jueves, 8 de diciembre de 2022

 ENTRADA 112, segunda parte.  MEDITACIONES SOBRE FACETAS DE LA IGLESIA.

 

5.- QUIENES FORMAN PARTE DE LA IGLESIA.- San Pablo considera a los miembros de la Iglesia como conciudadanos  de los santos  y de la familia de Dios, edificados sobre los mensajes de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo. Recodemos que Los fieles somos incorporados por el bautismo a la Iglesia de Cristo, es el Bautismo precisamente el que nos hace CRISTIANOS, nos integra al pueblo de Dios, cada uno acorde a su propia condición y llamados a desempeñar la misión que Dios nos encomienda cumplir en el mundo. “Como bautizados, he aquí uno de los grandes valores del Bautismo Sacramental, somos regenerados en Cristo y se nos otorga una igualdad entre los hombres en  cuanto a dignidad y acción en virtud de la cual todos, según la condición de cada uno de nosotros, debemos cooperar a la edificación del Cuerpo de Cristo”. (Lumen Gentium, 32).

 Todos recibimos una cierta vocación, que de clara manera apunta a salvarnos para la otra vida. Y ninguna es más acertada  que la que sin duda de especie alguna, es la de la manera que debemos cumplir para la salvación de nuestra alma, y por lo tanto rige nuestra vida de católicos hacia ese fin supremo. En el lenguaje cotidiano suele decirse uno a sí mismo y a los demás que se es CATÓLICO PERO NO PRACTICANTE, lo que es muy impropio, pues precisamente lo que nos debe de distinguir en tanto cristianos católicos es el ser: CATÓLICOS PRACTICANTES, lo que significa que esa vocación recibida del Creador sea seguida, tratemos no solo de vivirla sino de incrementarla. De que serviría ser y decirse católico si no apunta nuestra existencia a la salvación, pues recordemos que aun siendo católicos nos podemos condenar.

 

 

SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- La llamada de Dios, el carácter bautismal, y la gracia de Dios hacen que cada cristiano pueda y deba encarnar la fe. Nos es necesario volver a dar toda la importancia al hecho de haber recibido el Santo Bautismo, es decir el haber sido injertados en el Cuerpo Místico de Jesucristo que es la Iglesia. Lo anterior nos debe de marcar profunda y dichosamente la conciencia. Consideremos el cariño a la Virgen Santa María que se expresa de mil formas, y nos hace sentir más dentro de la Iglesia.

 

6.- ¿HACE FALTA PERTENECER A LA IGLESIA PARA SALVARSE?.- Cristo es el Misterio de la Salvación es Él que por medio de los Sacramentos, en especial la Eucaristía y Confesión, que es la presencia real, sustancial y verdadera de Nuestro Señor Jesucristo quien en ambos casos está, nos llena de la Gracia Santificante, pero la Eucaristía, solo cuando la recibimos en estado de gracia, pues de lo contrario como nos dice San Pablo: Corintios 11, 27-32 “porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su propia condena”. Estos des Sacramentos instituidos por Nuestro Señor Jesucristo, son signos e instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la Gracia de Jesucristo que es cabeza  de la Iglesia que es su  Cuerpo. Nuestra Iglesia es por tanto la perfecta unión de los hombres con Dios, esa unión es su principal fin. Une a toda raza, pueblo, lengua, nación y manifiesta el amor de Dios al hombre, es su signo visible. Instrumento de la Redención Universal, proyecto visible de Dios para salvación de cada uno de nosotros. Aquí conviene recordar a San Agustín que nos dice: “DIOS QUE TE CREÓ SIN TI, NO TE SALVARÁ SIN TI”.

              Vamos a tratar de entender la frase “Extra ecclesiam nulla salus” : la traducción de la frase        es “fuera de la Iglesia, no hay salvación”.   PODEMOS ADELANTARNOS AL DECIR QUE LA ÚLTIMA PALABRA SOBRE LA SALVACIÓN ESTÁ EN DIOS Y SU JUSTICIA DIVINA, SOLO ÉL SALVA, O DECIDE LA CONDENACIÓN.

Parece oportuno comenzar el desarrollo estudiando la afirmación del Concilio Vaticano II acerca de la necesidad de la Iglesia peregrina para la salvación (LG 14), para comprender su real significado y su adecuación con la famosa sentencia dogmática extra ecclesiam nulla salus 2. Luego podremos adentrarnos en algunos de los presupuestos teológicos y antropológicos que fundamentan y explican la relación de Cristo con la Iglesia. Finalmente, habrá que reflexionar sobre el significado de la Iglesia como sacramento universal de salvación (LG 48,2). De ese modo esperamos haber podido profundizar en lo fundamental del tema de la mediación eclesial en la salvación”.

 

“En todo caso es totalmente lícito que cada religión inicie su propia reflexión acerca de la revelación y salvación que propone, con sus propias convicciones de la verdad  de su propia opción. Luego en la vida tendrá que probar que su pretensión es correcta, al mostrarse realmente válida y "salvadora" para cada hombre y mujer con que se encuentre”.

 

 "Por lo tanto, la sola Iglesia católica es la que mantiene el verdadero culto. Allí está la fuente de la verdad, la casa de la fe, el templo de Dios, en el que si alguno no entra, o del cual si alguno sale, queda ajeno a la esperanza de la vida y de la salvación- En efecto, se trata de la vida y de la salvación, de lo cual si no se vigila con cautela y diligencia, estará perdido y muerto"

Afirma el texto completo: "Todos en conjunto somos los miembros y el cuerpo de Cristo; no solo los que estamos en este recinto, sino también los que se hallan en la tierra entera; ni solo los que viven ahora, sino también, ¿qué he de decir? Desde el justo Abel hasta el fin del mundo, mientras haya hombres que engendren y sean engendrados, cualquier justo que pase por esta vida, todo el que vive ahora, es decir, no en este lugar, sino en esta vida, todo el que venga después; todos ellos forman el único cuerpo de Cristo y cada uno en particular son miembros de Cristo"

Cristo salvador no solo dispuso en un precepto que todas las gentes entraran en la Iglesia, lo que significa la capacidad real de la Iglesia de abarcar a todos los hombres, pero es necesario entender la relación de los bautizados en la Iglesia Católica, pues se es cristiano solo después de ello, así como  para poder recibir los otros Sacramentos. De allí que existe el Bautismo de Deseo, que se relaciona con casos  de salvación sin el cual nadie puede entrar en el reino de la gloria celeste. En su infinita misericordia Dios quiso que, de aquellos medios para la salvación que solo por divina institución, y no por intrínseca necesidad, están ordenados al fin último, en ciertas circunstancias, los efectos necesarios para la salvación, puedan ser obtenidos, incluso cuando sean personas de otras religiones, AQUÍ SOLO LA JUSTICIA DIVINA EN CADA CASO Y MOMENTO SERÁ EJERCIDA POR EL PROPIO SEÑOR, y aplicará dicho  el deseo. Lo vemos enunciado con claras palabras en el sacrosanto Concilio de Trento, sea respecto al sacramento de la regeneración, sea respecto al sacramento de la penitencia. A su manera, lo mismo debe decirse referente a la Iglesia, puesto que esta es medio general de salvación. Ya que no se pide siempre, para que uno obtenga la salvación, que esté realmente incorporado como miembro en la Iglesia, sino que por lo menos se requiere que se adhiera a ella con el deseo. Este, además, no es necesario que sea siempre explícito, sino que cuando el hombre sufre ignorancia invencible, Dios acepta igualmente un deseo implícito, llamado con este nombre, porque está contenido en aquella buena disposición del alma, con la cual el hombre quiere que su voluntad esté conforme con la voluntad de Dios".

  

 SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- el que salva es Jesucristo, en la Iglesia hay diversidad de ministerios pero uno solo es el fin: la santificación de los hombres. Y Él espera que todos los miembros de su Iglesia se empeñen en conseguir la santidad y asociarse a la misión de Jesucristo (y de su Iglesia), para esta tarea Él nos dejó instituidos los Sacramentos.

 

7.-¿CUÁL ES LA IDENTIDAD DE LOS CRISTANOS DEL PUEBLO DE DIOS?.  El pueblo de Dios tiene unas características que lo distinguen de los demás: el pueblo de Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo, pero Él ha adquirido para sí, un pueblo, que no era pueblo, una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, y se llega a pertenecer a esta nación, no por el lugar de nacimiento, raza, etnia, religión, cultura política o histórica. Se llega a ser miembro de este pueblo  por el “nacimiento de arriba”, del agua y del Espíritu, es decir por el Bautismo y la Fe en Cristo.

Este pueblo tiene por Cabeza a Jesucristo, ungido Mesías por el Espíritu Santo. Es el pueblo mesiánico, constituido por los hijos de Dios en los que inhabita el Espíritu Santo, como en un templo. Su misión es ser la sal de la tierra, la luz del mundo, y su ley NUEVA es el Mandamiento Nuevo, AMAR COMO EL MISMO CRISTO MISMO NOS AMÓ.

 

SAN JOSAMARÍA NOS RECUERDA.  Al traernos a la Iglesia, por medio del Bautismo, se nos ha puesto un sello indeleble en el alma, que nos marca, que nos identifica como: hijos de Dios.

Dios está dentro del alma de todos los hombres en gracia de Dios, ¿y para qué? Para que adquiramos mucha luz, para que sepamos repartir los dones de Dios, cada uno desde su lugar, humildemente, con piedad, bien unidos a la nuestra madre la Iglesia. Nos recuerda la vid y los sarmientos, cuya fecundidad produce los racimos generosos, y ¡que esterilidad la del sarmiento separado de la vid! - Que se seca y pierde la vida –.  Te hablo muy seriamente: que por ti no se lesione esta unidad santa. ¡llévalo a tu oración!.

 

8.- ¿ CUAL ES LA MISIÓN DE LA IGLESIA ? la Iglesia es, por su misma naturaleza, misionera, Cristo la envió a todas las naciones, para hacer en ella discípulos suyos. El Espíritu Santo la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y carismáticos. Enriquecida con los dones de su fundador guarda sus mandamientos, su doctrina, en fin, su DIVINA REVELACIÓN.

La Iglesia solo llegará a su perfección en la gloria del cielo, cuando Cristo vuelva glorioso. Hasta ese día avanza en su peregrinación y  solventa sus persecuciones, con los consuelos de Dios. Y mientras tanto no olvidemos que todos debemos de propagar, empezando con nuestros hijos la Palabra del Señor Jesucristo, en especial su Santo Evangelio.

SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- la extensión de la Iglesia, con el Papa en la cumbre, esparce la semilla del Evangelio por todo el mundo, como un solo rebaño, con un solo pastor. El cristiano no debe de detenerse, ha de pensar en la salvación de todas las almas. Universalidad de la caridad, significa por ello universalidad del apostolado. Dios quiere que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad, y se salven.

 

9.¿QUE CARACTERÍSTICAS TIENE LA IGLESIA?  La Iglesia es UNA, tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo Bautismo solo forma un Cuerpo, es vivificada por un solo Espíritu.  Es SANTA, Dios es su autor, Cristo es su esposo, se entregó a ella para santificarla, aunque su miembros seamos pecadores, Ella es Santa, en ella brilla la santidad de María, así como de sus santos,  es CATÓLICA, universal, abierta a todos los hombres, anuncia la totalidad de la fe, administra la totalidad de los medios de salvación,  es por naturaleza MISIONERA. Se fundamenta en los apóstoles, es APOSTÓLICA, es INDESTRUCTIBLE, se mantiene infaliblemente en la verdad, auxiliada, cuidada, inspirada por el ESPÍRITU SANTO, que es el  de Dios. Cristo la maneja por medio de Pedro y los demás apóstoles, presentes en sus sucesores: el Papa y el Magisterio.

SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- Es hora de preguntarnos, ¿comparto con Jesucristo su afán de almas?  ¿pído por esta Iglesia de la que formo parte?  Y en la que debo de realizar una misión específica. Estar en la Iglesia ya es mucho, pero no basta, debemos “ser” Iglesia, debemos vivir muy unidos a Cristo, que es nuestra vid. Así defenderemos la unidad de la Iglesia, veamos algunas acciones a llevar a cabo: Aumentando nuestra fidelidad al Magisterio, amando al Romano Pontífice,  venerándola y sintiéndonos parte de ella, hermanarnos en la fe,  que nos descubre la fraternidad que nos une a la humanidad entera.

Compiló Jorge Casas y Sánchez.

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