lunes, 19 de abril de 2021

SACRAMENTO DEL BAUTISMO.

 

 SACRAMENTO DEL BAUTISMO.

Dado que en las familias o entre las amistades, gracias a Dios siempre hay algún bautismo, es conveniente que recordemos algunos aspectos de este Sacramento, es por ello que les presento lo mas básico, en caso que quieran abundar en el tema, nada mejor que recurrir al CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

Vamos a realizar las próximas entradas con los  temas de los siete Sacramentos, y los veremos en el orden usual, comenzando por el Bautismo.

Lo primero que debemos de saber es que los siete Sacramentos son instituidos por Jesucristo, Él tiene una triple función en el pueblo de Israel, Dios Padre lo ha enviado para instaurar en forma definitiva su reino en este mundo, para lo cual es ungido por el Espíritu Santo como Rey y Sacerdote, pero también como Profeta, y cumple esa triple función, (Lucas 4, 16-21). Lo contenido en este párrafo es cuestión de fe, posiblemente nuestra razón humana no lo alcance a comprender, pero la fe nos permite creerlo perfectamente.

De entrada debemos decir del Bautismo es que es el Sacramento indispensable, sin haberlo recibido, no se pueden recibir los demás, es el que nos introduce a la vida de Jesucristo, nos hace cristianos, nos incorpora a su Iglesia, lo que quiere decir que nos corresponde cumplir con la misión de todo cristiano, dentro de su Iglesia. Al ser bautizados renacemos por el agua y la palabra. El agua con la que se nos bautiza simboliza la limpieza que nos despoja del hombre  que nace con pecado de origen y nos purifica como hombres nuevos, limpios de todo pecado. Esta purificación es indispensable para entrar al Reino de Dios.

Debemos de agradecer al Señor que nos otorgue este don maravilloso, que nos transforma en hijos adoptivos de Dios, y por tanto herederos de la vida eterna, lo que a lo largo de nuestra vida debemos de saber ganarnos esa herencia de felicidad eterna. El bautismo se trata de la unción que debe realizarse lo mas pronto después del nacimiento, solemos darle mucha importancia a la celebración, a la fiesta, al compadrazgo que se establece, y si es importante, pero no debe ser impedimento, para que se retrase la fecha del bautismo.

Es muy conveniente tener de antemano escogidos e invitados a la que será la comadre y al compadre, además de  padrinos del o la que se va a bautizar,  independientemente del lazo social que establecen, también lo hacen al tomar el compromiso serio que los padrinos contraen y que comentamos mas adelante, otro aspecto que conviene cuidar es el del certificado que la parroquia donde se celebra la ceremonia. Al ser bautizada toda persona en su parroquia, se registra al bautizado y se le expide un documento que le será útil y necesario en diversas ocasiones en su vida, por lo que es aconsejable guardarlo y tener aparte copia del mismo, para futuras necesidades. Como no conocemos los posibles lugares donde vayamos a vivir o vayan a vivir nuestros hijos, por ejemplo cuando vayan a contraer matrimonio, o vayan a apadrinar  a alguien, que se les requerirá ese certificado, cuenten con la referencia. Los padrinos no harían mal en tener su copia.

Desde Pentecostés la Iglesia ha celebrado el rito del Bautismo, recordemos la predicación de San Pedro, al dirigirse a esa multitud en la que miles se convirtieron: “Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el Don del Espíritu Santo” ( Hechos de los Apóstoles 2, 38) y se bautizan, judíos, hombres con temor de Dios, paganos, etc. les piden que tengan fe. A San Pablo, preso en Filipos, le dice a su carcelero: Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa. Todos se bautizaron. (Hechos de los Apostoles, 16, 31-33).

Los tres pasos que en los primeros tiempos, han sido: Iniciación escuchando la palabra de Dios, en se acoge la palabra del Evangelio, que lleva a la conversión, la profesión de fe, , el Bautismo, y la efusión del Espíritu Santo que nos lleva a la Comunión Eucarística,  ha ido cambiando esta forma de iniciación al correr del tiempo. Ahora las personas suelen bautizarse de bebés, y en los casos que esto no ha sucedido y un adulto opta por bautizarse, la mejor manera es prepararlo con la iniciación que se llama catecumenado, por ser, el que se quiere bautizar llamado catecúmeno. Este bautismo del catecúmeno, le perdona todos sus pecados, y confesará solo los que cometa después de su bautismo. Es bueno tener en cuenta que en condiciones en que sea necesario cualquier persona puede bautizar a otra, dos ejemplos serían el de un bebé moribundo y sin la oportunidad de llevarlo a la iglesia, o el del adulto moribundo que o pide o acepta ser bautizado en los últimos momentos de su vida, basta para que dicho bautismo sea válido el derramar un poco de agua sobre la cabeza y pronunciar la sencilla formula siguiente: “yo te bautizo en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo”.  Y la persona queda bautizada. Si hay mejoría de la persona en cuestión, se debe de llevar a su parroquia correspondiente y explicar lo sucedido, y que se corra el registro correspondiente.

La liturgia del bautismo es muy interesante y nos ilustra, está plena de simbolismos y significados, lo que nos lleva, para terminar hoy; al asunto de los padrinos. Es y grave,  su responsabilidad, la de asegurarse por todas las maneras necesarias que los ahijados reciban la formación católica adecuada. Esta responsabilidad, por supuesto recae en los padres en primerísimo termino, pero si por las circunstancias que fuesen los padres, o faltan o no  cumplen, son los padrinos los encargados de iniciar en la fe a sus ahijados. Es un compromiso que se toma con Nuestro Señor y con su Iglesia, y muy serio.

Preparó Jorge Casas.

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