martes, 26 de julio de 2011

RELACION DEL CREADOR Y SU CRIATURA HUMANA.

Cuando la divinidad decide que se realice la creación, es decir dar la existencia a las cosas que en su mente divina, inconmensurable,  existían desde la eternidad, por supuesto que tu y yo como todo el resto de lo que haya tenido, tenga o llegue a tener existencia ya estaba en la mente divina, incluso el tiempo que es parte de su creación. La ciencia ahora nos puede hacer relatos muy bien sustentados que hablan de un proceso de evolución MATERIAL que se puede traducir en muchos millones de millones de años, de acuerdo a la medición que el hombre hace del tiempo.
Al último cuando ya los ángeles del cielo,  ESPÍRITUS, y  los ángeles condenados seguidores de Luzbel habían sido creados llegó  al hombre por la Divina Voluntad el momento de comenzar su existencia, El creador toma barro MATERIA y su ESPÍRITU  CREADOR es soplado a dicho barro y he aquí que empieza la existencia del único ser de la creación que es  ESPÍRITU y MATERIA, que es creado a imagen y semejanza de su creador,en cuanto a su espíritu,  y es nombrado por Dios como el responsable y beneficiario del resto de las cosas materiales creadas antes de él. Es así que estamos frente al primer hombre Adán, a quien dará mas adelante a su compañera Eva, nuestros primeros padres, padres de la humanidad entera.
Han pasado infinidad de siglos desde que, estos,  nuestros orígenes, tuvieron lugar, el Creador dió un sitio de privilegio al hombre, dotando a su naturaleza de un alma individual para cada uno de nosotros, creada para la eternidad, subsistente, que junto con el cuerpo de cada quién forma la naturaleza humana, conjunto de cuerpo material y alma espiritual. No podemos menos que maravillarnos ente estos hechos, y agradecer al Creador que nos haya tenido desde la eternidad en su mente divina y que nos sostenga en ella para la eternidad.
Los católicos que vivimos de nuestra fe y esta es la que nos indica los caminos del Señor, los que Él nos señala para alcanzar la salvación eterna, tenemos ya muy presente, y el propio Dios a través de la segunda persona de la trinidad, nos lo enseñó, nos lo comprobó en si mismo, nos lo mostró y nos lo demostró, resucitaremos al final de los tiempos. Nuevamente nuestros cuerpos y nuestras almas se unirán para la Vida Eterna,  pero en esa ocasión con cuerpos glorificados, como lo fué después de su muerte y resurección el cuerpo divino de Jesucristo.
Esperamos la Resurección y el Juicio Universal con verdadera fe, y con la esperanza de estar entre los escogidos por los ángeles del señor para ocupar nuestro puesto, ¡si lo hemos logrado aquí en la tierra!. Para ello vivimos y tratamos de cumplir la Voluntad Divina de la mejor forma que nos es posible, en las circunstancias que nos ha tocado vivir. Este debe ser nuestro sino, estamos en esta vida de paso para la verdadera VIDA, la ETERNA, con la Visión Beatífica, y nada debe ser para el católico mas importante, mas urgente que ese seguir el camino que nos señala el Señor, por lo que es importante de suprema importancia que no nos conformemos con nuestra relación actual con Dios que nos ha creado, tenemos que MEJORAR ESA RELACIÓN, reconvertirnos continuamente, a través de comunicarnos con la meditación, los actos de fe, y de piedad, y acercarnos con constancia y davoción a los sacramentos, así como con el cumplimiento de la divina voluntad, y para esto es necesario que profundicemos en nuestro conocimiento de Dios, con estudio con la guía del Magisterio de la Iglesia, con las enseñanzas evangélicas, con la imitación de Jesucristo, y de la Virgen Santísima.
Dios nos da su Gracia y si la pedimos y la buscamos nos la proporciona en forma abundante, nunca estamos solos si nuestra relación es cercana, constante, amorosa, humilde, Él nos ayuda a cumplir adecuadamente con su voluntad y así vamos conquistando el cielo. Es con la gracia de Dios que es nuestro padre, (pues por los méritos de nuestro Señor Jesucristo que nos lucró la filiación adoptiva), la recibimos gracias al Espíritu Santo, ¡somos hijos de Dios! Y nos quiere salvos, lo nuestro es saber aprovechar esa elevación que de toda la Creación nos da Dios de elevarnos a un plano sobrenatural, por ello somos los únicos seres que recibimos de Él su GRACIA, que es el principal medio y el absolutamente necesario para lograr la visión beatífica, la salvación. Apoyémonos en las Virtudes Teologales que recibimos desde el bautizo, sacramento gracias al cual se nos infunden y actualicémoslas, buscando que la Gracia Santificante sea habitual en nosotros, que seamos “TEMPLOS TRINITARIOS”, con nuestra vida en gracia de Dios y cumpliendo su divina voluntad.
El Espíritu Santo con sus dones nos auxilia siempre para hacernos partícipes de la naturaleza divina, evitar el pecado y conservar la Gracia a través de los Sacramentos, la meditación, las buenas obras, nunca debemos olvidar que nuestra naturaleza está caída desde el pecado de nuestros primeros padres y Dios nos ha dado, nos da y nos dará su Gracia en forma amorosa y gratuita, siempre que nos esforcemos en pedirla, vivirla habitualmente y dando cumplimiento de la Divina Voluntad con alegría y con la confianza de ser hijos de DIOS.
Jorge Casas y Sánchez.

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