CALAMIDADES PROCEDENTES DE ERRORES HUMANOS. Tercera parte.
En la ENTRADA anterior tratamos preferentemente los problemas del Camino Sinodal alemán que trata de democratizar a la Iglesia con criterios sociopolíticos lo que está muy mal, pues la religión cristiana, su doctrina, sus valores y todas sus demás, facetas provienen de la Divina Revelación de Jesucristo y todo buen cristiano y en toda la jerarquía se debe de conservar, vivir, obedecer, respetar en su totalidad absoluta y nada más, en especial el problema HOMO, cuyo origen en la mentalidad de los afectados no ha encontrado las respuestas completas en lo psicológico. El tener dicha orientación no es pecado, si es un desorden contrario a la ley natural, (Dios Creador tiene sus razones para permitir que suceda, como tienen lugar sucesos que afectan y cuestan muchas vidas, como los terremotos, maremotos, inundaciones, etc., cosa que los humanos no alcanzamos a comprender), la Iglesia y con ella los católicos, les debemos tener compasión y tratarlos en relación a su desviación con delicadeza, especialmente dentro de las familias, no cometiendo la injusticia de discriminarlos. La esperanza de que superen sus problemas debe ser motivo de oración, consejo, apoyo, comprensión, paciencia, y en su caso ayuda profesional, en la confianza de que lo superen. El gran peligro consiste en su admisión, pretendiendo que sea natural lo antinatural, sencillamente la humanidad tiene que seguir como hasta hace pocos años viviendo con esta clase de problemas que y que no tenemos respuesta a ello, lo que se debe de cuidar es que no se abran fisuras legales que dejen camino a otros problemas que ya se ven venir y son aún más peligrosos, como el admitir lo que de momento en muchas legislaciones son delitos, pero que se pretende modificar ésta para admitir como legales, por ejemplo: la sodomía, el estupro que consiste en engaño de menor para que se someta a abuso sexual, la pedofilia o pederastia que es la atracción sexual antinatural que sienten adultos hacia los pequeños de ambos sexos, los abusadores “grooming” o ciberacoso, que es el delito de acosar sexualmente a menor o adolecente por un medio digital. Es penoso pero hasta allí alcanza la perversión contra menores, aparte de otros grandes males como pornografía que les son accesibles a las redes sociales, con el beneplácito de las autoridades. Y muchos más. Debemos como padres antes que nada y ciudadanos responsables mostrar nuestra inconformidad y hacer lo que en cada caso corresponda por detener el permisivismo, cambiando las leyes y su espíritu de protección a los seres humanos, los menores especialmente. No podemos dejar de pensar en el escándalo que ha sacudido a la Iglesia, aunque el lastimoso problema ha sido magnificado por sus perennes enemigos incluida parte de la prensa, que ha dado gran regodeo a los casos dando un revuelo exagerado que ha contribuido perversamente a la magnificación del asunto. Y del que se siguen mentirosamente haciendo falsas acusaciones.
LAS GUERRAS, estas causan las mayores calamidades, al género humano, y sobre ellas conviene que conozcamos que lo que la Iglesia, maestra nuestra, nos predica; antes que nada es la paz lo verdaderamente humanístico, el trato al prójimo como a nosotros mismos, sin hacerle lo que no nos gustaría que nos hicieran, siendo el mandamiento del amor al prójimo Juan 13, 35-35, lo que debe de prevalecer y estar sobre toda consideración, como señal y guía, pero se dan casos en que solo la defensa con armas por su muy especial génesis hace que una guerra sea legítima y las consideraciones que hay que tomar son: en primer término si los objetivos que se buscan avalan el enfrentamiento, si la problemática causal puede tener la solución pretendida, y considerando el espíritu de las escrituras y los derechos del hombre así como la ausencia de ambiciones desmedidas de dominio territorial, señorío en los mercados, y otras consideraciones ilícitas como: los celos políticos, las envidias por el bienestar, los odios ancestrales de religión, raza, cultura, etnia. En las guerras se sojuzga, se mata, se realiza pillaje, con consecuencias desastrosas para el pacífico, el inocente que solo se ocupa de la búsqueda de la felicidad propia y la de sus familiares así como de la libertad de todos y la ha venido construyendo por mucho tiempo con su familia y de pronto todo se ve destruido y amenazados sus más cercanos familiares, su patrimonio, cultura, tradiciones, religión, etc. quien comienza una guerra debe de tener presente que el prójimo espera de nosotros que se le trate como nos gustaría ser tratados, con respetos a nuestras costumbres, con amistad, con amabilidad exenta de odios, sentir verdadera pena y empatía sobre los sufrimientos de los demás. No debemos olvidar el altísimo costo que las guerras tienen en vidas humanas, la mayor parte inocentes y ajenas a la problemática que las genera. El expansionismo de hoy no solo trata de conquistar territorios más allá de sus fronteras, sino el crecimiento de su dominio en los mercados. Ahora mismo esto lo estamos constatando en la terrible invasión de Ucrania perpetrada salvajemente por el mandatario ruso Putin, en su monstruoso afán de protagonismo, que junto con Stalin, su actuación pasará al basurero de la historia como un GENOCIDIO más, en contra de una nación libre, vecina, que buscando el cobijo de la OTAN, pues en su triste historia ya contaba con la pérdida de la península de Crimea a manos del Ex Imperio ruso cuyas intenciones expansionistas son claramente repudiadas por todo ser humano consiente.
La consideración primera que es gran calamidad, es la enorme injusticia que causa pérdida de vidas, la destrucción generalizada de edificios, puentes, caminos, campos de cultivo y su infraestructura, etc. en lo material. Aparte de los bienes culturales y espirituales que también son atacados. Examinemos ahora el aspecto de la moderna esclavitud. La posesión de las personas y lo verdaderamente importante, su trabajo en tanto fue valor económico, que era lo que se pretendía en el viejo y superado esclavismo, ha sido sustituido por una nueva manera de apropiarse del producto económico del trabajo de las personas, (guerra fría) hay quienes lo califican como una forma moderna de esclavismo porque el valor del trabajo, traducido en consumo y consumismo es valor económico. Y nos referimos al consumo de lo necesario, incluido el ocio, el descanso vacacional, y no se diga del consumismo de lo superfluo, del atractivo de las modas, del afán de lujos, el ilegítimo deseo de mejora en las condiciones de vida e incluso lo despreciable “del tener por el tener”. Es por supuesto natural, legítimo, necesario y conveniente el deseo de progreso, con el orden debido, esta es condición indispensable. Son las grandes empresas, que de alguna manera representan los intereses de sus países de origen, y a las que viene a dar la mayor parte de las utilidades obtenidas en los otros países. Esto al ser una enorme interconexión de inversiones de los grandes capitales, que al ir colmando sus propios mercados nacionales, buscan los sitios de inversión atractivos en su expansión, esto entre las naciones si pierde su equilibrio afecta a toda la economía mundial, y cuando pierde la armonía que ha venido creando, como claramente lo está sufriendo todo el globo ahora mismo, con los desajustes provocados por la invasión de Ucrania, a muchas economías se les causan grandes pérdidas, con los pobres como primeras víctimas.
El planteamiento importante radica en que la GLORIA HUMANA, está en la paz, en la obtención de derechos, poderes, bienestar generalizado, que es lo loable humano, sustentados en trabajo e iniciativas inteligentes, pacíficas, y no en lo sanguinario y vergonzante. Eh ahí el progreso y desarrollo que producen nuestro bienestar, recordemos que el hombre ha sido creado para trabajar para progresar usando, pero cuidando la naturaleza, procurando no contaminarla, afectarla irremediablemente. Es de notarse que en una sola frase, pero de una profundidad insondable nos de la solución, tan solo deberíamos aplicarla, lo que por desgracia no sucede, no me cansaré de repetirlo, las grandes soluciones que nuestro mundo ha necesitado, necesita y necesitará hasta el fin de los tiempos están radicadas en el NUEVO MANDAMIENTO DE JESUCRISTO:…. AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS…. La vida de los hombres y las naciones en sus afanes de enriquecimiento y dominio de los mercados en donde mejor deberían de competir es en las ALTAS TECNOLOGÍAS de la alimentación, vivienda, alimentación, transporte, fabricación de los miles de artículos necesarios y convenientes, no contaminantes, y en los otros campos humanos relacionados al progreso de las naciones, sin olvidar a las más pobres, es más teniéndolos como principalobjetivo. Termino esta ENTRADA recordando que todo progreso y desarrollo humano, en lo tecnológico, en lo económico y en lo social debe de ser acompañado de DESARROLLO ESPIRITUAL, para ser integral, pidamos porque esto sea así.
Jorge Casas.
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