martes, 13 de septiembre de 2016

BREVÍSIMOS COMENTARIOS PERSONALES A LA EXORTACIÓN PASTORAL POSTSINODAL DEL PAPA FRANCISCO:
AMORIS LAETITIA,  ABRIL DEL 2016.   (primera parte)

Por supuesto que se recomienda ampliamente la lectura meditada de toda esa riqueza que se nos presenta en la Exortación, estos brevísimos comentarios deben de servirnos para despertar el interés por su lectura meditada. Nos comenta en su introducción el Santo Padre, que a la juventud en especial les mueve el interés por la cuestión familiar, lo que es una grata noticia y además que a los matrimonios les interesarán mas los capítulos cuarto y quinto, a los agentes de la pastoral el sexto, y que todos nos veamos muy interpelados en el capítulo octavo. La noticia es grata por su fidelidad a la doctrina de nuestro Señor Jesucristo, y sabido de sobra es que esta proviene de Dios Padre, como el propio Jesús nos lo tiene enseñado.
CAPITULO PRIMERO.- A la Luz de la Palabra.
 8-30.-La Biblia, nos hace ver el Papa, está plagada de principio a fin de cuestiones familiares, desde el Génesis con la de Adan y Eva, hasta el Apocalipsis con las bodas de la Esposa y el Cordero, menciona la importancia del Salmo 128, 1-6:
SALMO 128 BENDICION DEL JUSTO.  1 cancion de las subidas
("!Dichosos los que temen a Yahvé
y recorren todos sus caminos!
2 Del trabajo de tus manos comerás,
!dichoso tu, que todo te irá bien!
3 Tu esposa, como parra fecunda,
dentro de tu casa;
tus hijos, como brotes de olivo,
entorno a tu mesa.
4 Con tales bienes será bendecido
el hombre que teme a Yahvé.
5 !Te bendiga Yahvé desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida,
6 y veas a los hijos de tus hijos!
!Paz a Israel!")
comenta como la capacidad de generación de la pareja humana (hombre y mujer por supuesto, ninguna pareja puede naturalmente gestar descendencia) es el camino en que se desarrolla la historia de la salvación; el amor en la Familia Divina; además, como Jesús señala en el Antiguo Testamento, aspectos de las familias. Delinea  los casos de las familias en el Nuevo Testamento. Continúa con las enseñanzas catequistas de la Biblia en ambos testamentos y hace comentarios muy importantes sobre la acción de los padres en la introducción de los hijos en la fe cristiana. Comenta la violencia y la presencia del dolor de la vida familiar con riquísimos ejemplos de ambos testamentos.
Le confiere un sentido especial al amor ( en el capítulo cuarto nos extenderemos mas sobre el amor y su misterio así como su importancia) y a los valores, en especial por tratarse este año como año de la Misericordia, en forma constante nos hace ver todos los aspectos evangélicos y escritos del Antiguo Testamento que se relacionan con los diversos aspectos de la familia, el matrimonio, la fe y las virtudes propias de la vida familiar, y añade pensamientos y alusiones de todo género de sus antecesores en el papado. En fin podemos asentar que nos presenta el Papa sobre este brillante trabajo sinodal la --"grandeza incomparable"--  de la sabiduría de la Iglesia que la voz de Dios nos ha dejado en ambos testamentos sobre esa institución tan atacada hoy día por el mercado, el ateismo, el consumismo, el hedonismo, la teoría de género, e incluso algunas políticas estatales.
Termina este Capítulo Primero, con bellísimos ejemplos y señala narraciones bíblicas de extraordinaria belleza.
CAPÍTULO SEGUNDO.- Realidad y Desafios de las Familias.
31-57.-Comienza el Santo Padre considerando el cambio antropológico que están experimentando las familias de hoy, en la profundidad del misterio de la familia y del matrimonio, y su decisivo bien para el futuro del mundo. Este cambio es cultural y por tanto complejo y ni la sociedad actual, ni aquella a la que nos encaminamos permiten que las costumbres antiguas en forma indiscriminada nos afecten, ademas la sociedad actual apoya menos a las personas en su vida afectivo-familiar. Y nos señala el peligro del individualismo que en lugar de aportar, con su comportamiento se convierte en huida de responsabilidades que es de encierros o arrogancia, los que incapacitan la donación de uno mismo para el bienestar familiar, pudiendo mencionar la cohabitación sin convivencia, y acciones positivas como puede ser la convivencia sin cohabitación, en esta tendencia de la juventud a alejarse de la casa familiar, o materna o paterna, cuando se da el espíritu de justicia en las aspiraciones personales.
Los cristianos nunca estaremos dispuestos a prescindir del matrimonio en aras de la moda , las costumbres o las legislaciones, lo contrario sería un descalabro moral que va en contra de los mas altos valores humanos, tenemos motivos y razones que avalan esto, al estar las personas dispuestas a recibir la gracia de Dios. Esto último es de una radical importancia y quizás hemos fallado en enseñarlo, mientras que hemos sido muy redicales en aspectos morales, bioéticos y doctrinales. Estamos llamados no a sustituir conciencias sino a formarlas.  Que entiendan lo que ayuda y santifica en el enorme Sacramento del matrimonio, la Gracia de Dios.

58-75. LA MIRADA PUESTA EN JESUS . LA VOCACIÓN DE LA FAMILIA.
No puede, no debe de dejar de anunciarse entre y desde las familias la grandeza de la familia, de su importancia, de su absoluta necesidad para la existencia humana, y esto no como una fria legislación, como una obligación que procede del gregarismo, sino como ese ámbito de amor, de responsabilidad de aceptación y promoción del ser humano, que con ternura, paciencia y misericordia forma a los nuevos seres humanos por los padres, y estos en ello, se forman también, en el proceso de su propia maduración. Es esí como esa maravillosa institución que llamamos el "Matrimonio Católico" se presenta ante todo el mundo, aunque la luz que lo ilumina, que es la del Padre no sea vista por los que no son capaces de ello.
El casarse para los católicos conlleva, incluye,  un don de Dios que es mal entendido por los enemigos de la Iglesia, y que es visto como una pérdida de la libertad, es el VINCULO IDISOLUBLE,  aquel en el que incluso Moises tuvo que condescender por la dureza de corazón del pueblo judío, por lo que no podemos dejar de ver en esta unión permanete la gracia que recibimos de Jesucristo, su doctrina que nos acompañará hasta el final de los tiempos, esto es lo que nos asegura que por muy atacada que sea nuestra institución matrimonial  siempre existirá mientras haya hombres en la tierra. La asistencia de Jesús a las bodas de Caná es el paradigma de la Iglesia, en especial porque Cristo asiste , justo al principio de su vida pública, tal es la importancia que Él le otorga al matrimonio.
Nace Jesus en una familia, en ella vive, crece, aprende lo que en tanto persona  humana es, familia con perfume de amor, cohexitencia y convivencia amorosas, ejemplares, misterio que en su inicio el mundo celebra cada navidad.  Pedagogía Divina que nos enseña la importancia de tantas cosas, resaltando el amor conyugal y el paterno-filial en la vida humilde, de bajo perfil como se le calificaría hoy día, formada de un matrimonio y un hijo, dos varones y  una mujer que se ganan la vida con el trabajo de sus manos, en ejemplar armonía a traves de los años. Los Papas de la Iglesia ante la necesidad de ilustrar a su feligresia y al mundo entero se han ocupado de elaborar documentos de importancia muy grande, es así, como de los últimos tenemos encíclicas, cartas pastorales y muchos otros documentos, de gran realce de los que podemos mencionar; HUMANAE VITAE, la FAMILIARIS CONSORTIO, la CASTI CONNUBIS, la DEUS CARITAS EST, la CARITAS IN VERITATE, GAUDIM ET SPES, que tanto han contribuido a entender la Doctrina Neo-Testamentaria sobre familia y matrimonio. Como vemos el interés de los cristianos no decae ante los ataques a estas carísimas instituciónes.
Jesucristo no solo llevó al matrimonio a su estado original, previo a la concesión de Moises, sino que lo elevó a Sacramento. En su infinita sabiduría restaura la Imagen y Semejanza, en la familia humana con la Santísima Trinidad, en tanto Sacramento el matrimonio es camino de santificación y salvación para los esposos y "Ecclesia Doméstica" para los hijos, además, pues alli serán iniciados en la fe. Como vemos no se trata de un simple rito, una convencion social, un acto protocolario, una costumbre proveniente de la cultura, es el dar seguimiento a la vocación de vivir en amor conyugal, cuestión natural propia de todos los hombres de todos los tiempos, razas, y lugares, que se nos otorga por nuestro Creador a cada uno para pasar nuestra existencia en sociedad, en forma gragaria, colaborando al Bien Común, en esta vida,  en aras de obtener la salvación en  la otra.
Los teólogos nos señalan comparativamente, la unión de Cristo con su iglesia, y la unión matrimonial de un hombre y una mujer, y así como la primera es de sólida, perfecta, permanente  debe de ser la segunda, en imitación de Cristo. Es por tanto de desearse que el amor entre los cónyuges sea como el amor etre la Iglesia y Jesucristo, al darse uno al otro en el matrimonio, y aunque en tanto analogía es imperfecta, en tanto comparación, lo que si es fundamental es la gracia de Dios que se obtiene en la entrega mutua. Ambos son signos de amor el primero perfecto en cuanto divino, el segundo tan solo humano, de allí que requiere de la gracia. La unión sexual, don maravilloso de Dios a los cónyuges, viene a ser motivo de unión espiritual, de alimento para en amor mutuo, y  estará fortalecida por la gracia divina, como lo es también para la solución de los problemas al ejercer sus esfuerzos y creatividad propios de la vida de casados, no solo frente a Dios sino a la sociedad y a los otros, es por demás decir que en sus oraciones los matrimonios no deben de dejar de pedir la gracia a Dios, por ellos sus progenitores y sus descendientes.
76-79  SEMILLAS DEL VERBO Y SITUACIONES IMPERFECTAS.
El Evangelio de la familia debe ocuparse de los que aun deben madurar dentro del matrimonio para que lleguen a un mejor conocimiento del misterio sacramental en su vida,  lo que  se obtiene con el conocimiento de la Revelación de Cristo que ilumina la unión permanente del hombre y la mujer, incluso en las que no proceden de nuestra Iglesia sino que se dan en otras culturas o tradiciones religiosas, dada la sana vocación del ser humano, siendo estas realidades matrimoniales, si se abren a la vida y educación de sus proles, viven la verdadera union matrimonial, encontrarán estima y aceptación por nuestra parte.
La luz de Cristo inspira el cuidado pastoral amoroso para quellos que viven uniones imperfectas, como los divorciados vueltos a casar, se pide en la oración, para ellos la gracia de la conversión, y el acierto en las decisiones y responsabilidades, ante el Bien Común. La doctrina es muy clara , pero ello no implica el que dejemos de estar atentos al modo en que estas personas viven y sufren sus condiciones perticulares.
80-88.-GENERACION Y EDUCACIÓN DE LOS DESCENDIENTES.
El matrimonio por ser en primer lugar una íntima unión entre los cónyuges y que está ordenada no solo a la práctica de ese don de Dios a los casados que es la de las relaciones sexuales, sino que está ordenada a la transmisión de la vida, para que la humanidad siga existiendo, (pues no tendría ningún sentido el pensar que sería mejor el que dejáramos de existir), lo que le da una plenitud de sentido, por lo que son dos órdenes los que le pertenecen, el del amor humano y el del amor a los hijos. Aunque no siempre se den los frutos de la descendencia, siempre se darán los del amor. Cuando hay descendencia se da esa reciprocidad de amor en cuanto al fruto del nuevo concebido y el amor conyugal, en su cooperación al futuro de la humanidad. Aquí viene al caso recordar las enseñanzas de la Humanae vitae, en cuanto a la valoracion moral de la regulación de la natalidad, cuidando la dignidad de la persona humana, y la postura de la Iglesia que acoge con todo su amor los casos de adopción por parte de los matrimonios que por ello optan.  Son por lo tanto los hijos fruto del amor conyugal, don de Dios, que le otorga a los casados, esto es muy de tenerse en cuenta en estos tiempos en que las ideologías ajenas a la doctrina cristiana polulan entre los ignorantes de la verdad que predicó Jesucristo y que atendida por elespíritu Santo enseña el Magisterio de la Iglsia.
Así cumple el ser humano con la responsabilidad del futuro de la humanidad y colabora con nuestro Señor en la obra de su Creación.  Vemos por lo anterior que la generación de nuevas vidas es un santuario donde los hijos reciben el insustituible amor de sus padres biologicos, que los educan y forman, una, ella, como madre , aportando lo propio y él, el otro como padre en esa unidad familiar insustituible e incomparable. (No es un capricho de reunir o añadir  seres pequeños, que vienen de fuera, con la idea de tener una imitación, una caricatura de la familia, este comentario es para establecer la diferencia que se daría por la mal pretendida adopción por parte de las parejas homosexuales). Muy diferente es la adopción por matrimonios que no han recibido del Creador el don de la generación o si lo han recibido, además de los hijos propios admiten por la grandeza de su corazón, que les lleva a la adopción de seres que vienen de fuera del matrimonio.
Insistiendo en el hecho de que la vida familiar es santuario de la vida, el Papa nos recuerda que la vida del inocente que mora en las entrañas de su madre es vida sagrada que no se debe de interrumpir bajo ningún pretexto ni circunstancia, es una nueva persona que se gesta y no porque sea ello en el cuerpo de la mujer, esta tiene el derecho a decidir sobre su vida o muerte, la familia y la Iglesia protegen la vida en todas sus etapas, por ello está en contra de la eutanasia, el aborto procurado y la pena de muerte.
La educación y formación cristiana de los hijos, siempre  ha sido un desafío, pero en estos tiempos lo es mas, pues las circunstancias en vez de ser propicias son adversas, por lo que los esfuerzos por educar a los descendientes se tienen que redoblar. La obligación y el derecho primario de la educación de los hijos es derecho inalienable de los padres, así como la escuela que debe de ser subsidiaria de la educación familiar, debe ser complementaria a la familiar, por ello las asociaciones de padres de familia deben de colaborar con los centros educativos  de sus hijos para dar sus opiniones y ayudar a que aquellos  otorguen la educación subsidiaria a la familiar. Entre el centro educativo y lo familiar debe de existir un pacto que produzca la complementaridad en la educación, lo lastimoso es que este pacto está roto, y es urgente que se regularice, no debe de haber brecha entre familia y sociedad. La pastoral de la Iglesia debe de colaborar en este aspecto, si esto se da habrá una tremenda fuerza a favor de la normalización del pacto familia-sociedad.
Iglesia Doméstica, este acertado término viene a ser una realidad en tanto la Iglesia es familia de familias, ya que las familias cristianas son fieles al Evangelio, ejemplares en tanto viven el vínculo indisoluble del matrimonio, para la sociedad y la propia Iglesia a la que enriquecen y de ella se enriquecen a su vez, esta reciprocidad es un bién para la Iglesia como lo es también para las familias en lo particular y en lo comunitario.
89-    EL AMOR EN EL MATRIMONIO.  (capítulo cuarto)
El Santo padre en este capítulo hace referencia a los principales aspectos del amor conyugal y familiar, por demás está que recordemos que este es uno de los fundamentos del matrimonio, que es propio solo de las personas, pues no es unicamente material corporal, lo que está incluido en la relación conyugal sino por encima de ello es espiritual, y en materia de las relaciones "paterno-materno-filiales" el papel del amor es indispensable para  que estas sean positivas, convenientes, fundamenten la felicidad familiar, sean básicas en la sociedad, y sobre todo ello se viva el Sacramento, se santifiquen los cónyuges, perfeccionando su amor con la ayuda de la gracia divina.
Los valores, nos enseña en la Carta Pastoral, que son propios en cuanto necesarios en ese amor unitivo y dativo se comentan brevemente, siendo su lectura y meditación en el documento original de la mayor importancia, veámoslos:
PACIENCIA, es necesario cultivarla sin esperar que todas las cosas se den de acuerdo a nuestra voluntad, lo que nos llevaría a una mala convivencia, se nos aconseja por el contrario desterrar la amargura y ceder ante las formas de ser de los otros,
ACTITUD DE SERVICIO, la paciencia que se menciona en el párrafo anterior no debe de ser una actitud pasiva, por el contrari debe ser activa y creativa, con la intención de servicio a los demás, no es un principio estanco, sino se concatena con los demás valores, en este caso el de servicio a los demás, que se demuestra con las obras mas que con solo las palabras. Es allí donde se demuestra la nobleza de las obras, que benefician a los demás.
SANANDO LA ENVIDIA, el bien ajeno nos debe de causar alegría, la envidia consiste precisamente en los sentiientos de malestar por el bien de otros. Quien sufre la envidia se torna egocéntrico, contrariamente al que la domina, la sana, que se alegra con el logro ajeno.
SIN HACER ALARDE NI AGRANDARSE, vanagloria, ansia de mostrarse como superior e impresionar a los demás, esta actitud nos hace perder suelo, nor creemos o sentimos mas de lo que es nuestra realidad, debemos centrarnos, conocer nuestro lugar, y ayudar a los que mas lo necesitan, saber tratar a los que consideramos que tienen fallas de fe, los mas frágiles, con amor de servicio, comprensión, y cultivando nuestra propia humildad.
AMABILIDAD, cultivar nuestro amor desechando la rudeza de trato, saber callar cuando es conveniente, cuidado con destacar los errores ajenos para compensar los propios complejos, la amabilidad amorosa tiende puentes, fraterniza, atrae a los demás, el que practica la amabilidad anima a los otros, los motiva positivamente.
DESPRENDIMIENTO, Santo Tomás de Aquino enseña que el querer amar al otro mas que elmquerer ser amado es la verdadera caridad, se nos habla en las escrituras de amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos, estohay que entenderlo como el no querer cosas malas para si, y por lo tanto no quererlas para los demás, para nosotros no buscaos el dolor, así debemos de evitarlo en los demás. Como lo es el amor de las madres que buscan el bien de sus hijos aún antes que el propio.
SIN VIOLENCIA INTERIOR,  así como la indignación ante la injusticia es buena, la irritación interna no manifestada, ante los errores de los demás, como si fueran nuestros enemigos, es inapropiada, el Evangelio nos invita a no criticar la paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga en el propio, cuando sintamos agresividad en contra del otro familiar, hay que contenerla, combatirla, disiparla, nunca conservarla convirtiéndola en actitud permanente. Nunca irnos a la cama a dormir sin haberla combatido, a veces basta un gesto amable. Pidamos una bendición al Señor, Él nos librará de la violencia interior.
PERDÓN, se opone al rencor que es un mal sentimiento, no debemos de dejar de tomar en cuenta las debiidades de los demás, nosotros tenemos las nuestras propias, el perdón es esa actitud positiva ante las fallas ajenas. Nadie dice que perdonar es fácil, se requiere de un esfuerzo con espíritu de sacrificio, tolerancia, a nosotros nos perdonamos de nuestros errores con relativa faciidad. Pensemos que el amor que Dios nos tiene es incondicional, nos ama con nuestros defectos y errores, y eso es lo que debemos de practiar, si no nuestra vida en el hogar se torna tensa, de castigo mutuo.
ALEGRARSE CON LOS DEMÁS, contrariamente al alegrarse de las desgracias de los demás, debemos sufrirlas como propias, y las alegrías de los otros festinarlas, también como si fueran nuestras, Dios ama al que da con alegría.
(fin primera parte)

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