miércoles, 22 de septiembre de 2021

GAUDIUM ET SPES segunda parte ( primera fase)

 


DIGNIDAD DEL MATRIMONIO Y LA FAMILIA, la salvación de la sociedad se liga estrechamente a la situación de la comunidad familiar y conyugal, que son instituciones fundamentales de la dignidad humana, pero en muchas ocasiones, lacras sociales nublan esto, cuestiones como el divorcio, el amor libre, las parejas de hecho, prácticas ilícitas contra la generación. Además la propaganda contra la demografía, los problemas económicos y sociales de los tiempos nuevos, sin duda son asuntos que conciernen a nuestra conciencia, pero que no le quitan su valor intrínseco, ni a la familia, ni al matrimonio, por el contrario son soluciones, bien vistas las cosas. Por ello el Concilio ha querido arrojar luz cristiana sobre esta problemática.

Lo primero que preocupa es la conservación de la dignidad del estado matrimonial, que es sagrado, que es camino de santificación cuando es vivido acorde a lo que la Iglesia nos indica, pues es una comunidad de amor creada por Dios, acto humano de entrega mutua, con miras a la felicidad personal, ayuda mutua, y a la generación de prole. Visto esto se entiende  el valor de su indisolubilidad. En un matrimonio que se vive apropiadamente hay crecimiento espiritual de todos sus miembros. Dios dijo: “No está bien que el hombre esté solo”, ( Gen, 2,18 ) y no hay regalo mayor en esta vida que los hijos, que contribuyen al bien del matrimonio, de los padres, de la sociedad, del país y del mundo. Sin generación de la prole se acabaría el mundo. ¿Que contribución puede ser mayor para la existencia humana? En ninguna situación puede el hombre subsistir mejor que en el calor del hogar familiar. Asi se conjuga nuestra existencia con la dignidad de todos los seres humanos.

 Por estas y otras razones tenemos que considerar en horrible crimen nefando de los no-natos, lacra  de estos tiempos que nos distinguen como los --criminales de la vida humana-- . hay formas de regular la natalidad sin ofender a Dios, haciendo una planeación familiar adecuada a las condiciones sociales, económicas, de salud, etc. Los hombres de buena voluntad pueden fácilmente hacerlo, lo que es indispensable y responsabilidad de las instituciones educativas, de las legislaciones anti-aborto, de la Iglesia a través de sus sacerdotes especialmente, de los hombres consientes y enterados, pero en especial de los gobiernos que son los que cuentan con los recursos para que los matrimonios sepan cómo planear dignamente su descendencia, sin ofender a Dios.

 

PROGRESO DE LA CULTURA.- La vida social se hace mas humana con el esfuerzo integral de las facultades de las personas, la espiritual, la técnica y las corporales, al ir sometiendo  a su dominio la naturaleza, en eso consiste la cultura. Los  conocimientos, trabajo, creación de instituciones, experiencias y ambiciones espirituales benefician al género humano.

 El aspecto histórico así como las costumbres, con el progreso de las ciencias va produciendo un     cambio de condiciones de vida, de allí la enorme importancia de la  visión cristiana, sobre los   nuevos modos de pensar y actuar  estamos frente a un nuevo humanismo, que presenta sus responsabilidades históricas, que nos llevan a nuevos diálogos.

NOTA, nuevamente recuerdo que los planteamientos de esta Constitución Pastoral, datan del 1965, mas de medio siglo, pronto tendrán 56 años de su publicación, por lo que su influencia al haber actuado en la historia humana ha dejado su impronta, lo que es precisamente su objetivo, influir positivamente en el género humano.

Entre los diálogos mas importantes está el del destino  de los bienes de la tierra que deben de beneficiar A TODOS, no solo a parte de los hombres, aquí la encíclica insiste en la aplicación de la justicia y la caridad, al cumplir con la obligación que todos tenemos de ayudar a los pobres, haciendo referencia a empresas y empresarios de todo tipo, órganos gubernamentales, instituciones, y personas, en pocas palabras tanto hace referencia de las personas morales como las físicas, mas que nada brindándoles la oportunidad de salir de su extrema pobreza con su propio trabajo. Pero subsiste en los que mas tienen la obligación de ayudar. Hasta antes de la pandemia actual del Corona-virus, la lucha contra la pobreza humana, iba presentando avances al disminuir la pobreza extrema, pero en este momento no solo no hay ya avance, sino que se está dando retroceso.

La Iglesia siempre ha sostenido la conveniencia de que todos los adultos tengan una propiedad privada que les proporcione lo necesario para la vida familiar decente, que sus emolumentos sirvan para cubrir sus mas ingentes necesidades, y que sus gobiernos les proporcionen la seguridad en materia de salud, educación y justicia. La propiedad privada es parte de ese destino común de los bienes de la tierra. Obedeciendo a Cristo y persiguiendo nuestra propia salvación, la búsqueda de lo dicho es obra de justicia impulsada por la caridad.

Los bienes de la tierra en general, fueron creados por Dios con destino para todos los hombres. A algunos les toca ser administradores, y producen riqueza, gracias a poseer el capital, la tecnología, la oportunidad o cualquier otra causa y a otros les corresponde ser empleados por dichos administradores, para la explotación económica de la mencionada riqueza, pero los beneficios deben ser equitativamente  alcanzados por todos. Aquí lo que conlleva comentario es la falta de equidad, que suele darse, al repartir las riquezas obtenidas, en el sentido de que unos son mas explotadores que administradores y se enriquecen sobremanera, y resultan explotados los empleados, que aportando su vida de trabajo, no obtienen lo que en justicia les corresponde, con el resultado de que están en un estado de pobreza indignante. Una economía bien desarrollada no debe de permitir eso, aunque tenga que ejercer  controles legales sobre los malos administradores por parte de las autoridades competentes. Una economía bien desarrollada provee seguridad en la salud, en la educación, en la previsión, pero necesita de un empresariado consiente y que colabore sin omitir sus obligaciones fiscales, así como de gobiernos honestos y capacitados para que sus instituciones cumplan adecuadamente con sus funciones, en eso consiste el verdadero desarrollo apropiado de la humanidad.

LA VIDA DE LA COMUNIDAD POLÍTICA.   Es indudable que existe un deseo de mejorar las condiciones políticas internas y externas de los países, y de ejercer la  persecución del Bien Común, y de que se respeten cada vez mas los derechos de la persona humana, como la libre reunión o asociación, expresión de las opiniones propias, pública o privadamente, participación en la vida y gestión de los asuntos públicos, de esto hay un crecimiento de los deseos de participación, por lo deben quedar reprobadas las formas políticas de trabar las libertades civiles, religiosas, o ejercer presiones indebidas. Que se aclaren los límites de las autoridades políticas.

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