jueves, 16 de enero de 2020

VIRTUDES CARDINALES.


VIRTUDES CARDINALES, (2020).
                                                                                           
Al principiar cada año nuevo y ahora se trata del 2020, todos tenemos deseos y propósitos, en esta ocasión me gustaría compartir con Uds. Los que  son mis propósitos personales. En la esperanza de que sean de utilidad para alguien. Se trata de una lista pequeña, pero espero poder cumplir, pues ello me hará mejor persona, lo que espero que suceda a todos Uds.
De mis tres propósitos los que son: vivir mejor las Virtudes Cardinales, poner mas orden en mi vida personal, usando mejor mi tiempo y de forma mejor organizada, y lo mas importante, estar mas cercano a Nuestro Señor Jesucristo y a la Santísima Virgen, nuestra madre del cielo, para lo que ante todo confío en la ayuda de Dios, en cuyas manos pongo mis esfuerzos, en la convicción de que la recibiré, y por ello pediré en mis oraciones.
Dos de mis propósitos son personales y en cuanto a las Virtudes Cardinales, me complace compartir con Uds. Algunas facetas de las mismas, que creo que nos ayudarán.
Se enseña por los especialistas que el conjunto de las virtudes incluyendo las teologales y las humanas son un sistema, y que el cumplimiento de las teologales se sustenta en las humanas, que todas están concatenadas entre si, y de las aquí hacemos referencia que son Virtudes Humanas, las llamadas Cardinales, reciben este virtudes humanas adjetivo dado que encabezan y de ellas se desprenden las innumerables.
PRUDENCIA.- Esta es siempre mencionada en primer lugar, y podríamos definirla como: la virtud que prepara nuestra alma espiritual para escoger en todas las circunstancia el verdadero bien y elegir los medios para realizarlo.
La prudencia es la virtud que permite a nuestro espíritu el discernir en cualquier situación nuestro verdadero bien y elegirlo imponiendo los medios para ello. De manera que cualquier acción para obtener los bienes y el imperio para obtenerlo es el camino prudente.
La prudencia se relaciona con el intelecto es radical a la razón práctica es orientada a la praxis en ello encontramos cuatro actos:
Consejo (concillium), juicio práctico (iudicium), precepto (preceptum), e imperio (imperium).
El primer paso de nuestra prudencia se sustenta en la humildad que nos permite saber que no estamos en la capacidad de obtenerlo todo y en todas las circunstancias, por lo que es aconsejable  el buscar consejo en aquellos que realmente estén preparados para darlo, ello nos dará la oportunidad  de actuar prudentemente. Mas no debemos tan solo conocer el modo prudente de hacer las cosas, al ser la prudencia una virtud de acción, debemos también de llevar a cabo las acciones correspondientes, una vez que sabemos el mejor modo de hacer algo, hagámoslo.
La prudencia debe de llevarse a cabo no solo en la vida personal, también se necesita en las organizaciones. En estas las decisiones colegiadas son mejores que las puramente personales, gracias al aporte de mas puntos de vista y mas personas envueltas en la responsabilidad.
JUSTICIA.- Ha sido definida con muy pocas palabras como el dar a quien lo que le corresponde. Por supuesto que esto se puede ampliar y explicarse con mas cuestiones , como el que siempre,hay que respetar lo que pertenece al ámbito de los otros, tanto en lo material coo en lo espiritual, (solo como pequeño ejemplo)
Aquí surge una pregunta: ¿Que es lo justo para con Dios? la respuesta es simple: todo. Pero la justicia a la que nos referimos es entre iguales, y la diferencia entre el Creador y las criaturas es inconmensurable, por lo que con Dios no tenemos deberes de “justicia”, para con Dios son obligaciones incontrovertibles. De  manera que la praxis de la justicia es entre las criaturas, específicamente humanas.
San Juan evangelista nos enseña Dios es Amor (1 Jn 4,8) esta es la clave para vivir justamente con respecto a nuestro Creador y está en nuestra naturaleza la capacidad de respuesta, a Dios le debemos de amar con amor de correspondencia. Hemos sido los humanos creados a su imagen y semejanza, de allí surge nuestra capacidad de amarle, es lo justo, Él nos amó primero, desde la eternidad.
En relación a la justicia entre criaturas humana tenemos que considerar los derechos de los demás siendo el primer derecho el de la vida,  otros son la libertad, la propiedad, la fama, el pago de las deudas, el pago de los salarios justos, el respeto a la dignidad, etc. mas no podemos olvidar que en tanto nuestra naturaleza de seres gregarios, tenemos una forma de vida en la que hemos formado una base legislativa que busca una coexistencia mejor, apropiada y en la que se debe, entre muchos otros aspectos, practicar la justicia por igual para todos, (lo que es uno de los grandes ideales humanos), libremente nos sujetamos a dicha legislación, sin perder nuestra libertad. Aunque hay casos en que la justicia legal debe de quitar la libertad física a ciertas personas, por delitos que así lo merecen.
Algunas acciones son injustas, siendo legales, en relación a los demás, pero se deben de examinar cuando se estudia la virtud teologal de la Caridad.
Del amor que le profesamos a Dios se debe de desprender nuestro amor a sus criaturas, pues las ha creado a todas por amor, en especial las criaturas humanas, debemos de considerar una injusticia el no amar a todos los seres humanos.

FORTALEZA.- Es la virtud que nos permite acometer las dificultades, y pelear contra nuestras limitaciones. Una frase de Séneca nos ilustra sobre el tema:”per aspra ad astra” su significado en español, “a través de las dificultades hasta las estrellas”, lo que nos permite  definir la fortaleza como: la virtud    del esfuerzo para obtener lo que vale la pena.
En la vida nos es necesario limar las asperezas de muchas cosas a manera de ir resolviendo problema tras problema, en ello consiste la vida. Nuestros objetivos siempre deben de ser hacia arriba, hacia Dios, para el hombre virtuoso nada es dificultoso, si realmente lo quiere llevar a cabo, parte de nuestra naturaleza humana es el ser débiles en ciertas formas, , esa es la razón por la que la fortaleza es tan bien valuada, debido a la capacidad de sacrificio para salir victoriosos en la persecución de cosas buenas.
Las Sagradas Escrituras nos enseñan que la fortaleza nos viene dada de Dios, que solos somos muy incapaces en especial para obtener lo difícil, pero con el ejemplo de Jesucristo y su ayuda obtenemos la gracia necesaria para actuar debidamente. Otra faceta de esta virtud es la capacidad de resistir lo adverso, lo desagradable, lo duro y llegar a resolver. La paciencia es una virtud asociada a la fortaleza, lo mismo que la perseverancia. Es conveniente que meditemos sobre esta asociación de virtudes.

TEMPLANZA.-ESTA VIRTUD CONSISTE EN LA MANERA ARMÓNICA QUE HACE POSIBLE A LA PERSONA, ESCOGER BIEN. Se trata de escoger bien aquello que es de valor. Es de gran importancia que en esta vida gocemos de las cosas buenas, en uso de nuestra libertad sin permitir que ello nos esclavice, no debemos de perder el señorío sobre las cosas, somos nosotros los que las tenemos, que no nos posean ellas a nosotros. El Papa, Francisco dice que la templanza es “el sentido de la medida”.
La templanza nos permite no perder el rumbo, es como una brújula que nos marca hacia donde nos hemos de dirigir, apuntando siempre a Dios,  ya que nuestro objetivo principal, nuestro fin de fines es la salvación eterna, y Dios quiere que lo logremos viviendo felices en esta vida. Si los vicios o la avaricia, el ansia de poder  o de fama  cubre la vida de las personas, entonces el objetivo se pierde. Debemos preservar el objetivo por el cual vivimos, que es el de amar y servir a Dios sobre todas las demás cosas.
Esta virtud nos ayuda a mantener el equilibrio al servir a los demás, y encontrar  en ello felicidad, quien se aleja de Dios lo hace de sí mismo, y solo se reencontrará cuando redescubra a Dios.
Recordemos la famosa sentencia de San Agustín:” Señor nos hiciste para ti y solo descansa nuestro corazón cuando lo hace en ti”.
Jorge Casas y Sánchez.

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