PARA PARTICIPAR MEJOR DE LA SANTA MISA.
La Santa Misa es el centro de toda la vida cristiana. Es la
conmemoración incruenta del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo, es la
acción con la que Dios Padre santifica al mundo en Cristo. Culto en el que
los hombres adoramos a Dios, Trinidad Santa en su Iglesia.
Conviene, por respeto a Dios llegar unos minutos antes del comienzo
de la celebración a modo de participar fervorosamente con nuestra Fe,
Esperanza y Caridad, que se alimentarán en la propia celebración. Es de
gran ayuda el uso del misal para mejor seguimiento y comprensión de las
lecturas.
El pueblo es convocado, y el sacerdote preside, actuando en la
persona de Cristo y celebrando su Sacrificio Eucarístico. Por lo que
Jesucristo está real y verdaderamente presente, de manera sustancial y
permanente en las especies consagradas.
La Misa consta de dos partes con sus ritos, tan estrechamente
unidos que forman una sola liturgia, son: Liturgia de la Palabra y
Liturgia Eucarística.
RITO INICIAL. (Antífona de entrada).
Todos nos santiguamos, el sacerdote nos desea: EL SEÑOR ESTÉ CON
USTEDES, a lo que contestamos, deseándole lo mismo. Tiene lugar el
acto penitencial, y el rezo del Yo Pecador, en el que nos reconocemos
pecadores y pedimos arrepentidos y con dolor el perdón de nuestras faltas.
Se nos perdonan los pecados veniales. (los pecados mortales solo se perdonan
con el sacramento de la Confesión), para obtener el estado de gracia
y poder comulgar.
En las misas dominicales se reza el Gloria, alabanza a Dios.
Concluye el rito inicial con el rezo de la oración Colecta y nos sentamos.
GLORIA
Se reza en las Misas de precepto y dominicales, (fuera
de los tiempos de Adviento y Cuaresma). Venerable oración a la
Santísima Trinidad.
COLECTA
El sacerdote invita a orar, y todos por un momento tomamos
conciencia de estar en la presencia de Dios, el sacerdote dice dicha
oración Colecta.
LITURGIA DE LA PALABRA.
Las lecturas son lo que Dios nos comunica a través de las
Escrituras, de allí su enorme importancia, que merece nuestra mejor
atención, siendo lo ideal seguirlas con el misal diario mensual que se
puede adquirir fácilmente por poco precio. Se trata de lecturas orantes que con
la homilía del sacerdote se comprenden mejor. Empiezan con la oración del
sacerdote llamada Plegaria Eucarística, a la que se han añadido las
oraciones Colecta y Sobre las Ofrendas.
Por el carácter comunitario de la celebración, el pueblo participa
en las lecturas y el salmo responsorial.
Antes de que sean proclamadas, el Sacerdote realiza
las Oraciones Secretas, y los fieles en voz muy baja pedimos que Dios
penetre, con su palabra, nuestro corazón y entendimiento.
El canto es muy importante, y recomendado en las Misas dominicales
y de precepto. Es en los Salmos en el aleluya y en
el resto de la liturgia, la expresión del gozo de nuestro espíritu, se
alienta a que haya coros en los templos, sin afán de espectáculo, sino con
la devoción propia del caso, dando preferencia a la tradición cristiana,
sobre la moda en los cantos.
EL EVANGELIO es el culmen de la Liturgia de la Palabra, lo
escuchamos con suma veneración, en tanto reconocemos y proclamamos la
presencia de Jesucristo, que nos habla. Así mismo veneramos al libro
Evangelario.
HOMILIA.
Es parte de la Liturgia de la Palabra, muy importante y
recomendable en tanto necesaria como alimento de la vida cristiana.
PROFESIÓN DE FE (CREDO).
Se reza en las Misas dominicales y de precepto, usualmente es
proclamado por la feligresía o puede ser contestatario a preguntas del
celebrante.
ORACIÓN UNIVERSAL.
Es la oración de los fieles, a la que contestamos como acto de fe,
se ofrecen fórmulas salvíficas universales.
LITURGIA EUCARÍSTICA.
Ofertorio.
Se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. El sacerdote dice lo que son, pide con humildad todo lo
que va a ofrecer, como en la última cena con sus apóstoles en que Cristo
instituyó el Sacrificio y Banquete Pascual, lo hace representándolo, como lo
quiso Él, y pidió a sus apóstoles que lo hicieran en memoria suya. El
sacerdote se lava las manos, con este rito se expresa su deseo de
purificación interior.
Oración sobre las ofrendas, tiene por objeto recomendar a Dios los
dones presentes en el altar y pedirle los bendiga y acepte como ofrecidos
que son por la Iglesia, por el Papa, el Obispo y todos los fieles.
PREFACIO
Es el inicio de la Oración Eucarística, el sacerdote invita:
“levantemos el corazón” y termina con el Santo, Santo, Santo.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
Nota: puede tener lugar la procesión de los fieles con las ofertas,
las que recibe el sacerdote en el presbiterio y los lleva al
altar.
También se pueden incensar los dones.
Es el culmen de toda la celebración, el sacerdote se dirige a Dios
Padre, por medio de Jesucristo y el Espíritu Santo, en nombre de toda la
comunidad. Debemos escucharla con la mayor devoción.
El sacerdote con las manos extendidas nos invita a pedirle a Dios
Padre, que por mediación de su hijo Jesucristo acepte los dones que se
ofrecen por la Iglesia, por el Papa, por el Obispo, los fieles y alguna
petición extraordinaria, por la unidad, por la paz, etc.
El sacerdote ofrece y recibe de los fieles (mío y vuestro) sus
peticiones. Dar y recibir, no estamos como simples espectadores sino
como participantes.
Pide nuestra oración, -“orad hermanos”- contestamos: -“que el Señor
reciba de tus manos…”- Nos recuerda que pidamos por los vivos, (memento de
vivos)
El sacerdote ora a Dios Padre, pidiendo que convierta las especies
(pan y vino) en su cuerpo y en su sangre y pronuncia las palabras del
ritual:
Cristo tomó en sus manos el pan y el cáliz, dio gracias, lo partió
y lo dio a sus discípulos. De allí que la Iglesia haya ordenado la
Celebración Litúrgica, acorde a las propias palabras que el Señor
pronunció.
Es así como se realiza el MILAGRO EUCARÍSTICO que llamamos LA
TRANSUBSTANCIACIÓN, el sacerdote eleva primero el
Cuerpo, después el Cáliz con la Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo, ADORÁNDOLO ÉL Y PARA QUE NOSOTROS LO ADOREMOS. TAMBIÉN, a
partir de ese momento Jesucristo está en el altar, y recordamos a nuestros
seres queridos que han pasado a la otra vida, rogando a Dios por
su salvación, (memento de difuntos).
En la Plegaria Eucarística se dan gracias a Dios por toda la
obra salvífica. Por la fracción del Pan Consagrado, y por la Comunión de los
fieles, por muchos que seamos recibimos todos el Cuerpo, y de un solo
cáliz la Sangre del Señor, del mismo modo que sus apóstoles lo recibieron
de sus propias manos.
Los elementos de que consta esta plegaria son :
.- Acción de gracias, aclamación que
culmina con el Santo, Santo…,
.-Epíclesis, que implora la consagración al
Espíritu Santo, Narración de la Institución, y Consagración.
.- Anámnesis que realiza el memorial de
la Pasión, Resurrección y Ascensión, de Cristo.
.- Oblación que la Iglesia en especial la reunida
aquí, ofrece al Padre, en este memorial, en el Espíritu Santo, la víctima
inmaculada y a nosotros mismos.
.- Intercesiones, la celebración incluye
a la Iglesia terrena y celeste, con todos sus miembros vivos y difuntos.
.-Doxología final, Expresa la glorificación de
Dios, concluye con el Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN.
Oración que pide, entre otras cosas, el pan, que implica en primer
lugar el Pan Eucarístico, y el cotidiano para todos los hombres de la
tierra. Se reza comunitariamente, y el sacerdote solo, añade el
embolismo, el amén se dice por todos al final de este.
RITO DE LA PAZ.
En el que al dar la mano a los que tenemos cerca, expresamos
nuestro deseo de paz y unidad para toda la familia humana
FRACCIÓN DEL PAN.
Es sacerdote parte el Pan eucarístico, Se reza o canta
el Cordero de Dios. Cristo en la última cena, partió el pan, este gesto se
imita, significando que siendo muchos, comulgamos de un solo Pan de
vida, que es Cristo resucitado. Se reza o canta el Cordero de
Dios…..
RITO DE LA COMUIÓN.
Convite pascual en el que Cristo se nos ofrece Él mismo como
alimento espiritual, la Gracia Santificante se nos otorga en forma
super-abundante, conviene, según mandato del Señor, que su Cuerpo y su
Sangre, sean recibidos por los fieles que estén en Estado de Gracia. Solo
deben comulgar los que estén en Estado de Gracia.
Oración del Padre Nuestro, se pide principalmente el Pan
Eucarístico, y evoca también el pan material de toda la humanidad.
Pedimos que venga el Reino de Dios, por la purificación
de nuestros pecados, no se dice amén sino después del embolismo que añade
el Sacerdote.
COMUNIÓN.
El significado de la fracción del Pan Eucarístico es del
sufrimiento de Cristo al ser lastimadas sus carnes nobilísimas. A
continuación se reza o canta el CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO
DEL MUNDO, el sacerdote muestra para su adoración el Cuerpo de Cristo,
invitándonos al banquete de Cristo---este es el Cordero de Dios que quita
los pecados del mundo----- a lo que contestamos con mención evangélica del
centurión---Señor yo no soy digno de que entres en mi casa……
Comulga el sacerdote, y se da la comunión a los fieles. Es momento
de recogimiento, y agradecimiento al Señor. El sacerdote pronuncia la
oración de después de la Comunión, pidiendo que se obtengan los frutos del
misterio celebrado. Se dan gracias por la Gracia Santificante recibida por
el Sacramento. Se trata de la Comunión de los Santos, que por virtud de la
presencia real y verdadera de Cristo en la Comunión nos une al Magisterio,
incluido el Santo Padre, a todos los clérigos y a los seglares que lo
hayan realizado. Siendo además inhabitación trinitaria en cada uno de
nosotros. No debemos de perder la capacidad de asombro ante la magnitud
del Sacramento, y meditar en esta profundamente.
RITO DE CONCLUSIÓN.
Consta de los avisos, si los hay. El sacerdote extendiendo las
manos a los fieles dice, “el Señor esté con ustedes”, a lo que
contestamos: y con tu espíritu, y nos da la Bendición, después nos
despide, para que vayamos a realizar nuestras honestas actividades.
Compiló parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia. Cuernavaca, Mor.
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