jueves, 5 de noviembre de 2020

PROPIEDAD Y JUSTICIA

 

PROPIEDAD Y JUSTICIA. Preparó Jordi Casas.

En estos tiempos en que hay signos como siempre, existe la necesidad de aclarar los puntos de vista recurriendo a la gran sabiduría de la Iglesia, pues resulta que algunas de las diferentes legislaciones con tendencias totalitarias pretenden y  nos pueden  llevar a sistemas de propiedad injustos, que van contra los derechos naturales del hombre. Los derechos humanos aceptados globalmente, nos otorgan claramente, las que se refieren a la impartición de la Justicia, y a la propiedad privada, y por tanto, las legislaciones que no los toman en cuenta, o que las quieren modificar, desapareciéndolas de la las leyes actuales,  pueden estar, plenas de injusticias. Esperamos que los grandes conocimientos de la Doctrina Cristiana, que son de inspiración divina, que por medio del Espíritu Santo, que es el elemento apropiado para poder influir en las equivocadas mentalidades totalitaristas, se nos otorgan, y que de algunas maneras estas son ajenas a la verdad, creen que así se logra un mundo mas justo, cuando la realidad ya demostrada en muchos casos, en que se han aplicado esas ideologías, vemos el fracaso de poder obtener igualdad, y eso sí, aumento de la pobreza y de la cantidad de pobres. La aplicación de la ley por desgracia favorece, interesadamente perversa, al rico y poderoso, mientras castiga con firmeza al que carece de recursos abundantes.

Cada país, cada comunidad humana, cada familia debe de recurrir a sus mejores raíces, a las de sus mejores épocas, y allí alimentar sus formas de vida presente y futura, no podemos diseñar lo que vendrá olvidando nuestros fundamentos morales, cristianos, nuestras tradicionales costumbres familiares, con esto como base, como plataforma de lanzamiento se diría en lenguaje mas moderno, debemos proyectarnos a un futuro mas acorde a los avances mundiales en materia tecnológica, científica, artística, legal, médica, de enseñanza-aprendizaje, etc.

Me permito trascribir unos párrafos de la Encíclica Fratteli Tutti del Papa Francisco, que nos aclaran ciertos puntos muy importantes, veamos aspectos de las naciones, entre las ricas y pobres.,  la necesidad de la armónica fraternidad entre la ciudadanía de cada nación, evitando la separación entre pueblo y explotadores, pues no hay tal, cada persona debe de acuerdo a sus conocimientos, capacidades, y bienes, en correlación y coexistencia fraterna con los demás ciudadanos,  labrarse su propia forma de existencia y manejo de su economía personal. Y de manera extremadamente importante está la propiedad privada, derecho natural, reconocido además por los “Derechos inalienables del Hombre”, y su participación en el concierto global al que el mundo tecnificado actual fatalmente nos acarrea. Los gobiernos en este rubro tienen forma y deber de ayudar a los que mas lo necesitan, con educación y adiestramiento, mas no con dádivas que se esfuman después de dar tan solo un pequeño respiro. Y las empresas que son las personas morales, llevan a cabo un papel preponderante en la economía no solo de los propietarios, sino de todos los involucrados directa e indirectamente en sus operaciones, como parte del sistema económico de las naciones.

Creo que nos ayudarán a tener criterios mas claros sobre estos asuntos de la propiedad y de la justicia, algunos extractos de la mas reciente Encíclica del Papa Francisco, por lo que me permito transcribir tres apuntes tomados de la Encíclica Fratelli Tutti.

138. Si esto fue siempre cierto, hoy lo es más que nunca debido a la realidad de un mundo tan conectado por la globalización. Necesitamos que un ordenamiento mundial jurídico, político y económico «incremente y oriente la colaboración internacional hacia el desarrollo solidario de todos los pueblos»[120]. Esto finalmente beneficiará a todo el planeta, porque «la ayuda al desarrollo de los países pobres» implica «creación de riqueza para todos»[121]. Desde el punto de vista del desarrollo integral, esto supone que se conceda «también una voz eficaz en las decisiones comunes a las naciones más pobres»[122] y que se procure «incentivar el acceso al mercado internacional de los países marcados por la pobreza y el subdesarrollo»[123].

“Por lo tanto, la fraternidad universal y la amistad social dentro de cada sociedad son dos polos inseparables y coesenciales. Separarlos lleva a una deformación y a una polarización dañina”. (tomado de #142 Fratelli Tutti)

 “Cada uno ama y cuida con especial responsabilidad su tierra y se preocupa por su país, así como cada uno debe amar y cuidar su casa para que no se venga abajo, porque no lo harán los vecinos. También el bien del universo requiere que cada uno proteja y ame su propia tierra. De lo contrario, las consecuencias del desastre de un país terminarán afectando a todo el planeta. Esto se fundamenta en el sentido positivo que tiene el derecho de propiedad: cuido y cultivo algo que poseo, de manera que pueda ser un aporte al bien de todos. (# 143, Fratelli Tutti)

 

Los mandamientos séptimo y décimo, nos mandan respetar los bienes ajenos, esto nos lleva a comprender el derecho al Bien Común, que debe ser campo de cultivo para el desarrollo de todos, absolutamente todos los seres humanos, y el derecho natural a la propiedad privada que debe ser respetada de todos y para todos. Este es el orden querido por Dios, no el que predican los materialistas totalitarios, que niegan el sentido social de la propiedad privada. Esta cumple con el sentido económico, jurídico y político, que es el que ayuda a la buena conservación de los bienes y evita luchas entre los hombres, los bienes de propiedad común acaban siendo objeto de descuido.

En estos “derechos” a la propiedad privada, están incluidos los salarios, que nunca deben ser retenidos, lo que es una injusticia, como lo es el engaño en pesas y medidas, documentos falsos, la usura, los intereses desorbitados, cuestiones atentatorias contra los derechos.

La justicia conmutativa, no solo obliga a la devolución de lo robado, sino que reprueba al ladrón, a su cómplice, al que pudiendo impedirlo no lo hace, al que debe por ley de evitarlo.

Por último mencionaré como malos hábitos que se relacionan, a la avaricia, al acaparamiento con intenciones de ganancias por encima de lo normal, y recodemos que es de absoluta obligación : “DAR A CADA UNO LO QUE LE CORRESPONDE”, siempre, y en forma completa, lo que es la Virtud de la Justicia, que además incluye la libertad de culto.

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