ENTRADA
57, Tercera Parte. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.
Otro
señalamiento es sobre los medios de comunicación social que aportan sin
duda beneficios, por ejemplo en el campo
informativo, pero por su gran influencia se van convirtiendo en un nuevo poder
que con su poder cambia mentalidades e influye en conocimientos y cambios en la
propia sociedad.
Hace
referencia a la degradación del medio ambiente y a la inconsiderada explotación
de la naturaleza, señalando los peligros futuros, además de las nuevas
enfermedades.
También se
refiere a las ideologías o lo que de ellas queda, pero que siguen teniendo peso
en la vida social, aquí los católicos se encuentran en la problemática de que
algunas se oponen a su fe, y al ser promovidas por ciertos
grupos sociales no son admitidas por la cristiandad, como ejemplo se tienen los
rastros del positivismo y del marxismo que presentándose como ciencias, tratan
de mutilar las raíces cristianas y confunden al hombre. No se puede, sin
embargo negar que en ocasiones, aparentan, ser la solución justa a los
problemas de la desigualdad y existe el peligro de adherirse a ellas. Sobre la
IDEOLOGÍA LIBERAL, advierte que su atractivo no solo se fundamenta en la
derrota de los totalitarismos, sino en la oferta de la libertad, la cual en
realidad no es para los individuos, por lo que requiere por parte de estos de
un claro discernimiento que identifique las utopías por ejemplo: el Capitalismo
Tecnocrático, el Socialismo Burocrático
o la Democracia Autoritaria.
Es la fe
cristiana la que verdaderamente viene a sustentar la esperanza de una mejor
familia humana y vislumbra el siglo nuevo. Aquí la D.S.I. señala los peligros
de una sociedad manipulada por la oferta de sus “deseos y necesidades” con
nuevas orientaciones para modificar sus sistemas de valores. Es una búsqueda
inexorable de conseguir un progreso que se esfuma, cada vez que se cree haberlo
alcanzado. Y la pregunta es ¿Qué es lo que se busca con todo ello? Nos lo dice
la propia carta encíclica en sus propias palabras.
“¿No está acaso el verdadero progreso en el desarrollo de la
conciencia moral, que conducirá a la persona a tomar sobre sí las solidaridades
ampliadas y a abrirse libremente a los demás y a Dios?. Para cristianos y
cristianas, el progreso encuentra necesariamente el misterio escatológico de la
muerte; la muerte de Cristo y su resurrección, así como el impulso del Espíritu
del Señor, ayudan a la persona a situar su libertad creadora y agradecida en la
verdad de cualquier progreso y en la única esperanza que no decepciona jamás”.
Queda
pendiente el instaurar una mejor distribución de la riqueza, aquí el papel de
las fuerzas internacionales no ha logrado nunca en su relación, en su búsqueda
de dominio y clima de lucha, la Iglesia señala que es cada país el que debe
buscar su desarrollo interno pero dentro de un marco de cooperación, exento de
dominio político y económico. Ciertamente es grande la
complejidad entre las naciones, haciéndose necesario el estudio del desarrollo
de las naciones mas atrasadas con criterios de solidaridad, y fortaleza de
ánimo para realizar mejor distribución de la producción, mas útiles sistemas
monetarios, con mentalidad de solución. Lo que implica mas apertura de
fronteras, y flexibilidad de las empresas multinacionales.
En este
campo social la Iglesia siempre ha querido iluminar con la luz de la verdad la
mente y el corazón de los hombres de buena voluntad, sin relacionarlas a
confesiones , razas, costumbres, sectarismos, ni capacidad económica, sin
tratar de echar culpas y responsabilidades, lo que resulta fácil, sino con la
intención de buscar un mejor futuro, basándose en las enseñanzas cristianas,
indicando los caminos de renovar el mundo , con soluciones acordes a la
voluntad divina. Consientes, además, de que no se han abordado todos los
problemas sociales, pero con el ánimo de realizar apostolado entre el concierto
de las naciones.
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LABOREM
EXERCENS. Papa San Juan Pablo II, 1981
La Encíclica
Laborem Exersens, que significa “ al
ejercer el trabajo” y se puede entender como todo aquello que auxilia o usa
el hombre para ejercer su trabajo, contempla al hombre en esa dimensión que le
es propia, de ser una persona que trabaja, no es posible la vida humana en
ninguna de sus condiciones, si no es realizando deberes indispensables, que le
aportan a él y a los cercanos a él, originariamente empezando por su
descendencia y ascendencia para obtener lo absolutamente necesario para su
subsistencia. Sencillamente no es posible vivir sin trabajar, de una u otra
manera, para contar con lo indispensable de la existencia humana.
El progreso
y uso de las tecnologías va en aumento, lo que desplaza la mano de obra. Solo
pensemos en la fuerza utilizada de los motores a Diesel, usados en movimiento
de materiales, roturación de tierras, que han desplazado a las bestias de carga
y a muchos humanos que se dedicaban corporalmente, las mas de las veces
ayudados por las nobles bestias, a las que también tenía que atender para
realizar esos desempeños. Hay por tanto cantidades grandes de personas que han
perdido sus oportunidades de trabajo, mientras otros con la preparación técnica los han adquirido. De allí las
necesidades de educación mas avanzada que tienen que ir resolviendo los gobiernos
de los países para sus pobladores. Algunos de las naciones aún van adquiriendo sus
propios niveles de desarrollo unos más avanzados que otros, lo que va haciendo
que las diferencias en sus economías difieran mas entre si.
En esta
ocasión a noventa años de la R.R. la Iglesia señala con claridad situaciones de
pobreza vergonzosa e indigna, y examina al hombre en relación a su TRABAJO, es
necesario examinar las situaciones de desplazamiento de empleos debido al
avance de la tecnología, se hace necesario por tanto examinar las nuevas
estructuras de la producción, que dejan fuera a trabajadores especializados y
crean nuevas especializaciones a las que tendrán que acceder. No corresponde a
la Iglesia dar soluciones científicas a estos problemas, pero si dar la
orientación cristiana para su solución y para ello el perenne Santo Evangelio
es el que nos guía, así como el resto de las Escrituras. Ya desde el Génesis
está trazada la línea de trabajo del hombre, que tiene que poblar la tierra y
someterla, además le es mandado hacerlo con el sudor de su frente, o sea por su
trabajo. Sin duda lo anterior se ha dado, el hombre ha domesticado animales,
obtiene de la tierra productos alimenticios y materias primas, que convierte en
productos, lo mismo se puede decir de los mares y de la vegetación, su dominio
es objetivo. Y al hacerlo van dándose transformaciones enormes al ser ayudado
el músculo por las máquinas, el ingenio por la tecnología, el saber por la
ciencia. Algunos de los trabajos desde el punto de vista objetivo aparecen,
mientras otros desaparecen, desde el punto de vista subjetivo es el hombre el
sujeto del trabajo sea este el que sea, y son variadísimas las formas de
trabajo, algunas que requieren alta preparación otras donde la explotación aún
se da por desgracia. Allí radica mas que nada la preocupación de la Iglesia,
que es la Iglesia de los pobres, siendo en especial su preocupación la
violación de la dignidad del trabajo humano. Debiendo tener presentes dos
aspectos importantísimos que no han sido anulados: el hombre ha sido creado a
“imagen y semejanza de Dios” y el “dominad a la tierra”.
El trabajo
es sin embargo un BIEN del hombre, nos lo dice la Encíclica, aún pensando en
las labores mas duras como la del agricultor que tras duras jornadas en ocasiones
solo cosecha abrojos, las personas que laboran en las canteras, los
trabajadores de la construcción los picapedreros de las canteras, los mineros,
las personas a cargo de enfermos, los obreros en la siderurgia, en cuanto
ejemplos de la mano de obra, y los vinculados al trabajo intelectual,
científicos, los doctores y enfermeros que día y noche están a cargo de
multitud de enfermos sufrientes, y un largo, los especialistas en los
ordenadores (computadoras) etcétera. Todos los hombres lo sabemos que el
trabajo es una vocación universal, es algo que nos es propio, vibrará siempre
en nosotros el “ganarás tu pan con esfuerzo” el “bonum arduum” (bien arduo) de
Santo Tomás. Es así que vemos al hombre no solo adaptando la naturaleza a sus
necesidades, sino que en ello ve su propia realización. No podemos perder de
vista estas consideraciones, que nos permiten ver la realidad humana del
trabajo del hombre, y así comprenderemos la virtud de la laboriosidad, como
otras virtudes que se relacionan al trabajo bien hecho. Se debe considerar que
el trabajo debe hacer al hombre mas hombre, y que no debe menguar su dignidad.
Pasa la
Carta Encíclica a examinar la relación del trabajo con la nación, sociedad y
familia como previamente se ha examinado en otras encíclicas sociales,
resaltando que para que haya familia debe de haber trabajo, para que la
sociedad vaya bien debe haber buenas familias, y estas conforman a la nación.
Después
examina la eterna relación entre el capital y el trabajo. La mano de obra
barata ha pasado a ser carta importante en los medios de producción debido a la
feroz competencia por los mercados, lo que lleva a la importancia de que
instancias como la Organización Mundial del Trabajo y la ONU tomen cartas en el
asunto, siendo un derecho objetivo del hombre el trabajo. Y surgen nuevamente
las ideologías de la lucha de clases, colectivización, por un lado y el
liberalismo que busca el mínimo costo a la mano de obra. Esto llega por
supuesto a la política en especial la partidista. La Iglesia invita a conocer a
fondo este contexto contemporáneo para conocer su realidad. Concluyendo que
debe ser como la Iglesia lo ha enseñado siempre prioritario el trabajo sobre el
capital, ya que este es “causa eficiente primaria”, mientras el capital es
“causa instrumental, al poner los medios de la producción. Al contemplar en el
Génesis el mandato de “explotad la tierra” ello hace referencia al trabajo, de
allí nace su prioridad.
SOLICITUDO
REI SOCIALIS. Papa San Juan Pablo II, 1988.
Su
significado en castellano es -preocupación social-. El Papa señala los
peligros del desarrollo y sus ventajas. El progresivo distanciamiento Norte –
Sur, la grave falta de vivienda adecuada, digna, que cubra las necesidades
intrínsecas, a lo que añadida las deudas externas y los gastos en armamento son
causantes del freno al progreso de ciertos pueblos. Como aspectos positivos en
su Encíclica se menciona un aumento en la conciencia de la dignidad de la
persona humana, el respeto por la vida de los nacidos, y mejora en aspectos de solidaridad.
Y contrasta
algunas estructuras de pecado de los bloques liberal y totalitario, con las
sublimes enseñanzas de la Doctrina Cristiana, que se fundamentan en el amor
humano.
CENTESIMUS
ANNUS. Papa San Juan Pablo II, 1991.
O, CENTÉSIMO
AÑO, será con San Juan Pablo II, al
analizar la R.N. a la que considera ese
maravilloso, e inmortal documento, que el mundo debe agradecer a la Iglesia y
al gran Papa, empieza haciendo un examen del contexto en el que la RN, se
produjo, al haberse ido consolidando el capital por un lado y la fuerza laboral
por el otro en combinación con las nuevas formas de gobierno, una democracia
liberal. Mira al pasado pero se orienta al futuro, señala que la sociabilidad
del hombre no es solo económica está lo familiar en primer término, y además lo
social, lo cultural y por supuesto lo religioso, los cuales no se deben anular.
Para empezar
a solucionar verdaderamente la pobreza global es necesario el reconocer a los
pobres y que las soluciones necesitan cambios a modelos de vida actuales, como:
Estilo de vida.
Formas de producción.
Formas de consumo.
Estructuras de poder.
Pues los
modelos que nos rigen hoy, ya han demostrado su incapacidad.
CARITAS IN
VERITATE. Papa Benedicto XVI, 2009
Su
significado es “la caridad en la verdad”.
Mas allá de la justicia y de la equidad está la caridad humana, no vista como
limosna, que no ayuda sino como (amor) subsidiaridad y solidaridad, con vistas
al bien común, lo que es fácil de interpretar erróneamente, siendo su
interpretación como verdad y como lógica dentro de las relaciones vitales de la
familia humana. La verdad es necesaria para el desarrollo, sin ella solo se
sirven los intereses privados, no los generales, y la lógica del poder. Lo
anterior resulta en fragmentación social. Como se ve, solo con verdadera
vocación humanista, y con disposición a ceder se podrá ir resolviendo la enorme
pobreza global.
La iglesia
no tiene soluciones técnicas que ofrecer. Sin embargo tiene una misión por la
verdad que cumplir para una sociedad enfocada al hombre, su dignidad y su
vocación.
Señala la
falta de hermandad entre los individuos y las gentes, la globalización nos hace
mas vecinos pero menos hermanos
Son muchos y
muy variados los temas que examina esta encíclica, mencionaré solo unos cuantos
a modo de ejemplo. Esto con el objeto de que a quien le interese profundizar
recurra a la fuente original:
Hay una
falta de regulación en la explotación de los recursos de la tierra. Las
migraciones generalmente se deben a lo anterior.
En términos
absolutos la riqueza global crece, pero las desigualdades se acentúan en lugar
de participar del crecimiento.
Las ayudas
internacionales se desvían de sus lugares predeterminados.
Existe
demasiada protección sobre conocimientos (propiedad industrial) sobre todo en
materia de salud.
LAUDATO SI.
Papa Francisco, 2015. En esta Carta Encíclica el Papa, la que ha sido traducida
al español como “alabado seas”. El papa Francisco,
hace referencia a los problemas mas ingentes de la humanidad en su relación con
la naturaleza y el medio ambiente. Como siempre esta está dirigida a todos los
hombres de buena voluntad. En ella trata muchos de los aspectos, no se pueden
tratar todos porque a diario surgen nuevas situaciones o cambios en las
existentes. Por lo que no se debe considerar exhaustiva, sin embargo su
importancia y señalamientos son enormes. Aquí nos corresponde tan solo hacer
breves comentarios.
Es, nos dice
el Papa, nuestra casa común y la estamos contaminando, cambiando su clima, y
convirtiéndola en depósito de desechos. Estamos creando problemas con el agua y
la biodiversidad. A lo que hay respuesta débil y perjuicios para todos, pero en
especial para las clases mas necesitadas.
Necesitamos,
continúa, luces que ayuden a resolver la crisis ecológica que en parte proviene
del desarrollo tecnológico. Nos en necesaria una ecología integral, social,
relativa a la vida diaria y enfocada al Bien Común. Propone un pacto
entre la humanidad y el medio ambiente, con
educación ecológica y espiritual.
Lo que nos
sitúa ante las preguntas de: ¿Qué clase de vida, valores herencia a nuestros
hijos , queremos? ¿Cuál es el objetivo
de nuestros trabajos, de nuestros esfuerzos?
Y la
respuesta la debemos centrar en que los resultados que pretendemos deben ser
significativos, recordando que la naturaleza es como una madre que abre sus
brazos para acogernos. ¿vale la pena respetarla?
El Papa
Francisco ha demostrado y está luchando contra las causas del aumento de la
pobreza globalizada, nos está mostrando como se deben de vivir los principios de
la:
SUBSIDIARIDAD, SOLIDARIDAD, RESPONSABBILIDAD, PARTICIPACIÓN,
AMOR AL PRÓJIMO, DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES, BIEN COMÚN, JUSTICIA SOCIAL, y
como la contaminación siempre perjudica mas a los pobres que al resto de los
habitantes del planeta.
Ahora veamos de ese gran libro que es el EL CATECISMO DE LA
IGLESIA CATÓLICA, verdadero tesoro de la Iglesia, lo que específicamente nos enseña, en los siete
versículos numerados siguientes:
2419, La Revelación cristiana nos conduce a la comprensión
profunda de las leyes de la vida social. En sus Evangelios se predica la
dignidad humana, su verdad, su vocación, y las exigencias de la justicia y la
paz, acordes con la voluntad divina.
2420, La Iglesia se expresa moralmente cuando lo requieren
las materias sociales y económicas. Así lo exigen los derechos fundamentales y
la salvación de la persona humana. La Iglesia mira al fin último del hombre, en
cuanto al uso justo de aspectos temporales que lo conducen a su Supremo Fin.
2421, En el Siglo XIX la DSI se empieza a desarrollar cuando
se produce el enfrentamiento entre el Evangelio y las formas modernas de la
producción de bienes por las sociedades industriales. Son las enseñanzas de la
Iglesia ante las nuevas formas de Estado, Producción, Autoridad.
2422, La enseñanza social de la Iglesia se manifiesta al ir
cambiando los signos de los tiempos, y ya que está fundamentada en la enseñanza
de Jesucristo y asistida por el Espíritu Santo, es aceptada por los hombres de
buena voluntad.
2423, La DSI. Es reflexiva, justa, acordes a la naturaleza
humana.
2424, Una teoría que hace del lucro, norma exclusiva, es
inaceptable moralmente, y causa grandes perjuicios sociales.
La persona humana y sus derechos fundamentales se deben de
involucrar, así como su dignidad, pues el hombre no es algo es alguien, no
puede estar sobre él la idolatría del dinero.
2425, La Iglesia ha rechazado las ideas totalitarias y ateas,
asociadas al comunismo y al socialismo a ultranza, así como también la
regulación de la economía por la sola planificación centralizada. Ha rechazado
también en la práctica del capitalismo, la supremacía de mercado en el trabajo
humano, pues este no puede proporcionar satisfacción a múltiples necesidades
del hombre.
NOTA: todo buen empresario
capitalista debe de estar consciente de que existe una ”voluntaria hipoteca
propia”, de carácter global, a favor de los mas necesitados, que debe favorecer
al Bien Común, evitando, combatiendo, dentro de su capacidad personal y
empresarial la pobreza, empezando por sus propios trabajadores, y sin olvidar
al resto del mundo. Los principios de solidaridad y subsidiaridad son de una
importancia mayúscula, luego todo empresario capitalista con bonhomía los debe
de vivir e imponer en sus empresas.
Compiló JCS.
FIN.
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