domingo, 6 de noviembre de 2011

HABLEMOS UN POCO DE FORMACIÓN

HABLEMOS UN POCO DE FORMACIÓN

Este blog tiene como primeros objetivos el de hacer oración a través de la lectura meditada y el de irse formando como mejor cristiano a través de la oración y de un mejor conocimiento de la doctrina de JESUCRISTO, de su Iglesia, de sus enseñanzas, y de su ejemplo.
Conforme busquemos mas a JESUCRISTO, mas le iremos encontrando, mejor le conoceremos y al tiempo le iremos amando mas cada vez, y cuando ese amor nos lleve a obedecerle estaremos formándonos mejor, y estaremos en el camino seguro de la salvación eterna.
Lo primero que debemos considerar en la “Formación, es que es un acto de nuestra libertad llevado a cabo por voluntad propia y que tiene resultados muy positivos, siendo uno el de nuestra autoafirmación, pero en esta lucha, que lucha es y debe ser, nos son necesarias ciertas virtudes, una es la de la tenacidad para perseverar otra la de la docilidad ante las enseñanzas que recibimos, de los sacerdotes de laicos mas formados que nosotros, de las enseñanzas de los Evangelios, de los Hechos de los Apóstoles,  las epístolas de Pablo y los demás,  en especial de nuestro director espiritual, si contamos con uno, lo que es muy aconsejable , además de las enseñanzas de La Tradición.
Debemos de considerar los niveles de formación para en cada caso, y adquirir la formación correspondiente a  cada uno de ellos:
El primer nivel es el de formación humana, aquí hablamos de virtudes humanas , de ser mejores personas, de verdaderamente evitar lo malo y preferir lo bueno.
El siguiente nivel  es el de la formación espiritual, aquí se trata de las virtudes teologales, de nuestros actos de piedad, de fe, de caridad,  de considerar nuestra filiación divina, del cumplimiento de nuestras normas de buenos católicos, en fin de la imitación del ejemplo de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen.
El tercer nivel es el doctrinal, en este comprenderemos mejor a la IGLESIA, sus ritos y sus prohibiciones, aprehenderemos cosas como donde radica el mal en cuestiones como la fecundación in vitro.
El cuarto nivel es el de la formación profesional, es cuando aprendemos a santificar nuestro trabajo, la vida familiar y el resto de nuestras actividades.
El quinto  nivel es el llamado pastoral, es el que ya nos permite hacer proselitismo con los demás, transmitir lo que tenemos a otros ayudándoles a ser mejor formados. Aquí es donde corresponden asuntos como la NUEVA EVANGELIZACIÖN que nos viene pidiendo ya tiempo ha, la Santa Sede.
Los dos  primeros niveles son generalmente los tenemos todos los católicos, en mayor o menor perfección, el tercero lo tenemos muchos, mas no todos, de allí que debemos tener presente el Santo Evangelio de “...la mies es mucha y los obreros pocos…”  para darnos ánimos y progresar en nuestra formación. El cuarto nivel es de una gran importancia y así lo señala el CONCILIO VATICANO II en su documento para los laicos denominado: LLAMADA UNIVERSAL A LA SANTIDAD, documento importantísimo que podemos fácilmente consultar en Internet, es muy conveniente conocerlo a través del Opus Dei.
El quinto nivel obedece  al mandato evangélico de enseñar la doctrina de Cristo, y de alguna manera lo llevamos a cabo en el hogar, pero es muy deseable que cubramos otros terrenos, al empezar veremos como nuestra vocación crece y notaremos la ayuda del Espíritu Santo, a nosotros nos corresponde poner los medios de formación y el Espíritu Santo realiza el resto, claro que la semilla germinará y producirá mucho si queremos, la buena tierra es eso precisamente el querer, quien no quiere, es el que rechaza a Dios.
Jorge Casas y Sánchez.

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