LOS VALORES HUMANOS Y
EL MAL.
Si se tratara de
definir los valores, podemos decir que son características de las
que gozan las personas de buena voluntad y que enriquecen su vida,
que el vivirlos le hace mejor, como persona, y como ser que pertenece a la raza
humana. Por lo que es justo hablar de valores sociales, cuando se dan en un
grupo humano, pero tenemos que medir dichos valores de acuerdo a criterios
que provienen de las costumbres, la cultura, la religión, daré un ejemplo. En
algunos lugares el robar una gallina para alimentar a hijos con hambre merece,
en justicia, perdón; y el mismo, acto en otra cultura realiza la justicia,
cortándole la mano al infractor. Vaya diferencia. La principal característica
de los valores nuestros está en que se fundamentan en el amor a Dios y al prójimo,
y que buscan la armonía en la vida entre nosotros y nos preparan para la
trascendente. El vivir los valores tradicionales humanos, significa una
vida social mejor, mas rica en sus relaciones con Dios y entre los seres
humanos, y entre las naciones.
LOS VALORES.
Cuando hablamos de
valores humanos, debemos considerar que estos no son algo como
asuntos que se encuentren en departamentos estancos, sino que forman un sistema
en el que están concatenados unos a otros, como ejemplo tomemos: la justicia,
el amor, la humildad, el respeto, la alegría, la felicidad, la
prudencia, la caridad, los principios de solidaridad y
subsidiaridad, la paciencia, la templanza, la diligencia, etc. estos se dan en
todas las personas de buena voluntad además de muchos otros que se irán
mencionando, no es necesario dar explicaciones de como se relacionan entre si,
y para evitar múltiples repeticiones, eso de momento los dejamos de lado. Como
se observa no son ajenos unos a otros, sino que se da cierta conexión entre
ellos, son parte de nuestra personalidad individual, así vemos en las
otras personas que algunos destacan mas que otros, a ejemplo se pueden
mencionar algunos de estos, como son tantos no se consideren estas menciones
sino parciales: amar, poseer, valorar, vivir, difundir, enseñar,
practicar y para entenderlos mejor, se pueden calificar. Se trata
de vivirlos todos, por lo que no debemos excluir algunos
y solo practicar otros, los valores como las virtudes, y por ello se les
califica como un todo, como un sistema, se deben de considerar en su conjunto.
La persona que vive los valores, los incluye a todos, a eso le llamamos
vivir adecuadamente, practicar obras buenas, tantas como
podamos.
Se pueden hacer
diversas clasificaciones, doy como ejemplo las siguientes, siempre en menciones
parciales y como se observará muchos valores pueden estar en varias
de las clasificaciones, pero solo he procurado mencionarlos en una sola para
evitar múltiples repeticiones. Pues se sobrentiende su relación .
Nos podemos plantear
en primer término lo que se debe de entender por valor, en este caso “valores
humanos”: Son cualidades, virtudes, características, de
signo positivo que se dan en la conformación de la personalidad de cada uno de
nosotros. Son aquello que deseamos que estén comprendidos en nuestro
comportamiento, que se apliquen en los casos en que son requeridos, siendo
estos casos, en ocasiones, de una constancia existencial sorprendente, como el
de la educación, las buenas maneras, etc., para las personas de buena voluntad, los
valores son algo en lo que creemos, sabemos que son buenos intrínsecamente,
procuramos esmerarnos en su cumplimiento, sabemos que nos hacen mas personas,
mas humanos. Nos interesa formarnos en ellos, en su práctica, en su cumplimiento
y muy importante es el introducir a los menores en su enseñanza,
recordando que es con el ejemplo con lo que mas y mejor enseñamos a las nuevas
generaciones.
Se observará que no
hemos hecho una clasificación de “valores morales”, pues estos se diseminan en
todas las mencionadas aquí. Hay también quien da mucha importancia a una orden
de prioridades, en materia de valores, lo que no está mal, ni mucho menos,
pero yo pienso que, en todo caso, priorizarlos es necesario en los casos de
dificultad de su realización personal, o en caso de darles, por nuestro tipo de
existencia, una necesidad especial. Pero la realidad es que en tanto
sistema, debemos tratar de vivirlos todos, siempre y en todas nuestras
acciones. Otro aspecto es el de que para mejor entender los valores, repito,
algunos hay que calificarlos, así se distinguen y se entienden claramente.
Conviene tomar en cuenta, que las personas que intentamos en nuestras vidas la
praxis de los valores, no es que nos distingamos por ser mejores que los otros,
sino porque somos, en todo caso, mas responsables, mas humanos, lo que no
es poco. A continuación se dan solo a forma de ejemplo, unas clasificaciones a
priori:
VALORES RELIGIOSOS:
amor a Dios y a sus criaturas, deseo de salvación, caridad a Él y sus
criaturas, piedad, devoción, oración en sus diversas formas, como meditación,
rezo, hablar con Dios, adoración, mortificación (que es oración de los
sentidos), apostolado, perdonar, agradecer, tener misericordia, intolerancia,
arrepentimiento, castidad y pureza, intransigencia,
VALORES FAMILIARES:
amor conyugal, amor a los hijos, educación de la prole, ejemplo de vida,
responsabilidad, orden, higiene, cooperación, amor fraternal, intimidad,
sentimiento, enamorarse, preocuparse, armonía, abnegación, generosidad,
VALORES SOCIALES:
buen trato a los demás, ser ciudadano ejemplar, amistad, buenos modales,
amabilidad, sonreír, respeto, subsidiar, ser solidario, estudio, motivación,
perfeccionarse, cumplir, comprensión, concordia, tolerancia, paz,
cortesía, convivencia, coexistencia, colaboración, subsidiaridad y
solidaridad,
VALORES
ETICOS; honradez, veracidad, diligencia, justicia, empatía,
discernimiento, logros, convencer, valorar, equidad, autodominio,
VALORES PERSONALES:
sosiego, serenidad, compañerismo, calma, esfuerzo, humildad, experiencia,
humanismo, cercanía, descubrir, sencillez, altruismo, inteligencia, cultura,
confianza, superación,
VALORES EN LA
ENFERMEDAD, peligro, urgencia, valentía, disciplina, priorizar, actuar, ayudar,
sumisión, cooperación, bondad, conmoverse, reaccionar, darse, ser comprensivo,
considerar, vencer, ingeniarse,
VALORES
SOBRENATURALES, si abrimos esta clasificación con los valores
religiosos, la cerramos con los valores que están sobre todos los
humanos, naturales, son sobrenaturales: La
santificación de la vida ordinaria, la filiación divina, el acercarse a los
Sacramentos, el tratar de ser perfectos, la imitación de Jesucristo, el ser y
mantenerse templos del Espíritu Santo, ser santos como Dios es Santo.
Como se comprende
estas listas pueden irse aumentando, pero para el caso creo que bastan, al dar
la idea que se pretende.
EL MAL.
Armonizar a un Dios
bueno con el mal es algo que no es de fácil explicación y es de mucho mas
difícil entendimiento, ¿cómo comprender a Dios como providente, ejemplo de
todas las virtudes, las mas sublimes, la belleza, la bondad, la
inteligencia, la sabiduría, etc. todas en grado inconmensurable,
creador de todas las maravillas, que conocemos y las que sabemos que existen
aunque no las conozcamos, y que ¡dentro de toda esa maravilla, exista
mal?.
Continuamos con las
enseñanzas de los grandes pensadores, teólogos , filósofos de la cristiandad,
que nos dan explicaciones. Y recurrimos a explicaciones científicas que son
conocidas en forma generalizada. Lo primero que conviene dilucidar es que
hay mal físico y mal moral. Como ejemplos de males físicos tenemos:
temblor, o terremoto, maremoto o tsunami, como se le quiera llamar son
movimientos telúricos, que son necesarios para que este planeta sea habitable,
las exhalaciones volcánicas, las erupciones no pueden dejar de darse, los
movimientos de las placas tectónicas, la estructura de nuestro cosmos las hace
naturalmente necesarias, y cuestiones parecidas se dan en los movimientos de
aguas que conocemos como inundaciones de varios tipos, o cambios de las
temperaturas tanto de intensos fríos como de calores muy difíciles de
soportar, y todo ello se convierte en mal para ciertas comunidades
humanas. Pero en esto lo que tenemos que observar, antes que nada, es que se
trata de mal que existe en el bien.
El odio, la
inmoralidad, el desprecio, la soberbia, la avaricia, la pereza, son males que
podemos catalogar como espirituales. Otro aspecto es que un mal físico pude
ser mal moral y viceversa. Ej. El crimen.
Por otro lado se nos
enseña que el mal no es una esencia o substancia sino mas bien es una ausencia,
o carencia, como se comenta mas adelante. El mal no tiene causalidad propia,
menciono algunos:
MALES MORALES:
frustración, desesperación, deshonestidad, desagradecimiento, Intransigencia,
irresponsabilidad, arrogancia, odio, desigualdad, pereza, guerra, traición,
corrupción, deshumanización,
MALES FÍSICOS y
psicológicos: enfermedades, depresión, locura,
Ahora vamos a tratar
de dilucidar algo en esa dicotomía que se da entre el bien y el
mal. Permítanme recordarles que este es un problema de hace muchos
siglos, que se ha tratado por las mentes mas preclaras de la humanidad, y no se
tiene una solución perfecta que deje a todos contentos. Para empezar me
gustaría recordarles esta frase inmortal de platón: “Debemos buscar
para nuestros males otra causa que no sea Dios”.
El mal nos ha
acompañado históricamente a los hombres siempre, desde nuestros primeros padres
y su descendencia inmediata, como es bien sabido. ¿Existe el mal?, si es
innegable, pero tiene ciertos aspectos no muy frecuentemente comentados
como el de la carencia, que enseña Santo Tomás, doy unos ejemplos:
La enfermedad es
carencia de salud.
La pobreza es
carencia de recursos.
La estulticia es
carencia de razonamiento adecuado.
La fealdad es
carencia de belleza.
El frio es carencia
de calor. Y viceversa.
La ignorancia es
carencia de cultura.
Vulgaridad, ausencia
de educación.
Mentira o
equivocación carencia de la verdad.
Odio, físico y
espiritual, como falta de amor o misericordia.
Infidelidad, que es
la falta de fe.
El Pecado,
(considerado el único mal absoluto) desobediencia a la divina voluntad.
Esto ya descalifica a
algunos supuestos males que en realidad no lo son, lo parecen, pero no son
males en sí, sino que son situaciones causadas por agentes externos, su
carencia o su exceso, pensemos en una inundación, es causada por un
desorden en ocasiones muy lejano al lugar que la sufre. O en un movimiento
telúrico que afecta las viviendas de una población, es algo grave, mas no es un
mal del sitio, es ajeno.
Todos somos sujetos
del mal, los hay graves, leves, duraderos, cortos, fatales, sutiles, intensos,
ahora mismo nuestro planeta está empezando a sufrir una pandemia llamada
Coronavirus, hay males que se sabe que vienen, otros nos
sobresaltan, entre las naciones las guerras tienen una frecuencia
que nadie quisiera. Un hombre le puede causar un mal a otro o a muchos, lo
mismo podemos decir de las naciones, hay males que provocamos y males que
padecemos, lo que éticamente, puede ser calificado como problema, y por
supuesto digno de solución.
Para San Agustín la
cuestión del mal fue muy importante, y tuvo arrepentimiento profundo de cosas
que realizó, con conciencia de que eran malas, tomemos una frase suya de sus
Confesiones. “Busqué entonces qué era la maldad, y no hallé que
fuese sustancia alguna, sino desorden de la voluntad”, para
él, radica el mal en la voluntad del hombre, en su indolencia.
La Iglesia nos
menciona y con toda razón dos desencadenantes del mal, el primero es Lucifer,
el ángel caído, y el otro es el pecado de Adán y Eva.. Cada quien deberá de
llegar a sus propias conclusiones sobre estos hechos.
El mal moral es aquel
que podemos realizar en contra de nosotros mismos o de los demás, consiste en
dolor y/o sufrimiento, se generan en el hecho de nuestra libertad,
la cual llega a grados de corrupción física o moral graves. Se define por su
intencionalidad, perversidad, y puede ser casual, inconsciente. Pero
radica siempre en el libre albedrío. Puede ser mal físico o moral y
generar: sufrimiento, dolor, tristeza.
Dios es causa de todo
pero debemos de tomar en consideración, precisamente que hay causas directas,
el hombre las asume, y hay causas remotas, Dios es causa remota, en el
caso de lo que el hombre causa directamente, en buen o mal uso de su libertad.
Podemos
observar en la naturaleza la regeneración, fuera del caso de las causas
humanas, la naturaleza tiende a regenerarse sola, ejemplo de los incendios
naturales, las floras y faunas afectadas tienden solas a regenerarse, y
alcanzan su equilibrio natural.
Dios es causa directa
del ser humano, pero es el hombre la causa directa de sus actos, de sus
defectos, aquí podemos contrastar el verdadero bien, los valores humanos, con
nuestros males, los que Dios permite, porque no nos quita la
libertad, se nos dice, en especial a través de su Hijo, Jesucristo, Segunda
Persona de Santísima Trinidad Dios hecho hombre, en su maravillosa Doctrina,
llena de enseñanzas, cual es su voluntad en cuanto al libre actuar del ser
humano, el que encuentra su plena realización precisamente en el cumplimiento
de su Divina Voluntad, además dándonos la oportunidad de ser perdonados en los
incumplimientos de ello. El tener valores se finca precisamente en
el cumplimiento de dicha Voluntad Divina, y en tanto seres llenos de imperfecciones,
su amor nos proporciona los dones de Fe y razón. Bien visto esto nos lleva a un
agradecimiento tal que nada respetamos mas en este mundo que esas enseñanzas
reveladas que el Magisterio de la Iglesia administra, enseña, y cuida,
auxiliado por el Espíritu Santo, para la perfecta interpretación de todo lo
revelado.
Las revoluciones
culturales van y vienen, reinan y caen, pero las enseñanzas reveladas son
perenes, y leen los signos de los tiempos, para darles la interpretación que
corresponde, sin apartarse un ápice de la Doctrina Cristina, y así será
hasta el fin de los tiempos.
Jorge Casas y
Sánchez.
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