miércoles, 4 de enero de 2012

VIRTUD TEOLOGAL DE LA CARIDAD


VIRTUD DE LA CARIDAD.

La Virtud de la Caridad, es aqella por la cual amamos a Dios por encima de todo lo demás, y le amamos con todas nuestras capacidades del alma, con toda nuestra fuerza, y de este amor de deriva el amor a sus criaturas, en primer lugar a los hombres, en especial a los que son nuestros prójimos, a quienes amamos como a nosotros mismos.

Lo anterior amerita ciertas aclaraciones, a Dios no le podemos conocer en todas sus inconmensurables particularidades, solo conocemos algo de lo que es y de lo que no es, por ejemplo sabemos que es el único Dios, que su única naturaleza divina tiene tres Personas distintas, a las que les atribuimos, al Padre la Creación, al Hijo la Redención y al Espíritu Santo nuestra santificación, sabemos que es amor, que por amor ha creado, nos ha redimido y actúa en cada uno de nosotros, si le aceptamos, para que nos santifiquemos, si en uso de la libertad que nos ha otorgado así lo decidimos, así lo queremos; aquí el “querer” tiene una importancia definitiva, pues como nos ha otorgado el Libre Albedrío, es en uso de nuestro querer, de nuestra voluntad que decidimos en nuestro fuero interno, si queremos relacionarnos con Dios debidamente a través de saber cual es su voluntad y cumplirla. Sabemos que su poder es infinito, que su bondad es perfectísima como todas sus cualidades, y sabemos que en Él no hay maldad, que no es ajeno a nosotros, que por estar en su mente existimos, y que si dejáramos de estarlo volveríamos a la nada, que su misericordia está siempre presente en todo lo que existe, sabemos y creemos con toda nuestra capacidad que la segunda persona, el Hijo, Jesucristo se hizo carne, como nosotros excepto en el pecado, que nació de la Santísima Virgen, todo lo demás que nos presenta el Credo, la Tradición, su Divina Revelación y las explicaciones, aclaraciones y enseñanzas de su Magisterio el cual es asistido por la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo.

La Caridad repito, el amor a Dios y por extención de este a todas sus criaturas, como todo lo amable debe de ser conocido para poderle amar, no se puede amar lo que no se conoce, y lo amable es mas amado en la proporción que más se le conoce. Por tanto concluimos que mientras mas conozcamos a Dios mas le amaremos por ser Él lo mas amable que pueda existir, y el amor a las criaturas viene como corolario, mas les amamos mientras más amamos a Dios. De aquí que el buen cristiano debe se intentar constantemente a lo largo de su existencia de conocer mejor a Dios, y así crecer en nuestro amor a Él.

Es la Virtud Teologal de la Caridad la que nos lleva a ser solidarios con el sufrimiento de seres humanos que nunca conoceremos y que se encuentran ya sea alejados de nosotros o cerca, no conocemos sus rostros o sus miserias, ya sean por su pobreza extrema o por sufrir, enfermedades, prisión, injusticias, etc. Pero la Caridad nos lleva a pedirle al Señor por ellos, aquí debemos de destacar la importancia de la oración, que es el mejor regalo que les podemos otorgar, considerando que sus males les acerquen mas a Dios, que estos sean para sus bienes espiritual y material, para su salvación, y mitiga de sus sufrimientos. Nos lleva también a dar limosnas de acuerdo a nuestra capacidad, ya sean las monedad que ofrecemos a los mendigos, ancianos, lisiados y demás, o a la cooperación económica con las instituciones filantrópicas, de las que destaca CARITAS ORG. La piedad es signo de que vivimos la Caridad, es signo de nuestro amor a Dios, como lo es la oración por los demás. Cabe aquí recomendar obras escritas sobre LA MADRE TERESA DE CALCUTA, maestra en caridad humana.

La Caridad como las otras Virtudes Teologales son don de Dios Creador, que a todos los hombres se nos otorgan, existen en nuestra conciencia humana, en nuestra alma, en las almas de todas las personas humanas, lo que podemos comprobar ya que cualquier hombre que esté dispuesto a seguir las mociones de su conciencia acepta la existencia de la divinidad (fe), sabe que no todo se termina con su muerte sino que algo trasciende después de esta( esperanza), y siente compasión por los que ve sufrir.(caridad). A los cristianos se nos infunden en forma especial las Virtudes Teologales en el Sacramento del Bautismo, quedan el pequeño bautizando en forma latente, y se manifestarán cuando las condiciones sean las apropiadas, se “refuerzan” al recibir el Sacramento de la Confirmación. Para los cristianos las Virtudes Teologales, son las que nos predisponen a vivir en relación con la Santísima Trinidad , son fundamento y dan carácter a la moral cristiana.

La Caridad se caracteriza por su permanencia en el mas allá, para los que logren la salvación, ya que las otras dos no son necesarias, pues al estar en la presencia de Nuestro señor Jesucristo para el Juicio Particular, la Fe y la Esperanza ya han cumplido su cometido, pero la Caridad permanece y se sublimará en la visión Beatífica.

Jorge Casas y Sánchez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario