jueves, 21 de julio de 2022

 

SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS Y DE LA SANTA FAZ.    (santa Teresita)

En el Derecho Romano, entre muchas otras, hay una frase, que es considerada en todas las legislaturas civiles: “DURA LEX, SED LEX”, lo que podemos traducir como; “La Ley es dura pero es  Ley” y que pertenece  también de los Principios Generales del D.R., con franqueza me parece que palidece esta frase, dicho con todo el respeto que merece el Derecho Romano, al compararse con el pensamiento de santa Teresita  sobre la Doctrina Cristiana, lo que nos da para decir, interpretándola en un aspecto como el de la continencia sexual: de la que diría, ES DURA PERO EL PREMIO ES MUY GRANDE PORQUE SE BASA EN EL AMOR.

Antes de continuar quiero hacer mención del libro del padre Ricardo Sada sobre esta notabilísima personalidad, se titula, TU AMOR CRECIÓ CONMIGO, TERESA DE LISIEUX O LA SCIENCIA AMORIS. Es un libro que recomiendo ampliamente. Este artículo se escribe con la autorización del padre Sada, porque contiene algunas referencias que son de su autoría.

Debido a que en nuestra naturaleza humana se dan dos inclinaciones opuestas, una al amor de sí mismo mal entendido, que busca solo lo personal, lo que a mí me place, me beneficia, me promueve, y por otro lado está el amor de sí mismo como virtud, es el amor que emana de uno ANTES QUE NADA HACIA DIOS QUE NOS HA AMADO DESDE LA ETERNIDAD y  amarás al prójimo, como a ti mismo,  Mateo 22, 34-40, aquí podríamos decir que el mal entendido procede del demonio y el segundo de nuestro Creador. Esto por razones que en esta vida no alcanzamos a comprender, así como en ocasiones nos es difícil entender lo que es el amor, en que consiste, porque se da, lo que sí sabemos, es que todo lo bueno que podamos hacer procede de amor, santa Teresita nos enseña mucho sobre este tema.

A pesar de su corta vida, pues del Cielo le concedió solo 24 años ( 1873-1897 ) entre nosotros, por su santidad, a la que Juan Pablo II calificó como la más grande santa de los tiempos modernos, ha sido declarada Doctora de la Iglesia Universal.

Aquí conviene que hagamos algunos comentarios. Solo hasta 1970 habrá declaraciones de doctorado de la Iglesia para mujeres, y son solo 4* las que han accedido a este título, a esta dignidad magisterial. Vamos a dejar de lado las razones de esto pues en estos tiempos resultarían inverosímiles, el caso es que la primera en obtenerlo es santa Teresa de Jesús, española, quien vivió en el siglo XVI, escritora y mística, fundadora de la orden de las Carmelitas Descalzas, y también fundó 17 conventos, caminando por toda España.

Luego vendrá el doctorado para Catalina de Siena,  italiana,  quien vivió en el siglo XIV (CATERINA DA SIENA) religiosa, de la Tercera Orden de Santo Domingo, mística de gran calado, destacó como predicadora y escritora de oraciones,  filósofa, y otras atribuciones de persona multifacética. 

El turno la llega a santa Teresita en 1997, francesa,  vivió en el siglo XIX (TERESA DEL NIÑO JESÚS Y DE LA SANTA FAZ o santa Teresita),  como tercera en ser declarada Doctora de la Iglesia Universal, como se ve por el nombre de su doctorado ella fue de una vida espiritual tan plena de amor que se le considera en ella una ciencia, “ciencia del amor” que expresión más difícil de comprender a primera instancia, pero cuánta razón se le encuentra al conocer más de la vida de esta gran santa. Cuando vemos la magnitud de sus sentimientos. De ello,  el autor del libro mencionado antes, el padre Ricardo Sada, nos da en su libro una semblanza maravillosa de la espiritualidad, el entorno de su vida, y describe lo costumbrista de su época para las familias católicas. Leerlo es una gran lección y aprendizaje del amor.

Resulta muy interesante reflexionar sobre algunos de los aspectos del itinerario del doctorado de Santa Teresita, por lo que me permito someramente comentar un poquitín: antes que nada me parece adecuado comentar una premonición de ella:

 

 “siento la vocación de guerrero, de sacerdote, de apóstol, de doctor, de mártir….a pesar de mi pequeñez, quisiera iluminara a las almas como los profetas y los doctores….”

Lo que nos muestra su alma rebosante de amor a Dios y al prójimo. El jesuita Desbuquois en 1932 sorprende con menciones de ella en relación a doctorado de la Iglesia, además de él desde 1925 ya muchos obispos, predicadores, teólogos y fieles lo han pedido. A la sugerencia de Desbuquois, monseñor Clouthier obispo, escribe a los obispos del mundo para que se solicite a la Santa Sede la concesión de doctorado, un año pasado tiene 342 respuestas afirmativas, y la documentación es enviada, pero la respuesta no es afirmativa, se considera que no hay aún la madurez, y ella es mujer. Pasarán 40 años para que Santa Teresa de Ávila y Catalina de Siena, sean declaradas doctoras   ¡¡¡ se ha roto la jettatura !!!.  En 1973 el arzobispo de Tolouse, monseñor Garonne nuevamente insiste: ¿ puede santa Teresa de Lisieux ser algún día  declarada doctora de la Iglesia ?

yo digo que sí. En 1981 el cardenal Roger Echegaray a petición del consejo permanente del Episcopado Francés, se dirige a Juan Pablo II con la solicitud oficial. Lo mismo hace la Postulación General de la Orden del Carmen. A esta acción se suman 46  Conferencias Episcopales y miles de fieles de 107 países. Para trabajar en el tema se reúne la Conferencia Episcopal  de Francia, y 5 años después el Santo Padre, San Juan Pablo II pide al Carmelo Teresiano el POSITIO, que consiste  en la reunión de pruebas que demuestren fehacientemente que la candidata reúne las pruebas exigidas por la Iglesia, la contestación es de 965 páginas con datos que muestran la eminencia, el influjo, y la actualidad de Teresita,  a esto se añaden 130 páginas más que contienen las opiniones de 5 teólogos de la CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA CRISTIANA, y dos teólogos más de la CONGREGACIÓN PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS. Con lo dicho sobre este itinerario vemos que un doctorado de la Iglesia, solo se otorga a personajes de una relevancia muy, muy alta.

Los datos que se mencionen que son solo algunos,  nos muestran la eminencia de un doctorado de la Iglesia católica. La influencia doctrinal de quien recibe semejante título procede de la santidad de la persona y de las grandes influencias positivas que ha recibido la Iglesia, de su ejemplo de vida personal, de sabiduría, de sus escritos, prédicas, dichos, actitudes de lealtad, santidad personal y muchas otras virtudes.

·         La cuarta mujer declarada Doctora de la Iglesia Universal es Santa Hildegarda de Bingen, 1098-1179, nacida en El Sacro Imperio Romano Germánico.

 

JCS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario