VIRTUDES HUMANAS.
No debe cabernos duda de que la práctica de las virtudes humanas hacen al ser humano mas persona, mejor persona, quien se ejercita en ellas gana valores propios que le satisfacen aumentando su autoestima. Veamos, una persona está mas contenta de si misma si está ayudando a los demás, si es caritativa, si lleva a cabo favores, si encuentran los demás apoyo moral en uno mismo, si está enseñando a otros lo que no saben, si en cualquier forma ayuda a la sociedad con su trabajo personal, sea este de cualquier orden.
La enseñanza de las virtudes a los menores es de una gran importancia, porque consiste en hábitos que se van inculcando desde pequeños y que conformarán nuestra personalidad, cuando seamos adultos, así podemos afirmar que la mamá que enseña en el hogar las virtudes del orden, la obediencia, el respeto, la higiene, etc. desde la mas tierna infancia hasta los 14 años, especialmente, (nos dicen los grandes especialistas en la educación de los menores) está colaborando a que sus hijos, adquieran esas costumbres que les acompañarán toda su vida.
Hay unas definiciones que nos pueden ayudar a comprender mejor las virtudes, y así las valoraremos mejor, son las siguientes:
La mas sintetizada dice así: a) HÁBITO OPERATIVO BUENO.
Otra mas explícita es: HÁBITO O DISPOSICIÓN PERMANENTE QUE NOS MUEVE A OBRAR EL BIEN Y A EVITAR EL MAL
Notaremos que en ambas se habla de “hábito” pues la virtud no es algo pasajero sino que es parte esencial de la persona, por lo tanto involucra dos aspectos muy importantes de nuestro fuero interno, la convicción y la voluntad.
También debemos de considerar que las virtudes, en general, se dividen en dos grandes apartados: las VIRTUDES TEOLOGALES y las VIRTUDES HUMANAS, las teologales tienden a nuestro último fin que es la SALVACIÓN DE NUESTRA ALMA y las humanas a la consecución del BIEN COMUN, y la RECTITUD DE INTENCIÓN.
Las Virtudes Teologales son solo tres: FE, ESPERANZA Y CARIDAD. De ellas hablaremos específicamente en otras ocasiones, para no alargarnos demasiado hoy.
Las virtudes humanas son innumerables, muchísimas, pero hay cuatro que desde la antigüedad son consideradas de capital importancia, es clásico enumerarlas porque son sustento de todas las demás, son: PRUDENCIA, JUSTICIA , FORTALEZA Y TEMPLANZA.
Para terminar hoy, solo diré que todas las virtudes están concatenadas entre si, formando un sistema, que podemos llamar EL CONJUNTO ESTRUCTURADO DE LAS VIRTUDES HUMANAS.
Jorge Casas y Sánchez.
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