miércoles, 22 de diciembre de 2021

HUMANITARISMO

 

 HUMANITARISMO.

Comencemos con datos duros y verídicos, los que precisamente de su verdad es  que toman su solidez inalienable:

El género se predica de una cosa por lo que es:

                Mujer se predica por su sexo, que es género femenino.

                Hombre se predica por su sexo que es género masculino.

De lo anterior se deduce con prístina claridad que la mujer es, de  sexo y género femenino, y el hombre es de género y sexo masculinos. No existen en forma natural otras denominaciones, aunque las actuales tendencias nos quieren hacer creer que hay más maneras “naturales” de definir a las personas humanas, en cuanto a su orientación sexual se refiere, ¿las hay?, sí, pero no obedecen a la verdadera y única naturaleza, humana, son excepciones, son las excusas inventadas por personas que no son amigas de la verdad. A la verdad por dura que sea hay que admitirla y nunca confundirla con la mentira, el engaño, la excusa, la apariencia, etc. hay que enfrentarla. Es un hecho que personas, por una interacción  compleja de factores biológicos, cognitivos y del entorno, así como factores hormonales genéticos o innatos son anormales, en su orientación sexual. Estas personas pueden ser tratadas médicamente por diversas especialidades médicas, en busca de la regularización de su defecto, y es seguro que encontrarán remedio.

Esto no solo es una cuestión moral, es la NATURALEZA que se tiene, y que es donación del Creador. Las cuestiones morales se definen por su finalidad, y las naturales por su entidad, en nuestro caso se reúnen ambas facetas:

--- En  la mujer,  moralmente,  es lo femenino, lo propio de su estado, de su forma de existir, y de cómo comportarse, del cómo se es mujer. Y en lo natural, el cómo la diseñó el Creador, teniendo la capacidad de embarazarse, con órganos de reproducción,  gestación, y alimentación de su descendencia, todo ello llevado a cabo con AMOR DE MADRE.

---En el hombre, moralmente, es la capacidad de reproducirse, embrazando a la mujer,  lo viril, lo responsable en relación a la paternidad,  con amor por su descendencia. En lo natural el ser portador de la semilla de la que viene la reproducción humana.

Hay que hacer con toda claridad la distinción entre lo natural y lo moral, lo natural es incambiable, es lo que se es por definición, lo moral depende de nuestra voluntad, la buena moral se acepta y se vive, si hay congruencia de vida, o se rechaza voluntariamente, y se cae en lo inmoral.

Aquello que no cumple con lo anterior, que es la finalidad humanitarista, que debe llevarse a cabo acorde con la conciencia y la religiosidad de cada persona habría que calificarlo de irregular, pues hay “formas” correctas e incorrectas de hacer las cosas, no podemos privar a la naturaleza de su diseño creacional original, ni podemos prescindir de la moral en nuestros actos de alta responsabilidad,  como la reproducción humana, que una vez que se ha dado la concepción, solo hay un destino legítimo para esta nueva persona, y es llevar el embarazo a buen término y responsablemente iniciar en la vida, crianza y educación, al recién nacido. Esta responsabilidad es del padre tanto como de la madre, independientemente del estado civil que se tenga.

Para las personas que sufren de una irregularidad en su naturaleza debemos de ser comprensivos, respetuosos, dispuestos a ayudarles en sus esfuerzos por recuperar su normalidad natural, en este aspecto la Iglesia Católica siempre ha sido bastión seguro y dispuesto a proporcionar gran ayuda.

Cuando hacemos referencia a la persona humana hay unos aspectos imperdonables que se nos vienen a la cabeza, uno de ellos importantísimo es el de la “dignidad humana”, otro es el del bienestar humano, y siguen muchos más y de gran importancia, cómo el del amor entre los seres humanos, el considerarnos como “familia humana“, la comunicación cuestión indispensable y que tiene múltiples facetas, la libertad de creencias religiosas, de pensamiento, de actividad, etc. los derechos naturales y los Derechos Fundamentales del Hombre. Los contenidos de estos aspectos mencionados cubren una serie de muy importantes puntos, como la igualdad: de todos los seres humanos en tanto criados a imagen y semejanza de Dios, sin hacer acepción a raza, cultura, confesión religiosa, color de la piel, edad, sexo, y  libertad de expresión Se debe de dar en  cuanto a la  procedencia: de clase social, ideas políticas, información, costumbres, capacidades o discapacidades. Sin olvidar la igualdad ante las leyes, la consideración, la dignidad, la capacidad económica, igualdad entre la mujer y el hombre en  las oportunidades de estudio, trabajo, justicia, salud, política, respeto, etc.

Un derecho muy conculcado en estos tiempos es el principal de todos los derechos humanos, el derecho a la vida, en este aspecto a los cristianos se nos recomienda muy especialmente encomendar al Señor que ilumine a las torvas mentes que no ven la criminalidad en  la falta de respeto por la vida humana en cualquiera de sus etapas, desde la concepción hasta la decrepitud por ancianidad, próxima a la muerte por dolorosa que sea, se deberá tratar con paliativos y dejando que sea natural su término. Derecho a la vida hay ante: el crimen, el homicidio, el asesinato en sus diferentes clasificaciones generales, la pena de muerte,  y  en las legislaturas que promueven: no la abolición del aborto, o la eutanasia,  sino su práctica, incluso como método de regulación natal. Visto desde cualquier ángulo se trata de un crimen con las agravantes de premeditación alevosía y ventaja, sobre un inocente concebido y con alma creada por el Señor. También están en contra de este derecho a la vida: las faltas de esfuerzos por el  término de las guerras y las fallas en los esfuerzos por terminar con la pandemia del Covid 19. Como también los “operativos” y retenes, policiales y militares que causan la muerte a personas inocentes. No consideran la sacralidad de la vida humana, la que solo Dios debe dar y terminar.

JCS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario