viernes, 6 de enero de 2023

FALTA DEL SENTIDO DEL PECADO.

 .-FALTA DE SENTIDO DEL PECADO.

Ha sido preocupación muy seria en los últimos Papas, la pérdida del sentido del pecado. Católicos que se consideran a sí mismos con una simpleza que demuestra más que nada ignorancia y falta de formación: -el ser “no practicantes”-, lo que me parece como decir;  ¡yo soy francés apátrida!. Esta postura, comodona, propia de personas que no se comprometen seriamente con lo importante, que buscan en la vida el camino facilón, lo “light”, tan de moda en estos tiempos, en cuanto al pecado, no ven que se trata de una falta en contra de la divina voluntad, si no somos capaces de  someternos, o intentarlo al menos, a aquello que es  lo que Dios quiere de nosotros, lo que nos está pasando es que no hemos encontrado el verdadero camino de nuestra vida que nos señala Jesucristo, no debemos de olvidar que Él mismo nos lo dejó dicho con sus apóstoles en La Última Cena cuando dijo claramente: “YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA”. (Juan 14,6 Biblia Latinoamericana). Si no somos conscientes, si hemos dejado que nuestra consciencia se torne en laxa, en esta postura caemos, y no habla nada bien del ser humano ni como persona, ni como católico. Si no somos todos los católicos dentro de la Iglesia, como la calificó Jesucristo mismo: “Luz del Mundo”** como lo predicó Él,  lo que fundamentamos en nuestra fe y realizamos con nuestras obras de caridad, amando a nuestros prójimos, enseñando la Doctrina de Jesucristo, comportándonos en nuestra vida particular cumpliendo con los valores tradicionales, ¿donde vamos a encontrar el ejemplo espiritual mejor para seguirlo? No permitamos que esto caiga en el olvido: “todos los católicos somos miembros de la Iglesia de Jesús y esta es ejemplo, es la luz que lo indica todo y a todos, en nuestra manera de vivir y convivir con los demás”.

Las soluciones a los principales problemas de la vida de y entre comunidades, grandes o pequeñas en lo anterior se sustenta, debe de haber ejemplos a seguir, a imitar en lo intrínsecamente humano, no es la tecnología, tan útil en sus campos, no hay ni habrá un robot a ser imitado en lo que a relación personal se refiere, por muy perfecto que la ciencia aplicada nos lo proporcione, carecerá de la capacidad de amar a los demás, de compadecerse del que sufre, del enfermo, de desear el bien de los otros, incluso por encima del propio. Todos tenemos grabado en lo más  íntimo de nuestro ser, lo que nos corresponde realizar en y con nuestra vida, pero precisamente en lo que consiste la conciencia laxa es en la ausencia de la consulta que le debemos de hacer y el obrar en consecuencia. Siendo  lo más lamentable de esta posición,  que el mal, la transgresión de la voluntad divina, la omisión de ésta, que vienen a ser desvíos de una correcta y cristiana manera de vivir, a la que acompaña dolorosamente la pérdida del sentido del pecado. Por supuesto que esta no es la intención de Jesucristo al dejarnos con sus apóstoles la Divina Revelación y posterior Tradición.

Ha sido siempre de todo buen cristiano el llevar a cabo exámenes profundos de conciencia, en especial como preparación del Sacramento de la Confesión, siendo muy aconsejable el realizarlos cada día, varias veces, como guía de nuestro comportamiento, y al retirarnos antes de dormir en las noches, acompañados de los buenos propósitos del día siguiente. Es un aspecto muy necesario el propósito de enmienda, no solo de las faltas graves, sino de las veniales también, es como tratamos de imitar a Nuestro Señor Jesucristo, como intentamos perfeccionarnos como seres humanos y buenos cristianos, siendo lo mejor para evitar que nuestra conciencia se distienda, y además fortalece nuestro carácter y nos dispone a mejorar a arrepentirnos, lo que es de gran importancia, reforzando nuestra decisión de no pecar más, así conocemos el dolor de haber pecado y pedimos perdón a Dios arrepentidos, por supuesto dando sentido al pecado cometido.

Las Sagradas Escrituras nos muestran nos muestran ejemplos de dolor de los pecados cometidos y arrepentimiento, las lágrimas con las que lava y cabellos con los que  enjuga los pies a Cristo la Magdalena, sus lágrimas son dolor del alma por los pecados cometidos y propósito de enmienda. El caso de Zaqueo que arrepentido dona bienes y está dispuesto a resarcir lo defraudado, el mismo se da la penitencia. El hijo pródigo exclama: “he pecado contra el cielo y contra ti” ya no merezco ser llamado hijo tuyo, es el hijo arrepentido de sus errores que los reconoce con humildad y considera que no es merecedor de sus antiguas prerrogativas.

Es bueno que roguemos a Dios para que remueva las conciencias, empezando por la nuestra y que tengamos verdadero sentido del pecado y pidamos perdón por los pecados nuestros y de aquellos que han perdido noción de que están pecando, con nuestra oración al Espíritu Santo Paráclito.

En el cumplir la voluntad divina radica la verdadera grandeza del hombre, grandeza de espíritu, que es la que cuenta y mucho más que los logros de carácter material, tenemos los católicos la característica de contar con la doctrina perfecta, que procede de la mente de nuestro Creador, y nos ha sido donada para nuestra salvación eterna, valoremos la enormidad de esto, comprendamos su significado, y alimentemos nuestra conciencia en busca de nuestra salvación y de los demás.

Por desgracia esta doctrina está siendo mal interpretada por importantes grupos de católicos, en especial en Alemania, Los Países Bajos y otros lugares, al grado de haberse convertido en  un peligro cismático, pretendiendo que la opinión mayoritaria sea la que dictamine sobre la interpretación de nuestra Doctrina, como enmendadores de la plana de Jesucristo, siendo que Él mismo formó el primer Magisterio, con sus apóstoles para que con la ayuda insustituible del Espíritu Santo se interpretara. Lo que se ha hecho más necesario con el correr del tiempo. Es lo que llamamos muy acertadamente: los signos de los tiempos. Es de grave obligación que aceptemos todos los católicos en perfecta unión, dicha interpretación, y que normemos nuestra conciencia acordemente. Es un asunto de fidelidad en materia de fe, no de decisión democrática a modo de política social. No nos confundamos.

Roguemos a nuestra Madre del cielo que interceda para iluminar nuestras conciencias y ser muy conscientes, todos, de lo que es materia de pecado.

Jorge Casas y Sánchez.

**NOTA, esta es una aclaración, para evitar confusiones, existe una secta que se autonombró “Luz del Mundo”, la inventó un tal Sr. González con un señora de apellido Flores, en Jalisco en 1926. Por supuesto no es católica.

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