EL LENGUAJE, LA MENTIRA Y LA VERDAD EN LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN.
El octavo mandamiento de la ley
de Dios, claramente nos manda NO MENTIRÁS lo que coloca a la mentira entre los
posibles pecados graves, esto de acuerdo al tema y conducta del pecador,
algunos ejemplos de mentira son: el doblez que viene a ser una forma de
engañar, el fingimiento, la simulación y el disimulo, la malicia, la
información torcida, etc. Por otro lado la
verdad nos proporción alegría espiritual, nos hace más audaces, desarrolla en
nosotros el amor a ella, colabora al
Bien Común en tanto virtud moral con la grata influencia en otras virtudes como
la justicia y el amor, es un derecho de la humanidad que se ejerce en forma
constante para beneficio de todos, mientras sus opuestos, la mentira, el
engaño, las chapuzas, las falsedades, los embustes en tanto contra-valores lo
que llevan consigo es el desorden, el sufrimiento en otros, la falsa esperanza,
la desilusión, y muchos males más. Los agravantes son en relación a la gravedad
de la materia y de la persona que la emite, no es lo mismo que a la persona
desagradable se le informe que no se dispone de tiempo para atenderle, cuando
no es así, a que un gobernador falte a la verdad al informar a los ciudadanos sobre
un asunto de importancia social, que puede afectar negativamente a muchos. Finalmente
está la equivocación que es una forma de faltar a la verdad, esta puede ser por
causa invencible o por dejadez, así que no expresa la realidad. Aquí cabe aclarar que la persona veraz pude
sostener un equívoco, lo que no la hace mentirosa, mentiroso es el que dice
algo consciente de que lo que está expresando, no coincide con la verdad que
conoce de ello.
Por ser el lenguaje
imprescindible para le comunicación entre humanos, ya sean familiares, amigos,
socios, profesores, alumnos, clientes, proveedores, gobernantes, gobernados,
etc. o sea que es interpersonal y siendo principalmente hablado o escrito, puede
tener una sola persona que se dirige a muchos o solo
a otra persona. Tenemos que decir que un
condicionante que se debe de tener es el de la veracidad, o no se le puede
llamar en toda la extensión de su significado “comunicación”. El hombre expresa sus necesidades,
sentimientos, alegrías, dolores, sufrimientos, o gozos, influye en los otros,
enseña o aprende, transmite o recibe información, la comunicación directa de
persona a persona es quizás lo más frecuente en el trato humano, al menos en la
primera parte de su vida, hoy con las Redes Sociales esta tiende a disminuir en
el cara a cara, aunque siga siendo inter-personal por medio de los Correos Electrónicos,
el WhatsApp que es usado por miles de millones de personas y que incluyen fotografías y videos, que
expresan enormes cantidades de variadísimos temas, esto resalta la importancia de expresar con la
mayor seguridad posible la verdad. Y están las redes masivas de comunicación,
hoy digital, electrónica. Antes, en la
historia del hombre, la primera forma de
comunicación social masiva fue la palabra escrita a partir de la invención de
la imprenta y de la alfabetización consecuente. Conviene recordar que la bondad
humana procedente del cristianismo escogió como primer libro a ser impreso, y
por lo tanto a masificar la comunicación (toda proporción guardada) fue LA
BIBLIA, que es la Palabra de Dios.
Estas Redes Sociales son una
herramienta de la comunicación que por supuesto usa el lenguaje y que tiene dos
aspectos que ya hemos comentado, uno vil, malévolo y otro positivamente
constructivo. Nuevamente es el viejo enfrentamiento entre la buena moral que
enaltece al hombre y el libertinaje que le envilece, perjudica, en especial a
los niños y jóvenes.
Tradicionalmente la comunicación
humana ha sido y es escrita y hablada, por lo que en la forma escrita somos capaces
de conocer temas importantísimos que se trataron hace miles de años, y ahora
con las técnicas nuevas podemos guardar, aún no sabemos si será por siglos, como
sucede con las reimpresiones de libros sapienciales de la antigüedad, (ojalá),
diálogos hablados que están grabados en videos. Esto es entre otros muchos
indicativo de la excelencia, necesidad y maravilla de lo que es el lenguaje su
comunicación de sabiduría aparte de la personal, aunque no todo lo escrito, o
filmado, es bueno y constructivo, en especial cuando se trata de los enemigos
del cristianismo que no llegan a comprender que es el amor, a Dios y por Él a sus criaturas lo que solucionaría todos los
problemas actuales de la humanidad. Dios ha querido enseñarnos esto
personalmente y por ello nos mandó a su hijo que en medio de sufrimientos nos
dejó las más grandes enseñanzas de amor humano. Estas enseñanzas se actualizan
maravillosamente en la Iglesia Católica al interpretar con su MAGISTERIO, acordes
a los signos de los tiempos, las nuevas situaciones humanas que con la
invaluable asistencia del ESPÍRITU SANTO.
Hay mentiras superficiales que
solo causan males menores y las hay graves que son perjudiciales para las
personas en lo particular y para grandes sectores de la humanidad. Hoy día con la
enorme difusión que logran los medios masivos, debería todo aquel que ejerce una responsabilidad
social y tiene comunicación en ellas no solo cuidar que su lenguaje sea de
calidad y claro, sino que su contenido sea verídico y no solo tratar de manejar
siempre la verdad sino asegurarse de que se está haciendo.
Tratar de mantener una mentira
política cuando se es un personaje con “público” es lo más deleznable y
perjudicial, en cualquier entorno social, en el que la mentira se ha convertido en una
herramienta para lograr inconfesables ventajas
usando los medios de comunicación,
su maldad se multiplica, él contexto en
que se difunde la mentira a veces, no solo es enorme, sino que convierte al emisor en desorientador
malévolo. Y a sus receptores en masa mal informada, lo que perjudica
grandemente al Bien Común.
Las más perjudiciales mentiras
proceden de las ideologías malsanas, y las más grandes verdades proceden de la
DIVINA REVELACIÓN Y SU INTERPRETACIÓN MAGISTERIAL. Tratemos, con la ayuda de
Nuestra Madre del Cielo, de ser veraces en todos los aspectos de nuestra vida,
y conocer las grandes verdades de la DIVINA REVELACIÓN.
Jorge Casas y Sánchez.
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