sábado, 3 de junio de 2017

PASIÓN POR EL BIEN COMÚN.
Las circunstancias en las que se ha desarrollado nuestra existencia, desde que el hombre fue creado por Dios, han estado de diversas maneras relacionadas al Bien Común de muy diversas formas, y ahora en pleno siglo XXI se hace más necesaria e importante esta relación. Este es nuestro tema.
Me propongo dar algunos puntos de vista de este polifacético tema, con el objeto de cooperar con las otras personas, algunas de ellas destacadas mentes, que nos han ilustrado con luz abundante. Entre las que destaca como iniciador del tema Santo Tomás de Aquino. Mas pienso, que, no solo nos debemos de solidarizar con dichas personas. Sino apoyarlas en lo posible.   
No está por demás insistir en la enorme necesidad de contar con un decidido enfoque cristiano, moderno del Bien Común, en el que todos debemos implicarnos tan a fondo como nos sea posible. Es este un punto de vista que no debemos de dejar de seguir nunca, y todos nuestros actos e intenciones lo deben de considerar. Este es el objetivo de esta mi colaboración escrita.
Podríamos comenzar por muchos ángulos diferentes, los puntos de vista son incontables, por lo que no está por demás, considerar que tomemos la moderna definición como se manifiesta actualmente:
.-Conjunto de prácticas, recursos, tecnologías, condiciones sociales, valores, leyes, imaginarios sociales, que permiten en la sociedad a cada uno de sus miembros, no a la mayoría solamente, el que cada uno busque su perfeccionamiento.
Lo que conduce a la necesidad del conjunto de condiciones sociales, para que las personas alcancen sus potencialidades y su dignidad humana.
.-DEFINICIÓN DEL CONCILIO VATICANO II, DEL BIEN COMÚN: Conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible las asociaciones, y a cada uno de sus miembros el logro mas pleno y fácil de la propia perfección.
.-Otra definición del Bien Común: DEFINICIÓN FILOSÓFICA: aquello que es compartido y de beneficio espiritual, económico, y físico, para todos los miembros del entorno o del globo, buscando la plenitud de todos.
Observemos la importancia que todas las definiciones dan al DESARROLLO DE LA PERSONA HUMANA. No solo a la mayoría, sino a la totalidad. A lo que podemos añadir que la buena formación cristiana debe de tomarlo muy en cuenta. Dicho esto nos podemos concentrar en el examen de estas definiciones y dar después otras características complementarias.
En cuanto al sector público:
El contar con las condiciones apropiadas es labor de toda la sociedad, pero recaen en los gobiernos las principales responsabilidades, dado que de este surgen las leyes y los reglamentos, así como el manejo de los impuestos y su distribución. Recursos de la taxación y Presupuesto de Egresos. Cuya aprobación se lleva a cabo por las cámaras en la mayoría de los casos. Es de aquí que surge la primera gran responsabilidad de los políticos, ya que tanto el poder principal, que realiza los presupuestos, como las cámaras que los revisan , modifican y aprueban, están definitivamente implicados en que estos SE DIRIJAN AL BIEN COMÚN COMO OBJETIVO PRINCIPAL. Esto pertenece al campo de la macroeconomía moderna que tiene (como veremos mas adelante) postulados que deben superar a los decimonónicos.
En cuanto al sector privado:
Aquí destaca LA NECESARIA CONSITENCIA EN CUANTO AL BIENESTAR DE LOS DEMÁS, antes que el propio. Con un marco que encuadre en especial a las clases que estén uno o varios escalones inferiores al propio, siempre incluidas las mas necesitadas de entre todas.
Lo anterior nos debe llevar a considerar en primerísimo término la DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA, nunca debemos de perder de vista que el conglomerado humano es una gran familia, en la que todos somos responsables de todos, que consideradas nuestras múltiples diferencias, de raza, edad, cultura, nación, condición económica, religión, etc. somos la humanidad entera la parte pensante de la creación, que históricamente hemos venido adquiriendo diferencias, además de las que de nacimiento tenemos, diferencias que nos distinguen y nos hacen irrepetibles,  en tanto personas, además de las de tiempo y espacio. Esta es una de las principales características humanas que deben de considerarse en relación al Bien Común.
En cuanto al cristiano;
 Debemos llevarlo a la oración, pidiendo al Señor que nos ilumine para  que en lo particular nos podamos desarrollar, personal y familiarmente así como cooperar a que los demás se desarrollen  y colaborar  al Bien Común Social en nuestra área de actividades.
Otra consideración es la del ENTORNO que a cada persona le toca, pues allí se dan circunstancias diferentes para cada quién, las diferencias propias de cada entorno afectan en forma diferente a cada ser humano así en algunos lugares es de inmensa necesidad la de contar con unos cuantos litros diarios por persona de agua potable y alimentación mínima básica. Pues no se cuenta con ella, y sumados estos entornos estamos hablando de millones de seres humanos. Contrariamente hay otros entornos donde se lava el coche y se riegan los jardines decorativos con agua potable a precios irrisoriamente bajos, que apenas significan un bajísimo porcentaje del ingreso de las personas de ese entorno. Estas tremendas y lastimosas diferencias deben de ser no solo preocupación de unos a quieres sobra abundantemente, frente a los que les falta tan básicamente al grado de muerte prematura, desnutrición, enfermedad, y mas desgracias. Aquí cabe señalar que no es hipoteca social tan solo de un entorno sobre otro, sino de todos los entornos con riquezas  en relación con de pobreza extrema.
Esto nos lleva a la consideración de lo que podemos considerar como UN BIEN COMÚN GLOBAL, en el que todos estamos obligados a poner de nuestra parte, algo, en especial aquellas personas, instituciones, gobiernos o instancias de otras naturalezas, que mas pueden ayudar y casos muy dolorosos, no impedir, no estorbar el que a los menesterosos dejen de llegar por oposiciones políticas, alimentos , medicinas, e incluso ayuda humana.
El Bien Común como RESPONSABILIDAD PERSONAL, es indudable que todos aquellos que gozamos de algo superfluo, una vez obtenidas las condiciones básicas de: casa, vestido, sustento, salud y educación, estamos obligados moralmente y acordes al humanismo a colaborar con aquellos conglomerados o personas singulares que no gozan de absolutamente nada superfluo y si padecen de las cuatro necesidades mencionadas, así colaboraremos al Bien Común. La pregunta obligada es ¿Cómo PUEDO YO COLABORAR? A lo que debemos responder, preocupándonos en primer término de nuestro propio entorno, que dependiendo de cual sea debe tener necesidades de Bien Común, y las debemos de atender, por ejemplo: pagando los sueldos de las personas que nos atienden con puntualidad y justicia en cuanto al monto, con limosnas a los que las solicitan en su pobreza, utilizando los productos hechos en nuestro país si somos de uno tercermundista o como se les llama ahora “ en desarrollo”, evitando el consumismo y el descarte,  para tener una economía que destine una parte de nuestro superhabit a ayuda por ejemplo a CARITAS, pues sabemos que en esa institución no hay gastos innecesarios y si ayuda efectiva a los necesitados, empezando por la instancia que tengan en nuestras cercanías, pero sin olvidar a otras regiones aunque lejanas, en especial cuando sufren catástrofes naturales imprevistas que dejan en la miseria a miles. Ayudando económicamente a nuestras parroquias en su OPCIÓN POR LOS POBRES, que todas llevan a cabo ayudas varias, a veces con labores personales, que pueden ir desde apostolados que enseñan al que no sabe, y/o con ayuda profesional para los que carecen de la posibilidad de proporcionársela con sus propios medios. (viviendo los principios de subsidiaridad y de solidaridad).
El Bien Común no es la suma de los bienes personales, va mucho más allá. Parte la heredamos al nacer, pues este consiste en los bienes materiales ya existentes al venir nosotros al mundo, pero además están los bienes culturales, los histórico-antropológicos, los económicos que son incontables, los bienes morales y religiosos, las tradiciones, las buenas costumbres, las instituciones de toda índole incontables también, por mencionar solo parte de aquel. Lo anterior ES INDICATIVO POR NECESIDAD de que las LEYES Y LA POLÍTICA deben ordenarse al Bien Común total y paralelamente al actuar del ciudadano común, esto nos debe llevar para el logro cada vez mayor y mejor de este. Y será necesario que hagamos cambios importantes en nuestros “sistemas de valores” . no solo los personales, me permito dar algunos para el caso de las empresas y gobierno:
CAPITAL, su objetivo además de la producción de las utilidades, debe consistir en ser en el caso de las manufacturas el RESPETO ECOLÓGICO ABSOLUTO, y en facilitar la oportunidad de desarrollo del personal, empleados y empleadores. Considerar muy seriamente las múltiples formas de colaborar económicamente con los entornos mas pobres, con las diversas formas que les sean propicias, ya sea con efectivo o con productos.
PRODUCTO INTERNO BRUTO, incluso su denominación debería cambiar al de PRODUCTO INTERNO DEL BIÉN COMÚN. Y medirse económicamente para destinar parte de este y de acuerdo a las necesidades específicas de pobreza extrema, así ayudar a los mas necesitados, a forma de que su pobreza no atente contra la dignidad humana, una pobreza digna no debe de carecer de las cuatro citadas cuestiones: techo, vestido, sustento, salud y educación. Esta es la mejor receta en contra del populismo que promete paraísos terrenales imposibles de otorgarse en justicia. Sabemos que la pobreza no se puede erradicar, las diferentes ideologías económicas (ya aplicadas) así nos lo prueban a lo largo de la historia de los pueblos. Pero el esfuerzo común para lograr como Bien Común, el paliar la pobreza infamante e indigna del ser humano si es posible para los pueblos que se lo propongan.
UTILIDADES, su importancia no solo debe ser la económica como finalidad, sino aquella que se mide en relación a las oportunidades que brinda de desarrollo personal de sus involucrados y cuidado de la ecología. Aquí el valor del lucro como fin se convierte en medio para obtener los objetivos propios del Bien Común. Las utilidades como medio deben servir al pago del costo del capital invertido, de la reinversión y/o en nuevas modalidades empresariales, del desarrollo industrial, comercial y de servicios, pero sin olvidar el desarrollo de propios y extraños, siendo aquí “LOS EXTRAÑOS” seres humanos que mas que lejanos y desconocidos debemos considerar como amados prójimos. Estamos hablando de unas economías micro y macro que  se puedan llamar honrosamente, “Economía Humanista”, que busquen, la participación de todos.  En los temas de su inversión con verdadero sentido humano, debemos de ir mas allá de los economistas clásicos y de los conductistas, de esta manera la distribución de la riqueza global será mas justa, los empresarios los gobernantes, y el público en general, tendremos mas limpia nuestra conciencia, nos sentiremos mas motivados y colaboradores verdaderos del BIEN COMUN GLOBAL.   
NOTA FINAL, hace poco tiempo decíamos que el tener información era lo mas valioso, hoy tenemos tal cantidad de información y así no sabemos hacia donde vamos, la prueba es que nos suceden cosas que nadie esperaba, y son muchos los ejemplos, la verdad es que nadie sabe lo que va a sucedernos. Tenemos una globalización que supuestamente ayudaría a las economías mundiales (yo mismo orgullosamente enseñaba el los noventas, en la universidad, a mis alumnos las “ventajas” de la globalización que ayudaría a las economías mundiales, esto es lo que preveíamos y ¿Qué tenemos? Una globalización de la contaminación, un aumento global de la temperatura del planeta, (nuestra casa común) una brecha mayor entre sur y norte, así como mayor diferencia entre los mas pobres y los mas ricos, con una pérdida seria en las clases medias. Y así hay muchos mas ejemplos: la victoria política de Trump que nadie preveía un par de años antes de que sucediera, la emigración masiva hacia Europa por el Islam, que le está cambiando el rostro a la vieja Europa. Y en estos días la guerra cibernética llevada a cabo con hakers de 20 a 22 años, contratados por todo el mundo por las grandes potencias para intervenir los sistemas computacionales de los ejércitos, y otros sistemas vitales en la vida moderna. Lo anterior nos lleva a problemas como el tratar de tener una respuesta adecuada a las formas de educación de nuestra juventud ante los nuevos paradigmas. Como educarlos si no sabemos a que sucesos se van a enfrentar ya sea sociológicamente, políticamente o tecnológicamente. Solo nos queda algo verdaderamente sólido LO MORAL. Si logramos que cuenten con la EDUCACIÓN MORAL DE BUENA CEPA, ellos estarán en la capacidad de navegar por las turbulentas aguas que les esperan. Tendrán el sustento necesario para enfrentar lo inesperado.

Jorge Casas y Sánchez.

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