LA LEY MORAL Y LA
LIBERTAD.
LA LEY
ETERNA, principiemos por definir las leyes relacionadas a nuestro tema de hoy,
la Ley Eterna es el plan de la divina sabiduría, para conducir toda la creación
a su fin, en concreto, a la criatura racional es la única de todas en este planeta
que es capaz de intuirle y que está invitada a conocerle, amarle y gozarle eternamente,
después de haberle servido en esta vida. Para ello Dios proporciona a cada una
de sus criaturas racionales diferentes capacidades (carismas) para servirle
para cooperar en el gobierno cósmico, y le proporciona una conciencia, que nos
permite auto-dirigirnos, y cuya característica es el compartir el sentido del
bien y del mal. El saber si estamos obrando bien o no en lo que se refiere a
los mandatos de nuestra propia conciencia. Por tanto esta Ley Eterna es
fundamento de cualquier legislación positiva humana, es causa primera, no debe
de ser causa segunda, pues nos llevaría al caos. ( si no hubiera Dios, todo estaría permitido).
LA LEY
NATURAL, es la
participación en la Ley Eterna de la criatura racional; las criaturas irracionales
participan de la Ley Eterna en forma
fatal, de manera ciega y necesaria a sus actos, el caso del hombre es distinto
dada su inteligencia y libertad, (libre albedrío), la persona humana está
capacitada con su inteligencia a reconocer este orden de la ley divina, y se
inclina por su voluntad a seguir ese orden. Aunque no siempre seguimos esta
directiva.
El grado de
conocimiento de esa Ley Natural depende de las disposiciones de la persona, ya que, por estar lastimados por el pecado
original, estamos debilitados para controlar nuestras pasiones personales, y
podemos errar en el conocimiento de esta Ley Natural, y por tanto incumplirla culposamente.
Los católicos nos sometemos al Magisterio de la Iglesia para la debida
interpretación de esta ley, la cual no solo es para los cristianos, sino que
abarca a toda la familia humana.
Hoy es
responsabilidad del catolicismo la defensa y enseñanza de esta Ley Natural, la
defendemos por nuestra fe, y nos guiamos por la autoridad del Magisterio, que
nos la da a conocer sin error alguno, (ya que el Espíritu Santo le auxilia), nos es necesaria la gracia para poder cumplir esta ley debidamente, de allí la
necesidad de la oración pidiéndola.
LEY MORAL
NATURAL, viene a
expresar su amor a Dios, nos enseña lo que debemos hacer para alcanzar nuestro
fin final.
LEY MORAL
Y LIBERTAD, no
existe la libertad absoluta. Nuestra libertad se perfecciona en tanto la
ordenamos a Dios, por lo que el cumplimiento de la Ley Moral, no restringe
nuestra libertad sino que le facilita su recto ejercicio. No se puede concebir
la libertad como: el hacer lo que a cada uno le de su regalada gana. No,
eso es libertinaje, mas no ejercicio
recto de la libertad. La libertad es compromiso, si, tomado libremente, si yo
me comprometo a respetar las reglas del tráfico, ello no me quita libertad,
porque yo libremente lo he aceptado, es una decisión que si bien me obliga, soy
yo el que por convencimiento, de que es algo bueno, lo he aceptado.
La verdad y
las virtudes, son liberadoras, aumentan nuestra libertad cuando las
practicamos, la verdad nos indica la realidad, y las virtudes el bien, esto nos
lleva a saber que es lo bueno que debemos practicar y las virtudes el quererlo
y procurarlo. Así procuramos realizar el bien conocido, por el contrario, el
mal aún siendo acto libre, y que en ocasiones nuestra debilidad nos lleva a
cometerlo, no libera sino esclaviza, ¿que mejor ejemplo está en el pecado, que
nos encadena?.
LA LEY
MORAL NATURAL, viene
ser la aplicación de la ley natural al hombre que al ser libre puede expresar
su amor a Dios, nos enseña lo que debemos hacer para alcanzar nuestro fin
final. El papel, apostólico. Santificador de nuestra Iglesia, nuestra maestra
en Doctrina Cristiana, nos lleva, nos ayuda a cumplir con los preceptos de la
voluntad de Dios, es la aplicación de la Ley Eterna al hombre que siendo
criatura libre, la acepta para su salvación o la rechaza para su condenación.
LA LEY
MORAL ES INMUTABLE, UNIVERSAL Y VERDADERA, objetivamente todas las personas humanas sin
excepción estamos sujetos a respetar las
obligaciones fundamentales de la humanidad, las que se sustentan en la esencia y
naturaleza del hombre, esté donde esté. Son esos principios universales
inscritos e indelebles de nuestra naturaleza humana, y que constituyen el
cimiento de nuestros derechos y obligaciones universales, que por su propia
naturaleza son inviolables, en tanto derechos. Es por estas características que
su validez es para todos los tiempos, pasados y futuros, por estar
indeleblemente inscritos en la conciencia humana. Es así como se ha
desarrollado la humanidad.
LEY MORAL NATURAL Y LEY DIVINO
POSITIVA La Ley Divino-Positiva es revelada, es mudable porque Dios la adapta
a los tiempos, tradicionalmente se divide en tres épocas:
1) La primitiva, va desde nuestros
primeros padres, hasta los tiempos del pueblo escogido, cuando su estancia en
Egipto.
2) Va desde Moisés hasta que termina el
Antiguo Testamento.
3) Es la que corresponde al
cristianismo, está contenida en el Nuevo Testamento.
Dios la ha
impuesto libremente y nos la ha manifestado en la Revelación, en las dos
primeras se dan los sacrificios, y en la tercera los Sacramentos. Esta Ley
Divino-Positiva obligó solo a aquellos hombres a quien Dios la reveló.
Por lo tanto
tenemos que las diferencias entre la Ley Divino-Positiva y la Ley Moral Natural
son:
La natural
es inmutable, pues está fundamentada en la naturaleza que Dios nos da en tanto
así somos creados.
La
Divino-Positiva es mudable, pues Dios la ha adaptado a los tiempos.
La natural
es conocida por la razón, la positiva por revelación.
La natural
obliga a todos los hombres, la positiva solo a aquellos a quienes Dios la
revela.
Nuestra
salvación consiste en sabiduría, debemos conocer nuestra doctrina, y vivirla,
santificarnos.
Los Diez
Mandamientos son parte de la ley positiva y contienen los preceptos de la ley
natural, por lo que su expresión es perteneciente a la Ley Moral Natural, y que
además la Iglesia sanciona con su autoridad, algunos casos son explícitos y
otros implícitos hay por tanto obligación de su cumplimiento por todos los
hombres, no solo los cristianos. Estos son:
.-obligación
de buscar la verdadera fe.
.-respetar
los derechos de la Iglesia.
.-Indisolubilidad
del matrimonio.
.-prohibición
de quitar la vida a alguien, por tanto prohibición de Eutanasia y aborto.
.-derecho y
obligación de los padres de educar a sus hijos.
.-defraudar
el salario a los trabajadores.
.-y varios
puntos mas, no matar, no mentir, no desear los bienes ajenos, etc.
LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA. La Iglesia recibió poder para
mandarnos, proviene del propio Jesucristo, su divino fundador, quien la
constituyó para guiarnos por amor, para conducirnos a la salvación eterna. Sus
mandamientos obligan en conciencia y bajo pecado mortal si la materia es grave.
Al imponerlos la Iglesia busca el
asegurar mejor las máximas evangélicas y el cumplimiento de los Diez
Mandamientos. Se trata por lo tanto de las mas importantes obligaciones de todo
buen cristiano. (1.-oir Misa entera los Domingos y fiestas de guardar.
2.-confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte,
y si se ha de comulgar. 3.-comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4.- ayunar y abstenerse de comer carne,
cuando lo manda la Santa Madre Iglesia. 5.- ayudar a la Iglesia en sus
necesidades).
LAS LEYES CIVILES. Dios ha querido que los hombres
vivan en sociedad, por naturaleza el hombre es gregario, y esta clase de vida
necesuta ser regulada, buscando el bien común, con el objeto de que unos se
ayuden a los otros a cumplir sus finalidades personales y a desarrollarse en
tanto seres humanos. Estas leyes son siempre positivas, y no nos guían
intrínsecamente a la salvación, pero si externamente nos ayudan a ello, nos
recuerdan los mandatos divinos y acordes a las circunstancias en su
cumplimiento, encontraremos ventajas o castigos. Las leyes humanas son justas y
legítimas solo en la medida en que derivan de la Ley Eterna, y en la medida que
son justas obligan en conciencia. Toda potestad legítima proviene de alguna
manera, por tanto, de Dios, consecuentemente resistir a la ley justa y legítima
es resistir a Dios. Las leyes civiles que van en contra de los derechos de Dios
y de la Iglesia, no obligan, al igual que las leyes injustas o ilegítimas.
MORALIDAD DE LOS ACTOS HUMANOS, lo moral es el acto humano que en su relación con el
bien obrar, opera. Así lo que coincide con el bien obrar es “bueno” y lo que no
es “malo”. La norma del bien tiene dos aspectos, uno exterior a nosotros, que
consiste en la ley o su reglamentación, y la otra interior que es nuestra
conciencia. La razón de esto es dado que nuestra conciencia podría no estar de
acuerdo con una Ley Divina, por propio error, consciente o inconsciente, es por
ello que se mencionan los dos aspectos: ley y conciencia. Así la BONDAD es el
acuerdo con la ley y la conciencia. Y la MALICIA MORAL es la falta de acuerdo,
con la ley, malicia material, o con la conciencia malicia formal.
ELEMENTOS DEL ACTO MORAL, aquí lo que debemos de examinar son
tres características de los actos morales:
EL OBJETO, es lo que caracteriza al acto en
si, Ej. dar limosna que es ayuda al prójimo necesitado. O robar algo que es
quitar lo ajeno.
LAS
CIRCUNSTANCIAS, son aspectos exteriores que califican al acto y son siete, a
saber: persona, cosa, modo, fin, medios, tiempo, y lugar.
LA
FINALIDAD, que viene a ser la motivación del actuante.
Para que una
acción sea buena debe serlo en estos tres aspectos: objeto, circunstancias y
finalidad, si un solo aspecto de estos es malo, la acción toda es mala. Para
que sea buena debe cumplir con la bondad en los tres.
Hay acciones
que tienen un doble efecto, uno bueno y otro malo, para que sean lícitas estas
acciones, se debe procurar:
a.- que la
acción sea buena o al menos indiferente. Ej. Platicar.
b.-que el
efecto buscado sea el bueno. Ej. Hacer apostolado
c.-que el
efecto que se derive de la acción sea el bueno. Ej. Curar al enfermo.
d.-que haya
motivo proporcionado para permitir el malo. Ej. Amputar pierna gangrenada.
PERFECCIONAMIENTO, IMPUTABILIDAD, Y
LIBERTAD, HUMANAS. La libertad es un don que Dios da al hombre al crearlo a su imagen y
semejanza, junto con la capacidad de razonar y de tener voluntad. El hombre se
perfecciona en uso de la libertad en cuanto la usa para su ordenación a Dios,
por lo que ello no la restringe, por el contrario, facilita su ejercicio, por
ello la verdad y las virtudes facilitan el querer el bien, y los vicios
dificultan el adherirse al bien. Cuanto mayor es la formación doctrinal o
profesional que la persona adquiere mas se justifica su conocimiento en materia
moral, al conocer mejor las implicaciones propias de su vida, sea la piadosa o
la profesional, la familiar o la social. Siempre considerando como deber
primordial el orientar nuestras acciones hacia la persona de Dios. De aquí se
desprende la obligación de la formación personal en cuestión moral acorde a los
principios de la doctrina católica.
Debemos de
procurar, ya que es derecho y deber el conocer la ley moral, y tener los medios
adecuados para evitar su ignorancia en esta materia tan importante.
Jorge Casas
y Sánchez.
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