ALGO SOBRE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN.
La alegría de nuestra relación
con Jesucristo, sin duda es un don maravilloso, pero que debemos de saber
compartir, es muy necesario que aquellos
cuya relación con Jesucristo es evidentemente menor que la nuestra, puedan
recibir de nosotros cierta ayuda que los acerque más, a esto le llamamos
aquello que nos debe empujar a evangelizar, dentro de la Iglesia vertida hacia
afuera, hacia la calle. Así es que nos
anima el Santo Padre Francisco.
Bajo la dirección de los Papas, se nos ha
estado llamando a que realicemos actividades de evangelización, y para ser más
específicos le llaman Nueva Evangelización. El término evangelización, en
Iberoamérica, hace referencia a la que
se llevó a cabo a partir el siglo XVI y en la civilización occidental, desde
que se completó hace mil años, y que dio
maravillosos resultados en Europa del Norte, del centro, islas británicas, y la
península ibérica, en que se llevó a cabo para enseñar a salvarse a los interesados,
e interesar nuevos, hacia los valores morales evangélicos cristianos, entre sus
objetivos principales encontramos: primer anuncio a aquellos que no conocen a
Jesucristo, ó adultos, que han olvidado
o no han sido formados adecuadamente, y fácilmente caen en garras de: ateísmo,
escepticismo, gnosticismo, y otras grandes equivocaciones como el zoroastrismo
e incluso el demonismo. Esta Nueva Evangelización también se hace necesaria en
Europa, cuna maravillosa del cristianismo, y ahora por desgracia, secularizada
y con ateísmo rampante.
Ahora en estos tiempos es muy
necesario reforzar esfuerzos redoblar actividades evangélicas, pues la
secularización avanza muy aprisa y se ha perdido terreno que previamente se
tenía, el ESPÍRITU SANTO no nos abandonará y cualquier acción evangelizadora
será positiva. Pensemos si estamos
cumpliendo el mandato evangélico de
llevar su palabra a todos, ( Mateo 28,19-20). El conocimiento de la evangelización ha sido
el de dar a conocer el mensaje de Jesucristo, el único, pero hemos sufrido de
la ausencia del esfuerzo a ser realizado para su difusión, la Nueva
Evangelización porta el mismo mensaje, pero requiere nuevos esfuerzos, nuevos
caminos, nuevas formas de llevar el mismo y único mensaje de Jesucristo, que se
entienda y que se crea que es el mensaje de salvación, no actuar como
propagandistas, sino como testigos, conocedores, bien formados, que queremos
compartir con amor los mensajes salvíficos del Señor.
Tratar de enseñar la verdadera
libertad, y la verdad, tratando de sacar a tantos de la esclavitud en que han
caído por las manipulaciones del mercado, de la propaganda hedonista, y las
ideologías equivocadas y malsanas del abortismo, pansexualismo, divorcismo,
hedonismo, ateísmo, permisionismos, el relativismo, que tanto ha preocupado y
del que tantas explicaciones de sus errores, han dado los últimos papados y el
actual. Etc. los entendidos hacen referencia a dos aspectos antónimos: libertad
VS. libertinaje. El primero nos habla de compromiso, responsabilidad, verdadero
humanismo, de decisiones propias y el segundo de irresponsabilidad, carencia de
humanismo por sus consecuencias, de voluntarismo que tan perjudicial resulta en
la vida humana al empobrecerla en valores.
EVANGELI GAUDIUM, la primera
Exhortación Apostólica del Papa
Francisco, él como pastor supremo de la iglesia en su papado, preocupado por la
misión eclesial de la salvación nos manda este mensaje salvífico, nos recuerda
la obligación de cumplir con el mandato evangélico mencionado antes,
recordándonos la obligación de todo buen cristiano, en su entorno, bajo las
circunstancias propias, y demás
condiciones personales, el que hemos todos recibido el mandato apostólico de
colaborar al conocimiento propio y hacia los demás, de la palabra de Dios. No hay salvación sin apostolado, por poca que
sea la monta de lo que hacemos en tanto testigos con nuestro ejemplo, hacia
nuestros hijos hacia los otros. Tarde o
temprano, directa o indirecta mente producirá buenos resultados, como la
semilla sembrada al voleo.
El hombre se asocia, está en
nuestra naturaleza el ser gregarios, para ayudarnos los unos a los otros, y que
mejor ejemplo de ayuda que la evangelización, que guía hacia la salvación eterna
de nuestra alma, en la catequesis se usa el término KERIGMA, y este hace referencia a la paternidad adoptiva que
Dios nos ha otorgado, Jesucristo al enseñar a orar a sus discípulos, en la
oración que nos ha dejado lo primero que menciona es “PADRE NUESTRO”, ya que
Él, nos lucró dicha paternidad, por lo que la primera enseñanza en la Nueva
Evangelización, debe ser el amor que Dios Padre nos tiene, y nos lo tiene desde
la eternidad, porque Dios es amor, y su amor es paternal e incondicional, estos
mensajes no pueden menos que acercarnos a Jesucristo, que es el único hijo
unigénito de Dios, Uno y Trino.
Jesucristo nos deja pocos
preceptos, pero no podemos dejar de cumplirlos cabalmente, el enseñarlos a
nuestros hijos en primer término y a nuestros prójimos después, es nuestro
sino. Es así como evangelizamos, siendo testigos ejemplares de buenos
cristianos, y comunicando a los demás los conocimientos que tenemos sobre la
religión que nos ha sido revelada. Es mucho lo que podemos decir de Jesucristo,
en primer lugar lo que Él mismo dice de sí, que ha sido enviado por el Padre y
que todo o que dice y enseña es lo que el propio Padre le ha instruido, para
llevar a cabo.
A sus apóstoles y demás
discípulos y seguidores les anuncia que el Reino de Dios ya ha llegado a
nosotros, cura a los enfermos e impedidos, ama, se compadece de aquellos que
sabe que sufren, su relación es
valiente, amorosa, progresiva puede ser de persona a persona, a las multitudes,
a pequeños grupos, en fin no deja de usar diversos métodos, el de las Parábolas
es uno de estos, el de la formación de sus doce apóstoles, que al final serán
solo once por la traición de Judas Iscariote, los forma personalmente, aunque
no son personas preparadas intelectualmente, por lo que es muy paciente con
ellos, pero después de su Ascensión a los cielos en cuerpo y alma, en la
celebración llamada de Pentecostés, en que estos reciben la enorme ayuda del
Espíritu Santo, no solo comprenderán cabalmente sus enseñanzas, sino que las
recordarán todas, y las predicarán, lo que en su momento dará origen a los
Santos Evangelios y a la Tradición, a las Epístolas de San Pablo, a las Cartas
de los apóstoles, etc., en pocas palabras la Revelación Cristiana.
Su actitud es alegre, humilde,
testimonial, de una sapiencia que solo se puede calificar como “DIVINA”, en toda
la extensión del significado de la
palabra.
No juzguemos a los demás, no
somos quien para hacerlo, pero si fijemos nuestra postura, seamos operativos en
nuestra actuación, y no dejemos de cumplir con nuestra obligación en esta Nueva
Evangelización, que es la misma de siempre, pero que debemos, como aconseja el
Papa Francisco, llevar a la calle, sacarla de la Sacristía, no se trata de que
nos convirtamos en activistas, pero con nuestro buen ejemplo, con nuestros
consejos, recomendación de lecturas, y asistencia a la escucha cuidadosa de los
Evangelios de la Santa Misa dominical y de las homilías respectivas, con nuestras
oraciones y ofrecimientos al Señor, con la lectura de los Santos Evangelios y
sus explicaciones correspondientes, para nuestro propio beneficio y para
compartirlas con los demás, estaremos dando a conocer mejor nuestra maravillosa
religión, aquí no puede dejar de recomendarse la lectura y consulta del NUEVO
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, gran legado del Concilio Vaticano II, gran
ayuda en tanto consulta de todos los temas de nuestra Religión Católica.
Respeto a los obispos, sus
mensajes, tienen derechos al dirigirse a sus fieles en su diócesis.
El tiempo pasa y tenemos que
hacer apostolado. Aparte de esta Nueva Evangelización, debe darse como
compromiso de vida, relacionarse y relacionar a los que tratemos con los
Sacramentos y los actos litúrgicos, en especial LA SANTA MISA, la CONFESIÓN Y
COMUNIÓN SACRAMENTALES. La introducción a la fe en nuestros pequeños, y en los
prójimos. La propia creatividad y método debe ser lo que apliquemos. Habrá
quien lo haga, de persona a persona, quien lo lleve a cabo en la casa
parroquial que le corresponde, frente a una tasa de café con un amigo, en fin
se trata de un nuevo ardor cristiano, que nos impulse a salir de nuestro propio
existir, para añadirle el ingrediente que no solo gane mejores y mas cristianos
sino que también impida el crecimiento de la secularización y el ateísmo.
El Papa Pablo VI, nos dará la EXHORTACIÓN post-sinodal EVANGELI NUNTIANTI, que nos
ilumina evangélicamente, de alguna manera adelantándose a lo que el Papa San
Juan Pablo II, más tarde llamará Nueva Evangelización. Recurramos a nuestra
Madre del Cielo, la Virgen Santísima para que interceda por nosotros ante el
Espíritu Santo y se nos inspire el cómo, y el donde debemos de realizar nuestro
rol dentro de la acción de la Nueva Evangelización. Ya que es obligación evangélica de todos los
bautizados.
JCS.
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