Temas, varios cada mes, de formación católica que persiguen lograr una FE ADULTA y un conocimiento básico de la Religión Católica, si se van meditando por medio de la "lectura meditada". Se recomienda para los que visiten el blog por primera vez que se vayan a las primeras entradas de 2010. Así sus meditaciones tendrán la ventaja de seguir un orden conveniente. El breve curso de Filosofía cristiana en ocasiones se interrumpirá, con otras entradas, por ello va cada entrada numerada con romanos.
miércoles, 26 de julio de 2023
ALGO SOBRE L SANTA MISA
ALGO SOBRE
LA SANTA MISA.
Siguiendo al padre Don Pablo Arce, tomado de la más pura
Doctrina Cristiana, nos enseña:
FINES DE LA MISA, cuatro “cuentas”.
En esta vida los hombres tenemos
“cuentas” que pagar. Se paga con dinero, con atenciones, con trabajo, con
acciones……
A Dios tenemos que pagarle cuatro
“cuentas”: Adorarlo por ser Dios, darle
gracias por todo lo que nos da; pedirle perdón por las faltas que cometemos y
suplicar su ayuda.
1.- ADORACIÓN.
Le adoramos de un modo digno y sublime en
la Santa Misa. Le ofrecemos a Dios nada menos que el cuerpo y la sangre de
Cristo, que tiene un valor infinito.
2.- ACCIONES DE GRACIAS, EUCARISTÍA quiere decir acción de gracias. Ofrecemos a
Dios un don de valor infinito. La Misa nos libra así de ser ingratos con Dios.
3.-PETICIÓN DE PERDÓN. La Misa es sacrificio propiciatorio. Es
propiciatorio y así lo dijo Cristo: esta es mi sangre que será derramada por la
remisión de los pecados. Además, por el sacrificio propiciatorio se alivian las
penas temporales.
4.-SÚPLICA. Con esta
recomendación, nosotros que no somos nada podemos acudir confiados en la Misa
diciendo: “todo lo puedo en aquel que me conforta”, en aquel que gracias al
sacrificio de la Cruz, se quedó. Me hace más fuerte.
ESQUEMA GENERAL.
Ritos Iniciales: -Nos ponemos en la presencia de Dios.
-Reconocemos que
somos pecadores.
-Hacemos peticiones
concretas.
Liturgia de la Palabra: -Dios nos habla.
Liturgia de la Eucaristía: -Ofertorio, damos a Dios nuestros
dones.
-Prefacio, reconocemos la Bondad y Santidad de Dios.
-Plegaria Eucarística, Peticiones a Dios, CONSAGRACIÓN, conversión
del pan y
vino en el cuerpo y sangre de Cristo.
Rito de la Comunión:
-Padrenuestro (oración que Cristo nos enseñó). Cristo se nos da en
alimento para nuestra alma, si estamos en gracia de Dios.
Rito de despedida:
-Oración de petición, Bendición del
sacerdote.
ESQUEMA DETALLADO.
RITOS INICIALES: -Canto de entrada: Beso al altar. Señal de
la Cruz. Saludo.
Acto penitencial:
a) invitación al arrepentimiento. b) Oración “Yo Pecador”.
c) Súplica del
perdón divino.
-Invocaciones,
Gloria, Oración Colecta.
LITURGIA DE LA PALABRA.
-Primera Lectura, Salmo responsorial o gradual, Segunda Lectura,
Aleluya
o canto.
EVANGELIO.- Señal de la
Cruz, Lectura, Beso al
libro sagrado.
-Homilía, Credo, Oración
de los fieles.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA:
OFERTORIO. – Canto del ofertorio y presentación de los
dones, presentación del
Pan, mezcla de un poco de agua en el vino, petición humilde,
Lavatorio de las manos,
petición de oración, oración sobre las
Ofrendas.
PREFACIO. –
Inicio de la oración, oración prefacio.
PLEGARIA EUCARÍSTICA, (según el Canon Romano),
-peticiones, memento de vivos, Infra acción, súplica, impetración,
Consagración del pan, del vino, petición, memorial, súplica, memento
de difuntos, reconocimiento de nuestra iniquidad, Glorificación.
RITO DE LA COMUNIÓN-El
Padrenuestro, rito de la paz, acto de la fracción del pan, inmicción
O mezcla, Agnus Dei (Cordero de Dios), preparación privada del
Sacerdote para comulgar, muestra a los fieles de la Sagrada Forma
(adoración),
comunión del sacerdote, canto de la comunión,
Comunión de los fieles, oración después de la comunión.
RITO DE DESPEDIDA.- saludo y
bendición sacerdotal, despedida.
Compiló: Jordi Casas.
REVELACIÓN NEO-TESTAMENTARIA
REVELACIÓN NEOTESTAMENTARIA.
La Revelación de Dios en el Antiguo
Testamento en general se realiza mediante la Palabra inspirada a
personas a los que en general se clasifica como Profetas a los que Dios escoge
para ello siendo en su conjunto la preparación de la venida a este mundo de
Jesucristo y todo lo que ello implica. En el NUEVO TESTAMENTO es exclusivamente
Nuestro Señor Jesucristo, Él mismo, quien realiza la Revelación
Neo-testamentaria. Mediante
la cual promueve personalmente la comunicación con el
hombre lucrándole, enseñándole, señalando el camino de la
salvación. Y como siempre la virtud teologal de la fe es indispensable para que
ésta sea admitida por la persona humana. Es necesario que haya, aunque sea
incipiente un poco de fe. Y apoya la revelación del Antiguo Testamento en su
totalidad, -Lucas, 24-44.
A mayor fe, mayor provecho se
obtendrá de las enseñanzas de esta maravilla de la cumbre de la Revelación,
notará la persona que la recibe, que la catequesis, cuya labor es precisamente catequizar
para acrecentar la fe de aquellos que son catequizados con el objeto de que se
cumpla, por ambos el crecimiento del diálogo
con Dios. La gran
necesidad de la fe se da porque Dios ha querido revelarse en su pobreza y en su
humildad y a través de los humildes, así fueron los apóstoles, personas
sencillas, sin cultura, pobre fue también Pablo, que trabajaba con sus manos,
aunque si era culto, no solo en lo social de la civilización greco-romana, sino
además en la sabiduría de la revelación de ambos testamentos. En la historia de
estos hombres y muchos más, así como el la tradición ejercida por las mujeres
piadosas con su descendencia es donde encontramos en su praxis la Revelación
Neo-testamentaria, el primer ejemplo lo vemos en la humildad y pobreza de la
Sagrada Familia, en especial al momento del nacimiento de Jesús, es al parecer
el mejor caldo de cultivo para las verdades que Dios nos ha querido revelar,
siendo estas al ser admitidas por la fe, el camino humano de la salvación.
Jesucristo no se limitó en su trato
con los otros solo a los pobres y humildes, había entre sus amistades muy
queridas también hombres con recursos económicos notables, así vemos a José de
Arimatéa, a Zaqueo, al mismo Mateo Evangelista eran personas acomodadas económicamente,
pero contaban con el don de la fe. Don con el que todos contamos pero debemos
aceptarlo primero, después nuestra fe debidamente cuidada, alimentada crecerá.
Los contemporáneos de Cristo, los que
le escucharon y siguieron, o al menos creyeron en Él, tenían fe, nosotros los
que a más de dos mil años le conocemos necesitamos imprescindiblemente el don
gratuito de la fe, y ésta se adquiere mediante la introducción a ésta y la
enseñanza desde pequeños, la catequesis de la primera comunión. Sí aquella que
recibimos de críos pequeños, pero como adultos la seguimos necesitando, la
catequesis nos es imprescindible para seguir creciendo en la fe. Esto es lo que
la constituye en obligación seria para todo católico. Obligación que tiene dos
aspectos uno el de recibirla y otro el de otorgarla a los demás, cierto no
todos somos catequistas en el sentido amplio del término, pero si todos tenemos
la obligación de comunicar de transmitir de alguna manera la fe a los demás.
No fue fácil, para sus
contemporáneos, incluidos los apóstoles y los más cercanos seguidores asimilar
el hecho, de que el inconmensurable poder de Jesucristo, a quien se someten
tormentas y vientos en el mar, que resucita muertos, cura toda clase de
enfermedades, multiplica milagrosamente por miles los alimentos, el hecho de
que amara y enseñara con su propio ejemplo la dignidad de la pobreza, del
despego de los bienes terrenales, de su profunda dedicación a la oración, del
amor por los más humildes y desposeídos. Para nosotros, después de más de
dos-mil años de asimilar la Revelación, por las mentes más pre-claras que hay
entre los hombres, nos es más fácil alcanzar a comprender estas enseñanzas de
Nuestro Señor Jesucristo. Nos acercamos al final de este artículo recordando
algo en lo que el propio Jesús insistió varias veces, y es que lo que Él decía
venía de Dios Padre, ya Él le pedimos que nuestra fe acate las enseñanzas, las
asimile y lleve a nuestra “fe operativa”, camino de nuestra salvación.
Jordi Casas.
jueves, 6 de julio de 2023
ANTROPOLOGIA CATÓLICA
ANTROPOLOGÍA CATÓLICA.
Para explicar la antropología a
la que nos vamos a referir es indispensable recurrir a la filosofía, y como
ésta no es ampliamente conocida, me propongo exponerla en términos legos, en la seguridad que será
fácilmente comprendida.
Los seres vivientes son entes
móviles, conocemos a simple vista a las plantas, con la movilidad solo
inmanente, la llamamos vida vegetativa, los animales y el hombre, constituyen
la vida sensitiva, que posee además de los sentidos, las características de la
vegetativa, y a esta se añade la locomoción, pero el hombre va más allá pues
tiene además de los sentidos de los animales superiores, la vida intelectiva,
lo que hace la enorme diferencia, gracias a la consideración de que contamos
con el ALMA ESPIRITUAL E INMORTAL de que nos dota nuestro Creador en el
instante en que somos concebidos en el vientre de nuestra madre. (Hay muchos entes que poseen las características
animales, algunos extintos otros
microscópicos de los que NO nos ocuparemos aquí), por entes móviles entendamos que siguen el
ciclo de nacer, crecer, reproducirse y morir. En otras palabras hablamos de
biología. Santo Tomás de Aquino define con esa maravillosa capacidad de síntesis
que lo distingue: --SUSTANCIA A LA QUE CONVIENE, SEGÚN SU NATURALEZA, MOVERSE A
SI MISMA--. Como término que muestra la
movilidad y vitalidad usamos el de “ánima”, incluso para para el hombre en su
consideración como ente viviente, y el término: “ALMA” lo reservamos para el
alma espiritual del hombre, incluyendo las almas del purgatorio.
En acepción impropia se califica
de “agua viva” aunque carece de ánima a la de la fuente, rio, cascada, etc. en
contraposición de agua quieta aplicada a la del estanque, tanque, etc. esto lo
menciono para distinguir la movilidad y locomoción propia de la ajena, el agua
necesita agente externo para cambiar de
localidad. Considerándolo como ejemplo. Es muy importante para ser
contemplativos de las inconmensurables bondades y sabiduría divinas, la
observación de estos asuntos que pertenecen a la naturaleza, procedentes de la
voluntad creacional divina, que al hablarnos de Dios nos acercan agradecidos y
admirados a Él. De las máquinas, I.A. y otros artilugios hechos por el hombre
se dice de igual manera de las cosas con locomoción, pues ánima no tienen, que necesitan ser cambiadas de lugar por algo
externo e ellas.
Es una realidad que estamos
hablando de Psicología filosófica, que es totalmente diferente a la psicología en
tanto ciencia médica, lo que aquí nos interesa es la “organización” necesaria
para su movilidad, o sea los organismos, (partes). Para que un ente sea vivo le
es necesario ser un organismo, siendo por tanto la estructura u organización de
sus partes y su cometido es lo que le anima. Este es un punto importante de
meditación sobre el conocimiento, sabiduría y poder del Creador. Y esto nos
lleva al caso de la persona humana, que aparte del ánima que organiza u
movilidad cuenta con un ALMA ESPIRITUAL, que es mucho más importante que el
resto de su movilidad humana. De esta ALMA hablaremos después del comentario
del ánima
humana, de la cual podemos decir que supera a todos los otros entes
vivos, con enorme diferencia.
Dios al crear a nuestros primeros padres los dotó,
en tanto a sus ánimas de grandes cualidades ausentes en el resto de la
Creación, destacan su maravilloso cerebro y sus manos. Esa es claramente la
enorme diferencia, en lo animal, con todos los otros entes móviles, incluso los
que gozan de los cinco sentidos. Pero no queda ahí el asunto; al ser hecho a su
imagen y semejanza nos dotó de la enormidad del ALMA. Esta no es parte somática
de nuestro ser, en tanto no es orgánica,
es absolutamente inútil buscarla en entre las partes integrantes de nuestro
organismo, en tanto que es ESPIRITUAL, lo
que la dota de la inigualable característica de la INMORTALIDAD, es lo más
activo que poseemos, nos permite ejercer nuestra libertad, es el principio
radical de que Dios nos dota. Hay entre algunos académicos equivocados una
argumentación que por un lado sostiene que el hombre piensa porque tiene manos
y por otro que tiene manos porque piensa, ambas posturas son falsas de toda
falsedad, el hombre tiene manos porque así lo creó Dios y alma espiritual y
pensante porque estamos hechos a su imagen y semejanza, contamos con la
capacidad de pensar porque nos dotó de lo necesario para ejercerlo: un alma
espiritual, al crearnos a su imagen y semejanza. (Conviene no dejarse influenciar
por el darwinismo, de donde provienen tantas ideologías equivocadas).
Siguiendo a Santo Tomás y a San
Agustín son tres las potencias del alma y orientan nuestra vida, estas son auxiliadas por nuestro cerebro, la
MEMORIA, la que se auxilia del cerebro en la creación de imágenes y otros
aspectos. Las otras, ENTENDIMIENTO que proviene de nuestra semejanza con el
Creador y la VOLUNTAD, que es el libre albedrío, que como don único es con el
que regimos lo que somos. Cuando nuestra voluntad es la de cumplir con los
deseos de Dios y coincide con nuestra razón, estamos utilizando de la mejor manera posible
esta potencia de nuestra alma, la cual ha sido informada por nuestro señor
Jesucristo nuestro Redentor.
Solo en el hombre rigen los actos
vitales con motivos y finalidades, en los demás entes con locomoción lo que obra
es instinto, no pueden sino seguirlo fatalmente. En nosotros la libertad de
acción, nos permite escoger el bien del mal, somos entes morales, capaces de
obrar de acuerdo a nuestra libertad, implícita en la potencia del alma de la
voluntad. Es por ello que somos capaces, al obrar el bien y agradar a Dios, u
obrar el mal y así ofenderle.
Cuando un fin es bueno sus medios
deben serlo también, porque un fin bueno se puede buscar con medios malos. Por ello
tenemos para seguir la frase: “El fin NO justifica los medios”. (Lo contrario a
lo que afirmó Maquiavelo). El hombre busca el fin final, el fin mayor que es su
salvación, con actos buenos. Pidamos a nuestra Madre del Cielo la ayuda
necesaria para vivir de acuerdo a la moral cristiana, viviendo los valores
eternos como medios para lograr nuestro esplendoroso fin final.
Jordi Casas.ANTROPOLOGIA CATÓICA