jueves, 3 de octubre de 2013


BREVE CURSO DE FILOSOFIA CRISTIANA XIX. SANTO TOMAS SEGUNDA PARTE.

(CONTINUAMOS CON DIOS)
Sto. Tomás tomó muy en serio el pensamiento anterior a él, profundizó en este y fué superando las dificultades que mostraba, en especial la difícil síntesis entre RAZÓN Y FE, que hoy día se sigue analizando por los grandes pensadores, es sin duda una de las mas difíciles cuestiones que presenta la mente humana. Un ejemplo puede ser la definición famosísima de LA VERDAD que nos la sintetiza como: ADECUACIÓN DEL ENTENDIMIENTO CON LA COSA, a lo que añade que no puede haber una doble verdad, como lo sostenía  Averroes  al decir que algo podía ser verdad en filosofía y mentira en teología al mismo tiempo.

En cuanto al ente nos aclara su diferencia con el ser, es decir que el ente tiene existencia mas no es el ser, ente y existencia son diferentes, al ente lo limita su esencia, dicho de otra manera el ser es ilimitado y el elemento que limita al ente es su esencia, solo en Dios hay identidad de esencia y existencia. Y de una vez aclaramos que el único que puede dar la existencia es el Creador, nada puede existir o proceder fuera de su creación, pues la existencia es un ser participado, es así como se entiende que Dios ES EL QUE ES, pues en este sentido como solo de Dios proviene la existencia de todos los entes, Él al no proceder de nada ni nadie,  podría decirse, no que existe,  sino que es, ya que a la esencia la entendemos como un modo de ser o sea una limitación del ser.
Otro razonamiento del  Aquinate  es la extensión que da a la teoría aristotélica del ” acto y potencia”,  al aplicarla al binomio de  ”esencia,  existencia”,  diciéndonos que la existencia es el acto de la esencia, o sea que la esencia está en potencia respecto del acto de existir,  y tal binomio de existencia esencia son el ente en tanto ente, por lo que no es imaginable la esencia separada de la existencia , pues entre las dos forman el ente individual.
LAS CINCO VIAS de Sto. Tomas para demostrar la existencia de Dios, dado que es evidente la existencia de Dios, mas no lo es,  de modo inmediato,  requiere una demostración racional y el Aquinate lo hace de manera tal que ni los antiguos filósofos, ni los modernos han sido capaces por  necesidad admiten sus pruebas (Vias) utilizando los hechos sensibles tales como:
 el movimiento de todos los entes,
 la contingencia de los seres,
 la causa –efecto,
 el orden en el universo,
y la gradualidad de las perfecciones,
llega a conclusiones que demuestran la necesidad de un:       
 SER INMOVIL,
 CAUSA PRIMERA,
 EL SER NECESARIO, POR NECESIDAD ABSOLUTA.
 QUE NO DEPENDE DE NADA NI NADIE,
 QUE ES PERFECTO Y ORDENADOR DEL UNIVERSO.
En seguida tratamos muy brevemente cada una de estas conclusiones:
DIOS ES INMOVIL; se deduce que es necesario que haya un ser que de movimiento a todas las cosas, sin ser movido por agente alguno, por lo que Dios es inmóvil, si no fuera es que habría algo superior a Él, lo que repugna a la naturaleza de primer motor. Y si es necesario que este ser primero sea total y absolutamente inmutable.
DIOS ES CAUSA DE TODO; resulta de lo que precede que Dios es eterno pues todo lo que  existe o deja de existir lo hace por movimiento o mutación y ya hemos demostrado que Dios es inmutable.
ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO; todo lo que puede ser o no ser es mudable, todo ser que es,  es imposible que no sea, y todo lo que es,  es necesario que reciba el ser de otro, que se lo comunique, que sea anterior a este, y como no hay nada que pueda ser anterior a Dios, en Él no hay posibilidad de ser o no ser, luego es necesario, de toda necesidad , que Él exista.
NO DEPENDE DE NADA; ni tiene sucesión alguna, ya que lo que existe tiene en su movimiento una anterioridad y una posterioridad en el movimiento, en Dios esto no se da por lo que su existencia es totalmente simultánea, en la existencia de las cosas no se da la existencia simultanea pues adquieren y pierden en el tiempo pasado o venidero.
SU PERFECCIÓN Y ORDEN MARAVILLOSO DEL UNIVERSO; toda perfección es comunicada, luego estas deben existir en forma superabundante en quien las comunica, como comunica por ejemplo la ciencia, debe poseer en forma eminente y superabundante la ciencia en tanto maestro que enseña a los demás, quienes la adquieren limitadamente, no como la poseé Él. Sobre el universo reprocha la idea de que se ordene a si mismo, su orden procede del diseño, providencia, cuidado y la voluntad divinas.

Una vez entendido esto se infieren en Dios, una perfección, un poder creador a partir de la nada, una providencia y un amor por el género humano,  que quiere que se salve completo.
Hecha esa demostración,  Santo Tomás profundiza en el tema del hombre y su antropología, aclarándonos que solo se concibe al hombre en tanto a sus dos elementos, el espiritual de nuestra alma y el material de nuestro cuerpo, distinguiendo en estos dos órdenes las facultades del orden cognositivo  ( inteligencia ) y del apetitivo  (voluntad ) en cuanto a facultades del alma que es nuestro nivel superior , y los sentidos y apetitos sensibles en el orden inferior. Siendo ambos los que deben tender al bien en cuanto Bien (Dios) y distingue la tendencia al bien con amor de benevolencia y al bien con amor concupiscente. El primero puede  incluir nuestro amor a Dios y el segundo puede incluir el amor desordenado por nosotros mismos. La Moral cristiana precisamente trata de conocer mas y mejor a Dios para amarle más, y controlar nuestros apetitos y pasiones desordenados precisamente (mortificación) por amor a Dios y a sus criaturas.
Y continúa en su antropología enseñándonos que la recta razón que conociendo la verdad actúa de acuerdo a la “Ley Natural”  que para los humanos consiste en la participación en la bondad de Dios. Nos deja una definición de la Moral Cristiana: ORDENACION DE LA RAZÓN, PARA EL BIEN COMÚN, PROMULGADA POR QUIEN TIENE EL CUIDADO DE LA COMUNIDAD.  La sabiduría de estos conceptos es tan actual hoy día porque da lugar a nuevos conceptos de nuestro tiempo y los dará a los de tiempos futuros, nunca se prescindirá del concepto del “ Bien Común”,  que es tomista y que pone en armonía a la persona con la sociedad y con el Estado. Por supuesto que nos referimos al Bien Común terrenal y no al sumo Bien Común que es Dios.

Jorge Casas y Sánchez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario