sábado, 14 de mayo de 2022

MONOPARENTALIDAD

 

  MONOPARENTALIDAD.

Permítanme insistir en una particularidad de las  ENTRADAS   que semanalmente procuro publicar, como bien saben se trata de ensayos que preparo para las personas que están interesadas en mejorar su formación, y que no siguen una línea de texto, por el contrario,  procuro que sean disímbolos los temas, a forma de que precisamente no se ajusten a una especie de curso, pues tratándose de ello en cualquier librería se pueden encontrar obras valiosísimas, que yo nunca podría igualar. Además supongo que por las necesidades a que los textos obligan, al sacar de ellos todo el provecho posible, resultan más una obligación que una lectura suelta, que es la que procuro lograr invitando a la meditación de sus temas. La variedad incluye principalmente temas catequéticos, doctrinales, familiares, y civiles.

MONOPARENTALIDAD.  Nadie puede negar que se ha convertido en un problema cuyas estadísticas de crecimiento, al día de hoy son alarmantemente altas, pues esta paternidad o maternidad, ejercida por una sola persona está aumentando, dentro de la sociedad, por desgracia a gran velocidad, y ¿qué es lo normal, lo natural, lo querido por el Creador? pues que sea la pareja humana de una mujer y un hombre que debidamente casados, sean la base del matrimonio de su descendencia y forjadores de la familia. Ésta es, ha sido y será una regla de oro en la pedagogía humana, sin embargo dadas estas circunstancias tenemos que revisar sus implicaciones sociales, nos es obligatorio. Siendo el primer planteamiento el que la monoparentalidad femenina es mucho mayor que la masculina, es por lo tanto más un problema para las mujeres que para los varones, los porcentajes que se manejan son: 90% para las mujeres y 10% para los hombres.

Que sean los padres y madres  los educadores primeros y de mayor excelencia que puede tener la generación humana, es de extrema importancia.  Pero se dan casos en los que la mujer se embaraza durante el noviazgo y el varón no es capaz de sostener el hogar necesario y huye de su responsabilidad, lo que desembocará en una madre soltera, a cargo de toda la responsabilidad, implícita en la manutención y educación del vástago. Como también pero con muchísima menos frecuencia, se da el caso de la mujer desnaturalizada que no acepta su responsabilidad de madre y deja abandonados a cónyuge, o pareja y descendencia. Dicho sea de paso que la Doctrina de Jesucristo que nos enseña la Iglesia Católica, no está de acuerdo en la convivencia de las “parejas” que por alguna razón huyen de la naturalidad y preciosa responsabilidad del matrimonio cristiano.

 Asistencia social a la monoparentalidad. La humanidad se encuentra en búsqueda constante de las soluciones que esta problemática produce en la calidad de las vidas particulares y del tejido social, pero nunca se encontrará el sustituto perfecto, la única manera de lograr todas las potencialidades del desarrollo humano ideal en matera de la educación y formación de los hijos, se da en el matrimonio católico, (en otras confesiones religiosas, esto se deja a la Justicia Divina) avenido que se ama con amor de entrega y que es extensivo a los hijos.

Consideramos que hay muchos casos que se pueden tipificar, sin dejar de considerar que cada caso es irrepetible y exclusivo, como son irrepetibles las propias personas en cada ocasión. Los que podríamos considerar típicos son aquellos en que él o ella tiene derechos de visita e incluso hay casos en que los fines de semana lo pasan con el cónyuge separado. Otros casos en que se cumplen las obligaciones económicas que proporcionan el mantenimiento, educación, salud, (con o sin seguro). Conviene aquí mencionar que se dan casos en que la dedicación, habilidad, amor ha permitido logros educativos ejemplares, que no han afectado seriamente a los vástagos, por ello es muy aconsejable  que pidan antes que nada la ayuda de Dios que necesitan, que recurran a la Santísima Virgen como Omnipotencia Suplicante e Intercesora Universal nuestra, y que esperen de la sociedad y otros familiares la ayuda que les es necesaria.

Esta problemática no es desconocida de los legisladores de los países y aquellos que aún no lo han hecho deberán encontrar formas de ayuda para los casos de monoparentalidad, en especial a través de una verdadera calidad en las guarderías infantiles que cuidan a los pequeños en las horas en que la madre o el padre no esté en posibilidad de hacerlo, así como en casos en que la ayuda económica se pueda proporcionar, vía tasas de impuestos reducidas u otro métodos asistenciales.

Son muchos los problemas que se presentan en la monoparentalidad, y siempre las víctimas principales son los de la descendencia, que pueden sufrir desajustes psicológicos, aun siendo  buena la labor del padre o la madre. Estos desajustes pueden dejarse sentir en varios rubros, como la dificultad de las relaciones amistosas con sus compañeros, un rendimiento incompleto en sus estudios, al ser y sentirse  diferente a la mayoría. Su referencia familiar puede impulsarle a conductas impropias de la edad, agresividad, tristeza, introspección, apego en demasía o en carencia con otros familiares cercanos, y muchos problemas más, que sería largo comentar.

El aspecto económico afecta a las familias monoparentales, al verse el responsable privado de oportunidades de trabajo al aumentar sus responsabilidades parentales, y disminuir su tiempo para trabajar en busca de mejores ingresos, lo que se maximiza al ser las mujeres las que mas padecen la monoparentalidad. Un grave problema es  el aumento notable de actividades de trabajo, al tener que administrar el hogar, con todas las múltiples necesidades que tiene, además del trabajo fuera de casa para sostenimiento de esta. Lo que puede pasar factura, con el tiempo en la salud del responsable, con sus consecuencias. Esta es una de las razones que nos llevan a considerar el que los vástagos lo tomen en consideración. Otros problemas de la familia monoparental se pueden dar por la confusión de los menores sobre su punto referencial, o sea el núcleo familiar al que pertenecen, es indispensable para la persona humana el saber cuál es el sitio al que pertenece, del que viene y al que regresa constantemente, donde obtiene el apoyo necesario, el lugar de identificación social, el núcleo familiar, si bien monoparental.

Si bien se mencionan como los más graves problemas del núcleo familiar monoparental los económicos, que afectan trabajo del cónyuge encargado de la prole, en materia de vivienda, educación, mantenimiento, salud, etc.  hay otro que de alguna manera rompe a la familia monoparental; se trata de un nuevo arreglo del cónyuge encargado con una nueva persona con la que decide compartir su núcleo familiar, ya sea con o sin casamiento de por medio, y en ocasiones se trata de dos núcleos familiares que se convierten en un tercer núcleo nuevo. La verdad que se trata de temas muy controversiales y de difícil si no imposible solución. Pidamos a nuestra Señora del Cielo que ayude a todos los que han caído en este problema, tan grande.   JCS.

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