APUNTES SOBRE FE Y CARIDAD.
FE:
Me he
permitido copiar unos párrafos de la Carta Encíclica LUMEN FIDEI, de Nuestro actual Papa Francisco, que nos
habla sobre la FE con una claridad, profundidad y altura propios de su
investidura, es el Vice-Cristo. Para los que
la conozcan, es un grato recordatorio, para los que no la conocen una
invitación a que la lean, la mediten y así se obtenga el objetivo del Santo
Padre.
“”El joven Nietzsche invitaba a su hermana
Elisabeth a arriesgarse, a « emprender nuevos caminos… con la inseguridad de
quien procede autónomamente ». Y añadía: « Aquí se dividen los caminos del
hombre; si quieres alcanzar paz en el alma y felicidad, cree; pero si quieres
ser discípulo de la verdad, indaga ». Con lo que creer sería lo contrario de
buscar. A partir de aquí, Nietzsche critica al cristianismo por haber rebajado
la existencia humana, quitando novedad y aventura a la vida. La fe sería
entonces como un espejismo que nos impide avanzar como hombres libres hacia el
futuro””
“”Poco a poco, sin
embargo, se ha visto que la luz de la razón autónoma no logra iluminar
suficientemente el futuro; al final, éste queda en la oscuridad, y deja al
hombre con el miedo a lo desconocido. De este modo, el hombre ha renunciado a
la búsqueda de una luz grande, de una verdad grande, y se ha contentado con
pequeñas luces que alumbran el instante fugaz, pero que son incapaces de abrir
el camino. Cuando falta la luz, todo se vuelve confuso, es imposible distinguir
el bien del mal, la senda que lleva a la meta de aquella otra que nos hace dar
vueltas y vueltas, sin una dirección fija””
“” Por tanto, es urgente recuperar el carácter luminoso
propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban
languideciendo. Y es que la característica propia de la luz de la fe es la
capacidad de iluminar toda la existencia del hombre. Porque
una luz tan potente no puede provenir de nosotros mismos; ha de venir de una
fuente más primordial, tiene que venir, en definitiva, de Dios. La fe nace del
encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos
precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida.
Transformados por este amor, recibimos ojos nuevos, experimentamos que en él
hay una gran promesa de plenitud y se nos abre la mirada al futuro. La fe, que
recibimos de Dios como don sobrenatural, se presenta como luz en el sendero,
que orienta nuestro camino en el tiempo. Por una parte, procede del pasado; es
la luz de una memoria fundante, la memoria de la vida de Jesús, donde su amor
se ha manifestado totalmente fiable, capaz de vencer a la muerte. Pero, al
mismo tiempo, como Jesús ha resucitado y nos atrae más allá de la muerte, la fe
es luz que viene del futuro, que nos desvela vastos horizontes, y nos lleva más
allá de nuestro « yo » aislado, hacia la más amplia comunión. Nos damos cuenta,
por tanto, de que la fe no habita en la oscuridad, sino que es luz en nuestras
tinieblas””.
CARIDAD:
Es labor de la Iglesia el despertar fuerzas espirituales, en
especial para que se obre con justicia, pero no es actividad propia de
esta el participar directamente en ello. Eso es obligación de la
política. La Iglesia se manifiesta racionalmente para influir en abrir la
inteligencia y la voluntad de los responsables políticos. No se queda al
margen, pues el amor que predica siempre es necesario por muy alto que sea el
nivel de justicia alcanzado. Esta es una
de las formas en que la Iglesia católica ejerce la Caridad, en su búsqueda de
la mejora en la existencia de las personas como ciudadanos.
Siempre se encontrarán iniciativas e instituciones que
ejercen la caridad por parte de la Iglesia, con preferencia por los mas
necesitados, los marginados, los desamparados, los mas pobres, los enfermos,
los abandonados, hasta donde su capacidad se lo permite. Por desgracia las
necesidades siempre superan a las posibilidades de ayuda. Lo sobresaliente en
estas actividades no es la cuestión económica, sino la caritativa (caritas) el
amor, en el trato de los semejantes, y la ayuda espiritual. Que son las que lo
puramente político no puede proporcionar, en esta es la caridad personal que
cada quien ejerce, en ambos campos, sean, el político o el eclesial.
Otro aspecto importante, poco conocido es que la Iglesia
Católica no cofunde, no mezcla el proselitismo con la caridad, ésta la lleva a
cabo porque ve en el necesitado la figura de Jesucristo, Él nos enseña que lo
que hagamos por el pobre lo hacemos por Él, y así el amor a Jesucristo se
vierte en el amor al prójimo necesitado. Sin dejar de considerar que hay
también que tener caridad espiritual con las personas que carecen del consuelo
que proporciona el sentirse amado por El Creador. Podemos así ver dos aspectos
que no se confunden ni se mezclan, caridad que soluciona problemas vitales y
caridad que ayuda al espíritu. Consuelo y ayuda, entre otras cosas, es lo que
prometen los obispos al ser investidos, para con los mas pobres y necesitados
de ayuda.
Recopiló Jorge Casas y
Sánchez.
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