miércoles, 3 de octubre de 2018


Este artículo es colaboración de Francisco de La Selva.
LA CATEQUESIS ES UNA EDUCACIÒN EN LA FE, INTIMAMENTE CON LA VIDA DE LA IGLESIA.
El último catecismo es el de San Juan Pablo II, dado en el 30 aniversario del Concilio Vaticano II, el día 30 de Octubre de 1992.
La vida del hombre es conocer y amar a Dios. Llama a todos a ser hijos de adopción y herederos de su gloria ò vida bienaventurada.
Cristo escogió  a los apóstoles para anunciar el Evangelio. La revelación se dirige al hombre y por la fe, el hombre se dirige a Dios. La fe en un solo Dios y Jesucristo nuestro salvador
Primera parte: La profesión de la fe. El CREDO.
Segunda: Los Sacramentos
Tercera: La vida según la fe
Cuarta: La oración en la vida de la fe
Siempre aparece el amor de nuestro señor Jesucristo. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios y solo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha.
Las facultades del hombre le hacen capaz de conocer la existencia de Dios, las pruebas de la existencia de Dios pueden disponer a la fe y ayudar a ver que la fe no se opone a la razón humana.
El hombre necesita ser iluminado por la revelación de Dios, no solo de lo que supera su entendimiento, sino también sobre las verdades religiosas y morales que de suyo no son inaccesibles a la razón, a fin de que sean conocidas con una certeza firme y sin mezcla de error.
¿Cómo HABLAR DE DIOS?   Al defender la capacidad de la razón humana para conocer a Dios, la iglesia expresa su confianza de hablar de Dios a todos los hombres y con todos los hombres.
Todas las criaturas poseen una cierta semejanza con Dios (su verdad, su bondad, su belleza) reflejan la perfección infinita de Dios. Es preciso recordar en efecto que entre el Creador y la criatura no se puede señalar una semejanza tal que la desemejanza entre ellos no sea mayor todavía y que no podemos captar de Dios lo que El es.
DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE. Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas el de la revelación divina.
Revela plenamente su designio enviando a su hijo amado, nuestro señor Jesucristo y al Espíritu Santo, para hacer de los hombres, en su hijo único, hijos adoptivos.
LA PROFESION DE LA FE CRISTIANA. Quien alguien dice “YO CREO” dice yo me adhiero a lo que dice EL CREDO CRISTIANO.
La primera profesión de la fe se hace en el bautismo, el símbolo bautismal. El símbolo se divide en tres partes. El Padre la primera persona divina es autor de la obra admirable de la creación, la segunda persona divina del misterio de la redención y la tercera persona divina el espíritu santo es fuente y principio de nuestra santificación.
Al revelar su nombre misterioso de YHAVE  “yo soy el que soy” y el nombre de Jesús que significa Dios Salva. Se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a nosotros para salvarnos.
La revelación de Dios como Trinidad. Por eso los apóstoles confiesan a Jesús como el VERBO que en un principio estaba junto a Dios y que era Dios, el resplandor de su gloria y la impronta de su esencia.
El origen eterno del  Espíritu Santo se revela en su misión temporal. Es enviado a los apóstoles y a la iglesia tanto por el Padre en nombre del hijo, como por el hijo en persona una vez que vuelve al Padre. El envió de la persona del Espíritu Santo tras la glorificación de Jesús, revela en plenitud el misterio de la Santísima Trinidad.
ESCRITURAS.- Lo que Cristo confió a los apóstoles, estos lo transmitieron por su predicación y por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo  a todas las generaciones hasta el glorioso retorno de Cristo.
En virtud de su sentido sobrenatural de la fe, todo el pueblo de Dios no cesa de acoger el don de la revelación divina, de penetrarla más profundamente y de vivirla de modo más pleno.
El canon de las escrituras comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos y 27 para el nuevo. La iglesia recibe y venera como inspirados ambos testamentos.
La unidad de los dos testamentos se deriva de la unidad del plan de Dios y su revelación.
LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS.-
El hombre se somete libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios.
Tanto Abraham y en especial la santísima Virgen María realizan de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe María acogió el anuncio de la promesa que le traía el Arcángel  Gabriel. Creyendo que nada es imposible para Dios y dando su asentimiento “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.
Mayo-2018






CREO EN DIOS, PADRE TODOPODEROSO.
La creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios. La fe cristiana confiesa que  hay un solo Dios por naturaleza, por substancia y por esencia.
Dios que revela su nombre como “yo Soy”, se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.
Dios es rico en amor y fidelidad; estos dos términos expresan de forma condensada las riquezas del nombre divino.
Creer en Dios es reconocer la grandeza y majestad de Dios, es vivir en acción de gracias y usar bien de las cosas creadas y confiar en su divina providencia.
La fe de todos los cristianos se cimenta en la Santísima Trinidad. La verdad revelada de la Santísima Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz viva de la iglesia, principalmente en el acto del bautismo y solo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
EL TODOPODEROSO. De todos los atributos divinos, la omnipotencia de Dios es universal porque Dios que ha creado todo, rige todo y lo puede todo. Por tanto, nada le es imposible y dispone de su obra según su voluntad.
Nada es, más propio para afianzar nuestra fe y nuestra esperanza que la convicción profundamente arraigada en nuestras almas de que nada es imposible para Dios.
En la medida en que nuestra razón tenga la idea de la omnipotencia divina, admitirá sin vacilación alguna las más grandes e incomprensibles cosas que Dios nos quiera revelar.

CREO EN JESUCRISTO HIJO UNIGENITO DE DIOS
El verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios y para hacernos participes de la naturaleza divina. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
La alegre convicción de la iglesia: “El ha sido manifestado en la carne” Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.
El Concilio de Éfeso en el año 431 proclamó que María es con toda verdad madre de Dios, mediante la concepción humana del hijo de Dios en su seno.
La encarnación es pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única persona del verbo. La iglesia confiesa que  Marìa es verdaderamente Madre de Dios (Teotokos)
Jesús  es el hijo único de María. Pero la maternidad  espiritual de María se extiende a todos los hombres.
San Juan Bautista es el precursor inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino. Decía Juan “Es preciso que Él crezca y que yo disminuya”.
La vida oculta de Nazaret permite a todos entrar en comunión con Jesús a través de los caminos más ordinarios de la vida humana.
                                                 
CREO EN EL ESPIRITU SANTO Y LA SANTISIMA TRINIDAD.
La persona humana participa de la luz y la fuerza del Espíritu divino. Por la razón es capaz de comprender  el orden de las cosas establecido por el creador. Por su voluntad es capaz de dirigirse por si misma a su bien verdadero. Encuentra su perfección  en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien.


  FSB Junio 2018                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

No hay comentarios:

Publicar un comentario