LA CREACIÓN

“En el principio creo Dios el cielo y la tierra”, con esta frase comienza el relato bíblico, es la primera frase del Génesis, y primera verdad de la Escritura, primer libro de la Biblia. Lo que es necesario meditar cuidadosamente es que antes de la Creación lo único que existía era la Trinidad Santa, no había nada mas, era la nada, no había materia.  Cuando hablamos de crear algo en el lenguaje cotidiano, por ejemplo las creaciones del hombre, nos referimos a cuestiones que tienen “materia previa”,  por ejemplo, la basílica de la Sagrada Familia del arquitecto Gaudí, en Barcelona, o la torre más famosa del mundo la del ingeniero Eiffel, en París, son “creaciones” humanas llevadas a cabo a partir de materias previas, estructuras de hierro, piedra, etc. que bien vistas las cosas son, mas que creaciones transformaciones, geniales,  pero en “stricto sensu”  solo la  Creación de Dios, que fue hecha a partir de la nada, es la verdadera Creación.

Previamente a ella solo existía el espíritu de Dios trino y uno, y solo el inconmensurable poder e ilimitada inteligencia pudo llevar a cabo semejante obra, y solo su voluntad la mantiene en la existencia. Gobierna los millones de astros en un orden maravilloso, y en nuestro mundo todas las cosas, desde las microscópicas hasta las grandes masas de agua o tierra con sus millones de seres vivos, incluyendo al hombre que está en la cumbre de todo lo de este mundo. En el Credo la segunda frase hace referencia a este dogma maravilloso que tanta luz arroja sobre nuestra existencia, y la existencia de todo lo demás, en el caso de los ángeles el espíritu, en el caso de todos los entes excepto el hombre la materia, y en el caso del hombre espíritu y materia.

Para los que tenemos Fe, esta es una maravillosa realidad que nos permite ver la falsedad de las teorías evolucionistas, que son materialismo absoluto, que tratan de afirmar que todo proviene de una sola materia inicial, y que por supuesto niegan lo espiritual del hombre, son teorías mecanicistas falsas, pues la inteligencia humana es capaz de comprender que la materia es inferior al espíritu, que el espíritu es superior a la materia y por lo tanto de lo inferior, la materia, no puede provenir lo superior, el espíritu. El mundo, el universo no puede ser incausado, es decir causa de si mismo, tiene por fuerza, o por necesidad que provenir de algo, algo que lo ha causado, su creador, Dios mismo.

La última parte de la Creación es el hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, criatura con inteligencia y voluntad, con un alma creada para la eternidad, inteligencia que busca la verdad y voluntad que busca el bien, que debe dar gloria a Dios precisamente en uso de su libertad, Dios  así lo ha querido, que el hombre en  uso de su libertad escoja el darle gracia, el resto de la Creación se la da por el hecho de ser lo que es, el gorrión o el tigre dan gracia a Dios el uno por ser gorrión el otro por ser tigre. Pero al hombre le ha dado libertad para que se la de y obtenga el gran premio que nos tiene preparado para la eternidad, o que se la niegue, y caiga en el castigo eterno.