jueves, 19 de agosto de 2021

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, segunda parte.

 RADA 56.- segunda parte. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.




RERUM NOVARUM: Papa León XIII, 1891.

La Rerum Novarum (RR) ( cosas nuevas) promueve importantísimas cuestiones sociales, que en la época en que se promulga eran de vital importancia. Con el pasar del tiempo y las nuevas técnicas de producción, hoy nos pueden sonar fuera del contexto actual, es importante por tanto no descontextualizarla, el conflicto principal se encontraba en la pugna de los intereses que no compaginaban entre un capitalismo desaforado y un proletariado oprimido por aquel. Estas fueron y siguen siendo sus principales enseñanzas.

--La Iglesia trata los aspectos de la verdadera contienda que se tenía entre la fuerza de trabajo y el capital. Lo que propone es una verdadera aplicación de la ética, que hoy es de gran vigencia aún.

--La Iglesia apoya la propiedad privada. (contrapeso necesario) dada la propuesta de desaparición de esta, por otras ideologías influyentes de la época.

--La Iglesia apoya las Uniones Sindicales. De alguna manera se tienen que defender los obreros, ya que han desaparecido los Gremios. La unión entre los hombres es algo propio del instinto natural. “no hay hombre sin hombre” nos dice el viejo adagio. El hombre no puede estar solo porque en ocasiones, si cae, necesita quien le ayude a levantarse.

--La Iglesia señala el abandono de la fe cristiana. Hay un pequeño número de opulentos que utilizan a un infinito número de trabajadores, explotándoles, lo cual va en contra de la caridad humana. Esto exige una solución. No se puede tolerar, sin hacer nada. (insisto, no descontextualicemos).

--Pide justicia social, salarios justos, descanso dominical, higiene, seguridad laboral, etc. (como se ve han sido aceptadas muchas sugerencias provenientes de esta encíclica, lo que nos muestra que la Iglesia de Cristo es maestra de la humanidad en su conjunto). La Iglesia siempre ha enseñado que de acuerdo a la Ley Natural, el hombre tiene derecho a poseer cosas privadamente, cosas muebles e inmuebles que ha conseguido con el esfuerzo de su trabajo. Hay un derecho natural de todo ser humano a gozar de lo que la naturaleza proveé, y que con su esfuerzo ha obtenido, para si y para los suyos, se trata de la institución del patrimonio particular.

--Señala peligros del Liberalismo voraz, que no considera a fondo esto en relación a las clases mas necesitadas, a las que considera como una cosa mas en la economía de la producción de bienes y de servicios, y el totalitarismo que pretende que toda propiedad sea del gobierno--.

Las asociaciones obreras católicas, están bien orientadas, defienden el capital, ya que lo consideran indispensable como fuente de trabajo y progreso, y lo mismo para la justicia social y la propiedad privada, siendo la mejor herramienta para palear la pobreza.

Podemos concluir que en términos generales que la Rerum Novarum, pretende terminar con las injusticias, buscando la libertad social individual, que es liberadora del espíritu humano, de su creatividad, está por demás comprobado que los grandes movimientos sociales del mundo han venido a aumentar la existencia de la pobreza en el globo, y sus soluciones han sido parciales, cuando lo que se necesita es una solución íntegra, global, común.

NOTA: Los pobres siempre son las víctimas de los nuevos problemas, como la actual pandemia del Corona virus, nadie sufre mas que ellos la degradación ambiental, la contaminación generalizada, los grandes controles de los recursos y de la propiedad, la contaminación del agua, la desertificación, y las políticas económicas equivocadas.

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QUADRAGESIMO ANNO. Papa Pio XI, 1931

CUADRAGÉSIMO AÑO, en castellano así se le nombra, es promulgada al celebrarse el aniversario cuarenta de la RN, si bien en principio está dirigida a los católicos, su intención es la de influir en todos los hombres de buena voluntad. Lo que así resultó pues muchos gobernantes del momento fueron positivamente influidos por sus indicaciones de como restaurar las relaciones entre las clases sociales muy diferenciadas entre el capital y los trabajadores. El mundo además había salido de la primera guerra mundial que había dejado heridas muy profundas en la humanidad, al tiempo que la tecnología seguía su carrera ascendente y se estaban produciendo de continuo situaciones que requerían que se recordaran los preceptos de la primera encíclica social. Se debatían las diferentes ideologías sobre la propiedad, y la Iglesia insistió en la necesidad de la existencia de la propiedad privada. Cuestión nuevamente de mucha importancia, ante las teorías socialistas que buscaban su desaparición, para que el gobierno en turno fuera dueño de todo y no hubiese bienes particulares, ni de producción, vivienda, tierra de cultivo etc. La postura de la Iglesia es radicalmente anticomunista, y al mismo tiempo defensora de los salarios que permitan al trabajador sostener adecuadamente a su familia.

Destaca los valores y virtudes cristianas que en base a la justicia y a la sana distribución de la riqueza, no en base al valor de lo producido, sino de las necesidades básicas de los que aportan su trabajo a la producción de los bienes.

El mundo salía de la gran depresión y necesitaba de la dirección que dictan la justicia y la caridad, por lo que el principio de la SUBSIDIARIDAD se resalta y aconseja argumentando que las autoridades deben de ocuparse de que haya verdadera justicia para salir de los problemas, recurre a la doctrina cristiana, con sus sabios consejos basados en el amor humano, la Caridad toma un lugar preponderante. Resalta el hecho de que muchos de los gobernantes del mundo se influyeron positivamente por los principios señalados en la R.N. y considera el crecimiento y mejora relativa que se ha dado en la producción industrial en lo que concierne a las relaciones obrero patronales. Y por supuesto retoma los principios, gracias a los cuales, es necesario que la Iglesia intervenga en la problemática social y económica de los hombres, debido a que afecta negativamente su vida familiar, lo que es intolerable.

Insiste en que los salarios se deben de modificar de acuerdo a los aumentos en los precios de los bienes necesarios para la vida diaria,

y señalando los peligros de la voracidad por las utilidades, afirma que las utilidades son lícitas tanto en cuanto no menoscaben las necesidades de los que dependen de los salarios, pues la caridad va por encima de la justicia y de la equidad.

Nos encomienda el amor entre ricos y pobres, todos somos hijos de Dios y creados a su imagen y semejanza, por lo que la armoniosa colaboración entre unos y otros enriquece a ambos al estar mas cerca del designio divino del hombre. El patrón que ama a sus trabajadores lleva las de ganar, y ellos en su reciprocidad también. Nunca he visto en los artículos, libros, tratados de las relaciones obrero-patronales, que se haga mención a las enormes ventajas que el amor entre los hombres suscita. Así como el padre ama a los hijos, toda proporción guardada, el maestro debe amar a los alumnos, el doctor y la enfermera a sus pacientes, el sacerdote a sus feligreses, el patrón a sus trabajadores y estos a su empleador. Nada mas humanístico.

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MATER ET MAGISTRA. Papa Juan XIII, 1961

La Encíclica Mater et Magistra, (madre y maestra), setenta años después de la publicación de la primera encíclica social, los problemas que la motivaron siguen vigentes, pero es preciso hacer nuevas precisiones, y las hace sobre sus dos predecesoras. El mundo ha entrado en una época de gran crecimiento poblacional y las diferencias entre las naciones se han agudizado, hay naciones muy pobres y otras muy ricas. Se han globalizado la pobreza y la riqueza, ello no solo afecta a las personas, sino también a sus países.

Hace también señalamientos muy importantes como el de que la riqueza procede de la suma del trabajo individual de las personas, que son las que al transformar la naturaleza en productos, produce los bienes económicos, por lo que debe de haber una participación subsidiaria por parte de los gobiernos en las dimensiones ética y económica. Reafirma el derecho a sindicalizarse de los hombres, para defender en conjunto sus intereses. Hace alusión a la importancia de la familia, de la clase campesina, y de la integralidad del hombre, para no olvidar su dimensión espiritual

NOTA, el aspecto del amor entre humanos no se menciona en los textos y tratados, es “tabú”, debido a que la vida del ser humano que los católicos consideramos como el reino de Dios que Jesucristo nos trajo, es quien directamente lo predica. Y por esa extraña influencia que desde la Revolución Francesa se promueve va en contra de nuestra religión, se teme al tema.

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PACEM IN TERRIS. (Paz en la Tierra). Papa Pablo VI, 1963.

Esta encíclica que se puede conocer como “Paz en la Tierra” se da en una época de gran efervescencia social, la economía va tomando cada vez mas importancia en el destino de las naciones, en materia espiritual está teniendo lugar el Concilio Vaticano II, se están poniendo en la palestra universal los Derechos Humanos y de los ciudadanos, que surgidos de la Revolución Francesa se están esgrimiendo desde 1789. Organismos de nivel mundial ONU, UNESCO, OTAN y otros buscan las formas de lograr la paz mundial, después de los enormes sufrimientos de dos guerras mundiales, y millones de vidas sacrificadas, amén de viudas y huérfanos.

Destaca a la luz de la Doctrina Cristiana y de la Ley Natural, las obligaciones y responsabilidades de los gobiernos, así como las obligaciones y derechos de los hombres. Insiste en que las relaciones entre las naciones como entre los hombres deben de regirse por la Ley Moral, en un ámbito de legalidad y de justicia. Llamando a ello a todos los hombres. Invita tanto a los hombres como a las naciones a vivir los principios de subsidiaridad y de solidaridad, sustentadas en la paz vivida en la sociedad y en las familias.

NOTA: El principio del siglo XX, tuvo en la mentalidad generalizada un gran optimismo, debido a los grandes avances tecnológicos de esa época, entre ellos podemos nombrar la telefonía con hilos, la radio, las bombillas eléctricas, que venían a sustituir a las velas de cera, el motor de combustión interna que se podía fabricar en unidades pequeñas, como los automóviles, para los que no se prestaban los de combustión externa, por su gran peso y volumen, se veía en el panorama general de la humanidad grandes oportunidades de progreso, en comunicación, en la vida hogareña, en el uso de la fuerza eléctrica para las industrias, en fin se veía al XIX como un pasado muy inferior al futuro que se le presentaba a la humanidad en el que comenzaba, en el que el desarrollo ayudaría mucho a la vida de las familias y de la sociedad en su conjunto. Las máquinas suplirían los mas rudos trabajos del hombre, los nuevos inventos se estaban ya aplicando en muchos aspectos, incluso en la diversión, la salud, la vivienda etc. no había razones para el pesimismo, todo se veía con un cristal diáfano, agradable, positivo. Pero no resultó así, por el contrario el XX ha sido el mas sangriento, el mas vergonzante de la humanidad, el rapidísimo progreso nos precipitó a las dos guerras mundiales, con las pérdidas humanas y materiales mas terribles que se pueda uno imaginar. Pero algo dejó de progreso material que la humanidad ha sabido sabiamente aprovechar en materia tecnológica. No se puede negar, como los problemas que conlleva.

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POPULORUM PROGRESSIO, (Progreso de los Pueblos), de Pablo VI. 1967.

En un papado que se definió por la ayuda a los pobres, la justicia y la paz, como lo fue el de Paulo VI, lanza esta encíclica que se traduce como “El Progreso de los Pueblos”. Una de sus preocupaciones principales es la de las diferencias que en su progreso tecnológico y económico han tenido diferentes países globalmente, se ha empezado a hacer una diferenciación entre Norte y Sur, entre países desarrollados, países en desarrollo y países sub-desarrollados. Siendo una gran preocupación la falta de cooperación, entre los países, y en casos incluso la explotación de unos sobre otros, a través de tenerlos como proveedores de materias primas, pagadas a muy bajos precios. En esta Carta Encíclica propondrá la creación de un banco de desarrollo para ayudar a sacar de la pobreza extrema a los habitantes de los países sub-desarrollados, que sufren un NEO-COLONIALISMO, al ser verdaderamente explotados por los países ricos. Pobreza que consiste en desnutrición, enfermedades endémicas, ignorancia, carencia de viviendas adecuadas, con los mínimos servicios de salud, salubridad, como lo son: agua potable entubada, sistemas sépticos o de drenaje y acceso a la educación básica.

Los mensajes del Concilio Vaticano II a los gobernantes, después de cuatro años de oración e intensos trabajos, y consientes de la responsabilidad que la Iglesia tiene sobre la humanidad, esta se dirige a los responsables del gobierno de los países, haciéndolo como parte sustancial de la sociedad. Les pide Pablo VI en su alocución de clausura, que como responsables de la aplicación de las leyes, promotores de la paz y sin olvidar que es Dios el padre de los hombres, el que permite que se pueda poner pan en las mesas de los hogares de los hombres, y que la humanidad sea conducida a través de su propia historia, conduciéndolos a procurar la paz y evitar la guerra.

Hace alusión al sufrimiento humano, procurando que los que gobiernan se mentalicen de ello y que no les sea ajeno a las soluciones que se pueden aportar en sus actos de gobierno, asistidos por la luz del Evangelio.

Señala el contraste entre la opulencia de unos, contrastado con el hambre de otros, y la dimensión global que ello ha tomado, multitudes enormes de hombres que no ven solución a sus necesidades intrínsecas, básicas. Y señala la Carta que no solo se deja de obtener el progreso, sino que se sufren agravaciones en los países que sufren colonialismo, se contrasta el rápido crecimiento de los países desarrollados contra el lento desarrollo de los países pobres, abriendo cada vez mas la brecha entre ambas economías y posibilidades de progreso. En algunos de los países pobres se dan , sin embargo oligarquías adineradas que contrastan aún mas dentro de sus propios límites. Esto atrae a las ideologías totalitarias y a los mesianismos prometedores que pueden decantar en insurrecciones sangrientas, o en elecciones de populistas que solo engañan con promesas incumplibles.

Los misioneros, héroes consuetudinarios en muchas ocasiones, que abandonan patria, familia, bienestar, entorno amigable, etc. para seguir una vocación sublime de servicio a los mas pobres, ignorantes o enfermos, deben de ser emulados, así como las obras de caridad que la Iglesia realiza, construyendo hospitales, escuelas y centros de ayuda en los lugares mas remotos y necesitados del globo. En estas misiones se les enseña a explotar sus propios recursos naturales, en esfuerzos por sacarlos de su pobreza, para que puedan mejor organizar sus vidas familiares, las que deben ser de estabilidad, amor familiar y base de la sociedad, la cual no puede estar bien si las familias están mal y sin ir viendo senderos de progreso, para sus miembros jóvenes. Lo que procuran estas misiones es dar un servicio integral en el que la parte humana se lleve junto con la económica. Pero estas nobles actividades no son suficientes nunca y es responsabilidad de los países poderosos el emular la entrega de estas personas, en mucho mayor volumen del que actualmente se lleva a cabo. Para que el hombre adquiera su verdadero valor humano, no puede desprenderse de los valores morales, su progreso no puede ser tan solo económico, de allí que se requieren “técnicos” en progreso humano, que lleven a cabo la labor completa del desarrollo.

En cuanto a la renta, esta carta afirma que esta no puede, no debe ser utilizada al libre capricho de los hombres, en especial cuando la obtenida en el país es exportada, con perjuicio de la propia patria.

El comercio y la industria internacionalizadas, al tener el lucro como única finalidad constituyen un mal que se traduce en falta de trabajo para muchos hombres. La planificación no es realista si prescinde de las necesidades de los hombres que participarán en el desarrollo, no se deben olvidar, se deben de llevar a cabo pensando que las tecnologías del mañana pueden empeorar las ventajas obtenidas ayer.

Otro aspecto importante de esta encíclica social es la relativa a la demografía, pues cuando esta es mayor que el grado de desarrollo, tiende a generar mas pobreza. De allí la obligación de los gobiernos a ayudar a las familias a controlar, a planificar mejor la cantidad de descendientes, partiendo de la base de la libertad de generación que el hombre tiene y de los ASPECTOS MORALES INHERENTES. No pueden, no deben los gobiernos olvidar el legítimo derecho ni la dignidad humana que el hombre tiene.

Hay naciones pobres con una gran sabiduría, las naciones poderosas deben de aprender de estas, saber utilizar sus enseñanzas, cuando estas le pueden enseñar un verdadero humanitarismo, pleno acorde a lo que Dios quiere para los hombres. Puede haber un humanitarismo cerrado, impenetrable a los valores espirituales, ateo, lo que resulta ser un humanitarismo inhumano, que no lleva al hombre por el verdadero camino de la felicidad, independientemente de lo alto de su economía. No se trata solo de paliar el hambre, se trata de tener en el mundo un hombre que independientemente de su religión, raza, cultura, etc. viva un humanitarismo pleno. La solidaridad, lo superfluo, los gastos militares, se examinan y se propone la creación de un fondo mundial sustentado económicamente en lo anterior. Hay grandes despilfarros, fruto del temor de las naciones. Urgen los diálogos entre las naciones que se encuentran en esta situación. Allí están quizás las soluciones. No es falta de elementos la causa de la pobreza mundial es otra la causa, los armamentos, los ejércitos, los gastos militares, causan pobreza global y enriquecimiento a ciertos sectores en particular.

Otras enseñanzas están en el camino de la hospitalidad, la caridad universal, y los jóvenes, que en muchas ocasiones se alejan de su patria y en otras naciones proporcionan ventajas, trabajo y conocimientos que en su patria no existen. También hace referencia a los trabajadores emigrantes, temporales o definitivos que tienen que abandonar su tierra natal.

Finaliza haciendo un llamado a todos los hombres de buena voluntad, sean de la condición que sean, pero en especial a los que son de alguna manera conductores de hombres, a los sabios, a los Hombres de Estado, a que pidan a Dios Padre que ilumine sus inteligencias, para encontrar las soluciones que lleven a la humanidad a un desarrollo pacífico, verdaderamente humano.

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OCTOGESSIMUS ANNOS. Papa Pablo VI, 1971

(Octogésima Adveniens)

Esta encíclica, también de Pablo VI, que se publica en el aniversario de los ochenta años de R.R., continúa previniendo, advirtiendo, señalando los problemas sociales del mundo entero, brevemente examinaremos los que señala:

En cuanto al problema del urbanismo, que se genera en los suburbios de las metrópolis, debido a los hombres procedentes de la agricultura y/o de otras regiones o países, que emigran a las ciudades, donde difícilmente encuentran el trabajo, ya inexiste en sus lugares de procedencia. El éxodo rural y el atractivo de los puestos de trabajo en las industrias son los que motivan estas concentraciones millonarias de habitantes. (nuevo entorno que debemos contextualizar). Pero las industrias, paran, o se mueven y ello conlleva problemas permanentes. En estas concentraciones se dan carencias serias de servicios por un lado y de ofertas de consumismo por otro. Casos de soledad en medio de las multitudes, imposibilidad de tener vida familiar adecuada al afectar la autoridad, al cambiar el rol de la mujer, y los jóvenes no encuentran solución a sus necesidades de preparación y empleo. Se dan problemas aparte de la hacinación, de ancianidad, pandemias, minusválidos, inadaptados. La iglesia dirige su mirada a esta nueva clase de pobres. Su gran preocupación es sobre las soluciones maltusianas, el aborto, anticoncepción, que son destructivas de la familia.

NOTA:- “Las teorías maltusianas se han comprobado falsas, irreales, los aumentos en la capacidad de producir alimentos, supera con mucho las necesidades completas de la alimentación humana, y aun sin explotar, como muchas oportunidades de lo que el mar nos puede generar en algas, en granjas piscícolas, sin sobre-pescar especies que presenten peligros de grave disminución. Los controles artificiales que se pretenden hacer mas extensos sobre la humanidad obedecen , no a lo que equivocadamente esgrimen de Maltus, sino a inconfesables intereses de mercado”.

Fin de la segunda parte.

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