LA IGLESIA, NUEVE CLAVES PARA ENTENDERLA MEJOR.
1. ¿QUE ES LA IGLESIA? En el lenguaje cristiano significa: asamblea
litúrgica, comunidad local de creyentes, comunidad universal de los
mismos, por vivir de la Palabra y Cuerpo de Jesucristo viene a ser Cuerpo de
Cristo. Cuando en el Sinaí el pueblo escogido recibió las tablas de La Ley, fue
constituido por Dios como Pueblo Santo, dándose a si misma el nombre de
Iglesia, ( convocación en el texto
griego). También en nuestro lenguaje significa el templo católico.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA: Lo mas importante en la Iglesia
no es ver como respondemos los hombres, sino ver lo que hace Dios. La Iglesia
es eso: Cristo presente entre nosotros. Es Dios que viene a salvarnos, nos
llama con su Revelación, nos proporciona su Gracia, nos ayuda en todos los
detalles de nuestras vidas.
2. PORQUE NACIÓ LA IGLESIA. Una vez
creados, Dios nos llama a participar de la vida divina y lo hace a través de su
Hijo Jesucristo. Nos convoca en la Santa Iglesia a los creyentes, la que se va
formando a lo largo de la historia humana, y ha sido prefigurada ya desde el
origen del mundo y preparada maravillosamente en el pueblo de Israel con la
Antigua Alianza, y poco después de la Ascensión de Jesucristo se manifiesta en Pentecostés la gloriosa llegada
del Espíritu del Señor, y permanecerá inspirándola, cuidándola hasta la plenitud del final de los tiempos.
SAN JOSEMARÍA NOS RECUERDA: Lo que San Agustín nos legó: ..amemos a su
Iglesia, a Él como Padre y a ella como Madre, y a san Cipriano quien declaró:
..-no puede tener a Dios como Padre, quien no tiene a la Iglesia como Madre..- La Iglesia no es un precario proyecto del
hombre, sino un designio de Dios, la Redención y salvación del mundo son obra
de la amorosa y filial fidelidad de Jesucristo y de nosotros con Él, fue la
voluntad de Dios que nos lo envió. La Iglesia es de Dios y pretende un solo
fin: la salvación de las almas. Acerquémonos al Señor, orémosle, pidamos perdón
por nuestra miserias personales, y reparemos por los de los demás hombres, los
actos de desagravio son parte importante de nuestra devoción, que muchos no
saben lo que están haciendo. Esto es parte de nuestro amor a la Iglesia.
3. ¿QUIEN FUNDÓ LA IGLESIA? Al corresponder a Jesucristo realizar
el plan de Salvación de su Padre, comienza su misión, y así su Iglesia, al
anunciar la llegada del Reino de Dios, el anuncio de la Buena Noticia, este
reino prometido en las Escrituras desde hacía siglos, estaba presente ya en
misterio, Jesucristo inaugura el Reino de Dios aquí en la tierra, lo manifiesta
con palabras, obras y su propia presencia. Acoger su palabra es acoger su
Reino, pero la Iglesia ha nacido
principalmente por el don total de Cristo por nuestra salvación, lo anticipa en
la institución de la Eucaristía, lo realiza en la Santa Cruz, y como signo de
este comienzo y su crecimiento brotan del costado de Jesús crucificado agua y
sangre.
SAN
JOSEMARIA NOS RECUERDA:
Que
Jesucristo ha dado a su Iglesia la seguridad
de su doctrina, la corriente de Gracia de sus sacramentos, y ha dispuesto de
personas para que orienten y
recuerden el camino.
4.-COMO
CONTINÚA LA MISIÓN DE JESUCRISTO A LO LARGO DE LA HISTORIA. Desde que
inicia sus fundamentos le da Cristo a la Iglesia una estructura que permanecerá
hasta el fin de los tiempos. La empezó con su primer Magisterio, los doce
apóstoles con Pedro a la cabeza. Son representantes de las doce tribus de
Israel y cimientos de la nueva Jerusalén.
Estos apóstoles nos muestran la misión de
perpetuarse que Jesucristo les encomendó, y se preocuparon de dejar sucesores
bien formados y que mantuvieran la estructura a través de la que se busca la
salvación de los hombres, que se va edificando y sosteniendo con Cristo y el
Espíritu Santo.
SAN
JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- que hay muchos cristianos aturdidos y
desorientados que piensan que la Iglesia ha sido superada y que lo que el
Magisterio nos ha enseñado por siglos debe ser sustituido por algo: ¡nuevo!.
La Iglesia de Jesucristo
fundamentada en la Fe y en los Sacramentos, es hoy la misma y no puede ser
otra. Las cuatro notas de la Iglesia: UNA, SANTA , CATÓLICA Y APOSTÓLICA, son
permanentes, inviolables, únicas, esenciales, y derivan de lo que su fundador
quiso, y todos los cristianos debemos de amar.
5.-
QUIENES FORMAN PARTE DE LA IGLESIA.- San Pablo considera a los miembros
de la Iglesia como conciudadanos de los
santos y de la familia de Dios,
edificados sobre los mensajes de los apóstoles y de los profetas, siendo piedra
angular el mismo Cristo. Los fieles incorporados por el bautismo son integrados
en el pueblo de Dios, cada uno acorde a su propia condición y llamados a
desempeñar la misión que Dios encomienda cumplir en el mundo. Como bautizados
somos regenerados en Cristo y se nos otorga una igualdad en cuanto a dignidad y
acción en virtud de la cual todos según su condición debemos cooperar a la
edificación del Cuerpo de Cristo. (Lumen Gentium, 32)
SAN
JOSEMARÍA NOS RECUERDA.- La llamada de Dios, el carácter bautismal, y
la gracia de Dios hacen que cada cristiano pueda y deba encarnar la fe. Nos es necesario volver a dar toda la
importancia al hecho de haber recibido el Santo Bautismo, es decir el haber
sido injertados en el Cuerpo Místico de Jesucristo que es la Iglesia. Lo
anterior nos debe de marcar profunda y dichosamente la conciencia. Consideremos
el cariño a la Virgen Santa María que se expresa de mil formas, y nos hace
sentir más dentro de la Iglesia.
6.-
¿HACE FALTA PERTENECER A LA IGLESIA PARA SALVARSE?.- Cristo es el
Misterio de la Salvación es el que por medio de los Sacramentos, en especial la
Eucaristía que es la presencia real, sustancial y verdadera de Nuestro Señor
Jesucristo nos llena de la Gracia Santificante. Los siete Sacramentos son
signos e instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la
Gracia de Jesucristo que es cabeza de la
Iglesia que es su Cuerpo. Nuestra
Iglesia es por tanto la perfecta unión de los hombres con Dios, esa unión es su
principal fin. Une a toda raza, pueblo, lengua, nación y manifiesta el amor de
Dios al hombre, es su signo visible. Instrumento de la Redención Universal, proyecto
visible de Dios para salvación de la humanidad.
NOTA: A PARTIR DE AQUÍ, TODOS LOS
ENCOMILLADOS ESTÁN TOMADOS DE LOS TEÓLOGOS PRINCIPALES QUE TRATAN ESTE DELICADO
ASUNTO, EN ESPECIAL DE KHEL, Y SON ADICIONALES AL TEMA ORIGINAL. SE HIZO AL NO
ENCONTRAR LA RESPUESTA COMPLETA.
“El tema que abordamos no es fácil y tampoco podemos decir que hoy se ha llegado a una solución definitiva en todos sus puntos más complejos. Nuestro intento se ha de limitar a entregar algunas afirmaciones que nos parecen centrales para afrontar, de una manera adecuada, este argumento, y además, indicar algunas cuestiones abiertas con sus posibles caminos de solución.
Los problemas fundamentales que se nos plantean se pueden resumir
en tres: 1. La relación entre lo concreto del Salvador (y de su Iglesia) y
la universalidad de su salvación; 2. La afirmación de Cristo como el único
mediador y el sentido de su presencia y actuación en y a
través de la Iglesia; 3. La posibilidad y la forma de otras
mediaciones de la salvación, en particular, el papel mediador de las otras
religiones. Nuestro trabajo se centrará fundamentalmente en el segundo aspecto,
que es el que atañe directamente al papel mediador de la Iglesia. Sin embargo,
algo tendremos que mencionar de los otros dos problemas, en cuanto dicen
relación con nuestro asunto: la mediación de la Iglesia en la salvación1.
Parece oportuno comenzar el desarrollo estudiando la afirmación
del Concilio Vaticano II acerca de la necesidad de la Iglesia peregrina para la
salvación (LG 14), para comprender su real significado y su adecuación con la
famosa sentencia dogmática extra ecclesiam nulla salus 2.
Luego podremos adentrarnos en algunos de los presupuestos teológicos y
antropológicos que fundamentan y explican la relación de Cristo con la Iglesia.
Finalmente, habrá que reflexionar sobre el significado de la Iglesia como sacramento
universal de salvación (LG 48,2). De ese modo esperamos haber podido
profundizar en lo fundamental del tema de la mediación eclesial en la salvación”.
“En todo caso es totalmente lícito que cada
religión parta su propia reflexión acerca de la revelación y salvación que
propone, con la convicción de la verdad y absolutez de su propia opción. Luego
en la vida tendrá que probar que su pretensión es correcta, al mostrarse
realmente válida y "salvadora" para cada hombre y mujer con que se
encuentre”.
“6) JUSTINO, Diálogo con Trifón, 45: "
[ Links ]Dime, pues, me dijo
(Trifón): Los que hayan vivido conforme a la ley de Moisés, ¿vivirán en la
resurrección de los muertos como Jacob, Enoc y Noé, o no? Y yo -le contesté--
Así, pues, los que cumplieron lo que universal, natural y eternamente es bueno,
fueron agradables a Dios, y se salvarán por medio de Cristo en la resurrección,
del mismo modo que los justos que les precedieron, Noé, Enoc y Jacob y cuantos
otros hubo, juntamente con los que reconocen a este Cristo por Hijo de
Dios"
"Por
lo tanto, la sola Iglesia católica es la que mantiene el verdadero culto. Allí
está la fuente de la verdad, la casa de la fe, el templo de Dios, en el que si
alguno no entra, o del cual si alguno sale, queda ajeno a la esperanza de la
vida y de la salvación- En efecto, se trata de la vida y de la salvación, de lo
cual si no se vigila con cautela y diligencia, estará perdido y muerto"
Afirma el texto completo: "Todos en conjunto
somos los miembros y el cuerpo de Cristo; no solo los que estamos en este
recinto, sino también los que se hallan en la tierra entera; ni solo los que
viven ahora, sino también, ¿qué he de decir? Desde el justo Abel hasta el fin
del mundo, mientras haya hombres que engendren y sean engendrados, cualquier
justo que pase por esta vida, todo el que vive ahora, es decir, no en este
lugar, sino en esta vida, todo el que venga después; todos ellos forman el
único cuerpo de Cristo y cada uno en particular son miembros de Cristo"
“Cristo salvador no solo dispuso en un precepto
que todas las gentes entraran en la Iglesia, sino que igualmente estableció que
la Iglesia fuera el medio de salvación sin el cual nadie puede entrar en el
reino de la gloria celeste. En su infinita misericordia Dios quiso que, de
aquellos medios para la salvación que solo por divina institución, y no por
intrínseca necesidad, están ordenados al fin último, en ciertas circunstancias,
los efectos necesarios para la salvación, puedan ser obtenidos, incluso cuando
sean aplicados solo con el voto o el deseo. Lo vemos enunciado con claras
palabras en el sacrosanto Concilio de Trento, sea respecto al sacramento de la
regeneración, sea respecto al sacramento de la penitencia. A su manera, lo
mismo debe decirse referente a la Iglesia, puesto que esta es medio general de
salvación. Ya que no se pide siempre, para que uno obtenga la salvación, que
esté realmente incorporado como miembro en la Iglesia, sino que por lo menos se
requiere que se adhiera a ella con el voto o el deseo. Este voto, además, no es
necesario que sea siempre explícito, como sucede para los catecúmenos, sino que
cuando el hombre sufre ignorancia invencible, Dios acepta igualmente un voto
implícito, llamado con este nombre, porque está contenido en aquella buena
disposición del alma, con la cual el hombre quiere que su voluntad esté
conforme con la voluntad de Dios"
Con la
expresión "institucionalización del Espíritu" no se quiere decir
"manejo arbitrario del Espíritu" por parte de la Iglesia y de los
hombres sino que por el contrario, se trata -siguiendo a Von Balthasar- de
aquella capacidad de la Iglesia de donar el Espíritu, porque lo posee como don
de "lo alto". La institución es una forma de mostrarse del Espíritu y
amor de Dios que se dona al mundo a través del Espíritu de Cristo. En efecto,
el Espíritu es enviado del Padre, a través del Hijo, al mundo que está
representado por la Iglesia. El Hijo, por medio de su obra redentora, introduce
a los hombres -la Iglesia y a través suyo al mundo- en sí mismo. Pero además el
Resucitado, como Cabeza de la Iglesia, dona el Espíritu a su Cuerpo -la
Iglesia- el cual queda constituido también y en forma derivada, como fuente
del Espíritu (Cf. Jn 7, 38; 19,34; 4,14). El Espíritu entonces en la
Iglesia será la subjetividad (amor interpersonal divino) objetivada como
institución para servicio del mundo. Cf. H. U. VON BALTHASAR, Pneuma
und Institution, Skizzen zur Theologie IV (Einsiedeln 1974),
229-235.
“Esta universalidad de la
salvación es lo que se quiere expresar cuando se habla del reino de Dios
inaugurado por Cristo. Entendemos por reino o reinado de Dios, ese
acontecimiento realizado definitivamente en Cristo y prometido aún por él en
virtud del cual la voluntad de justicia y paz de Dios -partiendo de Israel o
del renovado pueblo de Dios, la Iglesia- crea en nuestra historia un espacio en
sentido salvador y liberador. El reino de Dios se encuentra entonces en la
persona de Jesús. Y desde su persona se fundamenta toda "actualización del
reino de Dios en la vida y el quehacer de todos aquellos que le siguen con la
fuerza del Espíritu. Estos son todos los hombres y mujeres "que enfocan su
situación personal, sus opciones morales y su mundo social desde la voluntad de
justicia y paz de Dios, es decir, todos los hombres y mujeres de buena
voluntad, en cuyo corazón actúa la gracia de modo invisible... y a los que el
Espíritu Santo ofrece la posibilidad de que, de un modo conocido solo por Dios,
se asocien a este misterio pascual", que es la realización del reino de
Dios. Entonces esta actualización intrahistórica del reino de Dios se puede
producir tanto en una modalidad cristiana explícita, como también en una
modalidad implícita. Todos han sido salvados por Cristo, a pesar que muchos
todavía no lo sepan. Es la salvación objetiva de la humanidad a la cual todos
pueden acceder por caminos conocidos solo por Dios”. (Tomado del teólogo KEHL,
de su obra Escatología).
Pero cabe la pregunta, ¿si fuera de la Iglesia
hay salvación, que caso tiene esta y su doctrina? A lo que debemos de
responder: porque al estar dentro de la única Iglesia de Jesucristo y cumplir
con la voluntad de Dios que nos ha sido revelada y se conserva, enseña y practica,
precisamente dentro de la santidad de la misma, la seguridad de la salvación es
mucho mayor que en cualquier otro caso, dada la formación que recibimos. y
además con el Sacramento del Bautismo que nos regenera, y la recepción de los
otros Sacramentos, estamos en Cristo, Él actúa personalmente en nosotros.
“
En ese contexto es entonces en donde se entiende auténticamente la realidad y
la necesidad de la Iglesia y de su misión en todo el mundo: ella está
constituida como presencia permanente de Cristo, para mediar en la entrega de
todos los hombres a Dios a través de Cristo. Justamente, la Iglesia es el
acontecimiento de la actualización de Jesucristo y de su salvación definitiva
para los hombres". Esto significa que la salvación ofrecida por Dios en Jesucristo
y en el Espíritu Santo se nos da como tal en el signo finito y pecador de la
Iglesia. Todo lo que Dios realizó en Jesucristo para nosotros, se hace presente
y actual hoy por la fuerza del Espíritu Santo en los actos centrales de la vida
de la Iglesia”
SAN JOSEMARÍA NOS
RECUERDA.- el que salva es Jesucristo, en la Iglesia hay diversidad de
ministerios pero uno solo es el fin: la santificación de los hombres. Y Él
espera que todos los miembros de su Iglesia se empeñen en conseguir la santidad
y asociarse a la misión de Jesucristo (y de su Iglesia), para esta tarea Él nos
dejó instituidos los Sacramentos.
7.-¿CUÁL ES LA
IDENTIDAD DE LOS CRISTANOS DEL PUEBLO DE DIOS?. El
pueblo de Dios tiene unas características que lo distinguen de los demás: el
pueblo de Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo, pero Él ha adquirido
para sí, un pueblo, que no era pueblo, una raza elegida, un sacerdocio real,
una nación santa, y se llega a pertenecer a esta nación, no por el lugar de
nacimiento, raza, etnia, religión, cultura política o histórica. Se llega a ser
miembro de este pueblo por el
“nacimiento de arriba”, del agua y del Espíritu, es decir por el Bautismo y la
Fe en Cristo.
Este pueblo tiene por Cabeza a Jesucristo, ungido Mesías por
el Espíritu Santo. Es el pueblo mesiánico, constituido por los hijos de Dios en
los que inhabita el Espíritu Santo, como en un templo. Su misión es ser la sal
de la tierra, la luz del mundo, y su ley NUEVA es el Mandamiento
Nuevo, AMAR COMO EL MISMO CRISTO MISMO NOS AMÓ.
SAN JOSAMARÍA NOS
RECUERDA. Al traernos a la
Iglesia, por medio del Bautismo, se nos ha puesto un sello indeleble en el
alma, que nos marca , que nos identifica como: hijos de Dios.
Dios está dentro del alma de todos los hombres en gracia de
Dios, ¿y para que? Para que adquiramos mucha luz, para que sepamos repartir los
dones de Dios, cada uno desde su lugar, humildemente, con piedad, bien unidos a
la nuestra madre la Iglesia. Nos recuerda la vid y los sarmientos, cuya
fecundidad produce los racimos generosos, y ¡que esterilidad la del sarmiento
separado de la vid! - Que se seca y pierde la vida –. te hablo muy seriamente: que por ti no se
lesione esta unidad santa. ¡llévalo a tu oración!.
8.- ¿ CUAL ES LA
MISIÓN DE LA IGLESIA ? la Iglesia es, por su misma naturaleza,
misionera, Cristo la envió a todas las naciones, para hacer en ella discípulos
suyos. El Espíritu Santo la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y
carismáticos. Enriquecida con los dones de su fundador guarda sus mandamientos.
La Iglesia solo llegará a su perfección en la gloria del
cielo, cuando Cristo vuelva glorioso. Hasta ese día avanza en su peregrinación
y solventa sus persecuciones, con los
consuelos de Dios.
SAN JOSEMARÍA NOS
RECUERDA.- la extensión de la Iglesia, con el Papa en la cumbre,
esparce la semilla del Evangelio por todo el mundo, como un solo rebaño, con un
solo pastor. El cristiano no debe de detenerse, ha de pensar en la salvación de
todas las almas. Universalidad de la caridad, significa por ello universalidad
del apostolado. Dios quiere que todos los hombres lleguen al conocimiento de la
verdad, y se salven.
9.¿QUE
CARACTERÍSTICAS TIENE LA IGLESIA? La
Iglesia es una, tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo
Bautismo solo forma un Cuerpo, es vivificada por un solo Espíritu. Es Santa, Dios es su autor, Cristo es su
esposo, se entregó a ella para santificarla, aunque su miembros seamos
pecadores, Ella es Santa, en ella brilla la santidad de María, así como de sus
santos, es católica, universal, abierta
a todos los hombres, anuncia la totalidad de la fe, administra la totalidad de
los medios de salvación, es por
naturaleza misionera. Se fundamenta en los apóstoles, es apostólica, es
indestructible, se mantiene infaliblemente en la verdad, auxiliada, cuidada,
inspirada por el Espíritu de Dios. Cristo la maneja por medio de Pedro y los
demás apóstoles, presentes en sus sucesores: el Papa y el Magisterio.
SAN JOSEMARÍA NOS
RECUERDA.- Es hora de preguntarnos, ¿comparto con Jesucristo su afán de
almas? ¿pido por esta Iglesia de la que
formo parte? Y en la que debo de
realizar una misión específica. Estar en la Iglesia ya es mucho, pero no basta,
debemos “ser” Iglesia, debemos vivir muy unidos a Cristo, que es nuestra vid. Así
defenderemos la unidad de la Iglesia, veamos algunas acciones a llevar a cabo:
Aumentando nuestra fidelidad al Magisterio, amando al Romano Pontífice, venerándola y sintiéndonos parte de ella,
hermanarnos en la fe, que nos descubre
la fraternidad que nos une a la humanidad entera.
Compiló Jorge Casas y Sánchez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario