jueves, 14 de julio de 2016

BREVÍSIMOS COMENTARIOS PERSONALES A LA EXHORTACIÓN PASTORAL POSTSINODAL DEL PAPA FRANCISCO:
AMORIS LAETITIA,  ABRIL DEL 2016. primera parte

Por supuesto que se recomienda ampliamente la lectura meditada de toda esa riqueza que se nos presenta en la Exortación, estos brevísimos comentarios deben de servirnos para despertar el interés por su lectura meditada. Nos comenta en su introducción el Santo Padre, que a la juventud en especial les mueve el interés por la cuestión familiar, lo que es una grata noticia y además que a los matrimonios les interesarán mas los capítulos cuarto y quinto, a los agentes de la pastoral el sexto, y que todos nos veamos muy interpelados en el capítulo octavo.
CAPITULO PRIMERO.- A la Luz de la Palabra.
 8-30.-La Biblia, nos hace ver el Papa, está plagada de principio a fin de cuestiones familiares, desde el Génesis con la de Adan y Eva, hasta el Apocalipsis con las bodas de la Esposa y el Cordero, menciona la importancia del Salmo 128, 1-6;  comenta como la capacidad de generación de la pareja humana es el camino en que se desarrolla la historia de la salvación; el amor en la Familia Divina; además, como Jesús señala en el Antiguo Testamento, aspectos de las familias. Delinea  los casos de las familias en el Nuevo Testamento. Continúa con las enseñanzas catequistas de la Biblia en ambos testamentos y hace comentarios muy importantes sobre la acción de los padres en la introducción de los hijos en la fe cristiana. Comenta la violencia y la presencia del dolor de la vida familiar con riquísimos ejemplos de ambos testamentos.
Le confiere un sentido especial al amor ( en el capítulo cuarto nos extenderemos mas sobre el amor y su misterio así como su importancia) y a los valores, en especial por tratarse este año como año de la Misericordia, en forma constante nos hace ver todos los aspectos evangélicos y escritos del Antiguo Testamento que se relacionan con los diversos aspectos de la familia, el matrimonio, la fe y las virtudes propias de la vida familiar, y añade pensamientos y alusiones de todo género de sus antecesores en el papado. En fin podemos asentar que nos presenta el Papa sobre este brillante trabajo sinodal la --"grandeza incomparable"--  de la sabiduría de la Iglesia que la voz de Dios nos ha dejado en ambos testamentos sobre esa institución tan atacada hoy día por el mercado, el ateismo, el consumismo, el hedonismo e incluso algunas políticas estatales.
Termina este Capítulo Primero, con bellísimos ejemplos y señala narraciones bíblicas de extraordinaria belleza.
CAPÍTULO SEGUNDO.- Realidad y Desafios de las Familias.
31-57.-Comienza el Santo Padre considerando el cambio antropológico que están experimentando las familias de hoy, en la profundidad del misterio de la familia y del matrimonio, y su decisivo bien para el futuro del mundo. Este cambio es cultural y por tanto complejo y ni la sociedad actual, ni aquella a la que nos encaminamos permiten que las costumbres antiguas en forma indiscriminada nos afecten, ademas la sociedad actual apoya menos a las personas en su vida afectivo-familiar. Y nos señala el peligro del individualismo que en lugar de aportar, con su comportamiento se convierte en huida de responsabilidades que es de encierros o arrogancia, los que incapacitan la donación de uno mismo para el bienestar familiar, pudiendo mencionar la cohabitación sin convivencia, y acciones positivas como puede ser la convivencia sin cohabitación, en esta tendencia de la juventud a alejarse de la casa familiar, o materna o paterna, cuando se da el espíritu de justicia en las aspiraciones personales.
Los cristianos nunca estaremos dispuestos a prescindir del matrimonio en aras de la moda , las costumbres o las legislaciones, lo contrario sería un descalabro moral que va en contra de los mas altos valores humanos, tenemos motivos y razones que avalan esto, al estar las personas dispuestas a recibir la gracia de Dios. Esto último es de una radical importancia y quizás hemos fallado en enseñarlo, mientras que hemos sido muy redicales en aspectos morales, bioéticos y doctrinales. Estamos llamados no a sustituir conciencias sino a formarlas.  Que entiendan lo que ayuda y santifica en el enorme Sacramento del matrimonio, la Gracia de Dios.

58-75. LA MIRADA PUESTA EN JESUS . LA VOCACIÓN DE LA FAMILIA.
No puede, no debe de dejar de anunciarse entre y desde las familias la grandeza de la familia, de su importancia, de su absoluta necesidad para la existencia humana, y esto no como una fria legislación, como una obligación que procede del gragarismo, sino como ese ámbito de amor, de responsabilidad de aceptación y promoción del ser humano, que con ternura, paciencia y misericordia forma a los nuevos seres humanos por los padres y estos en ello se forman también en busca de su propia maduración, es esí como esa maravillosa institución que llamamos el "Matrimonio Católico" se presenta ante todo el mundo, aunque la luz que lo ilumina, que es la del Pdre no sea vista por los que no son capaces de ello.
El casarse para los católicos conlleva, incluye,  un don de Dios que es mal entendido por los enemigos de la Iglesia, y que es visto como una pérdida de la libertad, es el VINCULO IDISOLUBLE,  aquel en el que incluso Moises tuvo que condescender por la dureza de corazón del pueblo judío, por lo que no podemos dejar de ver en esta unión permanete la gracia que recibimos de Jesucristo, su doctrina que nos acompañará hasta el final de los tiempos, esto es lo que nos asegura que por muy atacada que sea nuestra institución matrimonial  siempre existirá mientras haya hombres en la tierra. La asistencia de Jesús a las bodas de Caná es el paradigma de la Iglesia, en especial porque Cristo asiste , justo al principio de su vida pública, tal es la importancia que Él le otorga al matrimonio.
Nace Jesus en una familia, en ella vive, crece, aprende lo que en tanto persona  humana es, familia con perfume de amor, cohexitencia y convivencia amorosas, ejemplares, misterio que en su inicio el mundo celebra cada navidad.  Pedagogía Divina que nos enseña la importancia de tantas cosas, resaltando el amor conyugal y el paterno-filial en la vida humilde, de bajo perfil como se le calificaría hoy día, de dos varones y  una mujer que se ganan la vida con el trabajo de sus manos, en ejemplar armonía a traves de los años. Los Papas de la Iglesia ante la necesidad de ilustrar a su feligresia y al mundo entero se han ocupado de elaborar documentos de importancia muy grande, es así, como de los últimos tenemos encíclicas, cartas pastorales y muchos otros escritos, de gran realce de los que podemos mencionar; HUMANAE VITAE, la FAMILIARIS CONSORTIO, la CASTI CONNUBIS, la DEUS CARITAS EST, la CARITAS IN VERITATE, GAUDIM ET SPES, que tanto han contribuido a entender la Doctrina Neo-Testamentaria sobre familia y matrimonio. Como vemos el interés de los cristianos no decae ante los ataques a estas carísimas instituciónes.
Jesucristo no solo llevó al matrimonio a su estado original, previo a la concesión de Moises, sino que lo elevó a Sacramento. En su infinita sabiduría restaura la Imagen y Semejanza, en la familia humana con la Santísima Trinidad, en tanto Sacramento el matrimonio es camino de santificación y salvación para los esposos y "Ecclesia Doméstica" para los hijos, además, pues alli serán iniciados en la fe. Como vemos no se trata de un simple rito, una convencion social, un acto protocolario, es el dar seguimiento a la vocación de vivir en amor conyugal, que se nos otorga por nuestro Creador a cada uno para pasar nuestra existencia en sociedad, colaborando al Bien Común esta vida,  en aras de obtener la salvación en  la otra.
Los teólogos nos señalan la unión de Cristo con su iglesia, y la unión matrimonial de un hombre y una mujer, y así como la primera es de sólida, perfecta, permanente  debe de ser la segunda, en imitación de Cristo. Es por tanto de desearse que el amor entre los cónyuges sea como el amor etre la Iglesia y Jesucristo, al darse uno al otro en el matrimonio, y aunque entanto analogía es imperfecta, la comparación, lo que si es fundamental es la gracia de Dios que se obtiene en la entrega mutua. Ambos son signos de amor el primero perfecto en cuanto divino, el segundo tan solo humano, de allí que requiere de la gracia. La unión sexual, don maravilloso de Dios a los cónyuges, viene a ser motivo de unión espiritual, de alimento para en amor mutuo, y  estará fortalecida por la gracia divina, como lo es también para la solución de los problemas al ejercer sus esfuerzos y creatividad propios de la vida de casados, no solo frente a Dios sino a la sociedad y a los otros, es por demás decir que en sus oraciones los matrimonios no deben de dejar de pedir la gracia a Dios, por ellos sus progenitores y sus descendientes.
76-  SEMILLAS DEL VERBO Y SITUACIONES IMPERFECTAS.
El Evangelio de la familia debe ocuparse de los que aun deben madurar dentro del matrimonio para que lleguen a un mejor conocimiento del misterio sacramental en su vida,  lo que  se obtiene con el conocimiento de la Revelación de Cristo que ilumina la unión permanente del hombre y la mujer, incluso en las que no proceden de nuestra Iglesia sino que se dan en otras culturas o tradiciones religiosas, dada la sana vocación del ser humano, siendo estas realidades matrimoniales, si se abren a la vida y educación de sus proles, viven la verdadera union matrimonial, encontrarán estima y aceptación por nuestra parte.
La luz de Cristo inspira el cuidado pastoral amoroso para quellos que viven uniones imperfectas, como los divorciados vueltos a casar, se pide en la oración, para ellos la gracia de la conversión, y el acierto en las decisiones y responsabilidades, ante el Bien Común. La doctrina es muy clara , pero ello no implica el que dejemos de estar atentos al modo en que estas personas viven y sufren sus condiciones perticulares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario