ENTRADA 131 COMO TRATAR CON LA DOCTRINA CRISTIANA AL CRIMEN.
En materia científica hay una
ciencia que estudia las conductas antisociales y propone soluciones para
prevenir su cometido, lo que está muy bien, pero no se puede, no se debe
desligar de la predicación cristiana que basada en el amor que Jesucristo nos
enseña que entre los hombres lo más opuesto al amor es el odio, el crimen, y
todo lo que vaya en contra de la buena convivencia. Esta ciencia es la
criminología (no confundir con criminalística, que es investigación forense)
nos la definen como la ciencia social que estudia las causas y circunstancias
de los distintos delitos, así como la
personalidad de los delincuentes y el cómo reprimir sus faltas. Y el
catolicismo nos invita a vivir la sana Doctrina Cristiana que nos enseña a convivir
con fe, amor, entre los hombres. Lo que es
humanismo bien fundamentado, útil para esta vida y la salvación a la
otra VIDA.
En la legislación positiva mexicana
existe la clasificación de los delitos y sus penas correspondientes para llegar
a este punto las consideraciones y estudios han sido profundos y se han basado
en ciencias que le han ayudado como la antropología, la sociología, la
economía, la psicología, la biología, y
otras, pero es imposible olvidar la influencia de la moral cristiana.
No cabe duda de que hay factores
genéticos, que pueden influir en la tendencia criminal, pero pueden y deben ser
contrarrestados con la educación apropiada, tema este de gran importancia. Siendo necesario además considerar otros
factores que influyen en situaciones que promueven el crimen, brevemente
comentaremos estos:
--situaciones demográficas con
falta de sanidad y con expansión de mucha presión.
--por supuesto, el bajo nivel
educativo, así como el mal ejemplo de los progenitores.
--gobiernos injustos que
incumplen obligaciones de buena convivencia social.
--ausencia de la educación del
alma, y del intelecto.
--falta de trabajo en extensión.
--facilidad de enriquecimiento en
actividades ilegales.
--no integración social.
--obtención de dinero u objetos
factibles de ser vendidos. Vía fácil o prácticamente profesión.
--ocasión que se ha presentado y
se “aprovecha”.
--AUSENCIA DE FORMACIÓN
CRISTIANA.
La historia sagrada nos muestra
desde los inicios de la vida del hombre que si bien existe la inclinación a las
buenas acciones, conjuntamente, debido a nuestra naturaleza original caída,
también existe la tendencia hacia el mal, hacia la comisión de actos
antinaturales. Pero Dios NO nos ha dejado solos, a través de nuestra conciencia,
como parte integrante de nuestra naturaleza nueva, nos comunica lo lícito y lo ilícito, además nos
mandó a su Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad santísima y previamente en
preparación para dicha venida, a patriarcas, profetas, jueces y reyes, que nos
instruyeron en cómo seguir a nuestra conciencia. Con Moisés nos da los Diez
Mandamientos de su ley, y a través del Pueblo Escogido nos instruye
paulatinamente en lo que espera de toda la humanidad, de cada uno de nosotros.
Esto pone al hombre ante la disyuntiva
de los caminos a tomar en su vida, siendo entendido que nuestra debilidad
natural por las razones ya expuestas, está en posibilidad de escoger entre el
buen y mal camino, y si escoge el bueno se está expuesto a salirse de la senda correcta, pero con posibilidades de
reconsiderar. Esto nos habla directamente en materia de la formación necesaria
de la reconsideración y es allí donde entra la capacidad, mayor o menor, acorde
a la personalidad propia, de usar las armas que proporciona la educación recibida.
Esto al grado que nos podemos decir a nosotros mismos: “yo jamás cometeré
delito alguno”.
Es lógica la conclusión que no
por repetida se desgasta, sino lo contrario se fortalece:
LA EDUCACIÓN CRISTIANA COMO NADA,
EN ESTA MATERIA, HACE AL HOMBRE BUENO.
Hay, y es encomiable, un
voluntariado que actúa desinteresadamente y llevada por amor al prójimo en
varias entidades, como las penitenciarías, y cuya finalidad es ayudar a quien
está privado de su libertad por la comisión de algún delito, esto se lleva a
cabo de diversas maneras, todas muy positivas, pueden consistir en charlas con
los internos, para instruirlos en maneras honradas de subsistir, o en ayudas
fuera del recinto colaborando con sus familiares, aquí los sacerdotes pueden
realizar labor muy cristiana y útil para el preso y sus familiares. Se trata de
un espacio en que muchos podemos colaborar.
Ha sido, es y será dentro de la
vida y educación familiar, el principal ámbito en el que se corten de raíz
muchas de las tendencias criminales, por desgracia las hay que no tienen
tratamiento, recordemos que los orígenes de la mentes criminales pueden ser:
biológicos, fisiológicos, psicológicos, sociológicos genéticos y otros más. La
época actual tiene múltiples y dolorosos casos de familias moribundas y otras
de plano muertas. Cuando es de necesidad absoluta el cuidado del patrimonio espiritual, de
valores a ser vividos y ejemplos buenos que sean seguidos, y que son de las riquezas más preciadas en la formación
de las personas, el escuchar a los mayores, respetarlos y aprenderles no es
tiempo perdido, es lo contrario, es inversión inteligente, en ocasiones no
fácil de entender y de aceptar. De cualquier modo se trata de lo más productivo
que hay para defenderse del flagelo en cuestión.
La conducta criminal individual o
de masas requiere tratamiento multidisciplinario, es muy amplio el tema,
téngase en cuenta en ocasiones al criminal como un enfermo, y en otras a un ser
humano que sufre de: frustración, temor, impotencia, odio, pánico, ambición,
parafilias sexuales, etc. en el seno
familiar se debe de educar en la fe cristiana, veamos esto en confrontación con
el abandono por parte de los progenitores, el desinterés por falta de amor, la
ignorancia en materia de humanismo familiar, incapacidad paternal para solución
de conflictos internos. No he querido mencionar a la pobreza debido a los
múltiples y dignos ejemplos de buena educación y ejemplaridad que se dan dentro
de familias de los estratos más inferiores de la sociedad. Muchas veces la
lucha en y contra la pobreza es ejemplar, y formativa, gracias a la fe que se
poseé.
Capítulo muy importe es el de la
relación permanente que los padres deben tener con los centros escolares de los
hijos, el conocer e influir junto con otros padres de alumnos, para que haya
una vinculación moral entre las relaciones integrales del alumnado, docencia,
dirección escolar, y sociedad de padres de los alumno, especialmente en los
primeros años del proceso educativo. Debe de destacar es ello la VINCULACIÓN MORAL, esto en los
cursos de los mayorcitos. En esto no debe faltar la educación física, las
actividades deportivas inter-escolares, la instrucción anti-drogas, combate al
estrés, cuidar que no se dé el bulling, facilitarles a los alumnos las
oportunidades de desarrollar amistades.
Muy interesante y constructivo resulta
el organizar profesionalmente para
los padres de familia, clases de ORIENTACIÓN FAMILIAR, ellos lo agradecerán
mucho y con seguridad que estarán dispuestos a ejercer el costo que esto
representa, y me refiero a que debe ser un servicio en el que el centro
educativo renuncie a la obtención de lucro.
Pidamos al Sagrado Corazón de
María santísima, que nos auxilie para que implantemos la educación anti-crimen
y en su lugar llevemos a cabo acciones formativas tanto para alumnos como
padres de familia y docentes. Todos podemos mejorar, recordemos que la
formación humana no termina nunca en nuestras vidas.
Jordi Casas.
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