sábado, 28 de agosto de 2021

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, tercera y última parte.

   

 ENTRADA  57, Tercera Parte. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.

Otro señalamiento es sobre los medios de comunicación social que aportan sin duda  beneficios, por ejemplo en el campo informativo, pero por su gran influencia se van convirtiendo en un nuevo poder que con su poder cambia mentalidades e influye en conocimientos y cambios en la propia sociedad.

Hace referencia a la degradación del medio ambiente y a la inconsiderada explotación de la naturaleza, señalando los peligros futuros, además de las nuevas enfermedades.

También se refiere a las ideologías o lo que de ellas queda, pero que siguen teniendo peso en la vida social, aquí los católicos se encuentran en la problemática de que algunas se oponen a su fe, y al ser promovidas por   ciertos grupos sociales no son admitidas por la cristiandad, como ejemplo se tienen los rastros del positivismo y del marxismo que presentándose como ciencias, tratan de mutilar las raíces cristianas y confunden al hombre. No se puede, sin embargo negar que en ocasiones, aparentan, ser la solución justa a los problemas de la desigualdad y existe el peligro de adherirse a ellas. Sobre la IDEOLOGÍA LIBERAL, advierte que su atractivo no solo se fundamenta en la derrota de los totalitarismos, sino en la oferta de la libertad, la cual en realidad no es para los individuos, por lo que requiere por parte de estos de un claro discernimiento que identifique las utopías por ejemplo: el Capitalismo Tecnocrático,  el Socialismo Burocrático o la Democracia Autoritaria.

Es la fe cristiana la que verdaderamente viene a sustentar la esperanza de una mejor familia humana y vislumbra el siglo nuevo. Aquí la D.S.I. señala los peligros de una sociedad manipulada por la oferta de sus “deseos y necesidades” con nuevas orientaciones para modificar sus sistemas de valores. Es una búsqueda inexorable de conseguir un progreso que se esfuma, cada vez que se cree haberlo alcanzado. Y la pregunta es ¿Qué es lo que se busca con todo ello? Nos lo dice la propia carta encíclica en sus propias palabras.

¿No está acaso el verdadero progreso en el desarrollo de la conciencia moral, que conducirá a la persona a tomar sobre sí las solidaridades ampliadas y a abrirse libremente a los demás y a Dios?. Para cristianos y cristianas, el progreso encuentra necesariamente el misterio escatológico de la muerte; la muerte de Cristo y su resurrección, así como el impulso del Espíritu del Señor, ayudan a la persona a situar su libertad creadora y agradecida en la verdad de cualquier progreso y en la única esperanza que no decepciona jamás”.

Queda pendiente el instaurar una mejor distribución de la riqueza, aquí el papel de las fuerzas internacionales no ha logrado nunca en su relación, en su búsqueda de dominio y clima de lucha, la Iglesia señala que es cada país el que debe buscar su desarrollo interno pero dentro de un marco de cooperación, exento de dominio político y económico.        Ciertamente es grande la complejidad entre las naciones, haciéndose necesario el estudio del desarrollo de las naciones mas atrasadas con criterios de solidaridad, y fortaleza de ánimo para realizar mejor distribución de la producción, mas útiles sistemas monetarios, con mentalidad de solución. Lo que implica mas apertura de fronteras, y flexibilidad de las empresas multinacionales.

En este campo social la Iglesia siempre ha querido iluminar con la luz de la verdad la mente y el corazón de los hombres de buena voluntad, sin relacionarlas a confesiones , razas, costumbres, sectarismos, ni capacidad económica, sin tratar de echar culpas y responsabilidades, lo que resulta fácil, sino con la intención de buscar un mejor futuro, basándose en las enseñanzas cristianas, indicando los caminos de renovar el mundo , con soluciones acordes a la voluntad divina. Consientes, además, de que no se han abordado todos los problemas sociales, pero con el ánimo de realizar apostolado entre el concierto de las naciones.

 

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LABOREM EXERCENS. Papa San Juan Pablo II, 1981

La Encíclica Laborem Exersens, que significa “ al ejercer el trabajo” y se puede entender como todo aquello que auxilia o usa el hombre para ejercer su trabajo, contempla al hombre en esa dimensión que le es propia, de ser una persona que trabaja, no es posible la vida humana en ninguna de sus condiciones, si no es realizando deberes indispensables, que le aportan a él y a los cercanos a él, originariamente empezando por su descendencia y ascendencia para obtener lo absolutamente necesario para su subsistencia. Sencillamente no es posible vivir sin trabajar, de una u otra manera, para contar con lo indispensable de la existencia humana.

El progreso y uso de las tecnologías va en aumento, lo que desplaza la mano de obra. Solo pensemos en la fuerza utilizada de los motores a Diesel, usados en movimiento de materiales, roturación de tierras, que han desplazado a las bestias de carga y a muchos humanos que se dedicaban corporalmente, las mas de las veces ayudados por las nobles bestias, a las que también tenía que atender para realizar esos desempeños. Hay por tanto cantidades grandes de personas que han perdido sus oportunidades de trabajo, mientras otros con la preparación  técnica los han adquirido. De allí las necesidades de educación mas avanzada que tienen que ir resolviendo los gobiernos de los países para sus pobladores. Algunos de las naciones aún van adquiriendo sus propios niveles de desarrollo unos más avanzados que otros, lo que va haciendo que las diferencias en sus economías difieran mas entre si.

En esta ocasión a noventa años de la R.R. la Iglesia señala con claridad situaciones de pobreza vergonzosa e indigna, y examina al hombre en relación a su TRABAJO, es necesario examinar las situaciones de desplazamiento de empleos debido al avance de la tecnología, se hace necesario por tanto examinar las nuevas estructuras de la producción, que dejan fuera a trabajadores especializados y crean nuevas especializaciones a las que tendrán que acceder. No corresponde a la Iglesia dar soluciones científicas a estos problemas, pero si dar la orientación cristiana para su solución y para ello el perenne Santo Evangelio es el que nos guía, así como el resto de las Escrituras. Ya desde el Génesis está trazada la línea de trabajo del hombre, que tiene que poblar la tierra y someterla, además le es mandado hacerlo con el sudor de su frente, o sea por su trabajo. Sin duda lo anterior se ha dado, el hombre ha domesticado animales, obtiene de la tierra productos alimenticios y materias primas, que convierte en productos, lo mismo se puede decir de los mares y de la vegetación, su dominio es objetivo. Y al hacerlo van dándose transformaciones enormes al ser ayudado el músculo por las máquinas, el ingenio por la tecnología, el saber por la ciencia. Algunos de los trabajos desde el punto de vista objetivo aparecen, mientras otros desaparecen, desde el punto de vista subjetivo es el hombre el sujeto del trabajo sea este el que sea, y son variadísimas las formas de trabajo, algunas que requieren alta preparación otras donde la explotación aún se da por desgracia. Allí radica mas que nada la preocupación de la Iglesia, que es la Iglesia de los pobres, siendo en especial su preocupación la violación de la dignidad del trabajo humano. Debiendo tener presentes dos aspectos importantísimos que no han sido anulados: el hombre ha sido creado a “imagen y semejanza de Dios” y el “dominad a la tierra”.

El trabajo es sin embargo un BIEN del hombre, nos lo dice la Encíclica, aún pensando en las labores mas duras como la del agricultor que tras duras jornadas en ocasiones solo cosecha abrojos, las personas que laboran en las canteras, los trabajadores de la construcción los picapedreros de las canteras, los mineros, las personas a cargo de enfermos, los obreros en la siderurgia, en cuanto ejemplos de la mano de obra, y los vinculados al trabajo intelectual, científicos, los doctores y enfermeros que día y noche están a cargo de multitud de enfermos sufrientes, y un largo, los especialistas en los ordenadores (computadoras) etcétera. Todos los hombres lo sabemos que el trabajo es una vocación universal, es algo que nos es propio, vibrará siempre en nosotros el “ganarás tu pan con esfuerzo” el “bonum arduum” (bien arduo) de Santo Tomás. Es así que vemos al hombre no solo adaptando la naturaleza a sus necesidades, sino que en ello ve su propia realización. No podemos perder de vista estas consideraciones, que nos permiten ver la realidad humana del trabajo del hombre, y así comprenderemos la virtud de la laboriosidad, como otras virtudes que se relacionan al trabajo bien hecho. Se debe considerar que el trabajo debe hacer al hombre mas hombre, y que no debe menguar su dignidad.

Pasa la Carta Encíclica a examinar la relación del trabajo con la nación, sociedad y familia como previamente se ha examinado en otras encíclicas sociales, resaltando que para que haya familia debe de haber trabajo, para que la sociedad vaya bien debe haber buenas familias, y estas conforman a la nación.

Después examina la eterna relación entre el capital y el trabajo. La mano de obra barata ha pasado a ser carta importante en los medios de producción debido a la feroz competencia por los mercados, lo que lleva a la importancia de que instancias como la Organización Mundial del Trabajo y la ONU tomen cartas en el asunto, siendo un derecho objetivo del hombre el trabajo. Y surgen nuevamente las ideologías de la lucha de clases, colectivización, por un lado y el liberalismo que busca el mínimo costo a la mano de obra. Esto llega por supuesto a la política en especial la partidista. La Iglesia invita a conocer a fondo este contexto contemporáneo para conocer su realidad. Concluyendo que debe ser como la Iglesia lo ha enseñado siempre prioritario el trabajo sobre el capital, ya que este es “causa eficiente primaria”, mientras el capital es “causa instrumental, al poner los medios de la producción. Al contemplar en el Génesis el mandato de “explotad la tierra” ello hace referencia al trabajo, de allí nace su prioridad.

      

SOLICITUDO REI SOCIALIS. Papa San Juan Pablo II, 1988.

Su significado en  castellano es -preocupación social-. El Papa señala los peligros del desarrollo y sus ventajas. El progresivo distanciamiento Norte – Sur, la grave falta de vivienda adecuada, digna, que cubra las necesidades intrínsecas, a lo que añadida las deudas externas y los gastos en armamento son causantes del freno al progreso de ciertos pueblos. Como aspectos positivos en su Encíclica se menciona un aumento en la conciencia de la dignidad de la persona humana, el respeto por la vida de los nacidos, y mejora en aspectos de solidaridad.

Y contrasta algunas estructuras de pecado de los bloques liberal y totalitario, con las sublimes enseñanzas de la Doctrina Cristiana, que se fundamentan en el amor humano.

CENTESIMUS ANNUS. Papa San Juan Pablo II, 1991.

O, CENTÉSIMO AÑO, será con San Juan  Pablo II, al analizar la R.N.  a la que considera ese maravilloso, e inmortal documento, que el mundo debe agradecer a la Iglesia y al gran Papa, empieza haciendo un examen del contexto en el que la RN, se produjo, al haberse ido consolidando el capital por un lado y la fuerza laboral por el otro en combinación con las nuevas formas de gobierno, una democracia liberal. Mira al pasado pero se orienta al futuro, señala que la sociabilidad del hombre no es solo económica está lo familiar en primer término, y además lo social, lo cultural y por supuesto lo religioso, los cuales no se deben anular.

Para empezar a solucionar verdaderamente la pobreza global es necesario el reconocer a los pobres y que las soluciones necesitan cambios a modelos de vida actuales, como:

         Estilo de vida.

         Formas de producción.

         Formas de consumo.

         Estructuras de poder.

Pues los modelos que nos rigen hoy, ya han demostrado su incapacidad.

 

CARITAS IN VERITATE. Papa Benedicto XVI, 2009

Su significado es “la caridad en la verdad”. Mas allá de la justicia y de la equidad está la caridad humana, no vista como limosna, que no ayuda sino como (amor) subsidiaridad y solidaridad, con vistas al bien común, lo que es fácil de interpretar erróneamente, siendo su interpretación como verdad y como lógica dentro de las relaciones vitales de la familia humana. La verdad es necesaria para el desarrollo, sin ella solo se sirven los intereses privados, no los generales, y la lógica del poder. Lo anterior resulta en fragmentación social. Como se ve, solo con verdadera vocación humanista, y con disposición a ceder se podrá ir resolviendo la enorme pobreza global.

La iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer. Sin embargo tiene una misión por la verdad que cumplir para una sociedad enfocada al hombre, su dignidad y su vocación.

Señala la falta de hermandad entre los individuos y las gentes, la globalización nos hace mas vecinos pero menos hermanos

Son muchos y muy variados los temas que examina esta encíclica, mencionaré solo unos cuantos a modo de ejemplo. Esto con el objeto de que a quien le interese profundizar recurra a la fuente original:

Hay una falta de regulación en la explotación de los recursos de la tierra. Las migraciones generalmente se deben a lo anterior.

En términos absolutos la riqueza global crece, pero las desigualdades se acentúan en lugar de participar del crecimiento.

Las ayudas internacionales se desvían de sus lugares predeterminados.

Existe demasiada protección sobre conocimientos (propiedad industrial) sobre todo en materia de salud.

 

LAUDATO SI. Papa Francisco, 2015. En esta Carta Encíclica el Papa, la que ha sido traducida al español como “alabado seas”. El papa Francisco, hace referencia a los problemas mas ingentes de la humanidad en su relación con la naturaleza y el medio ambiente. Como siempre esta está dirigida a todos los hombres de buena voluntad. En ella trata muchos de los aspectos, no se pueden tratar todos porque a diario surgen nuevas situaciones o cambios en las existentes. Por lo que no se debe considerar exhaustiva, sin embargo su importancia y señalamientos son enormes. Aquí nos corresponde tan solo hacer breves comentarios.

Es, nos dice el Papa, nuestra casa común y la estamos contaminando, cambiando su clima, y convirtiéndola en depósito de desechos. Estamos creando problemas con el agua y la biodiversidad. A lo que hay respuesta débil y perjuicios para todos, pero en especial para las clases mas necesitadas.

Necesitamos, continúa, luces que ayuden a resolver la crisis ecológica que en parte proviene del desarrollo tecnológico. Nos en necesaria una ecología integral, social, relativa a la vida diaria y enfocada al Bien Común. Propone un pacto entre la humanidad y el medio ambiente, con  educación ecológica y espiritual.

Lo que nos sitúa ante las preguntas de: ¿Qué clase de vida, valores herencia a nuestros hijos , queremos?  ¿Cuál es el objetivo de nuestros trabajos, de nuestros esfuerzos?

Y la respuesta la debemos centrar en que los resultados que pretendemos deben ser significativos, recordando que la naturaleza es como una madre que abre sus brazos para acogernos. ¿vale la pena respetarla?

El Papa Francisco ha demostrado y está luchando contra las causas del aumento de la pobreza globalizada, nos está mostrando como se deben de vivir los principios de la:

SUBSIDIARIDAD, SOLIDARIDAD, RESPONSABBILIDAD, PARTICIPACIÓN, AMOR AL PRÓJIMO, DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES, BIEN COMÚN, JUSTICIA SOCIAL, y como la contaminación siempre perjudica mas a los pobres que al resto de los habitantes del planeta.

 

Ahora veamos de ese gran libro que es el EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, verdadero tesoro de la Iglesia, lo que  específicamente nos enseña, en los siete versículos numerados siguientes:

2419, La Revelación cristiana nos conduce a la comprensión profunda de las leyes de la vida social. En sus Evangelios se predica la dignidad humana, su verdad, su vocación, y las exigencias de la justicia y la paz, acordes con la voluntad divina.

2420, La Iglesia se expresa moralmente cuando lo requieren las materias sociales y económicas. Así lo exigen los derechos fundamentales y la salvación de la persona humana. La Iglesia mira al fin último del hombre, en cuanto al uso justo de aspectos temporales que lo conducen a su Supremo Fin.

2421, En el Siglo XIX la DSI se empieza a desarrollar cuando se produce el enfrentamiento entre el Evangelio y las formas modernas de la producción de bienes por las sociedades industriales. Son las enseñanzas de la Iglesia ante las nuevas formas de Estado, Producción, Autoridad.

2422, La enseñanza social de la Iglesia se manifiesta al ir cambiando los signos de los tiempos, y ya que está fundamentada en la enseñanza de Jesucristo y asistida por el Espíritu Santo, es aceptada por los hombres de buena voluntad.

2423, La DSI. Es reflexiva, justa, acordes a la naturaleza humana.

2424, Una teoría que hace del lucro, norma exclusiva, es inaceptable moralmente, y causa grandes perjuicios sociales.

La persona humana y sus derechos fundamentales se deben de involucrar, así como su dignidad, pues el hombre no es algo es alguien, no puede estar sobre él la idolatría del dinero.

2425, La Iglesia ha rechazado las ideas totalitarias y ateas, asociadas al comunismo y al socialismo a ultranza, así como también la regulación de la economía por la sola planificación centralizada. Ha rechazado también en la práctica del capitalismo, la supremacía de mercado en el trabajo humano, pues este no puede proporcionar satisfacción a múltiples necesidades del hombre.

NOTA: todo buen empresario capitalista debe de estar consciente de que existe una ”voluntaria hipoteca propia”, de carácter global, a favor de los mas necesitados, que debe favorecer al Bien Común, evitando, combatiendo, dentro de su capacidad personal y empresarial la pobreza, empezando por sus propios trabajadores, y sin olvidar al resto del mundo. Los principios de solidaridad y subsidiaridad son de una importancia mayúscula, luego todo empresario capitalista con bonhomía los debe de vivir e imponer en sus empresas.

                Compiló JCS.                                                                      FIN.                      

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