetas” aquellos que prometen un corto atajo hacia la comodidad, lo fácil, lo útil, pero que está desprovisto de la verdadera calidad, la clase, la auténtica dignidad humana. Que carece de valores humanos auténticos y ofrece contravalores falsos. Lo que es en realidad necesario y es lo que a la humanidad conviene, está contenido en la doctrina de Jesucristo y la interpretación que desde que la pronunció y a través de los tiempos, incluso los actuales y futuros, el Magisterio de la Iglesia viene realizando con la ayuda imprescindible del Espíritu Santo. En Juan-14, 15-31 está la promesa de Jesucristo a los Apóstoles, que entre otras cosas nos dice: “….Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo,  para que SIEMPRE los ayude y SIEMPRE esté con ustedes. Él les enseñará la verdad”.

 

Es preciso que no caigamos en las huestes que se realizan por las malas influencias, sino que conservemos, renovemos, los grandes valores cristianos que tan heroicos ejemplos nos han dejado nuestros antepasados. Es difícil a veces nadar contra la corriente principal, pero recordemos que hay contracorrientes que nos ayudan a no dejarnos llevar a estos estados marginados de la buena doctrina, ¿tenemos que luchar?, sí, y sin olvidar que el premio es muy grande y eterno.

 

Es una verdadera pena que nos debe causar inconformidad, el que la doctrina cristiana que tienen los jóvenes de hoy día sea tan deficiente, lo que debe ser motivo y oportunidad de buscar y aprovechar la circunstancia de tener a los jóvenes y críos, sean hijos o sean alumnos del o la catequista, frente a nosotros, dispuestos a escucharnos sobre algo que les interesa sobremanera, y para lo que están en esos momentos de sus vidas muy sensibilizados,  debido al interés natural que el ser humano tiene por saber de la divinidad. Y para nosotros es ocasión catequética única para aprovecharla apostólicamente, poniendo sobre la mesa temas de doctrina llamémosles paralelos a lo que es, en sí,  su vida,  pues de poco servirían charlas que se ciñeran en forma exclusiva a lo que ofrece el mundo,  es, conveniente ponerlo en el contexto de lo que debe ser un buen cristiano.

 

  Comunicación Personalizada.

Escogí, como recomendación el método de tener con ellos charlas amistosas,  pláticas  en forma personal y exclusiva, como  a la medida de cada uno, y confeccionándolas sobre la marcha, nunca será superado lo  más fresco, espontaneo de una sola persona, escuchando y preguntando sobre sus dudas. Lo vital por su importancia es que medie la confianza amistosa, sin corset, sino con tranquilidad, mesura y livianamente, los dos solos, con el objeto de dar Doctrina Católica, a la altura del oyente, dando preferencia a los temas que los jóvenes prefieren, además de los temas obligados de la doctrina básica, lo que por ser una comunicación que se establece en forma tan cercana y personal, nos permite introducir los temas adecuados en cada caso y con la intencionalidad que a cada persona va correspondiendo sobre la marcha. Así se pueden tratar los temas que más urgentes son para cada quién, por ejemplo el de no faltar a la Santa Misa los Domingos y fiestas de guardar, o el de acercarse más al Sacramento de la Confesión, y por supuesto en la insistencia de comulgar solo estando en Gracia de Dios, es sorprendente la frecuencia, por desgracia, que en tantas ocasiones haya desconocimientos muy lamentables en estos temas que son básicos de todo buen católico. Muy conveniente e indispensable lo es en las charlas pre-sacramentales, su necesidad  es básica, pues sin una base doctrinal no van a poder entender el valor sacramental. Que toma más tiempo, sí, por supuesto, pero no hay tiempo de mayor riqueza espiritual que ese.

 

 Este método permite una comunicación mucho más íntima, una adecuación del lenguaje a la cultura del joven o crio, la oportunidad de que hagan más preguntas, el que las citas se hagan a conveniencia, en cuanto a día lugar y hora, el lugar más adecuado es variable, puede ser un café o una heladería, en una banca del parque, incluso el auto,  estacionándose en lugar atractivo y apropiado, o en la casa por supuesto, si se presta como lugar adecuado, sin interrupciones, en el templo es muy aconsejable pues el estar tan cerca de la Casa de Dios dignifica cualquier actividad, las horas más adecuadas son las que las actividades de ambos sean adecuadas, así como la frecuencia. Y los días los decidimos de acuerdo a necesidades específicas de cada uno procurando no ser impositivo, incluyendo los domingos, para personas con horarios  conflictivos debemos ser pacientes y buscar las mejores oportunidades.

 

Por supuesto que, y esto es lo más importante, toda charla previamente se tiene que ofrecer a Nuestra Señora la Virgen Santísima, para que interceda con su Hijo y pida al Espíritu Santo que no solo ponga en nuestros labios las palabras adecuadas, sino que abra las almas de los que nos van a escuchar y para que nos inspire lo más adecuado de cada caso, en cada entrevista, para que el Señor obre en ellos y nosotros. Nunca está de más que recurramos a  nuestro Ángel Guardián para que se ocupe de los Ángeles Guardianes de la persona con la que tendremos la charla. Y no  podemos descuidar la preparación de la plática, esto es de vital importancia didáctica. Nunca hay dos charlas iguales, por supuesto que el fundamento doctrinal es siempre el mismo, la Doctrina de Jesucristo, y el amor a Él,  como nos la enseña la Santa Madre Iglesia, no por el hecho de que se da múltiples veces el tema tal, se trata de una repetición idéntica, por supuesto que hay multitud de conceptos doctrinales que se tratan siempre, pues no nos podemos desviar ni un ápice de la Doctrina de Cristo y las enseñanzas del Magisterio, pero recordemos que cada ser es irrepetible, y cada persona también, así como todos somos exclusivos e irrepetibles cada uno necesita, requiere, de una forma de comunicación adecuada a su particular talante. Ojalá  que cada hogar tuviera  progenitores preparados adecuadamente con ánimo de formar en casa, con este método personalizado.

 

Nuestra misión es la de sembrar, la de poner los medios, la tarea es del Espíritu Santo, El obrará cuando nosotros hayamos hecho nuestra parte.  Nuestra misión es la de poner sobre la mesa la Doctrina de la Santa Iglesia, y sus valores tradicionales, los argumentos que tenemos a nuestro alcance, y ponerlos claramente, con amor materno-paterno, o con el del maestro(a) por sus pupilos, con interés de servir a Nuestro Señor y  esas almas que ha puesto frente a nosotros, porque a ellos como a nosotros nos quiere santos, y el Sacramento del Matrimonio es “Camino de Santidad”, como lo es la pedagogía cristiana. Si las cosas se dan como es de esperarse, los beneficiados serán los propios progenitores y su prole, y en su caso los alumnos del catequista, y este(a) mismo al lograr por medio de su propio convencimiento primero, para poder dar lo que ya se tiene, la adquisición de la doctrina propia, presidida por nuestro amor trinitario y el amor a la Iglesia y los Sacramentos, que nos permita a nosotros al cumplir con nuestra santa obligación apostólica. No olvidemos acudir al empezar a preparar la charla recurrir al Espíritu  Santo y a María  Santísima, pidiendo la divina inspiración.

JCS.

 

 

 

ENTRADA 97.-  DOCTRINA NECESARIA Y CONVENIENTE.

 

  La falta de Doctrina en nuestros tiempos.

Estos  tiempos actuales sin duda son seductores, tienen gran capacidad de atracción, son claro, equivocados en muchos aspectos, corren desaforadamente en busca de  sucedáneos de la felicidad, desprecian valores,  algunas verdaderas tradiciones y cultura anteriores a su tiempo, y escuchan a los nuevos “profetas” aquellos que prometen un corto atajo hacia la comodidad, lo fácil, lo útil, pero que está desprovisto de la verdadera calidad, la clase, la auténtica dignidad humana. Que carece de valores humanos auténticos y ofrece contravalores falsos. Lo que es en realidad necesario y es lo que a la humanidad conviene, está contenido en la doctrina de Jesucristo y la interpretación que desde que la pronunció y a través de los tiempos, incluso los actuales y futuros, el Magisterio de la Iglesia viene realizando con la ayuda imprescindible del Espíritu Santo. En Juan-14, 15-31 está la promesa de Jesucristo a los Apóstoles, que entre otras cosas nos dice: “….Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo,  para que SIEMPRE los ayude y SIEMPRE esté con ustedes. Él les enseñará la verdad”.

 

Es preciso que no caigamos en las huestes que se realizan por las malas influencias, sino que conservemos, renovemos, los grandes valores cristianos que tan heroicos ejemplos nos han dejado nuestros antepasados. Es difícil a veces nadar contra la corriente principal, pero recordemos que hay contracorrientes que nos ayudan a no dejarnos llevar a estos estados marginados de la buena doctrina, ¿tenemos que luchar?, sí, y sin olvidar que el premio es muy grande y eterno.

 

Es una verdadera pena que nos debe causar inconformidad, el que la doctrina cristiana que tienen los jóvenes de hoy día sea tan deficiente, lo que debe ser motivo y oportunidad de buscar y aprovechar la circunstancia de tener a los jóvenes y críos, sean hijos o sean alumnos del o la catequista, frente a nosotros, dispuestos a escucharnos sobre algo que les interesa sobremanera, y para lo que están en esos momentos de sus vidas muy sensibilizados,  debido al interés natural que el ser humano tiene por saber de la divinidad. Y para nosotros es ocasión catequética única para aprovecharla apostólicamente, poniendo sobre la mesa temas de doctrina llamémosles paralelos a lo que es, en sí,  su vida,  pues de poco servirían charlas que se ciñeran en forma exclusiva a lo que ofrece el mundo,  es, conveniente ponerlo en el contexto de lo que debe ser un buen cristiano.

 

  Comunicación Personalizada.

Escogí, como recomendación el método de tener con ellos charlas amistosas,  pláticas  en forma personal y exclusiva, como  a la medida de cada uno, y confeccionándolas sobre la marcha, nunca será superado lo  más fresco, espontaneo de una sola persona, escuchando y preguntando sobre sus dudas. Lo vital por su importancia es que medie la confianza amistosa, sin corset, sino con tranquilidad, mesura y livianamente, los dos solos, con el objeto de dar Doctrina Católica, a la altura del oyente, dando preferencia a los temas que los jóvenes prefieren, además de los temas obligados de la doctrina básica, lo que por ser una comunicación que se establece en forma tan cercana y personal, nos permite introducir los temas adecuados en cada caso y con la intencionalidad que a cada persona va correspondiendo sobre la marcha. Así se pueden tratar los temas que más urgentes son para cada quién, por ejemplo el de no faltar a la Santa Misa los Domingos y fiestas de guardar, o el de acercarse más al Sacramento de la Confesión, y por supuesto en la insistencia de comulgar solo estando en Gracia de Dios, es sorprendente la frecuencia, por desgracia, que en tantas ocasiones haya desconocimientos muy lamentables en estos temas que son básicos de todo buen católico. Muy conveniente e indispensable lo es en las charlas pre-sacramentales, su necesidad  es básica, pues sin una base doctrinal no van a poder entender el valor sacramental. Que toma más tiempo, sí, por supuesto, pero no hay tiempo de mayor riqueza espiritual que ese.

 

 Este método permite una comunicación mucho más íntima, una adecuación del lenguaje a la cultura del joven o crio, la oportunidad de que hagan más preguntas, el que las citas se hagan a conveniencia, en cuanto a día lugar y hora, el lugar más adecuado es variable, puede ser un café o una heladería, en una banca del parque, incluso el auto,  estacionándose en lugar atractivo y apropiado, o en la casa por supuesto, si se presta como lugar adecuado, sin interrupciones, en el templo es muy aconsejable pues el estar tan cerca de la Casa de Dios dignifica cualquier actividad, las horas más adecuadas son las que las actividades de ambos sean adecuadas, así como la frecuencia. Y los días los decidimos de acuerdo a necesidades específicas de cada uno procurando no ser impositivo, incluyendo los domingos, para personas con horarios  conflictivos debemos ser pacientes y buscar las mejores oportunidades.

 

Por supuesto que, y esto es lo más importante, toda charla previamente se tiene que ofrecer a Nuestra Señora la Virgen Santísima, para que interceda con su Hijo y pida al Espíritu Santo que no solo ponga en nuestros labios las palabras adecuadas, sino que abra las almas de los que nos van a escuchar y para que nos inspire lo más adecuado de cada caso, en cada entrevista, para que el Señor obre en ellos y nosotros. Nunca está de más que recurramos a  nuestro Ángel Guardián para que se ocupe de los Ángeles Guardianes de la persona con la que tendremos la charla. Y no  podemos descuidar la preparación de la plática, esto es de vital importancia didáctica. Nunca hay dos charlas iguales, por supuesto que el fundamento doctrinal es siempre el mismo, la Doctrina de Jesucristo, y el amor a Él,  como nos la enseña la Santa Madre Iglesia, no por el hecho de que se da múltiples veces el tema tal, se trata de una repetición idéntica, por supuesto que hay multitud de conceptos doctrinales que se tratan siempre, pues no nos podemos desviar ni un ápice de la Doctrina de Cristo y las enseñanzas del Magisterio, pero recordemos que cada ser es irrepetible, y cada persona también, así como todos somos exclusivos e irrepetibles cada uno necesita, requiere, de una forma de comunicación adecuada a su particular talante. Ojalá  que cada hogar tuviera  progenitores preparados adecuadamente con ánimo de formar en casa, con este método personalizado.

 

Nuestra misión es la de sembrar, la de poner los medios, la tarea es del Espíritu Santo, El obrará cuando nosotros hayamos hecho nuestra parte.  Nuestra misión es la de poner sobre la mesa la Doctrina de la Santa Iglesia, y sus valores tradicionales, los argumentos que tenemos a nuestro alcance, y ponerlos claramente, con amor materno-paterno, o con el del maestro(a) por sus pupilos, con interés de servir a Nuestro Señor y  esas almas que ha puesto frente a nosotros, porque a ellos como a nosotros nos quiere santos, y el Sacramento del Matrimonio es “Camino de Santidad”, como lo es la pedagogía cristiana. Si las cosas se dan como es de esperarse, los beneficiados serán los propios progenitores y su prole, y en su caso los alumnos del catequista, y este(a) mismo al lograr por medio de su propio convencimiento primero, para poder dar lo que ya se tiene, la adquisición de la doctrina propia, presidida por nuestro amor trinitario y el amor a la Iglesia y los Sacramentos, que nos permita a nosotros al cumplir con nuestra santa obligación apostólica. No olvidemos acudir al empezar a preparar la charla recurrir al Espíritu  Santo y a María  Santísima, pidiendo la divina inspiración.

JCS.

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